domingo, 25 de noviembre de 2018

El ángel de la música: El fantasma de la ópera, de Lloyd Webber II


ANÁLISIS


La caída de la lámpara en el Palacio Garnier despertó la imaginación de Gaston Leroux y creó su inmortal novela, en la cual afirma que el responsable fue un misterioso hombre con el rostro deforme que conoce el lugar como la palma de su mano y además es un genio. 

A pesar del potencial de la novela para convertirse en un libreto de una ópera, lo cierto es que ningún compositor se interesó por ella, quizás por lo complicado que sería montarla en escena. No obstante, en el cine fue adaptada en varias ocasiones pero no musicalmente. Así, habría que esperar hasta la segunda mitad del siglo XX para que alguien se animara a hacerlo y si bien la primera propuesta compuesta por Ken Hill no es muy recordada, fue ya un intento para que otros se animasen. Y es ahí donde entra Lloyd Webber y la historia que ya os comenté en la entrada anterior.

Pero ¿cuáles son los posibles motivos por los cuales, este musical sigue aún en Londres y en Broadway? ¿qué tiene este musical que no tenga otros?

Para empezar, hay que destacar que este musical es un claro homenaje a la ópera. Si habéis estado siguiente las entradas anteriores, podréis sin duda alguna identificar los diferentes géneros. Hay que destacar que Weber prescinde del escenario original del Palacio Garnier y traslada toda la acción a un teatro ficticio, y además creó tres fragmentos de tres óperas imaginarias y compositores inventados para recrear un universo familiar pero a la vez único. 

Así, pasamos de la grand-opéra de Meyerbeer con Hannibal, a la ópera buffa italiana (o al bel-canto) con Il muto y finalmente nos presenta  las óperas de vanguardia con Don Juan Triunfante, que además está compuesta por el propio protagonista. Este hecho no es casual, ya que con ello Webber nos está diciendo que el Fantasma es un genio incomprendido en todos los sentidos, y ya no sólo por el aspecto físico.

Con respecto a la historia, El Fantasma nos presenta una variante del cuento de La Bella y la Bestia. Un hombre que ha sido siempre maltratado por su aspecto físico se comporta como un monstruo porque así la sociedad del momento lo ha tratado y pese a que en el fondo quiere ser aceptado ,se ve incapaz de entrar la sociedad y para pertenecer a ella no le queda más remedio que interpretar el papel que le ha sido asignado, es decir, el de un monstruo. Un hombre sin escrúpulos capaz de hacer lo que sea para obtener lo que quiere. 

En cambio, El Fantasma, (que en realidad se llama Erik aunque en la versión de Webber nunca se llama así) no es un ser malvado del todo ya que es capaz de crear arte. Crea música y es capaz de enseñar ese talento a los demás. Y la elegida resulta ser la pobre Christine Daaé quien se convierte en su pupila. Ella era la hija de un violinista famoso que siempre le decía que un Ángel de la música cuidaría de ella. Ese ángel, al final resulta ser un mortal pero si ella es la artista que es es sobre todo gracias a él y por ello es la única que logra aceptarlo sin la máscara. 

Christine es una heroína bastante compleja. Al principio nos puede parecer un poco tonta, pero lo cierto es que es una mujer que no ha terminado de superar la muerte de su padre y su promesa del Ángel es lo único que le queda de él. Comienza una relación con el Fantasma un tanto extraña. No podría decir que está enamorada de él, en el sentido físico, sino más bien en el espiritual. Al fin y al cabo ella es lo que es gracias a él. Pero ella de quien está realmente enamorada es de Raoul y es comprensinble. Es su amigo de la infancia, por tanto tiene la misma edad, guapo, culto, valiente y sensible. Raoul representa todos los valores positivos que el Fantasma quería tener pero no los tiene porque es un ser marginal.

Así pues, ya tenemos un triángulo amoroso que es la base para que una obra musical tenga éxito. Un tenor se quiere enrollar con la soprano pero hay un barítono que se lo impide. Con este simple esquema podríamos resumir una enorme cantidad de óperas que hemos visto en este blog y muchas de gran éxito. 

Pero no sólo en el libreto está la clave del éxito, sino también a un abanico de melodías tremendamente pegadizas y bastante bien inspiradas. Demasiado, para algunos, ya que en el monólogo del fantasma, (Music of the night) hay una parte que recuerda enormemente a parte del dúo de Johnson y Minnie en La Fanciulla del West de Puccini. Os dejo un vídeo que muestra los distintos parecidos que hay no sólo en este musical, sino en otros:


Dejando de lado algunos ejemplos (yo la referencia a Turandot no la noto mucho) en mi opinión creo que Webber conocía perfectamente la obra de Puccini. Lo que no puede afirmar es que si la cita musical la incluyó de forma consciente o no. Hay que tener en cuenta que Webber viene de una familia de músicos y por tanto habrá escuchado una gran cantidad de obras clásicas. No es de extrañar que algunos trabajos suyos recuerde a otra obra musical en concreto. Lo que ya no puedo deciros es si Webber empleó a sabiendas ese tema de Puccini o simplemente le salió de casualidad al ponerse al piano y al trabajar en la misma escala con los mismos acordes e intervalos.

