sábado, 27 de enero de 2018

Las tres profecías: Macbeth, de Verdi II


ANÁLISIS

Shakespeare era uno de los poetas favoritos de Verdi y siempre le tuvo admiración. Macbeth fue la primera ópera a la que pudo ponerle música y no volvería a repetir la experiencia hasta pasado muchísimo tiempo, dedicando las dos últimas óperas de su producción a dos obras Shakesperianas, Otello, del cual ya he hablado antes, y Falstaff.

Cuando os hablé de Otello, os comenté que yo conocí la obra de Shakespeare a través de un libro de cuentos.En ese mismo libro también estaba esta tragedia, pero para mí nunca me lo pareció tanto, comparándola con otras. Con respecto a la ópera de Verdi, ya la conocía en mi adolescencia de alguna vez que la habría visto en la televisión. En directo, la he visto un par de veces. 
Si comparamos esta obra con las que Verdi escribía normalmente en aquellos años y que la gran mayoría han caído casi en el olvido, Macbeth es totalmente muy diferente. Verdi ya había mencionado en alguna de sus cartas que le habría encantando no tener que escribir números musicales y hacer de ella un todo. Vamos, lo que Wagner haría con Tristán e Isolda, por ejemplo. No obstante, la realidad italiana del momento no le permitía a Verdi hacer tales experimentos, aunque a su manera innovó bastante. 

Para empezar, hay un gran uso de las escalas menores, cosa que normalmente no se utilizaba tanto y eso es que lo que da a la ópera esos tonos oscuros y la música que en algunos casos suena lúgubre. Luego ya sabemos que el protagonista lo tiene un barítono debido a que la compañía que la iba a representar no tenían disponible un tenor de altura. Aún así, no me imagino una voz aguda para un personaje tan complejo y tan siniestro como es Macbeth. Ni tampoco me imaginaría que Lady Macbeth tuviera la voz de un ángel, por eso, Verdi exigió a una soprano que tuviera una voz fea. Es más hasta hubiese preferido que no cantase en absoluto, todo para darle ese toque oscuro que él buscaba y que creo que realmente logró. Quizás, si no se hubiese ceñido a los gustos del público, habría sido más fiel y en lugar de crear un coro de brujas, sólo habría tres, como en la obra original.

Por mi parte, y como ya he comentado antes, Macbeth con respecto a otras tragedias se podría decir que tiene un final feliz. El gran tema de la obra es cómo la ambición puede corromper el ser humano hasta el punto de ser la causa de su perdición. Dado que Macbeth, ayudado por su mujer, comete una serie de crímenes totalmente imperdonables, no resulta un personaje que pueda despertar simpatías en la audiencia de modo que si al final acaba mal, pues tampoco nos da tanta pena porque en el fondo pensamos que la muerte es su justo castigo. Es más, la gracia de la obra radica ante todo en las profecías de las brujas. Éstas le predijeron que sería barón de Cawdor sin hacer nada. Luego entonces, si le predijeron que también sería rey ¿Por qué acelerar las cosas? Igual habría conseguido la corona por otros medios, pero influenciado sobre todo por su mujer, que es un personaje incluso mucho más oscuro que él mismo, poco a poco Macbeth va entrando en una espiral de muerte y destrucción que acaba no sólo con él mismo, sino que además con su mujer que muere también de locura. Ese tema, está presente desde el preludio, y lo escuchamos también en la escena del sonambulismo de Lady Macbeth.

Quizás por eso, como el personaje principal es un antihéroe, la ópera termina con un coro triunfal de "los buenos" que en este caso es el legítimo heredero y Macduff, el noble fiel a Duncan. Por esos estos dos papeles son tenores, porque representan la antítesis de Macbeth y son los que en tienen esa música triunfal y más luminosa, como contraste a todo lo que se ha estado oyendo antes.

En resumen, ésta es una de mis óperas favoritas de Verdi porque nos enseña lo siguiente:

- En la vida no todo vale para alcanzar tus objetivos. A veces hay que tener paciencia.
- No te fíes de alguien que te incite a hacer cosas ilegales.
- No hay que comparase con nadie. Cada cual tiene que ser responsable de sus propios logros.

GRABACIONES

CD

 
No me comí mucho el coco buscando el Macbeth perfecto, así que opté por la opción que en aquel momento era la más barata. Y no me puedo quejar. La pareja protagonista es magnífica y la dirección de Abbado muy sólida.

DVD


Éste fue el primer dvd que compré, aunque mi portada es distinta debido a que yo lo compré por una colección de fascículos. Es una versión clásica, aunque los decorados son bastante pobres. El vestuario es magnífico y tenemos a un gran barítono verdiano como es Renato Bruson a la cabeza. La Lady Macbeth no me termina de gustar demasiado, pese a que la soprano hace bien su trabajo. Es una versión viejuna, pero es agradable.


Estos dos en cambio, los presento así porque en realidad es el mismo. Me explico. El primero que compré, fue el de la izquierda y me gustó bastante. La puesta en escena es moderna, pero dado a que el tema de la ambición y tal como lo cuenta Shakespeare es bastante universal, creo que si se hace bien, es una ópera que se puede cambiar a otras épocas y no pierde tanta esencia. Aquí se ha trasladado un poco al período de la Primera Guerra Mundial. 
Más tarde, editaron el de la derecha que tiene el atractivo de Anna Netrebko como Lady Macbeth y como soy fan de la soprano lo compré con los ojos cerrados. De haber sabido que era la misma puesta en escena lo habría hecho. Da igual. El único que coincide en las dos versiones es el barítono, que está genial en ambas.

Ahora bien, si no sois fan de la Netrebko, Guleghina hace también una buena Lady Macbeth. Pero de escoger sólo uno, me quedo con la de Netrebko, ya que además de ella, sale también René Pape que es un bajo que me gusta particularmente.

Desaparezco como las brujas y nos vemos la semana que viene. Hace tiempo que no hablo de Mozart, así que va siendo hora que vuelve a hablar de él, con la que para muchos es la mejor ópera que jamás se ha escrito. Un mito universal, un hombre que ha seducido en España a 1003 mujeres, pero esa afición suya a las faldas no terminará del todo bien.
 

viernes, 26 de enero de 2018

Las tres profecías: Macbeth, de Verdi I


Hay gente que cuando tiene algún asunto entre manos busca a videntes para que le hagan una predicción del futuro que les ayude a tomar decisiones. La gran mayoría, suelen ser un fraude, pero... ¿qué pasaría si encontraras a alguien que no lo es? De profecías y de un hombre cuya ambición resultó ser su perdición (anda mira, un pareado) va la ópera de esta semana.

Macbeth es una ópera en 4 actos, con música de Guiseppe Verdi y libreto de Francesco Maria Piave, estrenada en el teatro della Pergola de Florencia el 18 de marzo de 1847. 

Tiene una duración de 155 minutos ( Dos horas y 35 minutos; diez más si se interpreta el ballet)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Después del éxito de Nabucco, entramos en un período de la vida de Verdi al que él lo llama los "años de galera" pues fue un periodo de unos dieciséis años a los que el compositor estaba forzado a componer con prisas para ajustarse a las fechas de sus numerosos encargos. En mitad de esos años, concretamente en 1846, le vino un encargo por parte del empresario del teatro de la Pérgola de Florencia. Verdi tenía dos temas para elegir, y para uno de ellos necesitaba a buen tenor. Como el teatro no lo tenía, pero sí tenía un buen barítono, Verdi decidió entonces hacer una adaptación musical de la tragedia de Shakespeare Macbeth. Piave, con quien ya había trabajado anteriormente en Ernani y en menor parte, en Attila, se encargó de la elaboración del libreto basándose en una traducción italiana. La obra resultó ser bastante revolucionaria para la época, ya que no era una ópera con una historia de amor de por medio y su tono era bastante oscuro. Verdi fue especialmente meticuloso con esta ópera, llegando a ensayar el dúo que tienen Macbeth y su mujer en el primer acto unas 150 veces. Y fue un éxito. 

