sábado, 30 de junio de 2018

Un competidor tramposo: El cazador furtivo, de Carl Maria Von Weber II


ANÁLISIS

Weber quería ante todo darle a Alemania una señal de identidad propia y sin lugar a dudas, con El Cazador, lo consiguió, dando así paso a la ópera romántica. Es un compositor al que tengo algo descuidado, ya que ésta es la única obra suya que conozco y pese a que me entusiasma enormemente, no me ha dado por buscar más cosas de él.

Mi interés por la obra comenzó cuando veía por la televisión un programa de música clásica presentado por el difunto Fernando Argenta, llamado Clásicos Populares, y era un programa infantil. En uno de ellos, cantaron el Coro de los Cazadores y se me quedó grabado en la memoria. Ya con el tiempo, pude escuchar la obra y me entusiasmó enormemente. Con respecto a la melodía de ese coro, tengo la partitura que viene en el segundo libro del Método Suzuki para violín y es una pieza que quizás interprete algún día en las audiciones de la Escuela de Música donde estoy estudiando. Aún no he tenido la suerte de ver la ópera en vivo.

A nivel argumental, la ópera no tiene mucho transfondo. La gran novedad que encontramos en que por primera vez, no tenemos a personajes nobles como protagonistas sino gente sencilla del pueblo. Si tomamos como referencia los precedentes Singspiels más conocidos, Fidelio y La Flauta Mágica, vemos que tanto los protagonistas como sus antagonistas, pertenecen a la nobleza, mientras que en El Cazador, pasa justo lo contrario, Max es un  hombre de pueblo y Kasper exactamente lo mismo. Si bien esto, en Italia ya pasaba con las óperas semi-serias, por aquella época, Rossini había ya compuesto una ópera llamada La gazza ladra (La urraca ladrona) cuya protagonista, es precisamente una muchacha de pueblo, pero en Alemania no era tan común.

Pero sin salirme mucho del tema, los personajes son tan simples que el mismo argumento te revelan sus motivaciones. Max está enamorado de Agathe y haría lo que fuese por tener su mano, esa voluntad así que el malvado de turno, Kasper, quien además ha vendido el alma al diablo se aproveche de él e intente corromperlo para no ir al infierno tan pronto y en parte lo hace por envidia, ya que él también ansiaba el puesto y también le gustaba a Agathe. Y la chica... pues es eso, "la princesita" que es un personaje totalmente pasivo  puro y noble que gracias a su fe hace que los poderes del Maligno no tengan poder sobre ella. Con respecto al título, hay que decir que la traducción es algo libre, pues literalmente "Freischütz" sería "tirador libre". Tiene sentido en alemán, porque las balas mágicas, en alemán es Freikugel, y literalmente serían "balas libres". La traducción más exacta sería "El cazador de las balas mágicas", pero resultaría muy largo, así para dar ese toque de ilegalidad, en español usamos el término "furtivo".

La obra, tal y como pasa con Fidelio, recurre a un "Deus ex machina" para zanjar felizmente el asunto. Si bien en Fidelio no es tan sorprendente porque desde el primer acto se sabe que el Ministro va a ir a inspeccionar la cárcel, en El Cazador este recurso se usa con la intervención del Ermitaño, quien basándose en un saber divino, revoca la fatal decisión del príncipe de desterrar a Max por hacer trampas y usar balas encantadas por una penitencia de a un año. Y volvemos a lo que ya he comentado antes, incluso ese poder, no viene de alguien noble, sino de un ermitaño que no pertenece a ninguna clase social, sino que es el "sabio" del pueblo a la que la gente tiene respeto por su sabiduría. De todas formas, el objetivo de la obra no es dar ninguna lección de moral sino simplemente una historia sencilla que provoque empatía en los espectadores y que durante dos horas y pico olviden sus problemas cotidianos.

Con respecto al aspecto musical, aquí realmente vemos el gran empeño que puso Weber en darle un colorido especial a su obra y darle ese toque alemán que tanto buscaba. Ya desde la obertura, suenan diversos temas, o intento de usar leitmotivs (los que más tarde Wagner usaría con toda libertad y fuerza) que después suenan en la obra. También utilizó melodías populares, como el coro de cazadores, que recuerda a un canto tirolés o antes pero en el mismo acto el coro de las damas de honor.  De hecho, esos dos temas, junto con el aria de Agathe del segundo acto, fueron bastante tarareados en su época por la gente.

Pero lo que más novedoso y lo mejor que tiene toda la obra (aunque yo personalmente me quedo más con ese aspecto folclórico) es la escena de la Garganta del Lobo. Ahí Weber, demostró que sabía lo que hacía y que era un gran compositor. Para crear ambiente, Weber utiliza tonos oscuros, y cada vez que debe definir al diablo, usa un acorde de séptima disminuida (la, do, mi bemol y fa sostenido), que para la época resultaba disonante.
Dicho de otra manera para los que sepan del lenguaje musical. Un acorde es una sucesión de notas que suenan a la vez, y disonante es que suene mal dicho de forma general. No sólo eso, utiliza también la orquesta y al coro para crear esa atmósfera lúgubre, como el viento que sopla, los espíritus y también el uso de escalas menores. Más aún, la escena está compuesta a su vez por las escalas dominantes de ese acorde del diablo, la menor, do menor, fa sostenido menor y mi bemol mayor para así mostrarnos que la Garganta del Lobo es el hogar y el territorio de Samiel.

Las escalas mayores están destinadas al resto de personajes (salvo Max, que cuando está tentado de pasarse al lado oscuro, pasa de cantar en una escala mayor a una menor). Y dentro de los personajes, aquellos que son más vulgares, como son los cazadores utilizan escalas sencillas, como por ejemplo, el coro de las damas de honor cantan en Do mayor (la escala más básica, la que conoce todo el mundo) y el de los cazadores en Re mayor (que en violín por cierto, es de las primeras que aprendes)

Volviendo a comentar la escena de la Garganta, cada vez que Kasper crea una bala en el entorno reacciona y la orquesta los va definiendo, hasta que finalmente cuando termina la última, la orquesta se calla y es cuando aparece "la voz hablada" que representa al diablo, lo cual resulta basta original.

Con todo ello, hace que esta obra se haya ganado a pulso el cariño de sus espectadores y que a Weber se le considere el padre de la ópera romántica alemana, ya que gracias a él, los alemanes empezaron más a reclamar títulos en su lengua y a no tirar tanto de la ópera italiana (aunque por aquel entonces, ya Rossini había compuesto algún que otro pelotazo, pero bueno, eso ya es otra historia)

De las aventuras de Max y sus balas mágicas podemos sacar la siguiente conclusiones:
- Ni chaleco antibalas ni pollas en vinagre. Lo mejor para protegerte de las balas es una corona de flores bendecida por un hombre santo. Aunque yo que vosotros lo que haría es no ponerme a tiro porque a ver donde encuentras hoy en día a un hombre santo.
- Regatear al diablo no es una buena idea.
- Hacer trampas está mal, tarde o temprano te acaban cogiendo.

GRABACIONES

CD

De esta ópera hay varias grabaciones y yo en su día me decanté por esta simplemente por su precio. Estoy muy satisfecho con su adquisición, todos los cantantes son muy naturales y Davis dirige la orquesta con gran precisión. No se hace en absoluto aburrida.

DVD

En cambio en el mercado audiovisual no hay mucha variedad y escogí este montaje de reciente adquisición motivado por la dirección de Thielemann. La verdad es que ha sido un acierto. A nivel musical es genial y la puesta en escena marca todas las pautas del libreto, utilizando técnicas audiovisuales, para los efectos de la Garganta del Lobo. Sin duda es el montaje de referencia para esta ópera.

Seguro que Max pasó su año de penitencia sin incidentes y se casó con su querida Agathe gozando además de un puesto de por vida como guardabosques. Yo lo dejo por hoy, y ya para la semana que viene volveré con otra ópera que en su día fue revolucionaria. ¿Hasta dónde irías por amor? El protagonista, fue hasta el infierno... pero no hay porqué preocuparse por que todo saldrá bien.

Nos vemos.

martes, 26 de junio de 2018

Un competidor tramposo: El cazador furtivo, de Carl Maria Von Weber I


Se dice que lo importante no es ganar, sino participar cuando alguien se van a enfrentar a una competición no importa de cualquier tipo. Pero la realidad es que todo el mundo quiere ganar y hay gente que hace lo imposible para lograrlo. Incluso pactar con el Diablo, aunque hay que tener cuidado con esos pactos, porque el Diablo juega con sus propias reglas. 

El cazador furtivo (Der Freischütz) es una ópera en tres actos con música de Carl Maria Von Weber y libreto de Friedrich Kind, estrenada en la Konzerthaus de Berlín (llamada en su época Schauspielhaus) el 18 de junio de 1821.

