ANÁLISIS
¿Qué es más importante, la poesía o
la música? Para su última obra, Strauss la catalogó como una
conversación musical y en parte estamos ante eso, ante un gran
debate que, además no tiene ni vencedores ni vencidos dejando al
espectador la última palabra al respecto.
La idea de contar en el teatro los
pormenores del teatro no era una idea nueva, ya que, como ya expuse
en la entrada anterior, la inspiración vino de una ópera de Salieri
y de Mozart, en un proyecto que el emperador José II a ambos
compositores para unos festejos en el Palacio de Schönbrunn allá
por el año 1786. Si bien en su día, gustó más la de Salieri, lo
cierto es que en la actualidad ninguna de esas dos óperas se
representan en la actualidad. También en el siglo XIX, un italiano,
Donizetti, también escribiría una ópera bufa sobre el tema teatral
(Viva la mamma!) e incluso el propio Strauss abordaría
el tema del teatro dentro del teatro en su magnífica Ariadne
auf Naxos.
Capriccio es una obra en la que no pasa absolutamente
nada y sin embargo es interesante. Se podría considerar que es una
comedia romántica, ya que hay dos hombres que se disputan el amor de
una mujer y ésta no sabe por cuál decidirse. De forma metafórica,
uno representa la música y otro la poesía... ¿Qué es más
relevante a la hora de escribir una ópera? Depende del compositor.
Para Wagner, lo primero era el poema y luego la música, para Mozart,
era al revés. Hay casos en la que una música sublime puede tapar
una poesía mediocre y otras veces encontramos canciones con una
poesía bastante buena, pero musicalmente horrorosas (ahora mismo no
me viene ningún ejemplo de esto, pero seguro que lo hay). Durante
toda la ópera que se interpreta sin interrupción, asistimos a ese
debate que la nobleza del siglo XVIII, la época favorita de Strauss,
plantea. Volvemos a ver elementos que ya habíamos visto en Ariadne,
como la figura del compositor, la compañía de ópera, o el número
de los cantantes italianos como pasa en El Caballero de la
Rosa. Esa escena, podría ser un guiño al bel canto, como
también podría serlo el hecho que la escena final sean un largo
solo de la soprano.
También es original la forma en la que
acaba la ópera. Quizás, lo más lógico sería que La Condesa
eligiera a uno de sus dos pretendientes, pero es mejor dejarlo así,
para que el público imagine el desenlace. En mi opinión, es que a
la Condesa le gusta amos,quizás por distintas razones, pero se ve
incapaz de elegir. Y la unión perfecta de música y dramaturgia, la
encontramos en la ópera, ya que es el género artístico que combina
ambas disciplinas. Si eligiera a uno sólo, Strauss estaría dando al
público un mensaje equivocado, pues estaría afirmando que la ópera
sería esencialmente música o poesía... pero es que son ambas. La
ópera puede ser una obra cómica, o dramática, que puede tratar
temas tanto amorosos, como políticos, de terror, fantasía,
mitológicos... todo es posible.
A pesar de no ser de las más
populares, encontramos en Capriccio una música muy personal y de la
más bella que ha podido componer Strauss. Desde la sugerente
introducción, hasta la magnífica escena final, pasando por el
soneto, o el pequeño ballet, la ópera tiene páginas muy bellas,
pero no son melodías fáciles de retener. Y es porque Capriccio no
es una ópera para todos los públicos, sino para sibaritas
musicales.
En lo que a mí respecta, tuve la
oportunidad de ver esta ópera montada en el Palacio Garnier de París
y francamente la disfruté bastante. No es de mis preferidas, pero si
la encuentro interesante. Si os interesa saberlo, para mí lo
importante en la ópera es en gran parte la música, aunque entiendo
que ésta necesita de las palabras para poder expresarse. Me explico:
en una ópera tienes que contar una historia, qué pasa, a quién, en
dónde y el porqué. Lo mismo pasa cuando se compone una banda sonora
de una película. Aunque la música sea instrumental, ésta viene
inspirada por las palabras. Luego en cambio, para una canción en
concreto, puede ser lo contrario. Te puede surgir una melodía y
luego, puedes buscar unas palabras que definan esa serie de sonidos
que has creado... si pueden.
En resumidas cuentas, disfruten de la música, de la poesía y del arte en general. Esto es básicamente lo que Strauss nos invita a hacer. Y yo acepto esa invitación.
GRABACIONES
CD
El director alemán Karl Böhmn tuvo la
suerte de conocer a Strauss en persona, así que sabía muy bien lo
que quería. Esta grabación es fácil de encontrar, no es
especialmente cara y tiene un reparto muy equilibrado, destacando a
Janowtiz en el papel principal.
DVD
Actualmente, podríamos decir que la soprano americana, Renee Flemming es la mejor intérprete de Strauss. Como yo no entiendo mucho de técnica vocal, no puedo rebatir esa afirmación, pero sí estoy de acuerdo que se la ve muy a gusto en sus roles. La puesta en escena es magnífica y todo el reparto es sobresaliente.
Pues con esto termino por hoy. Feliz
verano y bueno.. la próxima entrega creo que volveré con alguna
obra desconocida del bel canto... o con Mozart. Ya veré qué se me
ocurre.