En otras palabras, si quieres componer una canción en Do Mayor, es muy difícil hacer algo totalmente cien por cien original, dado que hay un montón de melodías en esa tonalidad y en algún momento aunque no lo quieras, quizás se parezca o es clavada a otra melodía ya existente. De todas formas las acusaciones de plagio no son nuevas para el compositor británico y eso ha hecho que gane un gran número de detractores. A pesar de todo, no podemos negar que aunque haya pasajes clavados, el conjunto de toda la obra es bastante notable, con lo cual llego a la siguiente conclusión: Si Webber plagia, lo hace bastante bien y con muchísimo criterio.

Este es el único musical que he visto en Londres y además en el mismo teatro donde se estrenó. Es todo un espectáculo, ya que el teatro donde se aloja no es demasiado grande y por tanto se puede seguir la acción sin problemas. Hacen un magnífico aprovechamiento del poco espacio disponible (y además tiran también la lámpara).

 De este musical aprendemos varias cosas:

- Todo ser humano está lleno de luces y sombras. Y sólo depende de nosotros mismos hacia qué lado tirar, sin importar lo que otros digan de nosotros.
- No importa lo bueno que seas en un campo, siempre habrá alguien que te supere. Esa idea no debería de obsesionarnos y quizás debería ser un aliciente para poder superarnos a nosotros mismos.
-  Contrata un buen seguro del hogar, no se sabe lo que puede ocurrir en un futuro. Igual la lámpara de tu salón se puede caer...

GRABACIONES

 CD

Dado que los musicales se doblan en el idioma del país donde se representa, se pueden encontrar grabaciones del mismo en muchos idiomas (alemán, francés, coreano...) No obstante yo me quedo con el cd original con el reparto que debutó la obra. Gracias a que es una obra conterporánea siempre podremos escuchar a la Christine Daaé original, Sarah Brightman. Recuerdo que Webber escribió el papel de Daaé para ella, así que aunque haya otras intérpretes del papel que igualen o superen su interpretación, siempre sabremos lo que tenía Webber en mente. Junto a ella, un inolvidable Michael Crawford como el Fantasma (y cuya interpretación le valió varios premios de teatro como el Tony o el Olivier al mejor actor) La única pega es que no es una grabación cien por cien integral y algunas escenas están algo cortadas (como la del ensayo de Hannibal) pero incluye el libreto íntegro.

DVD

 Para celebrar los 25 años de permanencia en cartel, se celebró en el Royal Albert Hall una representación especial y ésta fue registrada tanto en dvd como en Blu-ray. Sin duda es de compra obligada para aquellos quieran ver cómo es el show en directo (aunque en una escala menor) dado que no hay otro. Aún así a nivel musical es excepcional, con una soberbia Sierra Bogues como Christine Daaé y Ramim Karimloo como el Fantasma. Hay algunos cambios en las letras de las canciones con respecto a la grabación original, pero tampoco creo afecte mucho. También está disponible en cd, que no me ha dado aún por comprar la verdad sea dicha.


En 2004 se llevó a cabo una adaptación cinematográfica que cuenta el gran aliciente de constar con una orquesta de 100 músicos, con lo cual en el aspecto musical es bastante sobresaliente. La película en sí no está mal (siempre y cuando la veas en inglés, ya que en español a mi no me termina de gustar); hay algún que otro cambio (por ejemplo la lámpara la tiran al final y no a la mitad) e incluyen una nueva canción para los créditos musicales, Learn to be lonely, interpretada por Minnie Driver, la actriz que hace de La Carlotta (la canta con su voz natural). Para mi el punto débil es sin duda Gerard Butler, que no me termina de convencer a nivel vocal como el Fantasma pero pese a que no había cantado en su vida antes, creo que el pobre lo hizo lo mejor que pudo. El resto de personajes están muy bien logrados y Emily Rossum defiende muy bien a Daaé.

Pues dejamos al señor enmascarado que toque el órgano tranquilo en su cueva llena de velas perfumadas y me despido de vosotros. La próxima entrega será ya en diciembre con una entrega doble: una ópera y un ballet del repertorio ruso. Ambas tienen en común su compositor y que las dos son dos cuentos de hadas. Dos historias que terminan bien.

sábado, 24 de noviembre de 2018

El ángel de la música: El fantasma de la ópera, de Lloyd Webber I


Vuelvo a dejar de un lado la ópera para hablar de otro de los grandes musicales de los últimos años y que en cierto modo rinde homenaje a la ópera. ¿Alguna vez habéis sentido una gran admiración por una voz, tanto que se convierte en una obsesión? Eso es lo que le pasa al protagonista de este musical

El fantasma de la ópera (The phantom of the opera) es un musical en un prólogo y dos actos con música de Andrew Lloyd Webber, letra y libreto del propio compositor, Charles Hart y Richard Stilgoe. Fue estrenado en el teatro Her Majesty de Londres, el 9 de octubre de 1986. 