Tiene una duración de 140 minutos (dos horas y veinte minutos; aproximadamente)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Tras asistir a la representación de Fidelio de Beethoven y de haberla dirigido él mismo, Weber estaba decidido a componer una nueva ópera animado también por la buena acogida que tuvo la anterior, un Singspiel llamado Abu Hassan en 1811. Weber, todavía no había pegado el pelotazo en el mundo de la ópera, pero ya tenía en su currículum algún que otro concierto para piano, dos de clarinete y demás. Así pues en una estancia con un amigos en el castillo de Neoburg, se topó con un libro de cuentos populares y entre ellos había uno llamado Des Jägers Braut (La prometida del cazador). No obstante Weber, se tomó su tiempo antes de encargar el libreto, mientras estuvo componiendo otras cosas y así pasó el tiempo hasta que en 1816, le pidió a Friedrich Kind la elaboración del libreto basada en la fuente que he mencionado antes, y al año siguiente empezó Weber a componer su Singspiel. Tardó cinco años, ya que compaginaba la composición de esta obra con su trabajo de maestro de capilla real sajona en Dresde.

Tras 16 sesiones de ensayo, se estrenó la obra en Berlín, y entre los asistentes estaban el escritor Hoffmann, Heine y un joven Mendelssohn. Fue un gran triunfo, y en poco tiempo se vieron en 22 teatros alemanes y también hizo una gira en otros países de Europa, aunque en Francia no la trataron muy bien ya que cambiaron el libreto y la llamaron Robin des Bois ou Les trois balles (Robin de los bosques o Las tres balas). También Berlioz, años más tarde revisó la obra y cambió los diálogos por recitativos.

Como dato curioso, una de las primas de Weber, Constanza fue la esposa de Mozart.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en la región de Bohemia, en el siglo XVII.
 

ACTO I
Un plaza de un pueblo en el claro de un bosque.

Ya es mala suerte. Kilian, un rico campesino (barítono) ha ganado un concurso de tiro, derrontado a su contrincante, un joven llamado Max, (tenor lírico) ayudante del guardabosques Kuno (bajo). Kilian se burla de él y Kuno lo defiende, pero también le recuerda que su puesto es hederitario y que se lo concederá a su yerno, por tanto, si no vence en el concurso de tiro que tendrá lugar al día siguiente, no podrá casarse con su hija Agathe, de quien Max está enamorado.

Kuno aprovecha y cuenta a todos los presentes cómo su antepasado ganó su plaza y se debió a un reto que lanzó el príncipe a sus cazadores un día que yendo de casa los perros ahuyentaron a un ciervo el cual tenía encadenado un hombre en una de sus patas. Les pidió que aquel que abatiera el ciervo sin hacerle daño al hombre ganaría la plaza de guardabosques mayor hereditario. El antepasado de Kuno (que por cierto se llamaba igual) resultó ser el ganador y desde entonces,  todos los sucesores y aspirantes al puesto deben ganar una prueba de tiro. Sin embargo, hay quien dice que en realidad Kuno hizo trampas, pues utilizó unas balas encantadas de las cuales si forjas 7 seis darán en el blanco que quiera el tirador, pero la séptima es del diablo y pueda hacer con ella lo que quiera.


Cuando todos se han ido para seguir celebrando la victoria de Killian, Max se lamenta de su mala suerte, pues no ha acertado ni una sola vez. Le sale al encuentro su amigo Kaspar (bajo) otro cazador y amigo de Max que lo anima y le sugiere que vaya a la Garganta del Lobo a forjar las balas para así ganar el concurso. Para demostrarle que son ciertas, le da una y le pide a Max que dispare a un águila que está volando en ese preciso momento. Max acierta de pleno y motivado por Agathe, acuerda con Kaspar de ir a medianoche a la Garganta a forjar más.


Lo que Max no sabe, es que en realidad Kaspar es el responsable de su mala suerte, pues él ha hecho un pacto con Samiel, El Cazador Oscuro (papel hablado) a quien ha vendido su alma y el plazo vence justo el mismo día del concurso, con lo cual pretende intercambiar el alma de Max por la suya. ¿Lo conseguirá?

ACTO II
Escena I: La habitación de Agathe

Agathe (Soprano lírica) está preocupada esperando el regreso de su amado Max. La joven ha tenido un encuentro con un ermitaño quien le ha predicho que pronto estará en peligro, pero que no le pasará nada si lleva puesta la corona nupcial. Entra su prima Ännchen (soprano lírica) e intenta animarla en vano.  Se va y Agathe, sola, espera que Max regrese con buenas noticias.



Llega Max y le dice que ha derribado a un enorme ciervo junto a la Garganta del Lobo y que tiene que ir a recogerlo. Agathe le pide que no vaya, al igual que Ännchen, pero no les hace caso y se va igualmente

Escena II: La Garganta de Lobo a media noche

Kaspar se encuentra solo y hace un ritual para invocar a Samiel. Éste se le aparece y le ruega que le prorrogue el plazo por tres años más, a lo que el diablo en un principio se niega, pero cuando le habla de Max y su deseo de forjar las 7 balas mágicas parece que accede. Kaspar le pide que la séptima le de a Agathe, pero Samiel le dice que no tiene ningún poder sobre ella.


Llega Max y accede a presenciar cómo Kaspar forja las balas, motivado por una visión que tiene de Agathe tirándose a un río y ahogándose porque ha fracasado. Kaspar va forjando las balas y al terminar la última, Samiel aparece.

ACTO III
Escena I: Un claro en el bosque

Un par de cazadores comentan lo bien que está tirando Max. Cuando éste se queda solo con Kaspar, le pide que le de sus balas mágicas porque ya sólo le queda una, a lo que Kaspar se niega pues las repartieron equitativamente: cuatro para él y tres para sí mismo. Le recomienda que guarde la séptima para el concurso. Max se va y para asegurarse que la bala del diablo es la de Max, Kaspar gasta las suyas.
El orden de estas dos escenas en algunos montajes, se intercambian.

Escena II: La habitación de Agathe

Agathe, vestida de novia, reza a Dios para que todo salga bien. Entra su prima Ännchen, que la anima contándole una historia de fantasmas, que al final resulta que no había ninguno sino que todo fue obra del perro.

Posteriormente, entran el resto de amigas de Agathe catando alegremente para hacerle entrega de la corona nupcial, pero al abrir la caja, lo que hay es una corona mortuoria. Ännchen piensa que ha debido ser un fallo de la florista, pero Agathe no le da importancia y le pide a sus amigas que le hagan una nueva con las rosas blancas que le dio de regalo el ermitaño. En un momento se la hacen y Agahte está lista para presenciar el concurso de tiro.

Escena III: Un claro en el bosque

Todo está previsto para el concurso. El príncipe Ottokar (barítono) está en posición y un grupo de cazadores alaban el arte de la caza, en el número más famoso de toda la ópera.


Max se dispone a disparar a una paloma blanca, pero antes Agahte, le grita que no lo haga, porque ella es la paloma. Aún así, Max dispara, dándole a Agahte que se desmaya del impacto, pero que no le llega a matar, porque la bala ha rebotado en la corona de flores dándole a Kaspar, quien muere en brazos de Samiel. 
Todos los asistentes están asombrados por el hecho y el príncipe le pide a Max explicaciones. Max lo cuenta todo y el príncipe, furioso con el muchacho por haber hecho trampas lo condena a ser desterrado.


Por fortuna para Max, aparece el viejo ermitaño (bajo) quien intercede por él, afirmando que pese a haber pecado, sus intenciones no eran del todo malas y nadie en el pueblo está tan libre de pecado como para tirar la primera piedra. En lugar del destierro, propone a que Max haga penitencia durante todo un año y si durante ese tiempo es capaz de llevar una vida pura, entonces se le permita casarse con Agathe. El príncipe muestra su conformidad y promete a Max de casarlos él mismo con Agathe si logra el perdón de Dios. Y con un canto a la misericordia divina, finaliza esta hermosa ópera.

sábado, 23 de junio de 2018

Un hombre con mala suerte: La fuerza del destino, de Verdi II


ANÁLISIS

En la ópera hay muchas historias de amantes desgraciados, pero los de La Forza yo diría que se llevan la palma. Conocí esta ópera en mi adolescencia, en uno de los cds recopilatorios de música clásica del Romanticismo donde venía la obertura. Me impactó enormemente y en un cumpleaños me compré el cd de la obra entera a modo de regalo. Era uno de los títulos de Verdi que más curiosidad tenía, primero porque es el único que mencionan a Cádiz, (en el aria Son Pereda, que canta Don Carlos en el acto II) y segundo porque la trama era una sucesión de catastróficas desdichas que rosaban el absurdo.

Ya cuando me fui a Francia a trabajar, tuve la oportunidad de verla en directo y lo cierto es que cuando la vi montada, lo cierto es que cambié un poco de parecer y a día de hoy es uno de los títulos verdianos que menos me gustan, pese a la calidad de ciertos pasajes.