Sin embargo, años más tarde, en 1865, para su estreno en París, en el Teatro de los Italianos, se le pidió a Verdi que incluyera un ballet y un coro final. Verdi aprovechó no sólo para hacer esos cambios sino para aprovechar y revisar toda la partitura haciendo otros cambios, como por ejemplo reemplazando el aria primitiva de Lady Macbeth del segundo acto, por la actual. Esta versión no gustó especialmente y poco a poco la ópera cayó en el olvido. Actualmente, es ésta versión la que se suele ver en los escenarios, pero sin el ballet.

ARGUMENTO

La acción transcurre en Escocia, en el siglo XI.


ACTO I

Escena I: Un claro en un bosque.

Es una buena noche para hacer un aquelarre. Las brujas (coro dividido en tres grupos) se reunen y pronto escuchan el sonido de un tambor. Les anuncia que Macbeth, un general del rey Duncan, está en camino. Aparece Macbeth (barítono) junto a su amigo Banquo (bajo). Las brujas saludan a Macbeth como barón de Glamis, barón de Cawdor y rey de Escocia. A Banquo, le predicen que él nunca será rey, pero sí lo serán todos sus hijos, y tras esto desaparecen. Macbeth ya es barón de Glamis, pero pone en duda los otros dos títulos. Entonces, unos mensajeros vienen de parte del rey Duncan y le anuncia que es ahora barón de Cawdor, debido a que el anterior lo han ejecutado por traidor. Asombrado, Macbeth se pregunta cómo se convertirá en rey. Se van y vuelven otras vez las brujas, anunciado que pronto lo volverá a ver.

Escena II: Un salón en el castillo de Macbeth.


Lady Macbeth (soprano dramática o mezzosoprano) está leyendo una carta de su marido el cual le cuenta todo lo que le pasado con las brujas. Ella alaba su ambición pero se pregunta si será capaz de hacer lo que sea por cumplirla y su intención de ayudarlo. Además, un mensajero aparece anunciando que el rey Duncan va a alojarse en el castillo. Llega Macbeth y su esposa le convence que la mejor manera de subir al trono es asesinando al rey. Llega el rey, seguido de su séquito y se aloja. Al caer la noche, Macbeth espera el momento idóneo para cometer el crimen. Su mujer le avisa con el sonido de una campana y Macbeth entra en los aposentos del rey.


Macbeth se muestra algo arrepentido por el crimen, pero su mujer lo consuela diciéndole que no le de más vueltas. Para que no lo inculpen del crimen, Lady Macbeth pone el arma del crimen en la mano de uno de los sirvientes y los mata para que parezcan que han sido ellos. A la mañana siguiente, Macduff (tenor lírico) descubre el crimen y toda la corte maldice a los asesinos.

ACTO II

Escena I:  Mismo lugar de la escena anterior.

Macbeth es ahora rey de Escocia, pero sigue preocupado por la profecía de las brujas, en la cual afirmaba que Banquo será padre de reyes. Es por tanto necesario derramar más sangre así que le dice a su esposa que va a contratar a unos sicarios para que maten a Banquo y a su hijo cuando vengan de camino al banquete que va a celebrar esa misma noche.

 

Escena II: Un camino en el bosque.

Un grupo de sicarios se reunen y esperan a Banquo para asesinarle. Banquo aparece con su hijo y le aconseja tener cuidado. Sufren una emboscada y Banquo acaba siendo asesinado, pero su hijo logra huir.

Escena III: Salón de fiestas del castillo de Macbeth.

Toda la corte está celebrando la coronación del nuevo rey. Lady Macbeth proclama un brindis y los sicarios regresan confirmando a Macbeth la muerte de Banquo. El nuevo rey se siente culpable y anuncia a los asistentes que es una lástima que su amigo no esté con ellos.


Su mujer entona un nuevo brindis en honor a Banquo, pero entonces se la aparece sólo a Macbeth el fantasma de Banquo sentado en el trono. Macbeth se horroriza, su mujer trata de calmarlo y la fiesta termina de forma abrupta, con la sospecha entre los invitados de la culpabilidad del nuevo rey.

ACTO III
Un claro en el bosque.
 
 
Las brujas se reunen en torno a un caldero y celebran su aquelarre habitual. Esperan a Macbeth quien va a visitarlas. Éste aparece y le pregunta por su destino. Las brujas convocan a tres espectros quienes le predicen lo siguiente: Debe tener cuidado con Macduff, ningún hombre nacido de mujer podrá hacerle daño y su victoria estará garantizada hasta que bosque de Birman no avance contra él. Todo eso le alivia en parte, pero lo que también le muestra las brujas es que a la muerte de Banquo, reinarán hasta ocho descendientes suyos. Macbeth se desmaya y las brujas se van. Cuando despierta, su mujer está a su lado. Le comenta lo sucedido y ambos deciden declararle la guerra a Macduff y a los descendientes de Banquo.
 
ACTO IV
 
Escena I: Un páramo en la frontera entre Escocia e Inglaterra. 
 
 

Los partidarios de Duncan han sido exiliados y lamentan su suerte. Macduff trata de consolarlos, y les promete luchar por ellos. El legítimo heredero, Malcolm (tenor lírico) se acerca a ellos y ordena el ataque al castillo de Macbeth con la ayuda del ejército inglés. Para acercarse a él, deciden tomar ramas del bosque y disfrazarse con ellas para pasar desapercibidos.
 
Escena II: Salón en el castillo de Macbeth.
 
La dama de compañía de Lady Macbeth está preocupada por la señora. Ha llamado a un doctor porque últimamente tiene crisis de sonambulismo.
 
 
Lady Macbeth aparece, y en sueños se refriega una y otra vez las manos, limpiándoselas de sangre. El doctor no sabe cómo tratarla y encomienda a Dios que se ocupe de ella.

Escena III: Despacho de Macbeth

Macbeth se encuentra preocupado por la guerra que va a librar contra Macduff, ya que se ha enterado de que los ingleses están con él. 


Le anuncia la muerte de su esposa, pero no le impacta demasiado. Lo que sí, es el extraño anuncio de sus hombres al decirle que el bosque de Birman está avanzando hacia el castillo. Macbeth empieza ahora a entender las profecías, y se va directo a la batalla.
 
Escena IV: Una explanada cercana al castillo de Macbeth.

Las fuerzas están bastante igualadas. Macbeth y Macduff se enfrentan. Orgulloso, Macbeth anuncia que ningún hombre nacido de mujer podrá acabar con él, a lo que Macduff contesta que a él lo sacaron del vientre de su madre muerta. Pelean y Macduff acaba matando a Macbeth. Todos proclaman la victoria y alaban al legítimo rey, Malcom. 

sábado, 20 de enero de 2018

Tiempos de venganza: Elektra, de Strauss II


ANÁLISIS

Agamenón... Agamenón... un simple tema musical de cuatro notas hace mover toda la obra. Empieza con él y termina con él. 
Elektra es una de las óperas que conocí por Internet. Gracias al Youtube, es mucho más fácil que antes buscar nueva música o ampliar conocimientos. En mi caso, me quedé tan impresionado por Salomé, que quise saber más de Strauss. Así que la siguiente que vi fue ésta y no sé si deciros que es la ópera de Strauss que más me gusta. Tuve la ocasión de ver esta obra en París y fue impresionante. No la puesta en escena, que era rara, pero escuchar una enorme orquesta de más de 100 músicos fue increíble. 

Como ya pongo en el título, es evidente el tema principal de toda la ópera: la venganza. No es un tema nuevo, ya lo hemos visto en otras obras de este blog, como en el caso de Azucena en el Trovador. Pero Azucena no es como Electra. Azucena fue activa en su venganza, le mataron a su madre y ella hizo algo al respecto, mientras que Electra espera a que otro lo haga por ella. 