La duracíón aproximada es de 140 minutos (unas dos horas y veinte minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Después de haber tenido un enorme éxito con su obra anterior, Cats, y otros que vinieron después que a mi juicio no son especialmente relevantes, Weber ya tenía una idea para su próximo musical y se fijó en la novela de Gaston Leroux, El fantasma de la ópera, como fuente de inspiración. Se lo propuso al productor, Cameron Mackintosh, y éste aceptó. Webber no fue el primero quien hizo un musical de esta novela, ya que en 1976, Ken Hill la llevó a los escenarios. Sin embargo, Hill lo que hizo fue adaptar algunos fragmentos de óperas famosas (como Los cuentos de Hoffmann, Fausto o Il trovatore) y escribir nuevas letras en inglés para ellos.

Webber en cambio, decidió hacer un espectáculo enteramente original. En un principio, el encargado de las letras iba a ser Jim Steinman, pero no pudo porque estaba trabajando en un disco para Bonnie Tyler, luego hubo un segundo libretista que abandonó el proyecto por motivos de salud y finalmente llegamos a los actuales; Stilgoe quien escribió las letras para una obra anterior, Starlight Express (un musical sobre trenes que... bueno es un poco coñazo) y Hart un joven letrista sin experiencia previa, pero con talento ya que quedó finalista en los premios Vivian Ellis de los cuales, tanto Webber como Mackintosh, eran jueces.

La obra se estrenó en Londres y tuvo tanto éxito que aún hoy sigue representándose en ese escenario, siendo la tercera obra más longeva que sigue en la capital británica después de La ratonera de Agatha Christie y Los miserables de Schönberg y Boubil. El Fantasma fue una obra que tuvo varios premios, Olivier y Tonys entre ellos el de mejor musical y el de mejor actor para Michael Crawford, quien debutó el papel junto a la esposa del compositor por aquel entonces, Sarah Brightman.

El éxito de esta obra motivó a Weber a querer escribir una continuación. Esa segunda parte llegaría en 2010 con un nuevo espectáculo llamado Love never dies (El amor nunca muere). Pero... eso es ya otra historia que igual algún día me dará el punto y os la contaré.

ARGUMENTO

La acción transcurre en París, en 1881.
Dado que no he encontrado un listado oficial del tipo de voz que requieren los personajes, la clasificación es totalmente subjetiva y no tiene porqué amoldarse a la realidad. Así mismo, he decidido no seguir al pie de la letra la división por escenas que viene marcada en el libreto, sino dividirlas por lugares en común.

PRÓLOGO

En París, en 1911 se está celebrando una subasta de diversos objetos que pertenecieron al teatro de la Opéra Populaire, como dos pistolas de una producción de Roberto el diablo, o una cajita de música de un mono tocando los platillos. Entre los asistentes, se encuentra un anciano, el Vizconde Raoul de Chagny quien la compra. Pero lo más importante está aún por llegar: el candelabro roto. Al parecer hace tiempo, hubo un "fantasma" quien lo rompió, pero por fortuna, lo han arreglado y ahora vuelve a estar operativo. Mientras los operarios lo encienden, Raoul empieza a recordar....


ACTO I

Escena I: El escenario de la Ópera Populaire.

Toda la compañía está concentrada ensayando una escena de una nueva producción de la ópera Hannibal.

 

Al terminar la escena, entra el señor Lefevre, quien les anuncia que ha vendido el teatro y les presenta a los nuevos dueños del mismo, Fermin y André (tenores). Lefevre les presentan a los cantantes principales de la compañia, Carlotta Giudicelli (soprano) y Ubaldi Piangi (tenor). André le pide a Carlotta que le cante un aria de esa misma ópera, y la mujer accede, pero cuando apenas ha entonado unos versos, se cae un decorado que casi mata a la soprano. Las bailarinas, asustadas, anuncia que el Fantasma de la ópera está presente, pero Fermin y André no lo cree. Carlotta les comenta a sus nuevos mánager que este tipo de accidentes suele ocurrir demasiado a menudo así que se va y abandona la producción.