Piave realmente hizo una buena adaptación de la obra de teatro del Duque de Rivas. No es una que he tenido el placer de leerla, pero por lo que he podido investigar, el cambio más signficativo entre Rivas y Piave es que éste ha fusionado los dos hermanos de Leonor (Don Carlos y Don Alfonso) en uno solo, lo cual me hace pensar que en la obra de teatro la protagonista es más desgraciada porque en vez de un hermano porculero, tiene a dos. Sólo como detalle, en la obra de teatro es Don Alfonso el que acaba matando a Leonor al final de la obra y Don Carlos moriría a manos de Don Álvaro en Italia. Esta decisión de fusionar los dos personajes en uno es evidente por dos razones: es probable que Verdi no tuviera a disposición dos barítonos buenos para escribir dos papeles distintos y además es que tampoco es que el personaje sea muy importante que digamos. Otro cambio signficativo es que redujo el número de actos, de los cinco originales de la obra de teatro Piave compila toda la trama en 4 siendo el acto III lo que en la obra original sería el III y el IV.

A pesar de la buena adaptación que hizo Piave, la obra resulta larga y es precisamente porque respetó algo que sí existe en la obra original, que son las escenas costumbristas, pero esas escenas que pueden que para una obra de teatro tienen un sentido, en la ópera ralentiza mucho la acción aparte de la aparición de personajes que no aportan nada en absoluto a la trama. Es el caso la primera escena del acto II, donde tenemos a Preciosilla que bueno... está de pegote, aunque la escena está sólo para presentar el personaje de Don Carlos y que además explica con un aria bastante simpática, lo que ha pasado Don Álvaro y Leonora después del fatídico accidente.

Luego tenemos toda la escena (o cuadro) tercero del tercer acto donde lo único interesante que pasa es la revelación de Don Carlos a Don Álvaro y su reto, en un dúo bastante apasionante. En la primera versión, antes de ese dúo, Verdi compuso todo ese relleno previo, dejando para el final esa escena que deja al espectador con ganas demás. En cambio, para la revisión, supongo que para calmar la tensión porque es una escena bastante fuerte, la termina con toda la escena coral con el pequeño ballet, a modo de "entremés" o intermezzo que a nivel argumental y dramático no aporta nada, pero que al menos a nivel musical es bastante agradable. Personalmente yo habría eliminado todo ese cuadro y habría terminado la escena con el dúo de Don Carlos y Don Álvaro. O lo habría planteado de otra manera.

No obstante, la obra desde el punto de vista teatral, La Forza, tiene algunos elementos que son bastante atrayentes. El tema principal de la obra, es la relación entre el hombre y su destino: por mucho que quieres huir, al final pasará lo que ha de pasar. Unido al tema de la maldición, hace que el trío protagonista; Leonora, Don Álvaro y Don Carlos se vean arrastrados hacia el desastre. Lo de la maldición aparece en el final del primer acto y se repite en la escena del monasterio del acto II: El Marqués maldice a su hija por su desobediencia y por amar a quien no debe, y luego el Padre Guardiano maldice a todo aquel que entre en la cueva del Ermitaño, lo que provoca el desastre de Don Álvaro.

Aunque siendo realistas, el protagonista es el anti-héroe por naturaleza. Su gafe no tiene límites y apenas tiene un momento en el que algo le sale bien. Fracasa como amante, se va a la guerra para morir allí y no sólo es ascendido capitán, sino que además es un héroe y sobrevive, harto de todo se encierra en un monasterio para que al final el porculero de Don Carlos lo encuentra, lo acaba matando, casi obligado porque él en realidad no quería, pero sí quería proteger a Leonora.... y cuando por fin la encuentra, es incapaz de protegerla porque la matan a traición. Da pena.

Luego tenemos al tercero en discordia, que junto a Scarpia de Tosca, es uno de los barítonos más odiosos de toda la literatura operística. Don Carlos de Vargas es un hombre psicópata y obsesionada por el honor de la familia y es un animal sediento de venganza, que es incapaz de perdonar y de cumplir una promesa. Y vale que quiera matar a Don Álvaro por haber matado a su padre (pese a que fue de forma accidental) pero al menos podría haber dejado a su hermana en paz, que al fin y al cabo sigue siendo parte de tu familia. Al principio, este personaje resulta difícil de entender, pero si pensamos en la lógica del siglo XVIII, no era un comportamiento tan inusual. Y por desgracia, este tipo de actitudes se ven incluso en pleno siglo XXI, sobre todo en algunos países árabes que queman con ácido a las mujeres cuando éstas no responden a las expectativas o ciertas atrocidades que las hacen padecer si hacen algo que "deshonran" a la familia.

Al final, el destino como sabéis es cruel para todos, pero al que mejor le sale la jugada es a Don Carlos, ya que logra matar a Leonora, y con eso sabe que Don Álvaro será un desgraciado para el resto de su vida, con lo cual él muere sabiendo que su venganza se ha cumplido. Para mí, sin duda, La Forza es una de las óperas más trágicas de Verdi. Además los amantes, ni siquiera tienen un momento donde pueden expresar su amor, pues sólo coinciden al principio y al final de la obra.

En cuanto al personaje de Leonora, no tengo mucho que decir al respecto. Verdi le concede varios momentos espectaculares, y en un principio, parece que es un personaje corto, pero comparándolo con Don Álvaro tiene más o menos las mismas intervenciones y es la gran víctima, porque su único pegado es haberse enamorado de un mestizo, yendo así en contra de la voluntad de su padre. Es suya, la que para mí es la mejor escena de toda la ópera, la escena de monasterio del Acto II, llena de un gran dramatismo y con un colorido especial, pues es la única voz femenina que destaca entre todo el coro de frailes con las voces graves.

En cuanto al tema musical, la obertura es una pieza habitual en muchos conciertos sinfónicos. Comenzando con el sonido de tres trompas, aludiendo así al tema del destino interpretado por las cuerdas y luego suenan diversos temas que se escucharán a lo largo de la obra, sobre todo el dúo de Don Carlos y Don Álvaro en el Acto IV. Ya dentro de la obra, además de los momentos intensos, tenemos los números de relleno (y para eso está Preciosilla) que son para relajar el ambiente y toda la escena del campamento.

Según he leído por algunas páginas de Internet, dicen que esta ópera tiene fama precisamente de gafe, y no sólo porque hubo serie de contratiempos durante su elaboración  sino también porque en una representación en el Metropolitan de Nueva York, el barítono que interpretaba a Don Carlos, Leonoard Warren se murío en escena.

De esta ópera se pueden sacar la siguientes conclusiones:

- Antes de ir en serio con alguien, intenta caerle simpático a su familia. La familia política puede darte muchos quebraderos de cabeza.
- Por mucho que lo diga una canción y lo cante una muchacha monísima, ir a la guerra es una puta mierda. No a la guerra.
- A veces es bueno desaparecer una temporada para saber qué es lo que quieres hacer en tu vida. Pero ese encierro, no durará eternamente. Tarde o temprano, tendrás que hacer frente a tus temores.
- Si alguien te acosa, denúncialo a la policía.
- Si vas a manipular armas de fuego... comprueba que el seguro está bien puesto, o mejor aún, descárgala antes.

GRABACIONES

CD

Compré la grabación de María Callas, porque no conocía bien la obra y me dejé llevar por ella. Luego cuando la escuché en su día, estaba convencido de que había cometido un error, ya que el personaje de Leonora tampoco es que salga mucho, por tanto para esta ópera sale más a cuenta buscar una en la que se disponga de un buen tenor y un buen barítono. Mientras escribía sobre las entradas, la volví a escuchar y ahora le veo dos pegas: la orquesta a veces me resulta un poco plana, es decir es demasiado políticamente correcta y el barítono, Carlo Tagliabue, igual. Es muy poco expresivo. No obstante, para los fans de Callas no se sentirán decepcionados porque ella está estupenda y Richard Tucker como Don Álvaro también responde.

DVD

Bueno, no es la mejor opción, y cuando compré este DVD en Amazon, estaba a buen precio. A nivel musical no tengo ninguna queja, me encanta el Don Álvaro interpretado por Aquiles Machado. El problema es como siempre la puesta en escena que es un tanto fea y muy poco colorida. Pero he visto montajes peores. Si algún día encuentro otro que me guste más, actualizaré la entrada.

Me despido de vosotros y ya nos veremos en la próxima entrega, en la cual volveré al repertorio alemán con una historia con fenómenos paranormales, una chica guapa, tiroleses y un protagonista que hace trampas. Más o menos de eso va la cosa. ¡Nos vemos!

jueves, 21 de junio de 2018

Un hombre con mala suerte: La fuerza del destino, de Verdi I


Hay momentos en la vida en la que no te sale nada bien. Por eso, quizás lo mejor sea vivir los momentos felices de manera intensa como si fuesen los últimos porque no se sabe en qué momento la desgracia caerá sobre ti. El que sabe mucho de desgracias y de la mala suerte es al protagonista de la ópera de esta entrega.