Esto tiene su lógica porque hay basarse en la fuente original. Hofmannsthal basó su drama en la tragedia griega clásica de Sófocles. Sabemos que Electra tenía una gran admiración por su padre, y no se llevaba bien con su madre. No en vano, la versión femenina del complejo de Edipo es precisamente, el complejo de Electra. Sin embargo hay que destacar una diferencia primordial y es el móvil del asesinato de Agamenón.

En la tragedia original, Agamenón tenía cuatro hijos, tres hijas (Electra, Crisótemis e Ifigenia) y un hijo, Orestes. Para que sus barcos pudieran irse a Troya, Agamenón tuvo que hacer un sacrificio a los Dioses para que el viento soplara y así poder hacer zarpar a sus barcos. Pues bien, Agamenón, sacrificó a su hija Ifigenia (o al menos eso pensó él y toda su familia, aunque en el último momento vino la diosa Artemisa y la cambió por una cierva). Por ese motivo, Clitemnestra mató a su marido con la ayuda de Egisto, para vengar la muerte de su hija. En cambio, esta referencia, no existe así que el móvil en la versión de Strauss es simplemente el adulterio.

Ese motivo, unido principalmente al político por parte de Egisto a ocupar el trono hace que Agamenón sea asesinado en un momento en el cual tampoco él podía defenderse. Por ese motivo, su hija Electra que es la que más lo admiraba, se auto-margina y se deja consumir por su odio. En ese momento, empieza la ópera, siendo el personaje de Electra omnipresente pues está todo el tiempo en el escenario, siendo un papel muy difícil para la soprano que lo interpreta pues la resistencia física que debe tener es apabullante, no sólo es más de una hora y media cantando casi sin parar, sino que además una voz capaz de superar o igualar una orquesta de 111 músicos.

En contraposición tenemos a Crisótemis, que es la visión más tradicional de la mujer. La heroína romántica, que sólo piensa en el amor, casarse y tener hijos "soy una mujer y quiero el destino de una mujer", lo cual le lleva a su particular obsesión de querer vivir su vida, pero por culpa de la obsesión de su hermana no puede. Y la tercera mujer en discordia, Clitemnestra, cuyo remordimiento por haber matado a su marido la mueve a hacer sacrificios absurdos para curar sus problemas de insomnio. Estas tres mujeres, se relacionan entre sí pero jamás las tres juntas, porque todo gira alrededor de Electra y  ella gira al son de vengar a Agamenón.

Pese a que la ópera tiene una gran presencia femenina, tiene un gran mensaje machista porque al final quien resuelve el conflicto resulta ser un hombre, Orestes, el macho alfa de la casa, que viene a poner orden entre tanta tontería. Y como muestra de gran brutalidad, hace pagar con sangre la afrenta que se hizo con sangre.Y una vez que la venganza ha sido ejecutada ya Electra no tiene más motivos para seguir viviendo, porque ése era el único propósito en su vida.

Para este tema tan sumamente oscuro, Strauss elaboró una partitura tremendamente compleja, que escandalizó en su momento, pero tiene un colorido realmente muy interesante de escuchar. Crea una música, en algunos momentos muy líricos (como las escenas con Crisótemis),pero en otros muy disonantes, como la entrada de Clitemnestra. No voy a decir que la música es bonita, pero es fuerte y con una personalidad muy destacada.

Realmente no creo que de esta ópera se pueda sacar alguna moraleja, salvo que si se quiere algo con fuerzas, no pares hasta conseguirlo, siempre y cuando sea legal y no implique asesinar alguien. ¿Sabes lo difícil que es limpiar las manchas de sangre? Pues eso.

GRABACIONES

CD
No es exactamente esta edición, pero sí es la grabación con Solti dirigiendo la Filarmónica de Viena y Birgit Nilsson en el papel principal. Como me gustó mucho su trabajo con Salomé, decidí hacer lo mismo con Elektra. Como me satisface realmente, no he tenido la necesidad de comprar más versiones. Con ésta me vale.

DVD 


En cambio, para elegir un dvd, me basé más en buscar un reparto de cantantes que me gustasen más que buscar una buena producción en general. Ésta en concreto me vale, una buena Clitemnestra, la dirección está bien ejecutada, tiene esa atmósfera claustrofóbica que presenta la partitura. Quizás no sea la mejor del mercado, pero a mí me vale. Además, la que yo vi en París se parecía mucho a ésta.

Pues aquí os dejo y nos vemos en la siguiente entrega en la cual, volveré para hablaros de otra obra del Maestro de Busseto. Una que según se dice en el mundo del teatro, si se pronuncia el nombre de esa obra, da mala suerte. Y otra con una mujer de carácter fuerte y manipulador. El resultado... pues el de siempre.

Tiempos de venganza: Elektra, de Strauss I


Se dice que la venganza es un plato que se sirve frío. Para la protagonista de esta ópera, la venganza lo es todo, su única razón de vivir. Me pregunto si ese es un buen motivo. 

Elektra (en español, Electra) es una ópera en un acto, con música de Richard Strauss y libreto de Hugo von Hofmannsthal, estrenada en el Köngliches Opernhaus de Dresde (Teatro real) el 25 de enero de 1909.

Tiene una duración de 110 minutos (una hora y cuarenta.)

´BREVES DATOS HISTÓRICOS

Después del éxito que tuvo con su anterior ópera, Strauss buscaba material para lo que sería su cuarta ópera. Antes de componer Salomé, algunos años antes, en  1903 Strauss vio en Berlín, una obra de teatro del dramaturgo Hugo von Hofmannstah, Elektra. Esta obra, está basada a su vez en la tragedia clásica de Sófocles. A Strauss le gustó el tema pero después de Salomé, pensó que el tema de Electra sería muy parecido ya que veía ciertas silimitudes. No obstante, contactó con Hofmannsthal, quien le le elaboró un libreto basado en su misma obra y le convenció de que Electra era una heroína totalmente distinta a su anterior obra. Strauss aceptó, empezó a componer en 1906 y dos años y dos meses más tarde, la terminó.

Strauss utilizó una enorme orquesta (111 músicos) para esta ópera. Al principio, no tuvo muy buena acogida, pero poco a poco se fue estableciendo en el repertorio. Hubo gente que la acusó de ser muy parecida a Salomé, hasta tal punto que decía que en una representación media orquesta tocaba Elektra, la otra Salomé y nadie se dio cuenta. Cosas que se dicen.

ARGUMENTO

La acción transcurre en Micenas, en un tiempo mitológico, en el patio del palacio de Agamenón.

Cinco sirvientas, (una contralto, dos mezzos y dos sopranos), controladas por una gobernanta (soprano), están trabajando y comentan lo loca que está la princesa Electra. La comparan como un animal salvaje, que gruñe y deambula por el patio como una gata y encima no porta bien con ellas. Salvo, una, la más joven de todas, que la defiende, el resto la critican. La más joven la sigue defendiendo y las amenaza con que algún día Electra se vengará de todas ellas. Como castigo por ese comentario, la llevan adentro y le dan una paliza. 

 

Sola, Electra (soprano dramática) recuerda a su padre Agamenon y cómo fue vilmente asesinado con un hacha por su propia madre Clitemnestra y su amante, Egisto mientras éste se bañaba. Lo único que ansía es vengar a su querido padre y espera el retorno de Orestes, su hermano para poder llevar a cabo su venganza y que cuando llegue ese momento bailará de alegría.