Entra Madame Giry (mezzosoprano) quien trae una nota firmada por las iniciales FO (OG en inglés, fantasma de la ópera), donde les da la bienvenida, les recuerda sus honorarios y le pide que el palco número cinco esté libre para él. Gery les informa que Lefevre le pagaba 20000 francos al mes y le sugiera que les de lo mismo o algo más sabiendo que cuentan con el mecenazgo del vizconde Raoul de Chagny. Tanto Fermin como André rechazan la idea, porque ahora están preocupados por saber quien cantará el rol principal ahora que Carlotta se ha ido. Una de las bailarinas Meg (soprano)  e hija de Madame Giry, le comenta que su compañera Christine Daaé (soprano lírica) e hija de un famoso violinista sueco, podría hacerlo. Giry comenta que Christine ha estado recibiendo clases de un maestro muy bueno, así que la llaman y deciden hacerle una prueba.



Gusta tanto que efectivamente, la escena cambia a la noche del estreno y tiene un éxito arrollador. Entre el público se encuentra el vizconde Raoul de Chagny (tenor) quien reconoce a Christine como una vieja amiga de la infancia.

Escena II: El camerino de Christine

Una voz misteriosa llama a Christine. Entra Meg, para darle la enhorabuena y le pregunta quién es su misterioso profesor. Christine le dice que no lo conoce, pero es una voz que escucha en esa misma habitación que le ha enseñado a cantar. Según ella, es un Ángel de la música que su padre le ha enviado desde el cielo. Meg, empieza a asustarse y la deja.

Entra Raoul, quien le recita unos versos de cuando ellos eran niños. Christine lo reconoce y le dice que el Ángel de la música ha venido a verla. Raoul se ríe y la invita a cenar pero la joven rechaza la propuesta porque el Ángel se lo prohibe. Raoul insiste y le dice que vendrá a recogerla en un par de minutos.



Pero una voz llama a Christine y una figura misteriosa se refleja en el espejo. Christine se dirige hacia él como si estuviese hipnotizada. Raoul vuele a la habitación y ve como Christine entra a través del espejo. Raoul intenta detenerla, pero es en vano.

Escena III: La guarida del Fantasma. 

Un misterioso hombre conduce a Christine hacia sus dominios. No se le ve el rostro por entero ya que lo lleva cubierto por una máscara. Ese hombre es el que ha estado enseñando a cantar a Christine.



Cuando llegan Christine cae rendida y el Fantasma (bari-tenor) le cuenta que la ha traído hasta su cueva para que le sea de inspiración para su música.


Se pone a tocar el órgano. Entre tanto Christine se despierta y al ver al fantasma se pregunta porqué lleva una máscara. Con sigilo, lo alcanza por detrás y logra quitarle la máscara, cosa que enfurece al fantasma al mostrarle su rostro deforme. La joven siente pena por él y le devuelve la máscara. El Fantasma por su parte, la devuelve a la superficie.

Escena IV: La oficina de los empresarios

Fermin y André están ocupados leyendo las noticias que dicen sobre ellos en el periódico, así como las notas misteriosas que reciben exigiéndoles dinero. No obstante, están asombrados porque todo ese escándalo ha hecho que el público sienta curiosidad y han vendido todas las entradas para su nueva obra, pese a que todo el reparto haya desaparecido. Entra Raoul, con otra nota y preguntado dónde está Christine, cosa que los empresarios no tienen ni idea. Interrumpe Carlotta también con otra nota y acusando a Raoul de ser el autor, ya que dice que sus días en el teatro están contados. Entre tanta confusión, llega Madame Gery anunciando que Christine ha vuelto y trae una nueva nota del Fantasma, donde exige que en la nueva producción de "Il muto", sea Christine la protagonista y Carlotta haga el papel titular, es decir, el del paje mudo. Carlotta enfurece y los empresarios, deciden darle el papel principal a la prima donna oficial.


El Fantasma los amenaza con provocar algo terrible, pero nadie le hace caso.

Escena V: Durante la representación de "Il muto"

Así pues, Raoul está ocupando el palco número 5 y Carlotta está interpretando a la Condesa.

 

El teatro está completamente lleno, y la representación se desarrolla de manera normal, hasta que en mitad de su aria principal, el Fantasma interrumpe la representación preguntado porqué su palco no está vacío. El público se sorprende y Christine murmura que el Fantasma está presente, lo que enfada a Carlotta ya que su papel es mudo. Se va para refrescarse la garganta y al comenzar de nuevo su aria, se le atora la voz y es incapaz de ejecutar sus agudos, y sólo le salen unos graznidos extraños.

Fermin y André salen a escena, se disculpan por lo sucedido y anuncian a Christine Daaé como sustituta. Mientras se prepara, ordena al director que pase al ballet del tercer acto y mientras éste se desarrolla, el Fantasma se las arregla para atrapar al encargado de los decorados y lo mata ahorcándolo y arrojando su cadáver colgante en mitad de la función. Cunde el pánico y Raoul va a buscar a Christine, quien se lo lleva al tejado del teatro.

