jueves, 19 de diciembre de 2019

Alegrémonos todos: Oratorio de Navidad, de Bach


Como en otros años cuando estamos en diciembre me gusta comentar obras de carácter navideño. Esta vez le toca a una obra a la que le tengo un cariño especial.

El Oratorio de Navidad (Weihnachts-Oratorium) es un conjunto de seis cantatas compuestas por Johann Sebastian Bach y libreto de Christian Friedrich Henrici "Piccander", estrenada en la Iglesia de San Nicolás y en la de Santo Tomás de Leipzig el 25, 26, 27 de diciembre de 1734 y el 1, 2 y 6 de enero de 1735.

La duración total es de 150 minutos (dos horas y media aproximadamente.)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Como un trabajo de rutina, Bach compuso una serie de cantatas para las fiestas de 1734 y para el año siguiente, estrenándose algunas primero en la iglesia de San Nicolás por la mañana  y luego en Santo Tomás por la tarde o viceversa, aunque sólo la iglesia de San Nicolás que es la que veis en la foto, fue la que acogió todas las partes. Él mismo en la partitura original, así como en el libreto, las denominó Oratorio, si bien estaban pensadas no para ser interpretadas todas a la vez sino cada una para un día concreto. Esta práctica, al parecer, era bastante habitual en Alemania.


La música la recicló de otras cantatas seculares  que había compuesto previamente, concretamente la 213, la 214 y la 215, menos para la sexta parte que tomó como base una cantata religiosa hoy en día perdida. Para la reelaboración de los textos, se supone que Bach contó con la ayuda de Picander, un libretista con quien colaboraba habitualmente, pero es algo que no está del todo confirmado.

La serie de cantatas se interpretaron también en años posteriores en los seis días programados hasta caer en el olvido, siendo 1744 y 1745 las últimas fechas conocidas. Tendríamos que esperar hasta el 17 de diciembre de 1857 cuando se volvieron a interpretar de nuevo, esta vez todas juntas en la Singakademie de Berlín. Después volvió a caer en el olvido hasta la segunda mitad del siglo XX con el redescubrimiento del barroco y a partir de entonces el oratorio ocupa el lugar que le merece. 

ANÁLISIS Y ESTRUCTURA DE LA OBRA

Como ya he comentado antes, Bach organizó las cantatas para que se interpretaran en seis días señalados y cada uno ofrecía un sermón o un suceso narrativo en concreto. Luego él mismo las juntó y las llamó Oratorio. Todas tienen una estructura parecida, se abre con un coro inicial que da paso a los sermones del Evangelista interpretado por un tenor que narra las Escrituras, en este caso aquellas relacionadas con la Natividad. Entre tanto se intercalan corales de la tradición luterana, así como diversos recitativos y arias, interpretadas por solistas (ya sean tenor, soprano contralto o bajo) que hacen una reflexión poética sobre el sermón, para finalmente concluir con un coral. Cabe señalar que cada cantata recibe el nombre del primer número que la abre:

PARTE I:  Para el primer día de Navidad (25 de diciembre). Jauchzet, Frohlocket, auf, preiset die Tage. (Alegraos, recocijaos, alabad este día.)



Con el sonido de la percusión y los metales, se inicia de forma triunfal un primer coro en Re mayor cuya música Bach la tomó de la cantata 214 y que fue escrita en honor al cumpleaños de la Reina de Polonia Maria Josefa.
Esta parte narra el nacimiento de Jesús. Estos hechos nos lo narra el Evangelista mediante unos cortos recitativos acompañados por un bajo continuo, lo habitual en el barroco. La cantata incluye también un aria para contralto, otra para la soprano y una para el bajo.


Se cierra con con un coral también en Re mayor, cuya melodía original fue compuesta por Lutero en 1539.

PARTE II: Para el segunda día de Navidad (26 de diciembre.) Und es waren die Hirten in derselben Gegend auf dem Felde. (Y cerca estaban los pastores en su propio campo.)

En esta parte Bach se centra en la Anunciación a los pastores, tal y como se narra en el Evangelio según San Lucas. A diferencia de la anterior y del resto de las demás partes, ésta no se inicia con un canto de entrada sino con un preludio instrumental en Sol mayor, siendo las grandes protagonistas las flautas. Esta cantata es de carácter bucólico y pastoril.
Incluye un aria para tenor con amplios pasajes de coloratura en Mi menor y un aria para la contralto que representaría a la Virgen María cantando una nana a su Niño.