Mientras, añora ese momento, oye una voz conocida que la llama. Es su hermana Crisótemis (soprano lírica), quien ha venido a advertirle de los planes de su madre y su padrastro, ya que la quieren encerrar en una torre. Crisótemis está harta de la situación quiere salir de esa casa, y casarse y tener hijos. Pero Electra no empatiza mucho con los simples deseos de su hermana. De pronto se oye jaleo. Es la reina Clitemnestra, que ha ordenado sacrificar animales para ver si así puede conciliar bien el sueño. Crisótemis le advierte a su hermana que no se acerque a ella. pero Electra no le hace caso.



Crisótemis se va y aparece la reina (mezzosoprano) toda cubierta de joyas y talismanes. Ve a Electra y sus damas de compañía le dice que no se fíe de ella, pero Electra la saluda. Clitemnestra ordena que la dejen sola con ella. La reina le cuenta un sueño que tiene muy a menudo y le pide a su hija que lo interprete, a lo que Electra le contesta que sólo el sacrificio de una mujer podrá acabar con ese sueño. Esa mujer, es la propia Clitemnestra y Orestes ha de ser quien acaba con ella. Horrorizada, se va pero antes uno de sus sirvientes le susurra algo en el oído. Al escuchar la noticia, Clitemnestra ríe maliciosamente y se va más calmada.

Electra se queda algo extrañada por ese cambio de actitud, pero pronto lo descubre, pues su hermana Crisótemis le anuncia la muerte de Orestes. Al principio no lo cree, pero luego se convence de esa posibilidad y le pide a su hermana que la ayude a matar a su madre y al amante de ésta. Crisótemis se niega a hacerlo y la deja sola. Entonces, coge el hacha y decide hacerlo ella misma esa misma noche. 



De pronto se le acerca un hombre. El extranjero (barítono bajo) piensa que Electra es una de las sirvientes, pero cuando ella revela su identidad, él también revela la suya, pues en realidad él es Orestes, que no estaba muerto, sino que ha corrido esa falta noticia para poder infiltrarse más fácilmente en el palacio. La alegría de Electra es inmensa, pues Orestes ha venido para vengar la muerte de su padre. Después del reencuentro, Orestes se adentra dispuesto a cumplir su tarea, sin que Electra le de tiempo a darle el hacha. Se oyen unos gritos: son los de la reina. Aparece Egisto (tenor lírico) preguntado por el extranjero que había venido con noticias de Orestes, Electra con ironía, le dice que está adentro. Egisto entra, para encontrarse con la muerte al igual que su esposa.



Todos en el interior aclaman a Orestes. Crisótemis va a buscar a su hermana Electra, pero ella no quiere entrar. Sola, empieza a bailar celebrando la victoria para caer muerte al final de la misma. Por fin Agamenón, ha sido vengado.

jueves, 18 de enero de 2018

Las aventuras de Elvira: Los Puritanos, de Bellini II


ANÁLISIS

Es curioso que de una ópera que dura unas tres horas tan sólo recuerde unos veinte minutos de música. Quizás es lo bueno, porque cada vez que la escucho siempre me creo que es la primera vez que la oigo aunque en realidad no es así. Lo primero que conocí fue la escena de Elvira gracias un cd de María Callas. La ópera entera la conocí más tarde, aunque no recuerdo exactamente cuándo y compré la grabación completa y algún dvd. En directo, la he visto dos veces en París, una en versión en concierto y otra en versión escénica.

La última ópera de Bellini tiene sus pros y sus contras. Esta ópera era la favorita de la reina Victoria de Inglaterra. Como fanático del bel canto que soy, procuro centrarme en sus virtudes más que en sus defectos. O quizás debería hablar en singular, porque el gran fallo que tiene esta ópera es el libreto y sus personajes. Vale eso igual debería contar como dos cosas negativas.

Se ve que Pepoli no era muy hábil en construir una trama algo más interesante. Es lo mismo que años más tarde pasaría con Cammarano con Verdi en El Trovador, aunque en su caso pecó más por exceso de acción que de falta. Pepoli tenia buenos ingredientes para hacer una historia con gancho: dos bandos enfrentados, la Escocia del siglo XVII, dos hombres enamorados de una misma mujer, una heroína que se vuelve loca... pero los desperdicia, haciendo que el resultado de las acciones sea un poco insulso y resolviéndolo todo felizmente gracias a un pertinente Deux ex-machina no sobrenatural, pero sí burocrático.

Es más ni siquiera la ubicó en el buen lugar, aunque hay que reconocerle que ciertos versos en algunos números, como por ejemplo el dúo final del acto II entre Riccardo y Giorgio (un barítono y un bajo) son francamente demoledores. "Al son de la trompeta, correré a luchar contra todas mis fuerzas, pues no hay más hermoso que afrontar la muerte gritando libertad", todo esto acompañado con los vientos metales en crescendo y con notas muy ligadas, es decir todo muy es muy fluido.

Ese número en concreto, fue muy aplaudido en la noche del estreno y se repitió varias veces. No me extraña, yo cada vez que lo escucho me entra un subidón y me entran unas ganas horribles de invadir Francia.

Sin embargo hay que reconocer el gran labor que hizo Bellini con la música de esta obra. que pese a todos los elementos en contra, crea una bellísima melodía que nos la hace creíble. Al pensar en esta ópera siempre tengo en mente a Elvira y lo tonta que es. Comparando a su compañera de locura, Lucia de Lammermoor, me parece poco creíble que se vuelva loca así de repente sólo porque su novio la ha dejado tirada. Lucia por su parte, no sólo es humillada en público, obligada a casarse con otro y además mata a su marido. Tiene más motivos para perder el juicio.
En cambio Elvira es un personaje totalmente pasivo. Vive por y para Arturo y se pasa toda la obra en torno a él. Pese a todo, Bellini le compuso una música increíble de tal modo que acaba por convencernos que el dolor que siente es auténtico. Su cabaletta (Vien diletto è in ciel la luna) no es tan espectacular como en otras arias similares.Sirve también de contrapunto a su escena del velo cuando ella canta "soy una virgen hermosa, vestida de novia" (Son vergin vezzosa) donde con los adornos nos evoca sus risas y su felicidad. Aquí la coloratura sirve más para simular los suspiros fruto de su tristeza que más que una demostración de técnica pura y dura. He de reconocer que esa cabaletta también la he tatareado muchísimo en el trabajo, aunque ningún maromo ha venido a buscarme cuando la luna estaba en cielo cuando salía de trabajar. Bueno otra vez será.

Probablemente, la Elvira del siglo XXI sería esa chica que después que el novio la deja, se encierra en su casa con un bote de helado mientras ve una peli de amores y llora desconsoladamente. O se bebe ella sola una botella de whisky a palo seco, mientras rememora una y otra vez los buenos momentos que pasó con el cabrón de su novio que la dejado por otra y de mala manera. Pero claro, hay que ver esta obra en su contexto. Con lo mona que era Giulia Grisi, la primera intérprete del papel y que Bellini escribió pensando en sus capacidades, no es de extrañar que el teatro se fuera abajo con ella. Además hay que pensar también que en aquella época se tendía a pensar que la mujer era emocionalmente menos estable que los hombres, por tanto este tipo de situaciones que ahora nos pueden parecer tontas, en el siglo XIX era totalmente lógico.

En cuanto a Arturo, igual. Bellini le creó a Rubini un papel tremendamente difícil, y apto a su tesitura vocal, llegando hasta un fa sobreagudo, que es la nota más alta dada por un hombre. No sé si actualmente los tenores que cantan este personaje lo hacen en la clave original de Bellini o lo hacen en una transposición, es decir, que está algo más bajo. En cualquier caso, es un héroe tipo, que se debate entre el deber patriótico y el amor y cuando tiene que elegir, opta primero por la patria para luego sacrificarlo todo por amor. Menos mal que le sale bien la jugada. Bellini le crea melodías largas y su escena del acto I, es sublime. Para mí el "A te o cara" es la versión masculina de la "Casta diva" de Norma. Una melodía lenta larga que no acaba, el coro le contesta mientras él sigue a su ritmo... Y no hay más. Es lo que el compositor siciliano siempre ha hecho. Pero es que lo hace tan bien que es siempre un placer oírlo.