Escena VI: El tejado del teatro y el escenario.

Christine trata de contarle todo a Raoul, quien se muestra un tanto escéptico, la calma y de paso la pareja se declara su amor mientras el Fantasma los espía.


Christine y Raoul deciden volver y ella le dice que la espere al terminar la función. Solo, el Fantasma se siente traicionado y decide vengarse de todos, tirando el candelabro del teatro, que cae a los pies de Christine una vez que la representación ha terminado y está recibiendo el aplauso del público.

ACTO II


Escena I: La escalera principal del teatro

Han pasado unos seis meses desde el incidente con el candelabro y el personal del teatro ha podido respirar en paz, pues durante ese tiempo no ha pasado absolutamente nada. Para celebrarlo, han organizado un baile de máscaras.



Durante el mismo, Raoul y Christine están prometidos, pero aún no han hecho pública la noticia. En el clímax de la celebración, interrumpe el Fantasma quien les anuncia que ha compuesto una ópera, Don Juan Triunfante, y exige que se represente. Le recuerda a Christine que siempre será suya y desaparece ante la atónita mirada de los presentes.

La escena causa estupor y Raoul aprovecha para interceptar a Madame Giry, sospechando que ella puede saber algo del Fantasma. Giry le cuenta que es un hombre muy culto y que ha viajado por todo el mundo y ella lo encontró encerrado en una jaula y da a a entender que ella lo liberó y lo llevó a la Ópera donde ha estado viviendo desde entonces.

Escena II: La oficina de los empresarios y el primer ensayo de Don Juan

Tanto Fermin como André han recibido instrucciones sobre la ópera,la cual es un tanto extraña. Pero la más afectada es sin duda Carlotta quien está relegada a un segundo plano y acusa a Christine de ser la responsable de todo. Al ser ella la clave, Raoul sugiere que deberían representar la ópera para así poder atrapar al Fantasma de una vez por y todas.




Christine se muestra un tanto reticente al traicionar al hombre que le ha enseñado y abandona la escena. Raoul le declara oficialmente la guerra al Fantasma.

Entre tanto, la compañía se ha reunido con el director para leer la partitura. Piangi tiene problemas con ritmo y Carlotta protesta porque considera que esa música no tiene ni pies ni cabeza. Christine trata de ayudar también a Piangi, pero de repente el piano empieza a tocar solo. Christine se asusta y decide irse, mientras los otros se quedan ensayando.

Escena III: El cementerio

Agobiada por todo lo sucedido, Christine va a visitar la tumba de su padre en busca de consuelo.


Pero no está sola, el Fantasma la ha seguido y trata de animarla ya que él es su ángel de la música. Raoul también ha ido a verla, y trata de impedir que ella siga a la misteriosa voz. Finalmente, los dos hombres se enfrentan, pero Christine logra interrumpir el combate y se marcha con Raoul. El Fantasma decide declararle la guerra a ambos.

Escena IV: La representación de Don Juan Triunfante

 Antes de que se alce el telón, Raoul y los empresarios han dado instrucciones a la policía para actuar en cuanto el Fantasma se presente. Comienza la representación y la escena representa una taberna. El coro canta de forma extraña, y la música no parece del aprecio del público. Aparece Christine en escena y el Fantasma se las arregla para atrapar a Piangi, lo asesina y ocupa su lugar.


Ambos cantan su dúo y el Fantasma le da un anillo. Cuando está llegado el dúo al clímax, Christine logra quitarle la máscara revelando su rostro ante el público. La policía reacciona y el Fantasma logra escaparse con Christine. Mientras esto ocurre, Carlotta descubre el cadáver de Piangi, así como Raoul que está dispuesto a darle caza. Todos empiezan a buscar desesperandamente al Fantasma y Giry les recuerda de mantener las manos al nivel de los ojos, para evitar el arma del Fantasma, el lazo Punjab (una cuerda con el nido de la horca hecho).

Escena V: La guarida del Fantasma

Finalmente el Fantasma ha llegado a su refugio con Christine, donde se lamenta por su horrible rostro y el hecho de que todo el mundo lo odie. Christine le replica que su problema no está en su cara sino en su alma.


Llega Raoul, quien ha encontrado el escondite del fantasma gracias a Madame Giry y se enfrenta al él, pero éste logra atraparle y ponerle la horca. Entonces le da a elegir a Christine entre quedarse con él a cambio de la vida de Raoul o rechazarle y dejar que Raoul muera.  

 
Finalmente Christine decide decantarse por el Fantasma y le besa apasionadamente en los labios. Conmovido, el Fantasma libera a Raoul y a lo lejos se oye a la multitud que viene a por él. Entonces, decide liberar a la pareja y ordena que lo dejen sólo. Raoul y Christine se van. Sólo, el Fantasma se lamenta por su suerte y de pronto regresa Christine para devolverle el anillo que antes le dio. Se vuelve a ir y dándose cuenta que sin ella, su música ha terminado. Se sienta en el trono y se oculta tras su capa...


