sábado, 30 de septiembre de 2017

La gitana Infanticida: El Trovador de Verdi. II


ANÁLISIS

Veamos... la verdad es que tampoco recuerdo muy bien cómo conocí esta ópera. Creo que por ahí mi madre o mi padre tenía un vinilo de 45rpm de Mario Lanza y en la Cara A o en la B, no me acuerdo estaba el Di Quella Pira. Y sí, alguien se lo pregunta, también me la se de memoria, aunque no doy el do de pecho. Bueno, ni el do,ni el sí, ni cualquier nota.

Pero creo que sin duda, la conocí cuando la vi representada en el teatro de mi ciudad. Y me enamoró locamente, porque es tan sumamente absurda que en eso radica su genialidad.

El Trovador, en sin duda alguna, pura testosterona romántica. Es el equivalente a las películas de acción. Es más, si a la ópera actualmente pudieras ir con palomitas y refresco, esta es sin duda alguna la ópera perfecta De hecho, antes, en el siglo XIX, la gente iba al teatro como ahora nosotros vamos al cine. Y se comía dentro.

Como comenté, Verdi tenía en mente hacer esta ópera de manera distinta, pero por aquel entonces el público italiano no estaba muy por la labor a obras revolucionarias. Así que, es como si quisiese vengarse, puso todos los elementos románticos juntos, uno detrás de otro y presentándolos todos a la vez como si fuese una parodia del género (la Edad media, la noche, los duelos,los amores imposibles, el asalto a un convento, elementos sobrenaturales...) y a su vez creando una partitura jodidamente difícil de cantar.

Es decir, pese a que la historia es tremendamente rebuscada y poco creíble, Verdi nos presenta unos personajes que realmente caen simpáticos y con su música te entre curiosidad por ver cómo se mueven. Es totalmente indiscutible, que el más relevante de todos, es Azucena, pues es ella la que en cierto modo mueve toda la historia. Hasta el punto, que en un principio, la ópera iba a llamarse "La Gitana" o "La Venganza"pero al final le dejó el titulo original.

Lo de Azucena es de juzgado de guardia. La mujer no sólo tiene la crueldad de querer quemar a un bebé vivo (ríete tú de la bruja roja de Juego de Tronos) sino que además, con la caraja, se confunde y quema al suyo, y criando al otro como si fuese el suyo, con lo cual, vive durante todo ese tiempo con el trauma de criar al niño que ella quiso matar. Pero claro, luego al final de la obra, tiene toda la maldad de decirle al Conde, "¡anda, pues te has cargado a tu hermano! Ahora te jodes, porque tu padre quemó a mi madre, hijo de la gran puta!" Ya me puedo morir tranquila. Resentida hasta el final, porque ya que la capturaron antes,podía haber confesado o haber dicho en plan... "oye, que sé el paradero de tu hermano, que está vivo..." No. Se lo calla porque siente que se tiene que vengar dos veces: por su madre y por el niño suyo que quemó. Por eso deja que Manrico se muera, porque una parte de ella nunca lo quiso como hijo. Sin duda, Azucena es uno de los personajes más retorcidos, pero a la vez, más complejos psicológicamente hablando de toda la historia de la ópera.

Luego tenemos al triángulo amoroso entre Leonora, cuya escena del Miserere ya anticipa lo que Verdi escribiría para Amneris en Aida en la escena del juicio, si bien aquí es de una belleza y una dificultad considerable, y es cuando realmente tomamos en serio a la pobre mujer, porque tampoco es una heroína con muchas luces. Primero nos la presenta como una pava (como todas las heroínas románticas) que se confunde de novio (la Noche la confunde), tiene a dos pretendientes que se dan de hostias por ella (oye, eso no está nada mal, bien para tu ego) sufre de desmayos... pero al final nos demuestra que no es un personaje débil en absoluto. Y es bastante orgullosa y fiel pues prefiere morir antes que entregarse a otro, y lo hace por amor a su trovador. Ya sólo por eso, el personaje tiene todos mis respetos... Bueno, y por toda la primera escena del cuarto acto.

En cuanto a los otros dos... pues son muy planos. Manrico es el héroe romántico por excelencia, con un pasado misterioso, dispuesto a morir por una buena causa y como buen héroe trágico,al final todo le sale mal. Pobre. Y el otro el Conde... pues como todos los barítonos. Obsesionado con Leonora y empeñado en que ésta lo ame pero como ya pasa siempre. No puedes obligar a que te quieran. Y eso es un tema que se va a repetir en muchísimas óperas. Y al final se queda sin hermano y sin novia. Pero con dos castillos. Bueno, menos es nada.

Pese a todo, con estos personajes tan rocambolescos y una historia que gran parte de ella se cuenta entre líneas, Verdi nos presenta una música tremendamente pegadiza desde el minuto uno hasta el final. Predomina la acción por encima del todo. Y es por eso que pese a la gran fumada que es el libreto, la ópera es de las más populares.

Lo que yo he aprendido con esta ópera es lo siguiente:

- Piensa dos veces antes de tomar una decisión. No vaya a ser que la cagues.
- Como en Rigoletto, la venganza no es buena.
- Pero si te vas a vengar, por el amor de Dios, ¡¡MANTÉN A TUS HIJOS AL MARGEN!!

GRABACIONES

CD


Tras ver la ópera en teatro, quise comprar el CD. Estuve dudando entre ésta y una grabación con Plácido Domingo. Al final, me decanté por ésta, porque no sólo tengo a María Callas en una magnífica Leonora, sino que también tenía a Karajan dirigiendo.  Y sin duda, es un buen Trovatore de referencia.
Años más tarde, conseguí esta grabación que venía con una revista. Tampoco está nada mal, es más,Corelli como Manrico me gusta más que Di Stefano. La dirección de Karajan es igual de buena y el resto del reparto sin pegas. 

DVD

 
Éste fue el primer DVD que compré en una versión de coleccionable. Y es horrible. La producción es fea, Eva Marton es muy buena Turandot, pero éste no es su papel en absoluto, suena demasiado fuerte. Pavarotti no está mal, pero no fue su mejor noche y el resto del reparto... justito. Se salva el coro y la orquesta. 


¡Éste es otra cosa! Sin duda un Trovatore de referencia. Una puesta en escena magnífica y preciosa y el equipo de cantantes muy competente. No hay nada que objetar, de comprar sólo uno quedaros con éste.


Y éste es para fans de Anna Netrebko. El papel de Leonora le va que ni pintado a la soprano rusa, y es lo mejor de esta producción aparte del coro y la dirección de Barenboim. La producción es un poco... rara, es como si todos los personajes estuviesen encerrados en un manicomio en una celda de aislamiento, y el estilismo parece sacado de una película de Tim Burton. Aún así, no molesta en exceso. Domingo, como el Conde de Luna, cumple, pero no creo que sea uno de sus mejores roles como barítono. 

Dejamos esta historia turbulenta, para marcharnos a ... Rusia. Sí. Voy a encontrarme con un egocéntrico ventiaeñero que no sabe lo que quiere. A ver qué me cuenta.

viernes, 29 de septiembre de 2017

La gitana infanticida: El Trovador, de Verdi. I


La ópera nos trae historias de diversa índole. Algunas son graciosas, otras son simbólicas, románticas... hay de todo. La que os presento a continuación tiene un poco de todo y es muy, muy espectacular.

