lunes, 6 de julio de 2020

El eterno devate: Capriccio, de Strauss II

ANÁLISIS


¿Qué es más importante, la poesía o la música? Para su última obra, Strauss la catalogó como una conversación musical y en parte estamos ante eso, ante un gran debate que, además no tiene ni vencedores ni vencidos dejando al espectador la última palabra al respecto.

La idea de contar en el teatro los pormenores del teatro no era una idea nueva, ya que, como ya expuse en la entrada anterior, la inspiración vino de una ópera de Salieri y de Mozart, en un proyecto que el emperador José II a ambos compositores para unos festejos en el Palacio de Schönbrunn allá por el año 1786. Si bien en su día, gustó más la de Salieri, lo cierto es que en la actualidad ninguna de esas dos óperas se representan en la actualidad. También en el siglo XIX, un italiano, Donizetti, también escribiría una ópera bufa sobre el tema teatral (Viva la mamma!) e incluso el propio Strauss abordaría el tema del teatro dentro del teatro en su magnífica Ariadne auf Naxos.

Capriccio es una obra en la que no pasa absolutamente nada y sin embargo es interesante. Se podría considerar que es una comedia romántica, ya que hay dos hombres que se disputan el amor de una mujer y ésta no sabe por cuál decidirse. De forma metafórica, uno representa la música y otro la poesía... ¿Qué es más relevante a la hora de escribir una ópera? Depende del compositor. Para Wagner, lo primero era el poema y luego la música, para Mozart, era al revés. Hay casos en la que una música sublime puede tapar una poesía mediocre y otras veces encontramos canciones con una poesía bastante buena, pero musicalmente horrorosas (ahora mismo no me viene ningún ejemplo de esto, pero seguro que lo hay). Durante toda la ópera que se interpreta sin interrupción, asistimos a ese debate que la nobleza del siglo XVIII, la época favorita de Strauss, plantea. Volvemos a ver elementos que ya habíamos visto en Ariadne, como la figura del compositor, la compañía de ópera, o el número de los cantantes italianos como pasa en El Caballero de la Rosa. Esa escena, podría ser un guiño al bel canto, como también podría serlo el hecho que la escena final sean un largo solo de la soprano.

También es original la forma en la que acaba la ópera. Quizás, lo más lógico sería que La Condesa eligiera a uno de sus dos pretendientes, pero es mejor dejarlo así, para que el público imagine el desenlace. En mi opinión, es que a la Condesa le gusta amos,quizás por distintas razones, pero se ve incapaz de elegir. Y la unión perfecta de música y dramaturgia, la encontramos en la ópera, ya que es el género artístico que combina ambas disciplinas. Si eligiera a uno sólo, Strauss estaría dando al público un mensaje equivocado, pues estaría afirmando que la ópera sería esencialmente música o poesía... pero es que son ambas. La ópera puede ser una obra cómica, o dramática, que puede tratar temas tanto amorosos, como políticos, de terror, fantasía, mitológicos... todo es posible.

A pesar de no ser de las más populares, encontramos en Capriccio una música muy personal y de la más bella que ha podido componer Strauss. Desde la sugerente introducción, hasta la magnífica escena final, pasando por el soneto, o el pequeño ballet, la ópera tiene páginas muy bellas, pero no son melodías fáciles de retener. Y es porque Capriccio no es una ópera para todos los públicos, sino para sibaritas musicales.

En lo que a mí respecta, tuve la oportunidad de ver esta ópera montada en el Palacio Garnier de París y francamente la disfruté bastante. No es de mis preferidas, pero si la encuentro interesante. Si os interesa saberlo, para mí lo importante en la ópera es en gran parte la música, aunque entiendo que ésta necesita de las palabras para poder expresarse. Me explico: en una ópera tienes que contar una historia, qué pasa, a quién, en dónde y el porqué. Lo mismo pasa cuando se compone una banda sonora de una película. Aunque la música sea instrumental, ésta viene inspirada por las palabras. Luego en cambio, para una canción en concreto, puede ser lo contrario. Te puede surgir una melodía y luego, puedes buscar unas palabras que definan esa serie de sonidos que has creado... si pueden.

En resumidas cuentas, disfruten de la música, de la poesía y del arte en general. Esto es básicamente lo que Strauss nos invita a hacer. Y yo acepto esa invitación.


GRABACIONES

CD

El director alemán Karl Böhmn tuvo la suerte de conocer a Strauss en persona, así que sabía muy bien lo que quería. Esta grabación es fácil de encontrar, no es especialmente cara y tiene un reparto muy equilibrado, destacando a Janowtiz en el papel principal.

DVD

Actualmente, podríamos decir que la soprano americana, Renee Flemming es la mejor intérprete de Strauss. Como yo no entiendo mucho de técnica vocal, no puedo rebatir esa afirmación, pero sí estoy de acuerdo que se la ve muy a gusto en sus roles. La puesta en escena es magnífica y todo el reparto es sobresaliente.


Pues con esto termino por hoy. Feliz verano y bueno.. la próxima entrega creo que volveré con alguna obra desconocida del bel canto... o con Mozart. Ya veré qué se me ocurre.