Llega parte de la multitud. La primera en entrar es Meg y no ve a nadie. Se acerca al trono y al quitar la capa, tan sólo encuentra una máscara en él.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Una mujer en un entorno hostil: La muchacha del Oeste, de Puccini II


ANÁLISIS

La Fanciulla no deja de ser una obra interesante, pero por desgracia no ha cuajado tanto en el repertorio actual como lo han hecho sus hermanas. 
Lo cierto es que pese a la gran calidad musical que posee, tiene varios aspectos negativos que hacen que para el gran público no resulte del todo atractiva. Yo tuve la oportunidad de verla montada en directo y lo cierto es que tampoco es que me apasionó demasiado. Sin embargo, aunque presenta bastantes similitudes con Tosca, La Fanciulla no deja de ser una obra bastante original.

Para empezar, fue la primera que utilizó el "Far West" como entorno, lo cual ya es un punto a favor. Así mismo, es una de las pocas óperas con un personaje femenino activo y fuerte, siendo en mi opinión una de las primeras óperas feministas que nos podemos encontrar. Minnie es una mujer valiente, capaz de mantener a raya a un gran grupo de mineros, dispuesta a empuñar un arma y usarla si es preciso. Está dispuesta a todo y es un personaje que en el aspecto musical es bastante difícil ya que se mueve en unos registros muy graves y muy agudos para una soprano y que además, cambian constantemente, con lo cual, la soprano encargada de representar el papel debe poseer una técnica muy sólida. Por contra, todas sus escenas son de conjunto y no tiene un aria propiamente dicha; es cierto que al principio del primer acto tiene un pequeño solo, pero casi se considera más parte de un dúo con el Sherif que un aria propiamente dicha. Minnie se asemeja bastante a Tosca, pues ella también se enfrenta al "malo" por así decirlo y acaba por derrotarlo, si bien Minnie no mata a nadie, tan sólo hace trampas en el juego, en la mejor escena de toda la ópera.

Los otros dos personajes, Johnson y Rance serían los equivalentes a Cavaradossi y Scarpia, pero salvaguardando las distancias. Johnson estaría en ese campo de antihéroes, pues no deja de ser un forajido que busca la redención y empezar una nueva vida. Por su parte, es el único que tiene un aria propiamente dicha (y seguro que Puccini la escribiría para que se luciera Caruso), pero como personaje no tiene mucho transfondo.

Rance es el Sheriff que tiene que hacer cumplir la ley. Pero no podríamos decir, o al menos tal y como yo lo veo, que Rance sea un personaje malvado. Es un antagonista, hace su trabajo y es más, es por Minnie que decide hacer excepciones, dándole a la chica la oportunidad de salvar al forajido aceptando su propuesta de la partida de póker (aunque no nos engañemos, lo hace para poder follársela), pero cuando pierde la partida, cumple su promesa de dejarla en paz en ese momento. Y ya en el tercer acto, procura por todos los medios vengarse en Johnson y querer matarlo, pero al final cede también a su deseo de dejar libre a Johnson, así como el resto de los mineros.

Con todo ello, nos encontramos con la primera ópera a la que Puccini le dio un final feliz y quizás sea ese otro de los motivos por el cual esta obra ha sido dejada de lado. Estamos tan acostumbrados que Puccini nos haga llorar, que no asociamos que los finales felices también tienen cabida en su mundo.

A nivel musical y tal como ya lo hizo en Madame Butterfly, Puccini investigó la música americana para darle ese colorido, siendo la canción de Wallace, en el acto I un ejemplo de ello y también en el final. Así, y por influencias de Debussy, Puccini hace un buen uso de la orquesta para describir la tormenta de nieve, y también crea disonancias para crear tensión, sin dejar por supuesto de lado sus melodías más líricas marca de la casa como en el dúo del Acto II entre Minnie y Johnson cuyo tema, inspiró a Lloyd Weber para su musical El fantasma de la ópera, o el aria de Johnson.

En resumidas cuentas, La Fanciulla no deja de ser una obra interesante. Para mi no es una obra que me haya marcado especialmente a nivel personal, pero no deja de ser un buen espectáculo.

De esta ópera podemos aprender varias cosas:

- Como ya hemos visto en otras ocasiones, todo el mundo merece una segunda oportunidad para empezar de cero.
- Hay que tener cuidado cuando se juega a las cartas, hay gente muy fullera.

GRABACIONES

CD

Esta ópera no tiene un gran catálogo de grabaciones, así que me decanté por la única que aún sigue en el mercado, incluye el libreto y tiene un precio asequible. No tengo mucho que decir, el reparto es sobresaliente y Mehta dirige con gran entusiasmo.