Il Trovatore (El trovador) es una ópera de cuatro actos con música de Verdi y libreto de Salvatore Cammarano, estrenada en el Teatro Apollo de Roma el 19 de Enero de 1853.

Tiene una duración de 130 minutos aproximadamente (unas dos horas y diez minutos).

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Tras el éxito que tuvo en Venecia con Rigoletto, Verdi estaba dispuesto una vez más a repetirlo pero esta vez en Nápoles. Así que para su nueva obra decidió ponerle música a la obra de teatro del dramaturgo español Antonio García Gutierrez, (que era de Chiclana de la Frontera), El Trovador.  También del teatro de la Fenizie en Venecia, le encargaron otra ópera, (La Traviata), así que Piave, su libretista habitual estaba ocupado con la obra para Venecia y para la de Nápoles, Verdi llamó a Cammarano, que ya había trabajado con él en Luisa Miller.

Verdi quería hacer la ópera de una manera distinta, fusionando los dos primeros actos en uno sólo e intentando en la medida no hacer una obra de números cerrados, peeero, no era el momento adecuado para hacer experimentos y al final salió lo que salió. No obstante, fue difícil, ya que entre tanto, a Verdi se le murió la madre, tuvo problemas con su suegro, ya que aún no se había casado con su novia y encima estaba conviviendo con ella bajo el mismo techo (y eso, en el siglo XIX era muy inmoral) y encima Cammarano se murió sin terminar del todo el libreto. Así que lo terminó un discípulo suyo y al final la ópera no se estrenó en Nápoles, sino en Roma, eso sí con un exitazo que no veas.
Para Francia, no obstante, le añadieron un ballet y cambiaron un poco la escena final. Pero actualmente, es la versión italiana la que se representa actualmente.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en el norte de España, concretamente, en Aragón y Vizcaya en el siglo XV. Siguiendo las normas del teatro romántico, cada acto tiene su propio título.

ACTO I: El Duelo

Escena I: El cuarto de la guardia del Palacio de la Aljafería en Zaragoza.

El capitán de la guardia, Ferrando (bajo) advierte a sus soldados que estén en alerta, ya que el Conde quiere dar caza a un trovador que ronda por allí todas las noches a su amada Leonora. Para que no se queden dormidos y entretenerlos, les narra lo que le pasó al hermano del conde de Luna actual, García. Resulta que hace algún tiempo (unos dieciséis años) una gitana se pasó por el castillo para echarle la buena ventura a los dos niños que tenía el anterior Conde de Luna. El caso es que la mujer tenía muy malas pintas y al parecer uno de los dos niños enfermó. La nodriza y el Conde dieron por hecho que fue la gitana la que lo hizo, así que la buscaron, la cazaron y la quemaron por bruja.


Pero... no sabían que esa mujer tenía una hija. Así pues, a los pocos días uno de los niños desapareció. Lo buscaron y a los pocos días, encontraron en la misma hoguera  donde habían quemado a la bruja, el cadáver carbonizado de un bebé. Ferrando asegura que se acuerda aún de la cara de esa gitana y que le encantaría darle caza. Hay quien asegura, que la vieja bruja, pese a estar muerta aún vaga convertida en gato negro o en búho. Los soldados la maldicen.

Escena II: El jardín del palacio.

Leonora (soprano dramática de coloratura) le confiesa a su confidente Inés (mezzosoprano) que está enamorada de un misterioso trovador que conoció en la justa y que hace tiempo que no ve. Su amiga le aconseja que lo olvide, pero ella afirma que un amor tan fuerte no se olvida tan fácilmente.


Leonora se retira a sus aposentos, y aparece entonces, el Conde de Luna (barítono) quien está dispuesto a rondarla para declararle su amor. Pero entonces,oye la voz de su rival y se esconde. Leonora al oír la voz de su amado, baja, pero lo confunde con el Conde. Entonces, el Trovador aparece y la chica, al ver que se ha confundido de maromo,se va con el otro. El trovador se presenta como Manrico (Tenor lírico-spinto o dramático) El conde lo reconoce y además es rival político. Le desafía un duelo, Manrico acepta y Leonora intenta impedirlo sin éxito.


ACTO II: La Gitana.

Escena I: Un campamento gitano, en Vizcaya.


Es de día y los gitanos trabajan alegremente en la forja. Todos están contentos, salvo una de ellas, Azucena (mezzosoprano),quien canta una siniestra canción sobre una mujer que fue quemada en una hoguera y al final acaba murmurando unas palabras "Véngame". Manrico, está presente y además es su hijo, pero está intrigado por esas palabras. Así que, cuando los gitanos se van. Manrico le pregunta cuál es la historia que inspiró a esa canción. Azucena, le cuenta que es la historia de su madre, quien fue injustamente quemada y que ella para vengarse, raptó a uno de los hijos de aquel que la mandó quemar,y asesinarlo, quemándolo vivo en la misma hoguera en la cual murió su madre. Pero hubo un pequeño error de cálculo y en vez de quemar al hijo de su enemigo (el hijo del Conde de Luna), lo que hizo fue quemar al suyo propio (Ya le vale...)
Manrico, entonces, descubre que él no es el hijo legítimo. Pero Azucena lo considera como tal. No obstante,Manrico le cuenta que tuvo la oportunidad de matar al conde de Luna, pero que al final, no pudo hacerlo. Llega un mensajero con una carta a Manrico diciendo que el castillo de Castellar (Aragón) ha sido tomado con éxito y que Leonora, creyéndolo muerto, va a meterse a monja. Así que Manrico se va raudo y veloz para impedirlo pese a las quejas de su madre adoptiva.

Escena II: El convento de la Santa Cruz cerca del Castillo de Castellar. 

Es de noche y la luna llena brilla en lo alto. El Conde de Luna también se ha enterado de que Leonora se va a meter a monja y está allí dispuesto a impedirlo, pues adora el brillo que tiene su sonrisa (y otras cosas, me imagino) y además cree que su rival está muerto.


Aparece Leonora, con un séquito de monjas y se despide de su amiga. Dispuesta a ingresar en la orden, el Conde se lo impide y en ese momento también aparece para sorpresa de todos, Manrico y su ejército. Manrico se lleva a Leonora, el resto se quedan luchando y las monjas se refugian en el convento.

ACTO III: El Hijo de la gitana.

Escena I: El campamento del ejército de Luna cerca de Castellar.


Los soldados del Conde de Luna se relajan mientras preparan el asalto al castilo de Castellar. El Conde, no hace más que pensar en Leonora que está en brazos de su rival. Pero pronto la suerte va a cambiarle. Resulta que han encontrado por ahí a una gitana y pensando que era una espía, la han capturando. La trae Ferrando. La gitana, resulta ser Azucena. La interrogan y al decir ella que era de Vizcaya, le hace sospechar que ella podría saber algo de su hermano asesinado. Al final, Ferrando la acaba reconociendo y le dice que fue ella, la que quemó al niño. Azucena protesta y pide ayude a Manrico, su hijo. El conde ve una ocasión perfecta para matar dos pájaros de un tiro.


Escena II: Sala en el interior del Castillo de Castellar.