El punto culminante lo encontramos en un coro de ángeles que alaba a Dios y desea la paz a los hombres de buena voluntad.


Al igual que el anterior, la cantata se cierra con otro coral donde las flautas tienen un gran protagonismo. De las seis cantatas, ésta es la más larga de las tres. 

PARTE III: Para el tercer día de Navidad (27 de diciembre.) Herrscher des Himmels, erhöre das Lallen. (Señor de los cielos, atiende nuestras súplicas.)


Al igual que en la primera parte, volvemos con un coro en Re mayor también reciclado de la misma cantata del cumpleaños de la Reina María Josefa. El hecho que narra esta cantata es la adoración de los pastores. Un breve coro en La mayor interpretan las intenciones de los pastores de ir a Belén para adorar al niño.


Nos encontramos también con un dúo de la soprano y el bajo, así como un aria de la contralto que expresa los sentimientos de la Virgen María. Tras terminar la adoración al Niño, los pastores expresan su fervor en un coral en Fa sostenido menor, que es la escala menor relativa al La mayor creando un contraste entre la curiosidad inicial y la seriedad del momento.


La cantata se cierra de nuevo entonando el coro inicial, hecho que sólo sucede en esta parte.


PARTE IV: Para el día de año nuevo (1 de enero, fiesta de la circuncisión de Jesús). Fallt mit Danken, fallt mit Loben. (Arrodillaos en agradecimiento, arrodillaos en alabanza.)

En esta parte se centra en el nombre de Jesús y su adoración. El coro de entrada está escrito en Fa mayor, y fue utilizado para la cantata 213 con motivo de la celebración del onceavo cumpleaños del prínicpe Federico de Sajonia. Es una cantata bastante calmada y reflexiva.


Incluye un aria para soprano con eco interpretado por una segunda soprano, tomada de la cantata profana 213 y que es introducida por un solo de oboe. Como es habitual se cierra la cantata con un coral escrito en la misma tonalidad que el coro de apertura. Esta cantata es también la más corta del ciclo. 

PARTE V: Para el primer domingo del año. Ehre sei dir, Gott, gesungen. (Alabado sea Dios, te cantamos.)


Esta cantata narra la llegada de los reyes magos a Jerusalén y su entrevista con Herodes. Se inicia con un festivo coro original en La mayor, aunque hay una parte que modula a su escala menor relativa (Fa sostenido menor). Al igual que el coro inicial de la primera parte, éste también es un coro da capo. Incluye un coral cuya melodía Bach la basó en otro que compuso para la Pasión según San Marcos.


Destaca también un terzetto a cargo de la soprano, el tenor y la contralto en Sí menor.


PARTE VI: Para el día de la epifanía (seis de enero.) Herr, wenn die stolze Feinde schnauben. (Señor, cuando los orgullosos enemigos resoplen.)


Llegamos a la última cantata del ciclo donde se centra en la adoración de los Reyes al niño Jesús, así como la traición de Herodes.  Al igual que en la primera cantata, se inicia con un coro triunfal en Re mayor, y también en el mismo ritmo (3/8). Incluye un aria para tenor en Si menor, así como otra para soprano en La mayor.

 

Curiosamente, la cantata se cierra también con un coral en Re mayor que Bach utilizó hasta en seis ocasiones en la Pasíon según San Mateo.



Sin embargo, ese coral que en la Pasión aparece en Re menor,  aquí en cambio se muestra en una tonalidad mayor, acompañado de las trompetas a modo de triunfo. Y es que para Bach, la clave de la Natividad es que nace el Redentor, aquel años más tarde moriría por nuestros pecados. Es el resumen de todo lo acontecido en las jornadas anteriores.

Como se puede observar, existe un grado de conexión entre la seis cantantas. Bach emplea en tres de ellas la tonalidad de Re mayor, brillante, alegre y triunfal, siendo ésta la que abre y cierra el ciclo. Luego se va moviendo por tonalidades vecinas, como son la de La y la de Sol, siendo la Cuarta Parte la que se aleja un poco del ciclo, pero puede ser debido a que el material de la cantata de origen estuviera escrita en esa tonalidad. En cualquier caso, estamos ante una de las obras más importantes que Bach compuso y un gran ejemplo de la música de parodia.