La fuerza del destino (La forza del destino) es una ópera en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto de Francesco María Piave estrenada en el teatro Mariinsky (antes llamado Bolshoi Kámenny) el 10 de noviembre de 1862.

Tiene una duración de 195 minutos (tres horas y cuarto)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

 A Verdi jamás se le hubiera pasado por la cabeza que recibiría un encargo de la lejana Rusia, concretamente de San Petersburgo. Así que para el fuera el futuro teatro Mariinsky, que en su época se llamaba Bolshoi Kámenny, Verdi le encargó a su libretista habitual Piave la tarea de darle un buen libreto y sabiendo el gusto que tenía Verdi por los temas españoles, eligieron adaptar una obra de teatro de Ángel de Saavedra, Duque de Rivas, Don Álvaro o La fuerza del sino, aunque también añadió una escena de la obra de Schiller, El campo de Wallenstein (Wallenstein Lager). Con ese material, Verdi se puso manos a la obra y la verdad es que el resultado no salió como esperaba: a los rusos no les pareció la ópera la octava maravilla del mundo y al mismo Verdi cuando la vio montada, tampoco.

El motivo principal por el cual la obra no cuajó, fue precisamente que la obra era demasiado oscura y trágica. Verdi veía que había demasiados cadáveres en escena, así que para el estreno en Milán, decidió revisar la obra. Sin embargo, no pudo encargarse Piave, porque enfermó así que le encargó el trabajo a otro libretista Antonio Ghislanzoni, quien sería el encargado de elaborarle el libreto de Aida. Pero eso, imagino que ya lo sabéis. Los cambios que Verdi realizó entre otros, fueron la elaboración de una obertura más larga, una ampliación del acto III y la escena final, en la cual dejaban al protagonista Don Álvaro con vida, en lugar del final original (y fiel a la obra del Duque de Rivas) donde el pobre se suicida tirándose por un acantilado.

La obra gustó desde el día del escenario y se hizo un hueco en el mundo de la lírica. Es esta versión de Milán la que voy a tratar y la que se ve en los escenarios actualmente.

ARGUMENTO

 La acción transcurre en España e Italia, a mediados del siglo XVIII.


ACTO I
Un salón en el palacio del Marqués de Calatrava en Sevilla.

El Marqués (bajo) le da la buenas noches a su hija Leonora (soprano dramática). Cuando la deja sola, ella avisa a su sirvienta que su amante, Don Álvaro va a venir a buscarla y ella va a fugarse con él. 

Llega Don Álvaro (tenor lírico-spinto) y le anuncia que está todo preparado para fugarse y casarse en secreto, ya que el Marqués no aprueba la relación de Leonora con él, en parte por ser medio-indio. Pese a que Leonora está enamorada de él, en el último momento cambia de opinión y le pide que retrase la boda para el día siguiente. Don Álvaro acepta pero de repente, entra en la habitación el Marqués, y al ver la situación monta en cólera. Don Álvaro intenta tranquilizarlo, se hace responsable de todo lo sucedido y a frente a las amenazas de muerte del Marqués, Don Álvaro se defiende diciéndole que no tiene ninguna de luchar contra él. 
Como gesto de buena voluntad, el joven saca su pistola y la tira al suelo... con tan mala suerte que se dispara sola y hiere de muerte al Marqués. Su hija va a socorrerle, y el viejo, con su último aliento maldice a su hija. La pareja no tiene otra opción que salir huyendo.

ACTO II
Escena I: Una taberna en Hornachuelos, Córdoba

Por diversos avatares, la pareja se ha separado y cada uno va por su lado. Leonora se ha disfrazado de hombre (esto me suena de algo) y va de camino al Monasterio de Santa María de los Ángeles. Se ha parado en una taberna-posada a descansar, donde están el alcalde, un grupo de estudiantes y los clientes habituales, disfrutando de un buen ambiente y de una buena cena.
Leonora reconoce a uno de esos estudiantes a su hermano Don Carlos de Vargas (barítono) quien la está persiguiendo. Como puede logra pasar desapercibida, aunque Don Carlos al ver a un hombre tan joven y sin barba le llama la atención. Para animar el ambiente entra una gitana llamada Preciosilla (Mezzosoprano) y canta sobre la belleza de la guerra.


Aprovecha también para leer la buena ventura a los presentes, y cuando le toca el turno a Don Carlos, ella no le predice nada buena, y le dice que ella sabe que no es ningún estudiante pero le garantiza su discreción. En tanto, se oye a lo lejos unos peregrinos que van de camino al Monasterio y Don Carlos hace preguntas al Alcalde sobre ese huésped tan joven. El Alcalde (bajo) no sabe nada y en cambio le pide que él mismo se presente. Don Carlos, afirma ser un estudiante de Salamanca que está por allí ayudando a un amigo suyo.

En realidad lo que hace es contar su propia historia pero en primera persona y según él, Leonora ha muerto y Don Álvaro ha huido al Nuevo Mundo, cosa que Preciosilla no se cree en absoluto. Se hace tarde y todos se retiran para dormir.

Escena II: El atrio del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, en la Sierra de Hornachuelos

Leonora ha llegado finalmente al Monasterio y lamenta que Don Álvaro la haya abandonado ya que se después de la huida se separaron. Ruega a la Virgen para que apiade de ella.


Aparece Fray Melitone (barítono) y Leonora le pide una audiencia con el Superior. Éste le avisa y llama al Padre Guardiano (bajo). Leonora le cuenta todo lo que ha pasado y que quiere pasar el resto de su vida como ermitaña. El Padre Guardiano le advierta antes de todos los peligros que se supone hacer ese retiro y la joven está dispuesto a afrontarlo. Ella acepta y el Padre le da las instrucciones para que al día siguiente se retire a una cueva no muy lejos de allí. Luego, llama a toda la congregación rezan todos por el alma de Leonora y lanza una maldición a aquellos que osen interrumpir su retiro sin ninguna razón o intenten averiguar la identidad del ermitaño.

ACTO III

Escena I: Un bosque cercano a la ciudad de Velletri, Italia

Un grupo de soldados está jugando a los dados y Don Álvaro está aparte, pensando en sus cosas. Se ha enrolado en el ejército bajo el nombre de Federico Herreros, y es capitán de los granaderos. Recuerda su vida y busca en vano su muerte porque cree que Leonora ha muerto.


Entre tanto, se oye un jaleo y se ve a Don Carlos huyendo de un grupo que le quiere matar por un asunto de juego. Don Álvaro (sin saber quien es) lo salva y éste se presenta como Don Félix de Bornos. Ambos se juran amistad eterna. De pronto, el sonido de las trompetas llaman a la batalla y los dos amigos se van juntos.

Escena II: Interior de la casa de los oficiales.

El ejército español ha resultado vencedor, pero Don Álvaro está gravemente herido. Al decirle Don Carlos que será recibiría honores por parte de la orden de Calatrava, Don Álvaro se asusta, lo que hace sospechar a Don Carlos. Don Álvaro le da un cofre con una llave y le dice que no lo abra hasta que él haya muerto y queme todos los papeles que haya dentro. Dicho, esto, un grupo de médicos se van para operarle.

Don Carlos, se cuestiona si debe cumplir con su juramento o no pero al ver que Don Álvaro se puso nervioso al oír el nombre de Calatrava, finalmente decide abrir el cobre. Descubre en él un retrato de su hermana Leonora, lo que le confirma que su amigo, Federico Herreros es en realidad el asesino de su padre. Finalmente, uno de los médicos sale y anuncia que Don Álvaro ha sobrevivido a la operación y Don Carlos se alegra, porque así él podrá matarlo.

Escena III: Campamento militar cerca de Velletri.

Don Álvaro se ha recuperado de sus heridas y Don Carlos le reta a un duelo. Le informa que su hermana está viva en alguna parte, y su intención de matarla pese a los ruegos de Don Álvaro para que no lo haga, le deje casarse con ella, apelando a su amistad.

 
Pero Don Carlos es inflexible y sólo quiere hacer correr la sangra, así que finalmente Don Álvaro se ve obligado a batirse en duelo con él.
Un grupo de soldados, los separa, y Don Álvaro aprovecha para ir y expresar su voluntad de ingresar en un convento.

La acción sigue mostrándonos los avatares del campamento, y los lugareños que se acercan a echar el día y a pasárselo bien. Preciosilla y un grupo de mujeres cantan para entretenerlos, bailan y Fray Melitone pide para los pobres. El acto termina con Preciosilla cantando un "Rataplán" para animar a las tropas.


 ACTO IV

Escena I: El monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, en Hornachuelos.

Un grupo de pobres está en el patio del monasterio, pidiendo comida y Fray Melitone se la da de muy malas maneras.