Manrico le declara su amor a Leonora y la pareja está a punto de casarse. 


Pero justo entonces, aparece su hombre de confianza, Ruiz, diciéndole que Luna ha capturado a su madre que la van a quemar en la hoguera. Manrico pospone la boda y deja a Leonora para salvar a su madre, no sin antes, cantar una de las cabalettas más famosas de toda la historia de la ópera (y que también mola mucho, por cierto)


ACTO IV: El suplicio

Escena I: Un patio de laAljaferia de Zaragoza

El ejercíto del Conde ha ganado la batalla. Ha reconquistado el castillo de Castellar, y han capturado a Manrico. Él está encerrado en lo alto de una torre, junto a su madre y ambos van a ser ejecutados al día siguiente. Leonora ha llegado hasta allí para intentar salvar a su amado. A lo lejos, puede oír la voz de su amado despidíendose de la vida mientras unos monjes rezan por su alma (dando paso a otra de las escenas más espectaculares que tiene la ópera, la escena del Miserere)



Llega el Conde y Leonora intenta convencerle de que le lo libere. Al principio se muestra reacio, pero cuando la joven se ofrece como moneda de cambio acepta. Lo que el Conde no sabe es que, mientras él se apartó de ella unos instantes para dar la orden, ella se toma un veneno que llevaba guardado en su anillo. Así, cuando Manrico sea libre, el conde podrá disponer de Leonora... en cadáver.

Escena II: La prisión.

Manrico y Azucena están encerrados esperando a su hora. Azucena sueña con volver a Vizcaya y su hijo la reconforta, mientras se queda dormida. Llega Leonora con un guarda y le dice a Manrico que es libre de irse, pero cuando le pide que se vaya con él, la chica le rechaza. Entonces, atando cabos, Manrico descubre que Leonora ha decidido entregarse al Conde, cosa que no le hace nada de gracia y acaba insultando a la muchacha.


Leonora protesta, y de repente empieza a sentirse mal. El veneno está empezando a hacer efecto. Manrico se arrepiente por todo lo dicho y ella, le perdona para acabar muriendo poco después en sus brazos. Entonces llega el Conde, y al ver que ella lo ha engañado, manda ejecutar a su hermano. En ese momento, se despierta a Azucena, preguntando por su hijo, y el Conde le contesta que ya se lo han llevado al patíbulo. Azucena, intenta impedirlo, pero tarde, pues el Conde le enseña desde la ventana que lo han matado. Es entonces, cuando la gitana le cuenta la verdad. Manrico era su hermano. ¡Por fin su madre ha sido vengada!

lunes, 25 de septiembre de 2017

El caballero del cisne: Lohengrin, de Richard Wagner. II


ANÁLISIS

Wagner decía que de todas sus óperas, Lohengrin era sin duda la más triste de todas. Y no le faltaba razón. 

Lohengrin es para mí, ante todo, el cuento de un grandísimo fracaso. Lohengrin va a Brabante para ayudar a Elsa de quien se enamora locamente, pero no es libre de poder quererla, pues le ata el pacto con el Grial. Sin ese pacto, él no puede llegar a ser él mismo, pues tiene que ocultarle a su amada lo más básico de él. Y paradójicamente es exactamente lo que él busca: ser amado por sí mismo, sin que importe su linaje o su nombre. En el poema original, lo logra durante mucho más tiempo, llega incluso a tener hijos con Elsa, pero Wagner para dar mayor dramatismo a la historia, hace que Elsa le haga la pregunta (o las preguntas) en plena noche de bodas, algo que parece más lógico. De hecho, es el único momento de toda la ópera en el cual la pareja está a solas, ya que en otros siempre han estado rodeado de todo Brabante.

Y digo que parece más lógico desde el punto de vista de Elsa. Al fin y al cabo, no se la puede culpar por haber hecho las preguntas. Primero, ya estaba algo tocada por todas las acusaciones de Ortrud, personaje inventado por Wagner, que es la antagonista de la historia, no sólo político, pues ella lo que quería es apoderarse de Brabante, sino también religioso, ya que ella aún adora a los viejos dioses. Elsa tenía una fe ciega en su salvador, pero Ortrud le hace ver que no todo es tan magnífico, ya que al no saber quién es, corre el riesgo que su amor no sea tampoco sincero. Alguien que oculta algo, no es de fiar. Y si bien Ortrud, no lo hace con buenas intensiones, desde el punto de vista de Elsa, reconoce que algo de razón tiene.

De aquí llegamos al segundo motivo: la duda y la pérdida de la fe. Elsa agradece de todo corazón que le hayan defendido, pero no sabe a quién agradecérselo. Le ofrece su mano, sus tierras, y aún así, a pesar de todo, siente que no es suficiente. Está enamorada de él, pero no puede entregarse en cuerpo a alguien que le oculta lo más básico de su ser. Esto último, en el tiempo actual, no es algo que nos preocupe mucho. Es probable que en una noche de ligoteo, conozcamos a una persona, nos enrollemos con ella prácticamente porque nos atraiga sexualmente y nos de exactamente igual el saber o no cómo se llama. Pero pensándolo con la cabeza fría, ¿realmente a alguien le gustaría tener una relación formal con alguien a quien ni siquiera sabemos su verdadero nombre o de dónde viene? Pero para estar con alguien como Lohengrin necesitas tener fe en él.

Por eso, Elsa acaba haciéndole las preguntas. Quiere una relación de igual a igual. Este concepto, es algo totalmente moderno, pues siempre se ha supuesto que la mujer ha de ser sometida al hombre. Pero Elsa no es una mujer tan débil como parece. Llegado el momento, es capaz de defenderse sola, y para muestra ahí tenemos la escena de la confrontación entre ella y Ortrud en el segundo Acto. Hasta entonces, habíamos visto una Elsa un tanto pánfila, la joven doncella en apuros. En cuanto Ortrud la ataca a sus valores y ofende a su novio, ella da la cara por él.  Y al no saber las consecuencias, pues está más predispuesta a correr el riesgo.

Por tanto, estamos ante una situación cuya única salida es la separación por ambas partes. Elsa y Lohengrin, por mucho que quieran no pueden estar juntos. Él, es un caballero del Grial y para estar con él, se requiere una fe ciega en él. Ella, no quiere tener a un superhéroe como marido, quiere a un hombre al cual puede amar de igual a igual. Lohengrin triunfa como caballero andante, pero como hombre y amante fracasa estrepitosamente. Elsa fracasa también porque no ha sido capaz de retener a la persona que más quiere. Ortrud y Telramund también fracasan en su intento de apoderarse del ducado de Brabante, aunque bueno, ellos son los malos de la historia así que tampoco es que importe mucho. Y el rey, se queda sin su mejor paladín. Como veis, es una cadena de fracasos, una tras otra. Al único personaje que le sale algo mínimamente bien, es al joven Gottfried, que al menos consigue ser liberado de su maldición, pero se queda con el marrón de tener que liderar un ejército pese a no tener ni zorra idea de cómo hacerlo, porque el que se supone que debería hacerlo, se va. 