Es una ópera también que no hay un antagonista claro que se oponga al amor de la pareja. Ese rol, que por tradición lo ocuparía el barítono o la mezzosoprano no está tan definido. Riccardo, no fastidia tanto a Arturo como podría haberlo hecho. Es más acepta que Elvira no lo ame. Su único acto de "maldad" es callarse y no haberle contado a Elvira el porqué Arturo la ha dejado por otra en el último momento y es porque si hablaba, él mismo sería acusado de traición, ya que él ha dejado a Arturo irse con la destronada reina de Inglaterra y Escocia. Con lo cual, su reacción es lógica en todo momento. No tiene mucho desarrollo pero después de su dúo con Giorgio.... ¿a quién le puede caer antipático este hombre?

En definitiva I Puritani es una más de Bellini y es una lástima que este compositor nos dejara tan pronto. ¿Quién sabe lo que habría sido capaz de crear si hubiera vivido treinta años más por lo menos? Por desgracia, eso nunca lo sabremos.

¿Qué se puede aprender de esta ópera? Pues poca cosa:

- No se soluciona gran cosa encerrándote en tu propio mundo cuando las cosas no salen como a uno quiere. Aunque duela hay que afrentar la realidad. Y quizás por eso no me cae tan bien Elvira, porque yo a veces he de reconocer que peco de lo mismo.
- Dejar a tu novia plantada en el mismo día de la boda es una gran putada. Si te sale un imprevisto y no te puedes casar, avísala antes.

GRABACIONES 

 CD
Para mí Callas es sinónimo de bel canto y es evidente que siempre que busco una referencia de alguna obra de Bellini recurro a alguna de sus grabaciones. Por desgracia, ésta en concreto está muy cortada, de modo que no descarto en un futuro comprar una grabación más completa. Aún así es una versión bastante agradable, aunque no me gusta Di Stefano, el tenor que la suele acompañar en esta obra.

DVD
 
Mi primer dvd de esta ópera. Es una representación de referencia, el problema que yo le veo es que pese a que Edita Gruberova es una leyenda del bel-canto, a nivel interpretativo este papel ya le pilla muy mayor y pese a que canta muy bien, escénicamente no me pega. Quitando eso, no es un dvd malo en absoluto.

Por otra parte, aquí tenemos una magnífica puesta en escena, una bellísima Anna Netrebko que físicamente le viene el papel como anillo al dedo, pero la técnica del tenor es algo deficiente para este papel. No obstante, visualmente es muy bonito, casi más que el anterior.
 

Finalmente, yo diría que éste el definitivo. Un gran tenor, como es Flórez para Bellini y una bellísima Nino Machaidze quien no tiene nada que envidiarle a la Netrebko. El fallo de esta producción es que es muy austera. El decorado es prácticamente ausente, pero el vestuario es bueno y la iluminación es algo oscura. Aún así a nivel musical es el más largo de los tres.

Con Elvira y Arturo, que están felices y contentos, me despido y nos vemos en la siguiente entrega con la historia de una mujer obsesionada con la venganza. Una mujer marginal que no se lleva bien con su madre. Nada bueno va a salir de esto, bueno sí. Una ópera no muy extensa con una música brutal.

miércoles, 17 de enero de 2018

Las aventuras de Elvira: Los puritanos, de Bellini I



¿No os ha pasado alguna vez que el día más feliz de vuestra vida, se convierta en el peor de todos, y que eso pase en cuestión de minutos? Eso es más o menos, lo que le pasa a la protagonista de la ópera de esta semana, aunque por suerte para ella, todo fue un susto.

Los puritanos (I puritani) es una ópera en tres actos con música de Vincenzo Bellini y libreto de Carlo Pepoli, estrenada en el Teatro de los Italianos de París (Théâtre Italien) ,el 24 de enero de 1835.

Tiene una duración de 180 minutos (tres horas) aunque actualmente se representa en dos horas y media o dos horas y tres cuartos.

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Tras el fracaso que le supuso su obra anterior, Beatrice di Tenda (1833), Bellini quiso probar suerte en París donde obras anteriores suyas habían tenido éxito. Allí conoció a Rossini, quien apenas algunos años había decidido retirarse del mundo de la composición y que en ese momento era el empresario del Teatro de los Italianos. Rossini propuso a Bellini como a Donizetti que compusieran cada uno una ópera para la próxima temporada 1834/1835. Bellini aceptó, contactó con un poeta que también conoció en París y que se le cayó muy bien, Carlo Pepoli, quien no tenía mucha experiencia en hacer libretos. El poeta se inspiró en crear una historia basándose en el drama francés, Têtes rondes et cavaliers (cabezas redandas y cavalleros), de los escritores Ancelot y Saintine; aunque también hay partes que podrían recordar a la noela de Walter Scott, Old Mortality (vieja mortalidad). Bellini compuso la obra en 9 meses, y su título completo es I puritani di Scozia, pero dado a que la trama en realidad no sucede en Escocia sino en Inglaterra, al final se acabó por el título actual.
El equipo de cantantes fue el siguiente: 

Luigi Lablache, bajo, en el papel de Giorgio.

Giulia Grisi, soprano, en el papel de Elvira. Bellini ya la conocía, pues le había escrito para ella el papel de Adalgisa en Norma.
Giovanni Battista Rubini, tenor, en el papel de Arturo. También Bellini lo conocía de sobra, pues para él escribió el papel titular de su obra Il pirata.
 Antonio Tamburini, barítono, en el papel de Riccardo. También había trabajado anteriormente con Bellini en otras obras anteriores y también coincidió con Rubini en Il Pirata.













Pongo el equipo de cantantes, porque estos cuatro eran el "Dream Team" de la época por así decirlo. Los mejores cantantes y claves del éxito de la obra. Bellini tuvo un éxito rotundo, cosa que no pudo decir lo mismo Donizetti de su Marino Faliero que estrenó dos meses más tarde y con el mismo equipo de cantantes. Su ópera también gustó, pero... bah,para la época tampoco era para tirar cohetes y  hoy en día casi nadie la conoce. 

Bellini adaptó también esta ópera para la célebre cantante María Malibrán a quien conoció en Londres, aunque esa adaptación por diversos avatares no se llegó a estrenar. Su admiración por ella, llegó al punto de comprometerse a componerle una ópera nueva pensada para ella, pero esa ópera jamás se creó porque la Malibrán murió a los 28 años debido a las secuelas que tuvo después de sufrir un accidente con un caballo y el propio Bellini moriría poco después del estreno de sus Puritanos, debido a una infección intestinal a los 33 años. 

ARGUMENTO

La acción transcurre en Plymouth, Inglaterra, a mediados del siglo XVII.
 

ACTO I 

Escena I: Un patio del castillo.

Estamos en medio de una guerra civil. Los soldados puritanos expresan que pronto llegará la guerra a su fin pues están bien situados. Uno de sus oficiales, Bruno (tenor lírico) les anima a escuchar el himno que están cantando en el interior. Terminan y sale un grupo de gente anunciando la inminente boda de Elvira, la hija del gobernador. Aparece también Riccardo Forth (barítono), quien está triste porque ha pedido la mano de Elvira, pero no se la ha concedido, porque ella no le quiere.Bruno trata de animarlo y le aconseja que se olvide de amores.



Escena II: La habitación de Elvira.

Giorgio (bajo), tío de Elvira, le comenta a su sobrina que él ha sido el que ha convencido a su padre de consentir que ella se pueda casar con el hombre que ella quiere, Arturo, pese a que éste es de un bando rival. Elvira, (soprano lírico-coloratura) le está muy agradecida,  ya que ella no tenía la certeza de que eso podría ser posible. Suenan unas trompetas que anuncian la llegada del prometido. Juntos se van a recibirle.