 

Ellos alaban la amabilidad y el buen hacer del Padre Rafael, un monje que ha llegado hace cinco años y todos están encantados con él. En realidad, el Padre Rafael es Don Álvaro y a esto que Don Carlos después de haberlo estado buscando durante tanto tiempo por fin lo encuentra. Se acerca a Melitone a que lo llame.  Aparece Don Álvaro quien reconoce a Don Carlos y una vez más éste le desafía a un duelo. Pese a los ruegos de Don Álvaro a no querer batirse, al final acaba cediendo y se van dispuesto a terminar esta disputa de una vez por todas.

Escena II: Una cueva en la Sierra de Hornachuelos.

Leonora pasa sus días rezando y aún no ha terminado de olvidar su amor a Don Álvaro.


De pronto se oye jaleo y Leonora vuelve a la cueva. El duelo ha tenido lugar y Don Álvaro ha herido de muerte a Don Carlos. Se dirige a la cueva y pide ayuda al ermitaño. Leonora, asustada avisa a los demás frailes para que vengan haciendo sonar una compaña que ella tiene en caso de emergencia. Cuando sale, Don Álvaro reconoce inmediatamente a Leonora y ella a él. Sin embargo, el encuentro no se alarga mucho porque le confiesa que su hermano se está muriendo y que él es el responsable.


Leonora va a socorrerle y Don Carlos, cuando la reconoce, la apuñala, muriendo poco después. Llega el Padre Guardiano y encuentra a Don Carlos muerto y a Leonora agonizando. Don Álvaro se acerca a ella y la abraza mientras ella le asegura que pedirá a Dios por su redención. Con ese pensamiento, Leonora muere y Don Álvaro se lamenta por su destino mientras el Padre Guardiano bendice los cuerpos.

En la primera versión, Don Álvaro, al ver que él ha sido el causante de tantas muertes, se vuelve loco y arroja por un precipicio, frente a la mirada atónita de los frailes. Os dejo un vídeo con esa escena final.

 

martes, 19 de junio de 2018

Un canto a la libertad: Fidelio, de Ludwig van Beethoven II


ANÁLISIS

Beethoven no se dedicó a la música escénica pero al menos nos dejó una de las mejores obras del repertorio operístico alemán. Además goza de ser el único compositor del mundo del cual se representa el 100% de su obra operística... claro que eso no tiene mucho mérito sabiendo que sólo compuso una sola, pero otros compositores que escribieron óperas son más recordados por su trabajos sinfónicos e instrumentales que por sus obras líricas como Robert Schumann por ejemplo, que también compuso una sola ópera, Genoveva, pero es muy poco frecuente ver ese título en los escenarios.

Aún así, Fidelio se ha ganado su hueco en el mundo de la lírica por méritos propios. Voy a empezar analizando los personajes y el drama, y luego hablaré de los aspectos musicales.

Nos encontramos ante una obra bastante feminista con respecto a los dramas que podemos encontrar en la época. Por una parte, tenemos a la protagonista de la obra, Leonora, que en vez de quedarse en su casa llorando porque su marido ha desaparecido o puede que esté muerte. mueve cielo y tierra para encontrarle. Se disfraza y adopta una nueva personalidad para infiltrarse en una cárcel donde tratan a los presos de forma inhumana. Logra finalmente encontrar a su marido, y antes junto a su jefe Rocco le cava su tumba, para finalmente defenderle de su enemigo, el corrupto Pizarro, incluso amenazándolo con una pistola... La mujer le echa valor y todo lo hace por ese amor conyugal que profesa. Esa fidelidad, ese valor y esa iniciativa hacen que el personaje de Leonora sea totalmente adorable.

Luego tenemos a Florestán. Es un papel muy breve, pues sólo aparece en el segundo acto y tampoco es que cante mucho. Sin embargo es uno de los papeles más difíciles que se hayan escrito para tenor, teniendo que dar una nota muy aguda (un sol) nada más empezar. Él sería "la princesa del cuento", y junto a su mujer representan los buenos valores. También es curioso que en esta ópera no hay un dúo de amor propiamente dicho, ya que el reencuentro de Florestán y Leonora es muy breve. No se sabe exactamente la mala relación que hay entre Florestán y Pizarro, lo más probable es que sean motivos políticos ya que teniendo en cuenta la época en la que se escribió, en plena Revolución Francesa,  Pizarro represente aquellos valores del Terror y Florestán los valores más moderados. De hecho en un principio, la fuente original desarrollaba la historia en ese período, pero para evitar posibles problemas con la censura, se trasladó la acción a España.

Podemos también destacar que cada acto está bastante bien diferenciado a nivel musical y argumental. En el primero, con la aparición de Jaquino y Marcelina, Beethoven nos describe un contexto amable, casi cómico de un amor no correspondido con melodías bastante cantables que recuerdan mucho a Mozart y a La Flauta Mágica. De hecho, Rocco parece la versión menos solemne y campechana de Sarastro. Y al igual que en la Flauta Mágica, tenemos dos posturas antagónica que se debaten en un conflicto en el que sólo uno puede ser el vencedor: El abuso injustificado de poder de Pizarro, que representaría todo ese antiguo régimen y la fuerza de la revolución y la constancia representada por Leonora.
Después, con la aparición del antagonista de la obra, ésta va cambiando el tono y volviéndose más seria y solemene, sobre al final del acto primero con la intervención del coro de los prisioneros lamentándose por la libertad perdida.

Ya en el segundo acto, tenemos un cambio de color, la obra se vuelve más oscura, hasta que finalmente, todo se aclara y Beethoven nos ofrece un final de obra espectacular, diciéndonos que el mayor tesoro que tiene el ser humano es su libertad y que ése es nuestro principal derecho: el derecho a ser libres, a poder disfrutar del aire y de la luz del sol y que, si realmente hacemos el esfuerzo, si todos nos amáramos con la misma sinceridad y desinterés con que Leonora amó a Florestán y fue capaz de hacer lo imposible para estar con él, el mundo podría ser un lugar mejor. Para mí ese el mensaje principal de la obra, viéndose reforzado por el gesto final de Leonora quitándole las cadenas a Florestán.

La obra termina con un espléndido coro final que, a mi juicio, es lo mejor de toda la ópera. Este coro, que se alza en alabanzas a la heroína,  no es más que un anticipo a lo que el compositor escribiría años más tarde y ya completamente sordo: El Himno a la alegría de la 9ª Sinfonía en Re menor, siendo ésta la sinfonía más perfecta jamás compuesta.

A título personal, esta ópera la conocí relativamente tarde y de una primera audición (probablemente de haberla escuchado en la radio), fue ese coro final que se me quedó grabado en la mente. Afortunadamente, he podido asistir a una representación en directo, concretamente en el Teatro de la Maestranza. Y como suele pasar, si escuchándola en cd gusta, en vivo es aún mejor.

De Fidelio podemos aprender lo siguiente:

- Antiguamente, era más fácil conseguir trabajo. No te pedían tantos títulos y tanta documentación.
- Cualquier ser humano tiene derecho a poder vivir dignamente.
- No debería permitirse que nadie ejerza un abuso de poder a otro ser humano.
- El alemán no es un idioma feo, es un idioma de sonidos fuertes y con mucha personalidad. A ver cuándo los alemanes y austríacos aprenden a valorar su idioma y se presentan a Eurovisón con una canción en alemán. Ya sé que esto no tiene nada que ver con Beethoven, pero joder, me da rabia que tanta buena música se ha escrito en ese idioma y que hoy en día no lo saquen a relucir tanto.

GRABACIONES

CD


Para Fidelio opté por adquirir los registros más recientes precisamente para apoyar a la industria del mercado clásico. Aparte, soy fan de Jonas Kaufmann y creo que el papel de Florestán le va como anillo al dedo, Abbado dirige como siempre de forma magistral y la Leonore de Nina Stemme es bastante sólida. Es la tercera versión de la ópera (1814).

DVD

No es el único montaje que existe de Kaufmann pero sí el más barato y reciente. Personalmente, no lo recomiendo, ya que en este montaje han optado por eliminar los diálogos. Todo se desarrolla en lo que parece que es un salón y... es fea. La puesta en escena es jodidamente fea, no hay por dónde pillarla. Pero a nivel musical está bien. Incluye la obertura Leonore nº3. De seguro que si encuentro otro montaje algo más tradicional, lo compraré, así que ya actualizaré este apartado cuando tenga más material.