Estamos ante una ópera totalmente pesimista. Y desde el punto de vista de la pareja protagonista, es también la más triste de todas las óperas de Wagner: En todas las demás, las parejas, ya sean vivas o muertas, al menos acaban juntas. Pero aquí se les condena a una amarga separación, sin quererlo ambas partes, pero totalmente necesaria, porque de estar juntos, jamás serían felices. Al fin y al cabo, hoy en día estamos rodeados de gente como Lohengrin sin saberlo, y sólo nos damos cuenta de su valor cuando ya se han ido de nuestro lado. ¿Qué podríamos hacer para retenerlos? Simplemente, creer en ellos. Pero vivimos en un mundo en el que los caballeros puros de corazón ya no son necesarios. Y nos quedamos con Ortrud y Telramund, gente capaz de apuñalarte por la espalda y malmeter con tal de conseguir sus objetivos.

Lohengrin no fue la primera ópera de Wagner  que escuché, esa fue La Valquiria. Pero fue la me enseñó a amar a esta compositor del cual soy un gran admirador, pese a la gran fama que cogió por culpa del Nazismo. Es una de las óperas más accesibles de este compositor y la música es tremendamente cautivadora. Afortunadamente, tuve el privilegio de poder verla en directo y hubo partes en la que me saltaron las lágrimas, pese a que la puesta en escena era algo... bueno rara. Pero teniendo en cuenta lo que hacen hoy en día los directores de escena con Wagner, era bastante decente.

De Lohengrin he aprendido a varias cosas.

- No hay que forzar a nadie a revelar sus secretos. Cada cual decide qué quiere contar de su pasado.
- No todo el mundo que te da consejos son amigos tuyos. Hay mucha gente hipócrita por ahí suelta.
- Hay que juzgar a la gente por sus actos y no por sus palabras.

GRABACIONES

CD

Mi primer sueldo que gané con unas prácticas, lo gasté en un pack con las todas las óperas de Wagner que grabó Sir Georg Solti para el sello Decca, (todas salvo El Anillo del Nibelungo) Así que mi Lohengrin de referencia es éste y como para mí es una grabación que me marcó especialmente, no he tenido mucho más interés es comprar otras, si bien por mp3 las he escuchado. Ésta en concreto es bastante equilibrada. A pesar que Domingo no tiene un buen alemán, se le entiende bastante bien y es muy expresivo, a igual que Jessie Norman como Elsa. 

Como alternativa propongo también esta grabación, que es muy alemana y también tiene un reparto muy equilibrado. Aún así, prefiero la grabación de Domingo, me parece más emocionante que ésta.

DVD

Este Lohengrin es el más nuevo que ha salido hasta ahora y tiene el gran atractivo de ver debutar en los dos roles titulares a Anna Netrebko y a Piotr Beczala, cantantes que he tenido el placer de ver en directo, (no juntos y en producciones distintas). La dirección de Thielemann es perfecta y la puesta en escena es vintage y muy coherente con el libreto. Sin duda alguna lo recomiendo.

 

 
Luego tenemos esta puesta en escena, que ya es algo mas complicada de entender haciéndonos entender a Lohengrin como un alter-ego de Wagner. Metafóricamente hablando todo se basa en la construcción de una casa. O algo así, porque no me acuerdo muy bien. En cualquier caso, la pareja protagonista, yo diría que es algo mejor que en el DVD anterior, pero la puesta en escena es algo rara. 
Éste fue mi primer DVD. A nivel musical es inmejorable, ya que tenemos a Domingo en el papel titular, a Studer como Elsa y a Claudio Abbado en la dirección. Lo que pasa es que es algo viejuno, la calidad de imagen no es muy buena y es una producción bastante oscura, pese a que es bastante correcta a nivel escénico. 

 
Éste en concreto, también es algo viejuno y tiene la particularidad de haber sido grabado en el Festival de Bayreuth, en el teatro que Wagner construyó para que se escenificaran su obras. Como actualmente en ese teatro las puestas en escena son una ida de olla impresionante, es raro ver una producción "normal". No tengo este DVD en concreto, pero lo he visto y está bastante bien. Así que tampoco sería una mala opción. Pero de escoger sólo uno, me quedaría con el primero. 

Dejamos Brabante y para la próxima nos vamos a Zaragoza. Sí, volvemos a España, donde hay una gitana loca que va por ahí quemando niños. Una forma un poco rara de hacer una barbacoa, con lo bueno que están unos choricitos.

El caballero del cisne: Lohengrin, de Richard Wagner. I


A veces, es mejor no saber ciertas cosas. Pero la curiosidad humana no tiene límites y siempre nos ponemos en duda todo porque el ser humano es así. Pero a veces, el no incumplir las normas o las promesas puede tener fatídicas consecuencias. Y de eso, entre otras muchas otras cosas, trata la ópera que os presento a continuación.

Lohengrin, es una ópera en tres actos con música y libreto de Richard Wagner, estrenada en el Teatro Grossherzgolichen de Weimar, el 28 de Agosto de 1850.

Tiene una duración de 223 minutos (tres horas y cuarenta tres minutos aproximadamente)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Al mismo tiempo que preparaba Tannhäuser, Wagner leyó varios poemas épicos de la literatura medieval francesa y también alemana, de los cuales ya les serviría de inspiración para el resto de sus obras posteriores. En el caso de Lohengrin, se inspiró en uno francés, titulado "El caballero del cisne", de ahí el título de la entrada y también de otro alemán, "Parzival", de Wolfram von Eschenbach, aunque éste sería años más tarde su última obra, "Parsifal".

Como era habitual en su forma de trabajar, primero empezó a elaborar el libreto, lo que Wagner llamaba "el poema", allá en 1845. Una vez terminado, se dio cuenta que lo más complicado sería el segundo acto, así que empezó la ópera por el tercero, luego el primero y dejó el segundo y la obertura para el final. En un principio, la ópera la compuso pensando en el teatro de la ópera de Dresde, pero por diversos avatares, al final la acabó estrenando en Weimar, siendo su amigo, el también compositor Franz Liszt el que la dirigió con una orquesta de 38 músicos. A pesar de todo, la ópera gustó y poco a poco se fue estrenando en otras ciudades europeas donde también fue triunfando. El propio Wagner tuvo que esperar once años para verla él mismo, y lo hizo en Viena. 
Esta ópera inspiró al rey Luis II de Baviera la construcción de su castillo Neuschwanstein (el nuevo cisne de piedra). Luis II era un gran fan de Wagner y decoró este castillo con diversas escenas de óperas suyas.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Amberes, en el siglo X.


ACTO I
Un prado cerca de la orilla del Río Escalda, a las afueras de Amberes.

Las cosas no van del todo bien en Bravante. El rey Enrique I, el Pajarero (bajo) ha llegado a la provincia para reunir tropas que vayan a combatir con las suyas contra los húngaros. Sin embargo, los bravantinos no tienen líder, ya que el heredero, el duque Gottfried, es todavía un niño y ha desaparecido. Su tutor, el conde Friedrich von Telramund (barítono), en un principio se iba a a casar con Elsa de Bravante, hermana del heredero pero la rechazó, ya que la acusa de ser la culpable de la desaparición del duque, habiéndolo ahogado en el rió para ser ella la que gobierne Brabante junto a su amante. Por eso, se casó con Ortrud (mezzosoprano), última de la estirpe de los Radbods, una familia noble pagana caída en desgracia.
El rey, por tanto, llama a declarar a Elsa (soprano lírico-spinto), quien aparece vestida de blanco y con cara de estar en su mundo. El rey la interroga, pero ella en lugar de responder a lo que se le pregunta, comienza a desvariar sobre un sueño que ha tenido en el cual, un caballero andante de brillante armadura que viene en una barca conducida por un cisne blanco defenderá su honor.