Escena III: Sala de armas

Toda la corte alaba a los dos prometidos. Arturo (tenor lírico) le declara a Elvira su amor y su felicidad y algunos regalos, entre ellos un velo.

 
El padre de Elvira, Gualtiero (bajo),anuncia que no podrá quedarse a la boda porque tiene que escoltar a una misteriosa mujer que ha sido prisionera en su castillo hace un tiempo al Parlamento y que está acusada de espionaje y de pertenecer a los Estuardo. Se van todos, y se queda Arturo con la mujer sola quien resultar ser la destronada reina de Escocia, Enriqueta María de Francia. Arturo decide sacarla del país y mira tú por donde la repentina aparición de su prometida Elvira, que canta su felicidad le da la idea.

La joven, le ofrece a la mujer que está con Arturo su velo para que se lo pruebe. Luego ella se va y así a Arturo le viene el plan perfecto para poder sacar a la reina de allí: puesto que él tiene inmunidad hará pasar a la reina como su prometida. Pese a que le duele dejar plantada su novia el día de su boda,su determinación por la patria es más fuerte. En el camino los descubre Riccardo, y pese a todo los deja marchar, ya que así ve la oportunidad perfecta de ganarse a Elvira.

 

Llega el momento de la boda y evidentemente, Arturo no está. La gente da la voz de alarma y pronto se descubre que Arturo se ha ido con otra mujer. Elvira, no es capaz de asimilar la situación y poco a poco se le empieza a ir la olla, a desvariar diciendo que ella no es ella sino que está con Arturo, lo busca y al final acaba por desmayarse. Todos juran vengarse de Arturo por haber dejado a la pobre Elvira fatal. 

ACTO II
Un salón del castillo

Todos lamentan el lamentable estado de Elvira. La pobre ha perdido el juicio: se pasa el tiempo llorando por los rincones llamando a Arturo, le habla a los geranios e incluso le ha dado por bañarse. Vamos que está como una puta cabra. 


Giorgio le recuerda a Riccardo que a Arturo lo han condenado a muerte por lo que ha hecho, así que por el bien de Elvira le pide que lo salve. Al principio Riccardo se niega, pero al final acaba accediendo, y Giorgio le promete luchar a su lado hasta la muerte por el honor y la patria.



ACTO III
Un jardín cercano a la casa de Elvira

Arturo ha vuelto arriesgando su vida para ver por una última vez a su amada Elvira antes de abandonar definitivamente el país. 



Con suerte aparece Elvira en su habitual mundo llorando y llamando a Arturo por los rincones cuando por fin los dos amantes se reunen y entonces Elvira vuelve a la normalidad.Arturo le pide perdón, le explica todo lo sucedido y ella se lo cree. Ambos cantan su amor y en ese momento los sorprende todos los puritanos y Riccardo dispuestos a vengarse de Arturo por traición. A Elvira se le vuelve a ir la cabeza con la idea de volver a perder a Arturo.

 

Sin embargo y el ultísimo momento justo antes de condenar a muerte a Arturo,viene un heraldo real diciendo que la guerra ha terminado, los Estuardo ha sido derrotados y se le concede el perdón a todos sus partidarios. Todos celebran la buena noticia, sobre todo Elvira quien ya ha vuelto a sus cabales y al fin podrá casarse con el amor de su vida.


sábado, 13 de enero de 2018

El moro de Venecia: Otello, de Rossini y Verdi, III


ANÁLISIS

La tragedia del moro de Venecia siempre me ha impactado. Recuerdo que cuando era pequeño, uno de mis libros favoritos y que cogía de la Biblioteca era uno llamado "Cuentos basados en el Teatro de Shakespeare" y era una recopilación de resúmenes tanto de sus tragedias como de sus comedias contadas como si fuesen cuentos. Pero no eran versiones edulcoradas, eran las obras tal cual, pero narradas en prosa. 
Con respecto a las óperas, desde pequeño conocía la existencia del Otello de Verdi, ya que era la ópera favorita de la novia de uno de mis primos mayores (actualmente su mujer), aunque recuerdo haberla escuchado no en mi niñez sino mucho más adelante. Por otra parte, la existencia de la versión de Rossini, fue algo que descubrí hará un par de años, cuando empecé a investigar por mi cuenta el bel-canto. 

Tuve la oportunidad de ver una representación del Otello de Rossini en París, concretamente en el teatro de Champs- Elysees y el papel de Desdémona lo interpretaba Cecilia Bartoli, mezzosoprano italiana a la que admiro y esa vez era a la primera vez que la veía cantar e interpretar en directo. Llegué tarde por culpa del tren regional pero por fortuna no me perdí mucho. La ópera me resultó muy interesante, pero cuando Bartoli interpretó la canción del Sauce me conmovió enormemente, pese a que había escuchado ese aria con anterioridad. Por desgracia, aún no he visto en directo la visión de Verdi, pero espero verla algún día.

No sería justo comparar musicalmente ambas obras pues son muy distintas entre sí. Entre una y otra hay una diferencia de 71 años y cada cual es única en su estilo. Además la historia de la música ya ha declarado vencedora a la versión de Verdi, mucho más cercana al drama original y musicalmente hablando más revolucionaria, pero no por ello la versión de Rossini merece estar en el olvido. Por eso he querido hacer un post y análisis de ambas, porque en el fondo, cada cual en su lenguaje, nos cuentan la misma tragedia.

Otelo es sin duda alguna, la gran tragedia que viven por desgracia muchísimas mujeres en España, y en Italia y es la violencia doméstica. En el caso de Otelo, se justifica por unos celos que el malvado Yago le inyecta. En la versión de Rosini, mas motivado por el rechazo de Desdémona y la versión de Verdi (y también la de Shakespeare) por venganza por no haber tenido un ascenso. Su monólogo donde él expresa su credo, es idea del mismo Boito que de Shakespeare, pero le otorga una gran psicología y una maldad sin límites, aparte de una gran capacidad de manipulación que acaba convirtiendo en un principio bueno en un maltratador y en un asesino. 

Por adaptación, es evidente que Boito hace un mejor trabajo que Berio di Salsi, quien además de reducir cinco actos de tres, traslada toda la acción a Venecia en lugar de Chipre (aunque el acto I de la tragedia original, sucede en Venecia) y elimina totalmente el papel de Casio en la trama, reduciendo el conflicto a un simple triángulo amoroso entre Otelo, Rodrigo y Desdémona, siendo los grandes antagonistas, Yago, que también manipula para que Otelo piense que es Rodrigo el amante de Desdémona) y el padre de Desdémona, Elmiro, que pese a existir en la obra original de Shakespeare, su rol aquí no hace más que desprestigiar a la pobre Desdémona por no haber escogido al pretendiente que él quería. En el caso de Verdi, este personaje no aparece pero sí Casio, que es el elegido por Yago para hacerle creer a Otelo que es el amante de su mujer, siendo el papel de Rodrigo más secundario. 

Lo que, en cambio es común en las dos obras en el acto final y la caracterización de la pareja principal: Otelo y Desdémona. Tanto en Rosini como en Verdi, Otelo es un personaje bastante débil en general, pese a ser todo un gran triunfador, y un guerrero pero en el fondo está lleno de inseguridades, y con una falta de confianza y de empatía hacia los demás bastante seria porque prefiere creer las palabras de Yago, antes de hablar tranquilamente con su esposa y pedirle explicaciones. Se deja llevar tanto por sus instintos y por la ponzoña que al final acaba maltratando a su esposa, y asesinándola, siendo en la versión rossiniana más violenta (pese a que su lenguaje musical sea menos brutal que en Verdi) puesto que la apuñala y Verdi, más fiel al original, la estrangula, aunque la tensión del dúo es mucho más fuerte. La Desdémona verdiana no tiene tantas florituras. Pero volvemos a lo mismo, eran otros tiempos. Rossini compuso su Otello en su estilo y al gusto que en aquel momento pedía la audiencia, y Verdi lo hizo en el suyo, pues en ese momento, el bel-canto ya había pasado algo de moda.

