Volvemos con otra entrega
más y esta vez vamos a hacernos la siguiente pregunta, ¿qué es más
importante, la música o la poesía? Eso mismo, también se lo
cuestiona la protagonista de la siguiente ópera.
Capriccio es una
ópera en un acto con música de Richard Strauss y liberto del propio
compositor y Clemens Krauss, estrenada en el Teatro nacional de
Múnich, el 28 de octubre de 1942.
Tiene una duración de
142 minutos (dos horas y 22 minutos aproximadamente).
BREVES DATOS
HISTÓRICOS
La idea de esa ópera se
remonta a 1935, cuando el libretista Stefan Zweig, con quien Strauss
compuso Die schweigsame Frau (La mujer silenciosa), en
un viaje a Londres, descubrió el libreto de una ópera olvidada de
Antonio Salieri,llamada “Prima la musica, e poi le parole”
y pensó que Richard Strauss podría hacer una ópera de ese mismo
tema. Sin embargo, las circunstancias del momento complicaron las
cosas, ya que por aquel momento los nazis estaban en su apogeo y
Zweig era de origen judío, así que Zweig se quedó en Londres y
dado que en Alemania estaba vetado, recomendó a Strauss a su amigo
Jospeh Gregor. Con este autor, Strauss compondría tres óperas más
Friedenstag (Día de la paz), Daphne y Der Liebe der Danae, (El
amor de Danae), pero Strauss consideraba demasiado poético
para tratar el tema de la ópera. Así que finalmente, decidió
adaptar el libreto que Gregor habría preparado para ese proyecto y
entre él y el director Clemens Krauss elaboraron el libreto final.
Strauss tenía 75 años
cuando compuso la que sería su última ópera. La ópera gustó en
su día y actualmente, como gran parte del trabajo de Strauss no se
ve mucho en los teatros.
ARGUMENTO
La acción transcurre en
una mansión a las afueras de París en 1775
En un salón de una rica
mansión, un sexteto de cuerda toca la última pieza compuesta por
Flamand (tenor).
Junto a él está su amigo Olivier, un poeta
(barítono) y ambos admiran la belleza de la anfitriona, la Condesa
Madeleine, una joven y bella viuda. Ambos están enamorados de ella y
discuten un poco sobre la importancia de la música y las letras. Al
terminar el sexteto, se despierta La Roche, un director teatral
(bajo) y afirma la superioridad de la ópera italiana pese a sus
libretos algo mediocres. Los tres hombres discuten sobre ello y salen
del salón.
Poco después hace su
aparición, Madeleine (soprano) acompañado de su hermano el Conde
(barítono). A ella le ha encantado la música que ha compuesto
Flamand y al Conde, la obra de teatro que ha escrito Olivier y en la
cual actúa una actriz llamada Clairon y quien va a venir a la
mansión para ensayar. El conde, le pregunta a su hermana quién de
los dos pretendientes logrará su corazón.
Vuelve de nuevo La Roche
acompañado de Flamand y Olivier. La Roche le comenta a la Condesa lo
que tienen preparado para su cumpleaños al día siguiente: Primero
se interpretará una sinfonía compuesta por Flamand, luego la obra
de teatro de Olivier y por último una “gran acción teatral”,
cuyo título es una sorpresa. También anuncia que participarán dos
cantantes italianos, cosa que no agrada ni a Flamand ni a Olivier.
Los tres vuelven a discutir, pero los interrumpe la llegada de
Clairon (mezzo-soprano)
El conde la presenta y la
actriz pregunta por el guión de la obra. Olivier aprovecha para
presentar un soneto que será clave en la obra y que trata sobre el
amor. Tanto el conde como Clairon ensayan el soneto y al terminar,
Clairon se lo da a La Roche para que plantee la puesta en escena.
Tanto ella como el conde se van a ensayar y entonces Olivier
aprovecha para recitar el soneto a la condesa. Flamand, se sienta al
clavecín y empieza a improvisar basándose en el soneto. Poco
después, se va corriendo.
Olivier aprovecha para
declararle su amor a la condesa y ella se siente muy conmovida, pero
no le responde. Vuelve Flamand, y comienza a cantar el soneto, la
condesa se queda impresionada. Por su parte, Olivier no le ha
gustado, porque según él la música ha deformado sus palabras, pero
la condesa no está de acuerdo. Discuten sobre el asunto y entra La
Roche buscando a Olivier para que haga un corte en la obra que ha
escrito. Se va con él y Flamand aprovecha ahora para declararle su
amor a la condesa. Ella por su parte lo cita en el mismo lugar que se
conocieron, la biblioteca de la mansión mañana a las 11 y allí se
le dará una respuesta.
Poco a poco vuelven
todos, meriendan y tiene lugar un ballet para entretener a los
invitados. Siguen discutiendo de la importancia de la música y la
poesía.
Al terminar, La Roche anuncia que la Gran
acción teatral será en dos partes y que la primera tratará sobre
El nacimiento de Pallas Atenea, lo que provoca la risa de los
invitados y el cabreo del empresario. La segunda, tratará sobre la
caída de Cartago. Entre tanto los cantantes asaltan el buffet y
comen todo lo que pueden. La Roche finalmente se defiende y acaba por
explicar su función en las artes, manifiesto que deja a todo el
mundo de acuerdo. Finalmente, la condesa propone que para unir las
tres disciplinas,lo mejor es que hagan una ópera cuyo tema será los
acontecimientos de esta tarde. Todos aplauden la idea y poco a poco
se van retirando, incluido al pobre repetidor, quien se ha quedado
todo el tiempo en el teatro y nadie le ha rendido cuentas.
Los criados van
recogiendo la merienda y preparando la sala para el día siguiente.
El mayordomo anuncia a la Condesa que Olivier se presentará mañana
a las 11 en la biblioteca para saber cuál será el final de la
ópera. La Condesa se queda sola, toca con el arpa el soneto y no
sabe a quién elegir si la música o la poesía pues ambas están
ligadas. Flamand o Olivier...
¿Cómo podría terminar la ópera sin
ser trivial? ¿Cómo poder elegir, cuando la elección de un elemento
implica la renuncia del otro? Mientras lo piensa.. el mayordomo le
anuncia que la cena está servida.
Y así... termina la
ópera.