Tal declaración, no hace más que reafirmar la teoría de Telramund. El rey viendo el panorama, decide que se celebre un juicio de Dios, o lo que es lo mismo, un juicio por combate. Telramund se representará a sí mismo. Por Elsa, no hay nadie que se presente, pero ella misma proclama al caballero de su sueño como su campeón, ofreciéndole, además sus tierras  su mano en matrimonio. 

El heraldo del rey (barítono) hace llamar al caballero. Hace sonar las trompetas. Una vez. No viene nadie. Dos veces. Tampoco. Elsa y las nobles que se encuentran allí, piden una tercera llamada. Y a la tercera, ocurre el milagro. Tal y como Elsa lo había dicho, se ve a un cisne atado a una cadena de oro que tira de una barca y en ella, el caballero de brillante armadura. Al descender, se despide del cisne, quien desaparece. Saluda a todos, y anuncia que ha sido enviado para defender a una mujer acusada de un crimen que no ha cometido. Se dirige a Elsa y le pregunta si quiere que él sea su campeón. Ella se tira a sus pies y acepta. El caballero, le dice que será su esposo y tomará sus tierras, pero a cambio ella jamás deberá preguntarle ni de dónde viene, ni su nombre ni tampoco su linaje. Elsa acepta de nuevo.

Se celebra el combate y el caballero derrota a Telramund. Por la gracia de Dios, su vida ahora le pertenece, pero se la perdona y le sugiere que la dedique al arrepentimiento. Todos alaban al héroe, excepto Ortrud y Telramund, quienes han sido humillados.


ACTO II
La plaza frente a la catedral de Amberes.
  
Es de noche. Telramund acusa a su mujer de haberle traído el deshonor y la desgracia, ya que fue idea de Ortrud el haber acusado a Elsa falsamente. Ortrud se defiende diciéndole que si él no ha sabido defenderse no es más bien culpa suya sino del caballero, el cual está protegido por algún tipo de magia, de ahí que tenga que ocultar su nombre. Por tanto, el plan de Ortrud consiste en hacer que Elsa le haga las tres preguntas para debilitar al héroe. Telramund accede a ayudarla.





Sale Elsa para tomar el aire y Ortrud aprovecha para llamarla dando pena de mujer marginada. Elsa baja y la acoge por pena. Mientras tanto, Ortrud invoca a los antiguos dioses Wotan y Freya (que de sus aventuras ya hablaré en otra ocasión cuando comente El Anillo del Nibelungo) para que la ayuden en su venganza. Cuando Elsa va finalmente a recogerla, Ortrud le pregunta si no tiene miedo de que su caballero, al no saber quién es, pueda abandonarla así sin más como por arte de magia. Pero Elsa le tiene fe y dice que le será fiel. Se van las dos mujeres y poco a poco amanece.

Ya de día, los soldados y el pueblo van saliendo para coger sitio y ver a la novia. El heraldo del Rey anuncia que Telramund ha sido exiliado y que nadie debe ayudarle o acercarse a él so pena de ser declarado enemigo del rey. Por otra parte, ese mismo día se celebrará la boda de Elsa con el caballero enviado de Dios, a quién se le conocerá como "El Protector de Brabante" puesto que ha rechazado el título de Duque y que además, acompañará al ejército del rey a luchar contra los húngaros.

Anuncian la llegada de Elsa y bajo una solemne procesión, la novia se dirige hacia la catedral. Pero justo antes de entrar, se interpone Ortrud en su camino haciéndola retroceder y desafiándola diciendo que ya no la seguirá como una doncella y en cambio es ella la que debería postrarse a sus pies. Elsa se defiende, tachándola de hipócrita (lo que es, vaya) y que ella no es nadie más que la mujer marginada de un hombre castigado por Dios.


Ortrud, altiva, le dice que ella podrá ser una marginada, pero al menos ella sabe quién es su marido y su linaje puede ser demostrado, cosa que ella no puede decir lo mismo. Elsa, le responde que pese a no saber quién es, ya se demostró quién de los dos era el más puro. (Esta escena de la confrontación, es de las más emocionantes de toda la ópera.)

En ese momento llega el rey, acompañado del Protector dispuestos a poner Orden. Elsa le explica lo sucedido, y para complicar aún más las cosas aparece Telramund, acusando al protector de brujería y exige al rey que le obligue a identificarse. El rey ordena al Protector a que se defienda de tales acusaciones, pero él sentencia lo siguiente: sólo a aquella que va a ser su esposa tiene derecho a darle explicaciones. Se dirige a Elsa y mirándola fijamente a los ojos le pregunta: "Elsa, ¿Quieres hacerme las preguntas?" Elsa, conmovida le responde que su amor debe ser más fuerte que cualquier duda. Los soldados rodean al protector y lo conducen a la iglesia. Telramund aprovecha para acercarse a Elsa y le asegura que si le deja arrancarle un poco de sangre a su caballero puede conseguir que se quede con ella para siempre, cosa que Elsa rechaza. Aún así dice que estará cerca de ella por si cambia de opinión. El Protector vuelve para asegurarse que su futura esposa va bien. Elsa, asiente y se va con él, mientras todo Brabante aclama por su felicidad.


ACTO III

Escena I: La habitación nupcial.

Las damas de honor conducen a la joven pareja a sus aposentos y les desean lo mejor. Solos, el Protector le dedica tiernas palabras de amor... pero Elsa ya tiene sus dudas. Es la primera vez que se encuentran los dos a solas y ella quiere saber más de él, pero no se atreve a hacer las preguntas. El caballero, intenta disuadirla, le recuerda su juramento y también que vino en el momento que más lo necesitaba. Pero precisamente, por eso, por lo que ella siente que debe saber más de él, porque siente ese gran secreto como una carga. Luego, empieza a obsesionarse con el cisne, el mismo cisne que lo trajo, puede volver para llevárselo. 
Así que al final, acaba haciéndole las tres preguntas: ¿Cúal es tu nombre? ¿De dónde vienes? ¿Cúal es tu linaje? En ese momento, Telramund abre la puerta dispuesto a atacar al caballero, pero Elsa le avisa y le acerca su espada. El Protector la coge y mata a Telramund.

Luego da aviso a sus hombres a que recojan el cadáver y se lo lleven al rey y las damas de compañía les ordena que preparen a su mujer, pues delante de todos contestará sus preguntas y sabrá por fin quién es.

Escena II: la misma que el Acto I.

El rey y sus tropas están dispuestos para la batalla, tan sólo esperan al Protector. Llega él, quien descubre ante todos el cadáver de Telramund y confiesa que ha sido él mimo quien le ha dado muerte en defensa propia. Anuncia también que su esposa, ha traicionado su juramento y le ha hecho las preguntas prohibidas. Así pues, delante de Elsa, quien también está presente, les cuenta a todos la verdad. Bueno, mas bien lo canta en el mejor aria que, a mi juicio, Wagner escribió.