En cuanto a Desdémona, es una desgraciada en ambas versiones. Quizás más en Rossini, porque se ve más sola ya que no tiene apoyo prácticamente de nadie, salvo de Emilia y lo peor es su propio padre, que en lugar de darle consuelo le echa más mierda encima, cosa que por desgracia también pasa en la actualidad. Una mujer sufre maltrato y muchas veces en su propio entorno que le echa las culpas y piensa que se lo merece. Sin embargo, en Verdi, la violencia que sufre por parte de Otelo es más brutal, e incluso llega a ser pública. Por otra parte, tiene más apoyo porque además de Emilia también Lodovico, el embajador, la consuela y la defienda, por tanto, está menos sola, aunque tampoco podrá evitar su trágico final. 

Donde a mi juicio si gana Rossini a Verdi sin duda, es en la canción del Sauce. Sabiendo cómo compone las arias con tantas florituras, la canción del sauce es de una dulzura que más propia de Bellini que del propio Rossini, hasta el punto que Donizetti, hizo una parodia en una ópera cómica suya llamada Las conveniencias y la conveniencias teatrales o Viva la mamma! y la canta un barítono travestido de mujer. Verdi, en ese número es mucho más meláncólico y triste, y para mí algo más aburrido, aunque mejora muchísimo en la plegaria a la Virgen.

Lo cierto es que la canción del sauce de Rossini me ha acompañado en muchos momentos, y mentalmente la he tatareado montones de veces cuando trabajaba en Disney y estaba bloqueado en una misma posición de mi atracción, haciendo la misma tarea rutinaria una y otra y otra vez, sintiéndome cada más una máquina más que un ser humano. Y sin embargo tener esa melodía y cantarla me ayudaba a recordar que también tengo sentimientos. Ojo, con esto no estoy diciendo que me sentía como Desdémona.

Lo que me parece increíble es que esta tragedia que fue escrita en 1607, nos cuenta algo que por desgracia en el siglo XXI, todavía pasa. En este mundo, todavía hay demasiadas Desdémonas, mujeres que se enamoran de hombres que piensan que son un trofeo, no confían en ellas y a la mínima sienten que tienen el derecho de poder destrozarlas. 

De esta ópera aprendemos varias cosas:
- Cuidado con los celos, cuando llegan a ser tan patológicos son un problema.
- Si un amigo te viene con chismes sobre una supuesta infidelidad de tu pareja, discútelo con ella y revela la fuente. Igual puede que no sea verdad. Y si lo es, bueno, pues trata de guardar la calma y que la sangre no llegue al río.
- Denuncia. A cualquier signo de maltrato físico o psicológico. No esperes a que sea demasiado tarde.

GRABACIONES

CD 


 
Como la versión de Rossini está muy olvidada, no es fácil encontrar muchas grabaciones. Fue así como descubrí el sello Opera Rara, un sello inglés especializado en obras olvidadas del Bel-canto. Tiene ediciones muy cuidadas y además procuran grabar toda la música existente de la obra que tratan. En el caso de Otello, aparte de incluir el final original, incluye también el final feliz y algunos apéndices como arias alternativas a ciertas escenas o un dúo siendo Otello interpretado por una mezzosoprano. A nivel musical es muy bueno. Así que esta sería la grabación de referencia para la versión de Rossini.



Para la versión de Verdi, la elección es algo más difícil. Yo escogí ésta por ser una de las más recientes que hizo Domingo y porque me gusta mucho la soprano. Además he escuchado muchas veces en directo al coro y la orquesta de la Bastilla, así que en esa parte también la tengo asegurada. Es una buena opción. Pero si queréis más opciones, procurad que el Otello sea un buen tenor dramático. Mario del Monaco y Jon Vickers son una buena alternativa.

DVD


Este DVD es el único que hay, al menos por el momento, así que no hay más opciones. Dado que fue esta puesta en escena que yo vi en directo a mí me trae recuerdos personales. A nivel musical también está a la altura y dado que el argumento, por desgracia sigue siendo de actualidad, la moderna puesta en escena le va bastante bien. 
 


En cuanto a la versión de Verdi, tengo este DVD con otra portada, ya que pertenecía a una colección que venía con un periódico. Tenemos a Domingo, la Scala, a Nucci como un magnífico Yago y a una inspirada Fritoli como Desdémona. Además tenemos a Muti dirigiendo, que es muy fiel con Verdi. No hay más que decir, es un buen Otello y una bella puesta en escena.

Nos vemos la semana que viene. Para la próxima volveré con más bel-canto, una con final feliz, una heroína que se vuelve loca y un héroe que llega al Re sobreagudo en una historia ambientada en Inglaterra en donde el barítono pues... no la lía tan parda como suele hacer.

viernes, 12 de enero de 2018

El moro de Venecia: Otello, de Verdi II


Ya hemos visto de qué iba la versión de Rossini de la tragedia del moro de Venecia más conocido de la literatura universal, vamos ahora a ver cómo contó Verdi la historia.

Otello es una ópera en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto de Arrigo Boito, estrenada en la Scala de Milán el 5 de febrero de 1887.

Tiene una duración de 130 minutos (Dos horas y diez minutos).

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Al terminar Aida (1871) Verdi era en aquel momento el compositor más famoso y rico de toda Italia. Sintiendo que ya no tenía nada más que contar, se retiró del mundo de la composición. En cambio, si editor, Giulio Ricordi no estaba del todo de acuerdo ya que estaba convencido de que aún le quedaba cuerda para rato (y a él una oportunidad para tener más beneficios dicho sea de paso.) Sabiendo que Verdi era un admirador de Shakespeare, y que siempre le había comentado que le hubiese gustado hacer más óperas basadas en sus obras, además de Macbeth, Ricordi pensó que si seguía por ahí podría conseguir que Verdi volviera a componer.

Así, una noche de verano, en una cena que organizó Ricordi con otro compositor, Franco Faccio y el mismo Verdi, Ricordi dirigió la conversación en plan "ay, qué bien sería, maestro Verdi si volviera a componer...." todo ello con movimiento de manos y comiendo pasta cabornara, acabaron hablando de Shakespeare, con lo que a Verdi le gustaba y en especial de Othello. Viendo que Verdi se iba animando, quizás porque el vino se le había subido a la cabeza o porque Shakespeare le tocó la fibra creativa. se animó finalmente a componer una nueva obra. El elegido para elaborar el libreto fue Arrigo Boito, quien ya había trabajado con él en la nueva versión de Simon Boccanegra.

En un principio, la obra se iba a llamar Yago, pero después pasó a tener el título actual. Verdi trabajó en la música una vez tuvo un libreto perfecto y eso fue en 1884. Tardó dos años en componerla y en el día de su estreno fue un rotundo éxito. A día de hoy, es una de las más conocidas obras de Verdi.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Chipre, a finales del siglo XV.
ACTO I
Una explanada del castillo cerca de la bahía.

 
Es una noche tormentosa. Los chipiotras están mirando al mar a la espera de su nuevo gobernador, Otelo quien está luchando por liberarlos de los turcos. Yago, el alférez de Otelo (barítono) desea que no tenga suerte y que su barco naufrague al igual que Rodrigo (tenor lírico) quien está enamorado de la esposa de Otelo, Desdémona. Llega el barco de Otelo, (tenor dramático) quien triunfante, anuncia la derrota de los turcos. 