Dejemos tranquilos a Florestán y Leonora que tienen mucho que ponerse al día y yo por mi parte, voy a ir preparando el material de la siguiente obra, con la cual volveré con un viejo amigo, Verdi, y la tremenda historia de un hombre con mucha mala suerte, su novia y el psicópata obsesivo de su cuñado. Nos vemos dentro de ... bah, paso de comprometerme a poner plazos, que ahora que por fin hace bueno también quiero disfrutar de la playa.

lunes, 18 de junio de 2018

Un canto a la libertad: Fidelio, de Ludwig van Beethoven I


¿A qué estaríamos dispuestos hacer para salvar a la persona que amamos? Siempre hemos oído o leído cuentos sobre príncipes que rescatan a princesas en apuros, pero no siempre es así. A veces, es la princesa la que tiene que rescatar al príncipe, y eso en el mundo de la ópera no es usual. Pero la protagonista de nuestra ópera de hoy tampoco lo es.

Fidelio es una ópera en dos actos con música de Ludwig van Beethoven y libreto de Joseph Ferdinand von Sonnleithner, estrenada en el Teatro An der Wien en Viena, el 20 de enero de 1805.

Tiene una duración aproximada de dos horas. (120 minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

En 1803, Beethoven recibió el encargo del Barón Von Braun de componer una ópera (o mejor dicho, un Singspiel) para el teatro vienés An der Wien, el mismo teatro donde doce años antes Mozart estrenaría La Flauta Mágica y que Beethoven vería en su adolescencia. Beethoven no tenía experiencia previa en el mundo teatral, y el primer libreto que le propusieron, una historia de romanos, no le satisfacía mucho, así que se buscó otro tema. El elegido fue un texto francés de Jean- Nicolas Bouilly, del género "ópera de rescate", al cual ya habían puesto previamente música otros compositores: Pierre Gaveaux (llamándola Leonora o El amor conyugal) y Ferdinando Paer, aunque éste último estrenaría su versión un año antes que Beethoven.

El día del estreno,la ópera constaba de tres actos y no tuvo éxito debido a que en 1805, Viena estaba ocupada por los militares franceses que no entendieron bien la obra, así como que resultaba algo largo. Su nombre completo era: Fidelio oder der Triumph der eheilege Liebe; (Fidelio o el triunfo del amor conyugal) Beethoven retiró la obra de los escenarios, revisó el libreto con la ayuda de Stephan von Breuning y la volvió a estrenar bajo el nombre de Leonore (con una obertura nueva, la que se conoce ahora como Leonore 3), el 29 de marzo de 1806. La obra tuvo un gran éxito, pero tuvo una fuerte discusión con el Barón Von Braun por temas económicos. Entre tanto, Beethoven no se sentía satisfecho con la obertura, así que para una representación en Praga le compuso una nueva.

Finalmente, para un posterior estreno en 1814, Beethoven volvió a revisar la obra una vez más. Pidió al libretista Georg Friedrich Trietske que le echara un cable, le escribió una obertura nueva y la estrenó en el teatro Am Kärntnertor (Viena) el 23 de mayo bajo el nombre actual, Fidelio y tuvo un rotando un éxito. Sin embargo, debido a sus problemas con la sordera y todos los quebraderos de cabeza que le dio ésta ópera, Beethoven no se animó a seguir produciendo obras para el teatro. Es ésta última versión, la que se suele ver en los teatros actualmente.

En total, Beethoven compuso 4 oberturas para esta ópera: la que hizo para Praga se conoce como Leonore 1, la de 1805 como Leonore 2, la de 1806 como Leonore 3 y Fidelio o Leonore 4, la de 1814.

ARGUMENTO

La acción transcurre en una cárcel sevillana a finales del siglo XVIII.

ACTO I
El patio de la prisión.

Jaquino, el ayudante del guardián de la prisión Rocco (tenor ligero) está enamorado de su hija, Marcelina (soprano ligera) y aprovechando que ella está sola bordando, se acerca y le declara su amor una vez más.

 

Le pide matrimonio, pero la chica le da largas y lo ignora porque está enamorada del nuevo ayudante de su padre, un joven llamado Fidelio. Llega Rocco (bajo) acompañado del joven y como está muy contento con él, le gustaría que aceptase la mano de su hija, pero él está más interesado en que Rocco lo lleve a las mazmorras secretas donde están los prisioneros políticos. Rocco le comenta que allí hay un hombre que, o bien ha hecho algo muy malo o tiene poderosos enemigos porque le han ordenado recientemente que le bajen la ración de comida. Fidelio insiste en ir, aunque Marcelina le pide a su padre que no lo haga. Rocco, admirado por la valentía del joven le da permiso para que lo acompañe. Fidelio se va con Marcelina a su casa.


Aparece el alcaide de la prisión Don Pizarro (barítono) y le dice a Rocco que el ministro Don Fernando va a venir a visitar las instalaciones. Ordena a Rocco que le diga a sus guardas que lo avisen de su llegada con el sonido de las trompetas. En cuanto a "ese prisionero" tiene planes para él, ya que esa misma tarde, Rocco deberá visitarle, hacerle cavar una fosa y luego liquidarlo. Rocco rechaza la orden pues él no es un asesino y Pizarro acepta de mala gana su decisión, pero le pide que cuanto hayan terminado de cavar lo avise para que él mismo disfrazado vaya y termine la faena. Se van y Fidelio ha estado viendo la conversación pero no sabe exactamente los planos de Pizarro.


En realidad Fidelio no es un hombre. Es Leonora (soprano dramática) y es la esposa de un noble llamado Florestán, amigo del ministro Don Fernando que ha desparecido misteriosamente. El ministro lo cree muerto, pero ella ha estado investigando y siguiendo el rastro de su marido la han llevado a ese lugar donde Pizarro, está ejerciendo un abuso de poder. Para poder llegar al fondo del asunto, se ha disfrazado de un hombre, Fidelio. Preocupada, cree que ese prisionero oculto es su marido y se teme lo peor, pero por otra parte no pierde la esperanza.

Llegan Jaquino y Marcelina, discutiendo una vez más y ven salir a los presos. Al parecer, Fidelio ha convencido a Rocco para que los deje salir a tomar un poco el aire.


Los prisioneros alaban la luz del sol y dan gracias por poder respirar aire fresco. Por su parte, Rocco le dice a Fidelio que esta tarde irán a las prisiones secretas e irán a visitar al prisionero. Leonora le pregunta por él, y Rocco no suelta mucha información, pero al menos sabe que aún está vivo, pese a que apenas le dan de comer o beber. Entra Pizarro, y colérico le echa la bronca a Rocco por haber sacado a los presos a tomar el aire y ordena de inmediato que vuelvan a sus celdas. Fidelio y los demás obedecen con resignación y los presos vuelven a sus celdas con tristeza.

ACTO II

Escena I: Una lúgubre y oscura prisión.


Efectivamente, el prisionero oculto es Florestán, el marido de Leonora. Pese a que apenas le quedan fuerzas, sigue teniendo esperanzas en Dios y piensa que un ángel, con la apariencia de su esposa vendrá para llevarlo al paraíso. Se desmaya.

Entran Rocco y Fidelio con dos palas y se disponen a cavar. Fidelio intenta averiguar la identidad del prisionero, pero dada a la poca luz que hay no lo logra. Mientras están cavando, Florestán se despierta y al pedirle algo de agua a Rocco, Leonora por fin reconoce a su marido. Hablan con él y Leonora le da un poco de pan que tenía en el bolsillo. Rocco acepta que se lo de porque sabe que le queda poco tiempo de vida. Rocco avisa a Pizarro y éste aparece y le piden que los deje solos, Rocco y Leonora obedecen, aunque ella luego se escoden para ver qué es lo que Pizarro va a hacer.


Pizarro le revela a Florestán su identidad y proclama su venganza por lo que él le hizo en el pasado. Saca una daga y un cuando está a punto de apuñalarle, Fidelio se pone delante y revela su verdadera identidad ante el asombro de todos los presentes. Amenaza a Pizarro con una pistola y entre tanto suenan las trompetas anunciado la llegada del ministro. Entran Jaquino, acompañado por unos soldados buscando a Pizarro, ya que el ministro quiere verle. Pizarro se va jurando venganza y se quedan solos Florestán y Leonora felices de estar otra vez juntos.

 

Entra Rocco y les dice que el ministro ha pedido ver a todos los prisioneros y dado que él es el único que no está en la lista, Pizarro va a tener que dar muchas explicaciones. Florestán y Leonora lo acompañan, dispuesta a que por fin se haga justicia.

Aunque no figura como parte del libreto original, en algunas montajes y siguiendo una costumbre que puso de moda el compositor y director de orquesta Gustav Mahler se interpreta en este momento de la obra la Obertura Leonore 3, a modo de intermezzo.


Escena II: El patio de la cárcel.

Tanto los prisioneros como sus familiares están reunidos allí, bajo la atenta mirada del ministro Don Fernando (bajo), quien por orden del rey, ha concedido la liberación a todos los presos. Asombrado, ve a Florestán, a quien él creía muerto y Rocco le cuenta el intenta de asesinato de Pizarro y cómo Leonora ha salvado a su marido pasándose por un chico a quien él quería que fuese su yerno, para asombro de la pobre Marcelina, que hasta ahora no lo sabía. Don Fernando ordena que le quiten a Florestán sus cadenas, cosa que la misma Leonora hace y ordena que encierren a Pizarro.