En un lugar lejano, entre las montañas, se alza un castillo llamado Monsalvat, donde cada Viernes Santo, una paloma se alza sobre el Santo Grial, protegido por una hermandad de caballeros. Aquellos que están a su servicio, el Grial les concede un poder y una fuerza sin igual para proteger a los débiles, a condición que jamás revelen ni su nombre ni origen. En el caso de ser descubiertos, tendrán que abandonarlo todo y regresar de nuevo a él. El rey de ese castillo se llama Parsifal, y él es su hijo Lohengrin. 

Todos empiezan a llorar conmovidos por el relato de su protector. Lohengrin, por tanto no va a unirse a ellos a la batalla contra los húngaros, ya que ahora que ha revelado su origen no serviría de nada, pues si no vuelve no tendría ningún poder, pero les augura la victoria. El cisne regresa con la barca. Lohengrin está dispuesto con gran pena a volver. Elsa se acerca a él, entre lágrimas, y le pide que no se vaya pero él la consuela diciéndole que su hermano pronto estará de vuelta y le da su cuerno para que lo use en caso de peligro, su espada para que se defienda y su anillo, para que le recuerde que hubo alguien que defendió a su hermana cuando más lo necesitaba.


Así pues Lohengrin se monta en la barca. Entre la gente aparece Ortrud quien de forma sarcástica le dice adiós y les dice a todos que el duque de Brabante jamás regresará porque es ese cisne. Ella misma fue quien le hechizó hace unos años y es así como los dioses antiguos se vengan del Dios Cristiano. Lohengrin, mientras Ortrud confesaba, se arrodilla y reza. Al terminar su oración, salta a la barca y libera al cisne quien, se hunde en el agua. Al poco tiempo, una paloma baja del cielo y se ve un resplandor, del agua sale un niño de unos ocho años. 

Lohengrin anuncia: "¡He aquí al Duque de Brabante! El será vuestro líder" Mientras poco a poco, la paloma va guiando la barca donde Lohengrin va alejándose. Ortrud cae sin sentido y Elsa corre a abrazar a su hermano. Pero cuando va a llamar a su esposo... ya es tarde. Lohengrin ya se  ha perdido en el horizonte para no regresar jamás.

viernes, 22 de septiembre de 2017

La princesa traumatizada y psicópata: Turandot de Giacomo Puccini. II


ANÁLISIS

Como todo el mundo, de Turandot sólo conocía el Nessun Dorma que Luciano Pavarotti cantaba en todos sus conciertos, y especialmente la popularizó aún más cuando participó junto a Plácido Domingo y José Carreras en los conciertos de los tres tenores. Sólo he visto esta ópera en directo una sola vez, pero de las once óperas que compuso Puccini, ésta es sin duda alguna mi favorita.

Es quizás la más atípica de todas, en parte por tener un final feliz pese a que Puccini no era muy fan de los finales felices, aunque no es algo totalmente inédito en él, ya que La Fanciulla del Far West (La muchacha del lejano oeste) y Gianni Schicchi, terminaban bien. No, no es por eso.

Tampoco es porque haya utilizado instrumentos chinos o melodías chinas para darle color a la obra, pues eso mismo ya lo hizo antes con Madama Butterfly o, con La Fanciulla. No. Es atípica, porque es la única de todas cuya ambientación no es del todo realista, sino más bien en un entorno de cuento de hadas, en una China fantástica y eso sería algo más propio de las óperas del romanticismo que de una del siglo XX.

Voy a centrarme principalmente en el trío protagonista, ya que Timur no tiene mucho peso y los tres ministros Ping, Pang y Pong (ya les vale a los libretistas con los nombres) pese a que son herederos de esa tradicional "commedia dell'arte", a la hora de la verdad no es que sirvan de mucho en la trama, salvo de dar un toque humorístico. Lo que sí cabe destacar es el pueblo, representado por el coro y esa es otra novedad en las óperas de Puccini: es la única en la cual el coro tiene una mayor presencia. 

Por cierto, la commedia dell'arte es un tipo de teatro italiano tradicional del Renacimiento, a base de personajes con máscaras, payasos, saltimbanquis etc.

Empecemos por Calaf. Sí, el héroe de la historia, que se enamora locamente de una princesa psicópata sólo con su belleza. Amor, amor... bueno. Yo no creo que en el amor a primera vista, así que más bien que fue un calentón que digamos, pero vamos a dar por hecho que es así. Ve a la princesa cortacabezas, ya le importa un carajo que vaya a decapitar al príncipe de Persia;  al contrario pensaría "Guay, sigue estando disponible" y pasa del odio al amor sólo con verla.
Como buen héroe romántico que es, no se va a contentar con un amor fácil. Tiene a su lado a una chica también muy guapa, a Liú, que encima se hace cargo de su padre anciano y que bebe los vientos por él, pero no. Con ella no hay ninguna atracción física. Quizás porque es fácil de conseguir. Pero Turandot es diferente. Es princesa, con lo cual le va perfecto porque él es príncipe destronado y además es de armas tomar. Así que con dos cojones se presenta a la prueba y la pasa.

A partir de este momento, vemos realmente los sentimientos de Calaf. Realmente él quiere conquistar a la princesa por sus propios medios y de ahí que con toda su chulería le ofrece a ella de vuelta un sólo enigma. Su nombre. Al fin y al cabo, un nombre es lo más básico que se debe saber para formar una relación, y Turandot, ni siquiera lo conoce. Ella sólo cree que es un desalmado que quiere follársela y ya está. Calaf lo sabe; ella misma lo canta en su magnífica aria "In questa regia" (adoro ese aria, por cierto), y por eso él apuesta su vida. Él sabía de antemano que iba a ganar. Tiene tanta confianza en sí mismo (y de ahí su magnífico aria "Nessun dorma") que sabe perfectamente que ella va a caer a sus pies.  Es un aria triunfal.
Como curiosidad, yo sabía tocar este aria con el violín, pero no llegaba a salirme bien del todo y es porque en esa época, yo no me sentía como Calaf. Quizás cuando tenga ese sentimiento de triunfo (y mi técnica también lo permita) pueda interpretarla.

Lo que no sabía en absoluto, es que para ello va a tener que correr la sangre. Pero no la suya sino la de Liú. Todo el mundo que escucha esta ópera, o al menos la gran mayoría, (yo me incluyo) que Liú, es casi más importante que Turandot. Es sin duda alguna, la heroína pucciniana por excelencia: la que ama sin condición y sin pedir nada a cambio. Su música es cálida, es accesible. Y es importante porque es gracias a ese sacrificio lo que hace que Turandot se vuelva más humana. 

De ahí pasamos a nuestra princesa de hielo: Turandot, que en persa significa Hija de Turán. Una mujer... con traumas. Puccini nos la presenta muy tarde, en el primero aparece pero no dice nada, cosa que hasta ahora no había hecho, pues todos los personajes relevantes de sus óperas anteriores aparecían en el primer acto. Cuando no las presenta, lo hace con aria muy bella, pero muy burra exigiendo a la soprano que alcanza notas muy altas y muy bajas en un intervalo muy corto de tiempo. Y tiene que ser así. Ella no es humana. Es hija del cielo, tiene un complejo de megalomanía brutal y es eso lo que la hace tan tremendamente atractiva, el hecho de ser inalcanzable. Me imagino que la historia de su abuela, o mejor dicho su tataraabuela, no creo que ella la conociera personalmente, le impactó tanto que le creó una fobia a los hombres. Eso hace que por miedo, decide matarlos.  Y también por principios. 
 