Rodrigo, piensa en suicidarse, pero Yago le ofrece su ayuda para que seduzca a Desdémona y así él podrá vengarse de Otelo, por haber nombrado a Casio capitán de la armada, que era un puesto que él quería. Los chipiotras celebran la victoria de Otelo. 


Yago, propone un brindis y anima a Casio (tenor lírico -spinto) a beber. El joven que tiene problemas con el alcohol, al principio lo rechaza, pero después se acaba animando y emborrachándose. Da la "casualidad" que el antiguo gobernador, Montano (bajo), lo ve y Yago le comenta que eso es lo normal en Casio. Montano se ve en la obligación de avisar a Otelo. Rodrigo, por su parte, se burla de Casio, lo que provoca que éste le ataque. Montano se pone en medio y él es quien se pelea con Casio. Yago ordena a Rodrigo que de la alarma y en el momento que Otelo viene, Casio hiere a Montano. Otelo pregunta a Yago por lo sucedido, pero éste se hace el sueco y dice no saber nada. Con tanto jaleo, sale Desdémona para ver qué pasa. Otelo, al ver que Casio ha herido a Montano y no tiene una buena excusa para ello, lo degrada. 

  

Todos se van, dejando a Otelo y Desdémona solos, quienes recuerdan lo mucho que se quieren y vuelven al interior del castillo.

ACTO II
Una habitación del castillo, cercana a un jardín.

Para animar a Casio, Yago le aconseja que hable con Desdémona y que ella interceda por él para que Otelo le levante el castigo. Al ver que ella está con su mujer, Emilia, en el jardín, le dice que vaya tras ella pues es un buen momento. Casio se va, y solo, Yago reafirma su fe en la crueldad y que después de la muerte no hay nada.

 

Entra Otelo y Yago empieza a fingir que no se encuentra del todo bien. Otelo le pregunta qué es lo que pasa y entre una cosa y otra, le "sonsaca" a Yago, la idea de que su mujer le está siendo infiel con Casio. Otelo empieza a sentir celos, pero antes de hacer nada, quiere pruebas de esa sospecha. 


Entra Desdémona, acompañada de una multitud de niños, de Emilia y de algunos chipiotras, que alaban su belleza  y su bondad. Se van y Desdémona, aprovecha que ve a Otelo para pedirle que perdone a Casio, pues él ha venido a pedírselo y le ha parecido que su arrepentimiento es sincero. Otelo, lo rechaza, alegando que le duele la cabeza y no puede pensar con claridad. Desdémona le da un pañuelo con flores que hace tiempo él le regaló y se lo quiere poner en la frente, pero Otelo se lo desprecia y lo tira al suelo. Emilia, (mezzosoprano) y Yago le pide que se lo de, pero cuando ésta se niega, acaba por quitárselo por la fuerza. Todo esto ocurre a espaldas de Desdémona, quien asombrada, le pide perdón a s marido por si lo ha ofendido y se va.

Otelo se queda solo con Yago y empieza a ya a creerse que su esposa le está siendo infiel. Yago le dice que ha visto hablar a Casio en sueños sobre Desdémona. Los sueños no significan nada, pero le pregunta si Desdémona tiene un pañuelo con flores. Otelo le dice que sí, que además fue el primer regalo que él le hizo a ella. Entonces Yago,le asegura que ha visto a Casio con ese mismo pañuelo. Eso hace que Otelo crea firmemente que su esposa le es infiel y jura vengarse de ella y de Casio con la ayuda de Yago.

ACTO III 
La gran sala del castillo y un pequeño salón contiguo al mismo.

Yago le dice a Otelo que va a llamar a Casio para que éste confiese su culpabilidad, mientras él lo escucha a escondidas. Otelo accede y se al salón. Allí se reune con Desdémona, quien una vez le intercede por Casio. Otelo vuelve a rechazar la propuesta alegando que le sigue doliendo la cabeza. Le pide a su mujer que le ponga un pañuelo en la frente y ella saca otro. Entonces le pide que le ponga el de las flores, pañuelo que ella no tiene. Enfadado le ordena que lo busque. Ella sigue insistiendo por Casio y él le pide el pañuelo con más insistencia hasta que la acusa de serle infiel. La pobre Desdémona protesta, le asegura su fidelidad y Otelo la echa del salón y se queda allí vigilando a que llegue Yago con Casio.

Por su parte, Casio está buscando a Desdémona para saber si su petición ha tenido éxito. Yago está con él le pregunta por "Bianca", su actual novia, pero lo hace de tal forma que parezca que está hablando de Desdémona. La cosa se torna aún peor cuando Casio le ensaña con flores que una admiradora le ha dejado en su cuarto (pero que en realidad se lo ha dejado Yago). Yago lo enseña, de tal forma que Otelo lo vea desde está escondido y así demostrándole la infidelidad de Desdémona. Suenan los clarines anunciado la llegada del embajador de Venecia, Lodovico (bajo). Casio se va, y Otelo afirma que va a matar a Desdémona. Yago le sugiere que la estrangule en su cama y que él se ocupará de Casio.

La sala se llena con toda la nobleza, y Yago hace señala que Casio no esté con ellos, pero afirma que pronto su suerte cambiará gracias a Desdémona, a lo que ella afirma que ojalá así fuese ya que siente afecto por él. Otelo, furioso, la insulta y casi la golpea  si no fuera porque Lodovico, se lo impide. A esto que le da una carta, Otelo llama a Casio y la lee públicamente. En ella, el Dogo lo llama de vuelta a Venecia y nombra a Casio su sucesor como gobernador de Chipre.

 
Entonces, empuja a Desdémona al suelo frente al asombro de todos.  Por partes, Casio se alegra de su buena suerte, Yago le sugiere a Rodrigo que para que Desdémona se quede es asesinando al nuevo gobernador, Emilia y Lodovico consuelan a Desdémona, quien quiere arreglar las cosas con Otelo, pero éste la desprecia y la maldice. Todos se van, Otelo vuelve a exaltarse por el pañuelo y se desmaya. Yago, para humilllarlo, le golpea la frente con el talón, afirmando que así ha tumbado al León de Venecia, mientras en el exterior cantan alabanzas por Otelo.

ACTO IV 
La habitación de Desdémona.

Desdémona le pregunta a Emilia si Otelo estaba más calmado y le pide que le ayude a ponerse el camisón de la noche de bodas. La situación le recuerda un poco la historia de Bárbara, una criada que tuvo su madre que enloqueció por un amor que la abandonó cantando así, la canción del Sauce. Después, le pide a Emilia que la deje sola, reza un Ave María y se acuesta.

 

Otelo entra dispuesto a matarla, pero antes le de un beso. Eso hace que la despierte. Discuten, él la amenaza y ella le afirma una vez que es inocente, y que hable con Casio para que lo afirme, pero Otelo le dice que Casio ha muerto, ella implora por su vida, en vano, pues Otelo la coge por el cuello y la estrangula hasta matarla. Emilia llama a la puerta, para anunciar que Casio ha matado a Rodrigo, descubriendo así el crimen de Otelo. Emilia le dice que ha cometido un grandísimo error y cuando Otelo está a punto de atacar también a Emilia, ésta grita pidiendo ayuda. 

Aparecen Yago, Lodovico, Casio y Montano. Otelo afirma que ha matado a su mujer porque ésta le era infiel, a lo que Emilia le dice a Yago que confiese. Como éste se niega. Emilia cuenta toda la verdad, que ella había encontrado el pañuelo de Desdémona y que Yago se lo había quitado por la fuerza y que fue él quien lo puso en la habitación de Casio, cosa que él corrobora. Aparte Montano afirma que antes de morir Rodrigo confesó que todo había sido idea de Yago. Éste alza su espada, afirma no arrepentirse de nada y se va corriendo.



Otelo, al darse cuenta de que ha matado sin motivo a lo que más quería, se apuñala y mientras muere bajo la atónita mirada de los presentes, besa el cadáver su esposa por última vez.