Leonora demuestra a todos que el verdadero amor es más fuerte que el miedo y todos se unen en un único canto alabando a la valiente esposa.

miércoles, 13 de junio de 2018

Una rebelde sin causa: Manon (Lescaut) de Massenet y Puccini III


ANÁLISIS

"Y ésta es la historia de Manon, de Manon Lescaut" Con esas palabras finalizaba la ópera de Massenet y también la empezaba cuando la joven aspirante a monja hablaba con un estudiante, el caballero Des Grieux, un joven de buena familia que queda prendado de su belleza.

Es interesante ver cómo una misma historia puede ser interpretada bajo diferentes puntos de vista y que ésta sea totalmente nueva aunque, en el fondo, sea lo mismo. Mi encuentro con Manon, viene de de lejos, primero con Puccini y luego Massenet. Aunque en realidad fue más bien al revés.

Me explico: Fue con Puccini porque tengo una cinta de Monserrat Caballé cuya última pista de la cara B era un dúo de esa ópera con Plácido Domingo (sí, el Tu, tu, amore tu?). También en casa de mi abuela, teníamos la novela original Prévost, la  cual la he terminado de leer hace poco, en gran parte motivado por analizar esta ópera. Obviamente, con el tiempo acabé olvidando a Puccini y la versión de Massenet la conocí por un día el que en el telediario dijeron que Ainhoa Arteta iba a cantar esa ópera (y creo que era la primera vez que debutaba en el rol) en el Teatro Arriaga de Bilbao. Y me hubiese gustado ir (más que nada porque allí tengo familia) pero al final por las circunstancias no pudo ser. El caso es que me llamó la atención la música del anuncio y entones siempre tuve interés por la Manon de Massenet (y me olvidé por completo de Puccini) Ya fue con la llegada de Internet que tuve acceso a la obra y pude por fin escucharla, la cual me gustó bastante debido a lo alegre y desenfadado de las melodías. Incluso hasta tuve la suerte de verla en directo en la Bastilla.

Por otra parte, la de la Puccini volví a saber de ella gracias a un cd de María Callas que cogí de la biblioteca y venia un aria de esa obra (concretamente Sola, perduta, abandonatta) la cual me sorprendió enormemente. A día de hoy aún no he tenido la suerte de ver la ópera en directo.

En cualquier caso, en ambas versiones toda la trama se basa en la tumultuosa relación entre Manon y Des Grieux. Una pareja destinada a no entenderse, porque ambos persiguen objetivos distintos.

Manon es una joven que no se conforma con poco. Lo quiere todo y no es capaz de establecer prioridades en su vida. Tanto en Massenet como en Puccini nos muestran en un principio a una tímida joven aspirante a monja pero que va en contra de su voluntad, ya que lo que a ella le atrae es el lujo y la popularidad. Eso lo vemos más claramente en Massenet que en Puccini, ya que Massenet nos muestra la tierna relación que tenía con Des Grieux en el pequeño apartamento parisino, mientras que Puccini, ya nos muestra a una Manon que ya ha abandonado a su amante. Resumiendo la trama de las dos versiones, quedaría algo así.

Massenet: Acto I = Puccini Acto I
Massenet Acto II = Ausente en Puccini
Massenet Acto III = Puccini Acto II
Massenet Acto IV = Final del Acto II en Puccini (localización distinta)
Massenet Acto V= Puccini Acto III
Puccini Acto IV = Final del acto V de Massenet pero distinta localización.

Si nos fijamos en este pequeño cuadro, Puccini es mucho más conciso que Massenet y se permite ese lujo precisamente porque daba por hecho que la gran mayoría de sus espectadores ya habrían leído la novela original y podrían perfectamente cubrir las lagunas que la ópera no explica y centrándose en aquellas escenas que le resultaban teatralmente más interesantes. No obstante su retrato es similar al de Massenet. Mientras que Massenet aprovecha el primer cuadro del tercer acto para lucir a Manon en toda su grandeza, dándole la gavota y expresando abiertamente su filosofía de disfrutar de los placeres de la vida (un número que recuerda horrorosamente a la cabaletta de Violeta, al final del primer acto de La Traviata de Verdi), Puccini también le hace cantar una gavota pero también la cubre de madrigales (que son más de tradición italiana.)

En ambas, Manon se da cuenta demasiado tarde de lo que verdaderamente importa, y al menos muere en los brazos del único hombre que siempre la ha querido de verdad. Este descubrimiento, en Massenet es más liviano, ya que muere antes de ser deportada al Nuevo Mundo. En este punto, Puccini es más fiel a Prévost, ya que de acuerdo a la novela, Manon muere en América. Personalmente, pienso que Puccini debería haber ampliado un poco el acto IV y haber introducido un cuadro que nos mostrara la vida de la pareja en Nueva Orleans, y el posterior duelo entre Des Grieux y el hijo del alcalde, lo que provocaría la huida de la pareja.

Por su parte Des Grieux es bastante similar en ambos compositores. Un pobre hombre que se enamora sinceramente de una chica a quien el amor en un principio no es su prioridad. Si Des Grieux hubiera sido rico, no habría tenido tantos problemas con Manon. Pero no es así.  Des Grieux estuvo a punto de ordenarse sacerdote para superar el abandono de Manon, algo que vemos en Massenet y toda su discusión con ella en Saint-Sulspice. Puccini en cambio, nos muestra esa escena en el apartamento de Geronte (Guillot en Massenet) quien al descubrirlo, los delatará a la policía. Al menos Des Grieux tiene la suerte de vivir algún que otro momento feliz con Manon, mientras que Puccini, salvo en el primer acto, todos los dúos que tiene la pareja son totalmente dramáticos: la disputa, la despedida en el puerto y por último todo el acto IV, cuando están perdidos en mitad de ninguna parte.

En cuanto al resto de los personajes, el único que es inédito en Massenet es el padre de Des Grieux, que aparece en la novela, pero que Puccini, por motivos dramáticos omite totalmente. Tampoco en Massenet es gran cosa, actúa por el bien de su hijo y trata por todos los medios de llevarle por el buen camino.

A efectos musicales sería muy atrevido por mi parte decir cuál es mejor, ya que nos encontramos con dos estilos muy diferentes entre sí. La versión de Massenet es más desenfadada y divertida, aunque el final sea trágico. Puccini en cambio es más épico y más desgarrador. Depende del ánimo que se tenga, yo disfruto ambas por igual.

Como curiosidad, he de añadir que John Williams se inspiró en Puccini para componer la banda sonora de la Guerra de las Galaxias, concretamente en el tema de Luke Skywalker:


La similitud la encontramos en una parte del Intermedio. En el vídeo de a continuación a partir del minuto 4.25, prácticamente casi al final:


Personalmente no voy a decir que Williams plagió a Puccini, pero la influencia de esta obra en él es evidente.

De esta ópera podemos aprender varias cosas:
- El dinero no da la felicidad, pero... ayuda bastante.
- Cuidado con las apuestas.
- A veces nos damos cuenta demasiado tarde de lo que verdaderamente importa. 

GRABACIONES

CD 



Quizás no sea ésta la mejor versión del mercado, pero es la más reciente y aunque no soy muy fan de Alagna, he de reconocer que no le va mal el papel. La dirección de Pappano es correcta y a Gheorgiu, la encuentra cómoda.

Al igual que en el caso anterior, también tomo una versión reciente para Puccini. Eyvazov (marido de la soprano Anna Netrebko) tiene muchos haters. Yo lo he visto en directo en el papel de Manrico (Il Trovatore) y para mí no es un mal tenor. No es excepcional (y en esta grabación tampoco es que destaque mucho) pero tampoco desentona. Netrebko, por su parte está realmente bien, así que esta grabación la recomiendo sobre todo para los fans de la soprano rusa (como yo)

 Ahora bien, tirando de una versión más viejuna (o vintaje) tirar de la grabación de Callas es un acierto seguro y además teniendo en cuenta que ha sido recientemente remasterizada no sería mala idea para tenerla como grabación de referencia. Yo no la tengo aún, pero la tengo en mi lista de compras pendientes.

DVD
 Este montaje me gusta especialmente. Ambientada en los años cincuenta, muestra una joven Netrebko y a Villazón en plenas facultades vocales. La dirección de Barenboim es soberbia. Para mi la mejor Manon del mercado.

Otro montaje a tener en cuenta es el que hizo Mcvicar para el Liceu de Barcelona. Aquí contamos con Natalie Dessay en el papel de Manon, el cual le va bastante bien. La única pega que yo le pongo es que el decorado es bastante monótono, pero al menos es fiel a la época original. Villazón sigue con su buen hacer, pero creo que conecta mejor con Netrebko.