Se podría pensar incluso que Turandot es la primera feminazi de la historia de la ópera pero no es así en absoluto. Turandot quiere tener la libertad de escoger a ella misma su marido, pero tiene tanto miedo a los hombres que como demostración de fuerza se oculta bajo sus enigmas, su crueldad excesiva y su máscara hielo. Pero en el fondo como a todo el mundo tan sólo desea ser amada.Si analizamos las respuestas a sus enigmas podríamos ver la clave para llegar al fondo de corazón. "esperanza", "sangre" y "Turandot" Es decir, "si aún tienes esperanzas y estás dispuesto a pagar con sangre, podrás tenerme a mí, a Turandot".
 
Cuando Calaf, la derrota en su juego, ya no es tan terrible. Hace demostración de fuerza torturando a Liú y aún así, pierde contra ella, pues ella ha sido capaz de inmularse por amor, sentimiento que ella desconoce en absoluto. Por ello, su transformación se completa cuando Calaf la besa. Ese beso, la convierte en un ser humano y no en una hija del cielo como ella proclamaba para que nadie se le acercase y con él descubre que ella lo que quería era encontrar a alguien igual de fuerte que ella y que la tratase con el respeto que ella merece.

Esa persona era Calaf. Y por eso al final no lo delata y se rinde ante él. Quizás ese no sea el planteamiento que Puccini habría querido para su obra. En 1999, con la reapertura del Liceu de Barcelona, se representó Turandot, con un final alternativo, en el cual Turandot se suicida por remordimiento por todo lo que ha hecho. Personalmente, no estoy de acuerdo con ese final, porque de ser así, la muerte de Liú habría sido totalmente en vano y Puccini tenía en mente que esa muerte sirviese para cambiar el corazón de la princesa. Es por eso que ésta es mi ópera favorita de Puccini: es la más positiva de todas, pues nos muestra al amor como una gran fuerza redentora capaz de conmover y cambiar al más duro y frío de los corazones.

De esta ópera he aprendido que:
- has de pelear por tus sueños hasta el final, aunque todo el mundo pienses que estés loco.
- el amor es capaz de cambiar a la gente.
- del odio al amor hay sólo un paso.
- Es posible enamorarse de una persona por la razón más tonta. Quizás no a primera vista, pero sí por una palabra o por una sonrisa en un momento y una circunstancia precisa.

GRABACIONES
 
CD
 
Si habéis leído mi entrada sobre cómo escoger entre diversas grabaciones, ésta en concreto la escogí porque buscaba un buen Calaf y una buena Liú. No soy muy fan de Joan Sutherland, así que el hecho que ella cante el rol titular me daba un poco igual, pero lo cierto es que hace muy buen papel. Además fue un regalo de cumpleaños que yo pedí. En cualquier caso, todos en esta grabación están realmente bien y a día de hoy, Pavarotti es el Calaf de referencia.

DVD

Este montaje del festival de Salzburgo de 2002 es el primer DVD que compré de esta ópera, aunque mi carátula es de un coleccionable, y tiene la particularidad que el dúo final no está compuesto por Franco Alfano, que es el que se representa habitualmente sino que está hecho por otro compositor, Luciano Berio. Es... bueno, otra alternativa. Interesante para los que estudien música en serio, pero yo lo vi un pelín aburrido. La puesta en escena es fea, están todos como si fuesen robots, y es al final cuando todos se humanizan, pero a nivel musical no está tan mal. Aún así, no lo consideraría como primera opción en absoluto.

Éste, en cambio, es otra cosa. Si bien ya existe otro DVD con esta misma puesta en escena de Franco Zeffirelli, unos de los pocos directores de escena que siguen respetando el libreto original, y tenemos a Plácido Domingo como Calaf y Eva Marton como Turandot, lo único que cambian es evidentemente los cantantes y la calidad de imagen. Esta producción es del 2009 y el otro de 1988. Así que depende de lo que busques. Quizás el otro sea musicalmente mejor, pero éste no tiene en absoluto nada que envidiarle. Yo lo recomiendo sin duda alguna.

Con esto llegamos al final. Dejo la antigua China para dar un salto a Brabante, donde hay una joven en apuros y espera a un caballero andante de brillante armadura. A saber tú quién será.

jueves, 21 de septiembre de 2017

La princesa traumatizada y psicópata: Turandot, de Giacomo Puccini. I


Dice el refrán que más vale estar sólo que mal acompañado. Y también se dice que lo que cuesta más trabajo obtener es lo que después más satisfacción da. Quizás eso es lo que el protagonista de esta ópera debía pensar, hasta el punto de querer sacrificar su propia vida por una mujer casi inalcanzable.

Turandot es una ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto de Renato Simoni y Giuseppe Adami, estrenada en la Scala de Milán el 25 de abril de 1926.

La duración aproximada es de unas dos horas (120 minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Puccini ya era un compositor consagrado a la hora de componer lo que sería su última ópera y la que por desgracia no llegó a terminar, ya que falleció de un cáncer de laringe.  El tema de hacer esta obra vino de la idea de uno de los libretistas, concretamente de Simoni quien le dio a Puccini una traducción del italiano de una obra de Schiller, que a su vez estaba basada en la obra de teatro de Carlo Gozzi. A Puccini le interesó la trama y encargó la elaboración del libreto.

Empezó a componerla en 1921 y tres años más tarde, había terminado los dos primeros actos y parte del tercero donde se quedó bloqueado en el dúo final, en parte porque no estaba muy convencido de cómo terminarla. Los libretistas le proporcionaron finalmente el texto que más le convencía, pero como ya he avanzado antes, Puccini enfermó gravemente y acabó falleciendo el 29 de noviembre de 1924. No obstante, había dejado algunos apuntes y notas con respecto al dúo. Puccini quiso que la terminara el compositor Riccardo Zandonai, cuya ópera más famosa es Francesca da Rimini, (aunque yo no lo ha escuchado aún, ni nada de este hombre) pero al final su hijo le encargó la tarea a Franco Alfano, que actualmente se le conoce precisamente por terminar Turandot pese a que él también tiene óperas en su catalogo, la más conocida es Cyrano de Bergerac (y tampoco la he escuchado).

La ópera, por tanto, se estrenó en abril de 1926 pero en la noche del estreno, el director Arturo Toscanini, la interrumpió justo después de, atención que vienen spoilers, de la muerte de Liú, ya que todo lo que viene después es obra de Alfano. La ópera entera se estrenó la noche siguiente, el 26 de abril y con éxito de público aunque no de crítica. Actualmente es una de las óperas más representadas del compositor.

ARGUMENTO

La acción transcurre en Pekín, en una época legendaria.

ACTO I
La plaza frente al palacio imperial

¡Pueblo de Pekín, ésta es la ley! La bella Turandot se casará con aquel de sangre noble que sea capaz de resolver sus tres enigmas, pero si falla uno sólo se le decapitará. Esa suerte la correrá hoy el Príncipe de Persia.