A nivel personal es una obra que me fascina enormemente. Primero es la primera obra que he cantado en una coral, al menos lo que son las tres primeras cantatas. La dificultad para una persona que en mi caso no ha cantado en su vida, salvo en contadas ocasiones y como ejercicios de entonación en clases de solfeo es alta, comparable a pedirle a alguien que tiene un nivel bajo de inglés, se aprenda el Hamlet de Shakespeare en versión original. Igual no tanto, pero es mi sensación. A pesar de todo, la música de Bach te llena por completo cuando la estudias y la interpretas y fue una experiencia abrumadora cantar parte de este oratorio y dar a conocer al público esta obra que sin duda está presente en los conciertos de Navidad de muchas ciudades del mundo.

GRABACIONES

CD
Existen varias grabaciones de esta obra y tampoco las he escuchado todas, pero en mi colección poseo dos. Ésta en concreto fue la segunda y para mí es la grabación de referencia ya que Gardiner marca muy bien los tempos, no resulta muy lenta y además es bastante expresiva.A nivel vocal tantos los solistas como el coro Monteverdi están muy bien. Esta grabación fue la que usé para aprenderme el oratorio aparte de leer las partituras y usar midis de refuerzo.

Ésta por otra parte, fue la primera que compré sobre todo motivado por el precio, porque no llegaba a los diez euros. Es una edición económica y por tanto no tiene libreto. Es un poco más lenta que el anterior, pero no obstante es también una grabación bastante digna. A diferencia de la anterior, aquí las arias de la contralto son interpretadas por un contratenor Michael Chance.

DVD



Dado que me gustó tanto la grabación de Gardiner, vi que también había una versión en directo, así que lo adquirí. En realidad tengo la versión en Blu-ray, ya que era más barata. Salvo el equipo de solistas, que es totalmente distinto al de cd, la forma de ejecutarlo es similar y por tanto francamente buena. Incluye además dos documentales sobre Gardiner y el oratorio. La única pega es que no tiene subtítulos al español, pero sí en coreano. Vete tú a saber el porqué.


Guardado en una estantería, tenía este dvd que venía en la primera entrega de un coleccionable de fascículos de obras de música clásica junto a un concierto de año nuevo. Es una grabación viejuna de Harnoncourt que usa niños en vez de mujeres para ser más fiel a la época de Bach. Ese detalle es interesante, pues cambia totalmente el sonido. La única pega es que es demasiado lento y puede resultar muy aburrido escucharlo.

En fin, si alguno ha llegado hasta aquí gracias por su paciencia. Ya os dejo hasta el mes que viene, que entramos en un nuevo año y volveré de nuevo con la ópera, esta vez con un compositor nuevo y de temática infantil.

Que paséis felices fiestas y buena entrada de año.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Un buen disfraz: El conde Ory, de Rossini II


ANÁLISIS

Rossini escribió 39 óperas. Es curioso que si observamos el listado, 14 pertenecerían al género cómico, mientras que el resto serían serias o semiserias. En cualquier caso, Rossini pensaba que era en el campo de la ópera buffa donde se movía mejor, y así fue pues actualmente lo conocemos principalmente por este género.

En el caso de Ory, es una obra que en su día resultó algo escandalosa sobre todo en Italia, que eran más reservados a la hora de tratar ciertos temas y pese a la calidad de la música, no veían con muy buenos ojos el hecho que un libertino se vistiese de monja.

En cualquier caso, nos encontramos ante una obra realmente divertida, donde la gracia está principalmente en el héroe. O mejor dicho, el anti héroe porque todo le sale mal. Ory no deja de ser una especie de parodia de Don Juan, quien también se disfrazaba para alcanzar sus conquistas amorosas, pero en su caso sí tenía éxito. También cabe señalar que Ory hace lo que hace porque es un noble que se debe aburrir mucho y le encanta pasárselo bien. Sin embargo, al tener detrás a su tutor y a Isolier, que están a sus servicios, fracasa porque estos dos personajes tratan de llevarlo por el buen camino. Sería un poco su "Pepito Grillo".Pese a todo, Ory no resulta ser un personaje que la audiencia pueda llegar a odiar, como podrían ser el propio Don Giovanni o el Duque de Mantua. Al contrario, es simpático ver cómo se las arregla con planes intrincados para tratar de obtener lo que quiere y más satisfactorio es ver cómo fracasa en el intento.