DVD 
 
En cambio, en dvd hay más opciones, pero yo me decanté por ésta por presentar una puesta en escena tradicional y un reparto bastante agradable.  Igual no será la mejor del mercado, pero la calidad de imagen es excelente, el sonido igual y la representación está muy bien ejecutada.

Con esto termino por fin esta obra de Puccini así como con este compositor. Me faltarían por comentar tres obras (Le Villi, Edgar y La Rondine) pero no las tengo en mi colección, así que prefiero dejarlo así. Para la próxima entrega vuelvo con los musicales, con uno de los más famosos y que en cierto modo, rinde homenaje a la ópera. Eso sí, igual tendría que ponerme un casco cuando escriba sobre ella, no vaya a ser que se me caiga la lámpara encima.

Nos vemos.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Una mujer en un entorno hostil: La muchacha del Oeste, de Puccini I


No todas las heroínas de las óperas son mujeres débiles que sufren o se sacrifican por amor. En algunas son todo lo contrario, incluso son ellas las que rescatan al tenor que está en apuros y es ella misma la que se garantiza el final feliz. La protagonista de esta ópera es una de ellas. Quizás, una de las pioneras.

La muchacha del Oeste (La fanciulla del West) es una ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto de Guelfo Civinini y Carlo Zangarini, estrenada en el teatro Metropolitan de Nueva York el 10 de diciembre de 1910.

Tiene una duración de 130 minutos (dos horas y diez minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

La obra fue un encargo de la Metropolitan de Nueva York a Puccini para la inauguración de su nuevo teatro. Puccini quería usar un tema americano y la idea le vino cuando por consejo de un amigo suyo, el marqués Pietro Antinori, vio en un viaje a Nueva York, una obra de David Belasco, "The girl of the Golden West". Recordamos que Puccini ya había utilizado como tema otra obra de Belasco en Madama Butterfly, así que tan pronto Belasco le dio el visto bueno (verano de 1907) se puso manos a la obra. Prácticamente tardó cerca de un año y medio, pues el libreto se terminó en 1908, pero la música estaba totalmente terminada.
La expectación era grande y las entradas se vendieron rápidamente incluso un par de semanas antes del estreno. Debutaron en los papeles principales, Emmy Destinn como Minnie y Enrico Caruso como Johnson, siendo el director Arturo Toscanini. La ópera tuvo un éxito sin precedentes y hoy en día no es de las más representadas de Puccini.

ARGUMENTO

La acción transcurre en California, a mediados del siglo XIX (en plena fiebre del oro)

ACTO I
El interior del Polka Saloon

Ha sido un día duro en las minas. Nick, camarero del Polka Saloon (tenor) se encuentra preparando el local, mientras el sheriff Jack Rance (barítono) juega un solitario. Entran los mineros y le van pidiendo al camarero whiskey o cigarrillos. Uno de ellos, Jim Larkens (bajo) tiene morriña de su hogar.



Se ve el ambiente del saloon, y en poco tiempo entra un cantante, Jack Wallace (barítono) que con sus canciones hace que Larkens llore y el resto de los mineros, hacen una colecta para que se puede ir a su casa. Lo consiguen y Larkens se va contento.

En otro plano, un grupo está jugando al póker y descubren que uno de ellos, Sid, (barítono) está haciendo trampas. El Sheriff interviene antes que se caldee más el ambiente y acaban echando al tramposo del lugar. Rance, decide ocupar su lugar en la timba, pero es interrumpido por la llegada de Ashby, agente de la Wells Fargo, un banco americano (bajo) y le pide colaboración a Rance, por si tiene información sobre el jefe de una banda de bandidos mejicanos llamado Ramirez. Nick anuncia que va a ver una ronda de bebidas gratituitas a cargo de la propietaria del lugar, Minnie. Rance, aprovecha para brindar por la que va a ser su futura esposa, cosa que no le hace gracia a otro minero, Sonora al que le entra celos y empieza una pelea con el sheriff. 

Por fortuna entra Minnie (soprano lírica-spinto) con un rifle y calma la situación. Todos los mineros se alegran de verla. Ella, enfadada por las broncas que arman, les amenaza con dejar de enseñarles si siguen con esa actitud, así que los mineros le piden perdón y le dan pequeños regalos. Es más, confían tanto en ella que guardan en el saloon todo el oro que encuentran, cosa que Ashby, les advierte que habiendo tantos bandidos, el oro estaría más seguro en su banco. Minnie empieza con sus lecciones morales y lee a los mineros la Biblia y les enseña algunos pasajes. Rance intenta conquistar a Minnie con dinero, pero ella lo rechaza y le cuenta su idea del amor. 