 Para la versión de Puccini elegí este montaje por el tirón de Kaufmann. Y sinceramente, si no eres fan del tenor, yo no lo recomiendo porque la puesta en escena es bastante fea y además tiene subtítulos en español. Eso sí, tanto Opolais como la dirección es buena.

Éste, por otra parte, es un montaje de referencia. Para empezar, la puesta en escena es la tradicional, con lo cual, para una primera audición de la obra lo hace más que conveniente. Muti dirige la orquesta con bastante solidez y Ghulegina, es una Manon con bastante fuerza. También podemos ver a un jovencito José Cura haciendo de Des Grieux. No soy especialmente fan de este tenor, pero hace bien su trabajo así que no me puedo quejar.

Con esto finalizo por fin esta serie de entradas dedicadas a Manon. Como ya estoy libre de exámenes, supongo que ya podré retomar mi ritmo habitual y volveré a publicar una ópera por semana. La próxima será la única que trate de un compositor genial, simplemente porque sólo escribió una. ¿Que estaríais dispuesto a hacer por salvar al amor de tu vida? Nuestra protagonista, por lo pronto, vestirse de hombre e infiltrarse en una cárcel. Ya os contaré lo que le pasa después.

Nos vemos.

viernes, 1 de junio de 2018

Una rebelde sin causa: Manon Lescaut, de Giacomo Puccini II


Ya hemos visto la historia de Manon desde el punto de vista de Massenet. Unos años más tarde, un pasional italiano quiso contar su historia bajo su punto de vista.

Manon Lescaut es una ópera en cuatro actos, con música de Giacomo Puccini y un libreto compuesto por un equipo de ocho personas, estrenada en el Teatro Regio de Turín, el 1 de Febrero de 1893.

Tiene un duración de 130 minutos (Dos horas y diez minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

En 1889, Puccini todavía no había terminado de despegar en el mundo de la ópera. Su primera ópera, Le Villi (Las Vili), tuvo una buena acogida, pero la siguiente, Edgar, no tanto. Así que buscando una buena historia para su tercer trabajo, Puccini se interesó por la novela corta del Ábate Prévost, Manon Lescaut.Su editor, Ricordi, no estaba muy de acuerdo con la decisión, ya que en ese momento aún seguía vigente el gran éxito que Massenet había tenido en París con su versión de Manon, que se había estrenado cinco años antes. Pero el joven de 30 años, pensaba que eso no era un impedimento para poder poner música a una heroína en la que él creía y como él decía: "Massenet sintió a Manon como un francés llena de minuetos. Yo la sentiré como un italiano, llena de una pasión desesperada".
Dicho y hecho, se puso a manos a la obra y el libreto fue compuesto por el propio Puccini y colaboraron en él, su editor Gulio Ricordi, Luigi Illica, Marco Praga, Domenico Oliva, Giuseppe Giacosa, Giuseppe Adami y también su amigo de por aquel entonces, el compositor Ruggero Leoncavallo. El orden de colaboración no es cronológico, pero es uno de los pocos casos, por no decir el único que tanta gente colabora en una ópera, aunque no a la vez, ya que cada cual fue tomando y abandonado el proyecto por diversas razones. En todo caso, la ópera resultó ser un gran éxito y fue el punto de partida para la meteórica carrera de sucesivos éxitos que Puccini tendría en el futuro y que hoy en día sea un compositor tan presente en todos los teatros del mundo.

ARGUMENTO

La acción transcurre en Francia y en Luisiana, Estados Unidos, en el siglo XVIII

ACTO I
Una plaza junto a la Puerta de París en Amiens

Es de noche y Edmundo (tenor) junto a sus amigos, un grupo de estudiantes se divierte en la terraza de una taberna bebiendo e intentado ligar con toda muchacha que se le ponga a tiro. Aparece el caballero Des Grieux (tenor lírico-spinto) y pese a que Edmundo le pide que se una ellos, Des Grieux no parece estar de humor.  Llega un carruaje de Arrás y de él descienden tres personas: Geronte de Ravoir, el tesorero real y un hombre mayor (bajo), Lescaut, un joven soldado (barítono) y su hermana, Manon (Soprano lírico-spinto). Al verla, Des Grieux se siente atraído por ella e inicia una conversación por la cual se entera que Manon va de camino a un convento. Des Grieux está en contra y la cita para poder charlar más tranquilamente y trazar un plan para poder librarla de su destino. Lescaut llama a su hermana y se queda Des Grieux solo, y en ese momento admite que está enamorado.

 
Al oír eso, Edmundo le felicita pero al caballero no hace gracia. Por otra parte, Geronte y Lescaut están jugando a las cartas y ambos hablan sobre Manon y lo terrible que una joven tan bella se meta a monja. Como Geronte tiene dinero, piensa raptar a Manon y llevársela a París, y para ello contrata a un carruaje para que sea ocupado por un hombre y una bella joven. Edmundo se entera de todo esto y se lo dice a Des Grieux. El caballero logra quedar con Manon, le declara su amor y la convence para fugarse juntos a París. La muchacha le hace caso y ambos se van el carruaje de Geronte.

Geronte va a buscar con Lescaut el carruaje pero éste ya se ha ido y se siente frustrado porque sus planes han fracasado. No obstante, Lescaut le propone seguir el carruaje hasta París y le confiesa que no se preocupe: Conociendo el carácter frívolo de su hermana, esa relación no durará mucho, ya que ella prefiere una vida de lujos.

ACTO II
Salón en el palacio de Geronte en París

Manon ha abandonado a Des Grieux cuando se quedaron sin dinero para convertirse en la amante de Geronte. Ella se encuentra en su casa, lujosamente vestida y está siendo atendida por el peluquero cuando llega su hermano a visitarla. Le confiesa que pese a que Geronte le concede todos sus caprichos, se aburre y que echa de menos a Des Grieux y el tiempo que pasaron juntos.


Lescaut le dice que se ha hecho amigo de Des Grieux y le comenta a su hermana que está desesperado desde que lo abandonó y ahora se ha hecho cazador de fortunas para poder tener el dinero suficiente para poder reconquistarla. Entre tanto, llega Geronte con un grupo de músicos para entretener a Manon y cantan madrigales, bailan un minueto y Manon canta una gavota.

 
Manon propone trasladar la diversión fuera del palacio y Lescaut, al ver a su hermana triste decide ir en busca de Des Grieux. Éste finalmente aparece y la pareja discute acaloradamente, pero al final acaban por reconocer que aún se quieren y terminan fundiéndose en un apasionado beso.


Geronte les sorprende y le reprocha a Manon todo lo que él ha hecho por ella, pero la joven le responde que como él es viejo jamás podrá inspirarle amor. Geronte sonríe y se va, pero jura volver. La pareja se alegra, sobre todo Manon por poder librarse del viejo. Llega Lescaut y les aconseja que se vayan de la casa inmediatamente, pero a Manon le entra dudas ya que no quiere dejar sus joyas ni sus vestidos. Finalmente, acaba por coger unas joyas y justo cuando la pareja va a irse, entra Geronte con la policía, pues el viejo la ha denunciado por ejercer la prostitución. La policía se lleva arrestada a Manon.

Mediante un intermedio sinfónico, Manon ha sido declarada culpable y como castigo va a ser deportada al Nuevo Mundo. Des Grieux la sigue hasta el puerto de Le Havre.

ACTO III
El puerto de Le Havre

Es de noche. Des Grieux y Lescaut se encuentran cerca del barracón donde tienen a Manon encerrada junto a las otras prostitutas que van a ser deportadas. Lescaut soborna a uno de los guardas para que Des Grieux pueda verla. Intentan rescatarla pero fracasan.

 
Llega la hora de la deportación y los guardas van llamando a las chicas para que embarquen y el pueblo que está por allí viendo la situación se burlan de ellas. Cuando llega el turno de Manon, Des Grieux le pide al capitán que le deje embarcar y es tan convincente que acepta para mayor alegría de la pareja. Y juntos se van a Lusiana.

ACTO IV
Una inmensa llanura en las afueras de Nueva Orleans

Debido a un duelo que ha tenido Des Grieux con el hijo del gobernador de Nueva Orleans, la pareja se ha dado a la fuga y se encuentran de camino a la colonia inglesa. Manon está tremendamente agotada y en momento, le pide a Des Grieux que paren un momento. Éste aprovecha para irse a buscar agua. Manon está  agotada y siente que ya no le quedan fuerzas para seguir adelante. Sola, reflexiona sobre su vida y el mal que le ha causado su belleza.

Llega Des Grieux, con las manos vacías. Manon está enferma y siente que su vida está próxima a su fin.

Manon se refugia en los brazos de Des Grieux y rememora sus felices momentos junto a él. Le pide perdón por haberle sido infiel y le reconforta diciéndole que su amor por él jamás morirá. Diciendo ésto, Manon muere, dejando a Des Grieux solo y desesperado.