Como también pasa en muchas óperas de Rossini, esta vez la prima donna no se enamora del tenor, sino de la contralto (o la mezzo) que en este caso sería Isolier. Es destacable que en el trío final, la confusión de Ory que seduce a Isolier pensando que es la Condesa, sólo resultaría creíble si Isolier tuviese una voz parecida, y teniendo en cuenta que los castrattis ya no se utilizaban (y menos en Francia) no había más opción que fuera interpretado por una mujer. Así pues, tenemos en el trío final una de las mejores piezas que ha escrito Rossini llena de doble sentido y que no es fácil de interpretar.

Los dos roles que siguen en importancia a Ory son sin duda Isolier y la Condesa. Isolier vendría a ser el antagonista, ya que el Tutor boicotea a su pupilo en el primer acto, descubriendo su disfraz, pero actúa como conciencia en el segundo, vistiéndose también de monja para controlarlo pero no lo boicotea, siendo en este caso Isolier el que lo desenmascara, ya que tanto él como Ory comparten interés amoroso (o sexual diría yo). Isolier tampoco es que sea un ejemplo de moral, puesto que la idea de vestirse de monja para entrar en el castillo de la Condesa fue suya, pero cuenta con la ventaja de ser correspondido.

En cualquier caso, en esta ópera Rossini no pretendía dar una lección de moral ni nada por el estilo sino simplemente divertir al público. En lo que se refiere al apartado musical, como ya he explicado antes gran parte de la obra está reciclada y adaptada, siendo por ejemplo el final del acto I, el cual está tomado del gran concertante a catorce voces que compuso para Il viaggio a Reims. También cabe destacar la breve obertura que en lugar de terminar con un crescendo, lo hace con las cuerdas en pizzicato lo que le da como un toque de misterio o de burlón a la obra. El resto de números como ya estamos acostumbrados no decepcionan, arias elegantes plagadas de notas agudas y una música muy pegadiza (sobre todo el coro de "monjas" del acto II", un brindis bastante canalla.)

En definitiva una ópera que no he tenido la suerte de verla en directo pero que es un espectáculo divertido si hace bien y si se cuenta con el material humano necesario para llevarla a cabo.

De esta ópera aprendemos un par de cosas:

- No te fíes de los charlatanes de feria.
- Ten cuidado a quien le haces favores, hay que gente que le das la mano y te cogen el brazo entero...

GRABACIONES

CD

Actualmente no hay muchas grabaciones en catálogo y ésta es quizás la más reciente de todas o al menos de la que yo tengo conocimiento (y es de 2010). Como Juan Diego Flórez es el tenor belcantista por excelencia, ni qué decir que su labor como Ory es soberbia, al igual que el resto del reparto. Es una grabación en vivo, pero está muy tomada y la dirección de Cobos es excelente. Sin duda es mi registro de referencia.


DVD
 
 Por otra parte en el mercado audiovisual tenemos más donde elegir. Éste montaje lo vi en el canal Mezzo y es realmente gracioso. Camarena no tiene nada que envidiarle a Flórez en el papel y tenemos a Bartoli como la Condesa que si bien el papel es para una soprano, ella lo borda igualmente. La puesta en escena es algo moderna (estaría ambientada en los años 40 más o menos) pero es tremendamente efectiva y llena de humor. Eso sí, la versión en dvd creo que no lleva los subtítulos en castellano. De todas formas es una buena referencia.



Aunque personalmente yo prefiero este montaje del Metropolitan teniendo a Flórez como protagonista y a Didonato como Isolier. Damrau está muy bien como la Condesa y la puesta en escena es más clásica al libreto pero no por ello es menos aburrida. También tiene una buena toma de sonido y en este caso sí disponemos de los subtítulos al castellano. De modo que puestos a elegir uno sólo, yo me quedaría con éste.
¡Por fin terminé la entrada! Lo cierto es que estos días he estado bastante atareado y he dejado mis reseñas algo abandonadas. En fin, dejemos a Ory que se lo monte como quiere y yo lo dejo por hoy. Para la próxima entrega, que será entrada única, abordaré una obra religiosa que es bastante apropiada para este tiempo y a la que le estoy dedicando bastante tiempo. Con la ópera ya volveré de nuevo el mes que viene.

Nos vemos.