Poco después entra un misterioso vaquero. Se presenta como Johnson, de Sacramento (tenor lírico-spinto) y pide un whiskey con agua. Tanto él como Minnie se conocían por un breve encuentro que tuvieron en Monterey. Rance está celoso por la situación e intenta que los otros mineros sospechen del él, en vano. Se organiza un baile improvisado y Johnson baila con Minnie. En mitad del baile, entra Ashby que ha capturado a un miembro de la banda de Ramirez, Castro. En un descuido en el que los mineros discuten sobre qué van a hacer con él, Castro contacta con Johnson para comunicarle un plan para que los otros miembros de la banda se puede llevar el oro del saloon. Así, Castro acuerdo a con los mineros a que va a entregar a sus compañeros y se los lleva a todos a un falso escondite. Johnson, lo único que tiene que hacer es responder al silbato que sonarán los bandidos cuando estén cerca y siempre y cuando no haya peligro.

Solos, Johnson ha descubierto donde Minnie guarda el oro. Minnie regresa y confía en él para guardar el oro. 

 

Ella le habla sobre su vida. Se escucha un silbido, pero Johnson no responde. Se va a quedar ella protegiendo el oro, y se lamenta de su vida. Johnson le promete que irá a visitarla a su cabaña y la consuela.

ACTO II
La cabaña de Minnie

Wowkle, la criada india de Minnie (mezzosoprano) le canta una nana a su niño. Entra el padre, Billy Jackrabbit (bajo) y le dice que se tienen que casar porque Minnie se lo ha ordenado. Entra Minnie, despide a Billy y ordena a Wowkle que prepare la cena para dos. Se pone su mejor vestido y lo espera. Entra Johnson, cenan y charlan. Minnie despide a Wowkle, pero le dice a Johnson que se quede.

 

Johnson le dice a Minnie su nombre de pila, Dick, se declaran su amor y se besan. Poco después empieza a nevar y se oye la voz de Nick, así que Minnie esconde a Johnson por si Rance está con él, que no monte una escena de celos. Entra Nick, acompañado de Rance, Ashby y Sonora y les dice que han visto al bandido Ramirez. Es más, han descubierto que Johnson es en realidad Ramirez y lo saben porque su amante le ha dado un retrato. Rance se lo señala a la incrédula Minnie que acaba por convencerse. Minnie los despide y cuando se queda sola, furiosa, acusa a Johnson de querer robarla.


Johnson le cuenta la verdad sobre su identidad, pero reafirma su amor por ella y que le gustaría cambiar de vida y comenzar una nueva junto a ella. Pero Minnie, dolida porque le ha mentido, le pide que se marche. 

Al salir, se oye un disparo. Minnie al principio no hace caso pero poco después vuelve Johnson, herido. Es entonces cuando ella se da cuenta que realmente lo quiere y lo ayuda a esconderse. Entra Rance, siguiendo la pista y convencido de que se ha escondido en casa de Minnie. Pese a los intentos de la muchacha por convencerle de lo contrario, las manchas de sangre en el suelo lo delatan, así que Rance obliga a Johnson a salir de su escondite. Johnson sale y se desmaya. 
Entonces, Minnie le ofrece a Rance un trato. Si le gana a una partida de póker, ella se acostará con él y podrá hacer con Johnson lo que quiera, pero si gana ella, el bandido se queda. Rance acepta y Minnie al buscar la baraja, se guarda algunos naipes.

 

Empieza la partida y cuando parece que Rance va ganando, Minnie finge un desmayo y le pide a Rance a que vaya a buscar un poco de agua. En ese momento Minnie cambia las cartas y gana la partida. Rance, se despide fríamente de ella y la joven va a curar al herido.

ACTO III
El gran bosque californiano, a la amanecer

Ha pasado un tiempo y Johnson ya se ha recuperado de sus heridas, pero sigue siendo buscando por Ashby, Rance y todos los demás. Tanto Nick como Rance se preguntan qué habrá visto Minnie en ese hombre. 
Llega Ashby anunciando que por fin han capturado a Johnson, Nick ordena a Bill que se tome su tiempo en montar la horca para que así le de tiempo a avisar a Minnie. El resto de los mineros ataca a Johnson y lo acusan de ladrón y de asesino. Johnson trata de defenderse, pero nadie quiere creerle.



Finalmente Johnson les pide como última voluntad que no le digan a Minnie que ha sido asesinado, sino que le digan que se ha ido del país para no volver nunca y que estará bien.

Cuando están a punto de ahorcarle, entra Minnie a caballo para detener la ejecución. Los mineros al principio se revelan, pero ella saca su pistola y amenaza con suicidarse si no lo liberan. Acto seguido, les recuerda todo lo que ella ha hecho por ellos y los mineros, acaban finalmente cediendo. Sonora, desata a Johnson y por fin la pareja se reune de nuevo.


Los mineros dicen adiós a la pareja entre lágrimas y Minnie abandona con Johnson California para empezar una nueva vida juntos.