Es de noche, y el pueblo ya está más que acostumbrado. No es ni el primero ni el último que ha tentado a la suerte y lo ha pagado con su vida. Entre el alboroto de la preparación de una nueva ejecución, un anciano se cae, y su acompañante, una preciosa joven no puede con él y pide ayuda. Sólo viene un joven, y reconoce al anciano como su padre, un viejo rey destronado. Timur, (bajo) que así se llama, le dice a su hijo, el príncipe Calaf (tenor lírico spinto o dramático) que ha podido huir gracias a la ayuda de la fiel esclava Liú (soprano lírica). Liú lo hace porque en el fondo está enamorada del príncipe desde aquella vez que el joven le sonrió.

El pueblo entre tanto proclama al verdugo y asiste a la procesión del príncipe de Persia dispuesto a subir al cadalso. La princesa va a estar presente y Calaf quiere verla para poder maldecirla. Entonces, ella aparece. El pueblo pide clemencia, pero la princesa de hielo ignora a su pueblo y autoriza la ejecución. Calaf, al verla, se enamora locamente de ella y decide ganarse su corazón. Para presentarse a la prueba, tan sólo hay que hacer sonar el gong que está al lado de la puerta del palacio tres veces. Calaf se dispone a hacerlo, pero le interrumpen tres ministros Ping, Pong y Pang (barítono y tenores), portando máscaras y le intentan convencer, ya que al fin y al cabo pese a que Turandot es muy guapa, no merece la pena perder la cabeza por ella y además hay más mujeres en el mundo. Su padre, Timur, también lo intenta e incluso Liú. 

Pero Calaf no hace caso y decidido, toca el gong tres veces.

ACTO II

Escena I: El pabellón de los ministros.

Ping, Pong y Pang, discuten sobre la decoración que han de preparar y hacen recuento de los pretendientes muertos hasta ahora, unos 13. Añoran tiempos mejores y desearían estar en sus casas tranquilos en lugar de preparar funerales. Pero pronto se les pasa y se predisponen a asistir una vez más al desafío de la princesa.

Escena II: El salón del trono del palacio

Los ministros, los sabios, parte de la aristocracia y la plebe se reunen para ser testigos una vez más de la prueba del nuevo pretendiente. Todos alaban al emperador, quien lo permite porque hace tiempo hizo un terrible juramento y pide al joven postulante que se retire. Calaf, le pide tres veces que le deje afrontar la prueba. Y entonces, aparece ella. La princesa de hielo, Turandot. Ella les explica a todos que en ese reino hace mucho tiempo su abuela la princesa Lou-Ling fue violada y humillada por un extranjero, y en venganza nadie la tendrá jamás. Advierte una vez más a su nuevo pretendiente que se retire, pues sus enigmas son tres, pero tan sólo una es la muerte. Pero Calaf, le replica. "No. Tres son los enigmas, la vida es tan sólo una".

Así pues Turandot comienza a recitar el primer enigma, ¿Qué es el fantasma que cada noche muere pero que cada día renace? “La esperanza”, responde Calaf.
Segundo enigma: ¿qué es lo que está vivo como una llama sin serlo, frío cuando el corazón se muere y se aviva de nuevo con sueños de conquista? Silencio... Calaf medita y responde: "La sangre"
Tercer y último enigma: ¿Qué es el hielo que te da fuego? Aquí, Calaf no responde. La multitud se impacienta, pues nadie había llegado tan lejos. Y de repente Calaf, anuncia su victoria pues conoce la respuesta: “Turandot

La multitud estalla de alegría. ¡Por fin, alguien gana! ¡Adiós a la ejecuciones! Pero Turandot, rechaza la idea, no quiere entregarse al extranjero pese a que ha resuelto los enigmas. El emperador la rechaza y el pueblo insiste que ha de cumplir su palabra. Pero Calaf, quiere que la princesa se entregue a él por voluntad propia así que le propone tan sólo un enigma: Si ella es capaz de averiguar su nombre antes de que salga el alba, entonces él mismo acabará con su vida.

ACTO III

Escena I: Los jardines del palacio.

“¡Así lo ordena Turandot! Que nadie duerma en Pekín hasta que el enigma no sea resuelto, bajo pena de muerte para el que desobedezca” Calaf, se ríe, tú tampoco dormirás en tu frío aposento, pronto se irán las estrellas y yo mañana seré el vencedor, dice mientras canta el aria más popular de toda la historia de la ópera.

Llegan los tres ministros y le piden que diga su nombre, pero Calaf le rechaza. Entonces, le amenazan con hacerle daño a sus seres queridos. Le muestran que han capturado a Timur y a Líú. Aparece Turandot, para interrogarlos ella misma, y Liú para salvar a Timur, les dice que sólo ella sabe la respuesta. Turandot, la amenaza e incluso la tortura, pero Liú no responde. La princesa le pregunta que es lo que le da tanta fuerza y ella le dice que es el amor que siente por él. Y antes de soportar más tortura, le arrebata una daga a uno de los soldados y se da muerte con ella.

El acto los ha dejado a todos sin palabras, incluso a la princesa, Se van todos a velar el cuerpo de la joven, y se quedan solos Calaf y Turandot. (A partir de aquí viene el añadido que compuso Franco Alfano)

Calaf le recrimina tanta frialdad a Turandot, a lo que ella le responde que nadie la tendrá jamás, ya que ella es hija del cielo”. Calaf, le responde que ahora ella está en la tierra y la besa. Ese beso, acaba transformando a la princesa y empieza a sentir algo que parece que tenía oculto pues desde que vio a Calaf, ya sintió algo por él pero que no sabía lo que era... Calaf entonces le dice su nombre. Y entonces amanece. Es hora de presentarse a la prueba.

Escena II: El salón del trono del palacio.

Se reunen todos, y delante de su padre, el Emperador, Turandot dice que ya sabe cuál es nombre del extranjero. “Amor”, mientras besa de nuevo a Calaf. Todos tiran flores a la pareja.

Y así termina esta bonita historia.



lunes, 18 de septiembre de 2017

El pacto con el diablo: Fausto de Charles Gounod. II


ANÁLISIS

Descubrí Fausto de una manera un tanto indirecta. También de pequeño, vi "El Fantasma de la ópera", una versión de los 90 basada en la novela de Gaston Leroux, en la cual todo se basa en una representación del Fausto de Gounod. Y bueno, la película recuerdo escenas, pero me impresionó bastante el trío final, cuando el fantasma sale a escena para sustituir al tenor y canta junto a Christine Daaé, además que guardaba relación, pues él reclamaba la muchacha para él pero ella le rechaza.

También el aria de las joyas, es la que canta la Castafiore en una de las películas de Tintín, dando esa fama a la ópera como un espectáculo de gordas gritando y partiendo copas con la voz sin ton ni son. E incluso, los japoneses usaron ese aria en la serie de la Rosa de Versalles, para introducir el personaje de Madame de Polignac, en la corte de la Reina María Antonieta, claro que Gounod ni siquiera había nacido por aquel entonces y es imposible que esa mujer cantase ese aria. Y uno de mis primeros móbiles tenía como politono el coro de los soldados del cuarto acto.

Como es básica del repertorio francés, siempre tuve una gran curiosidad por esta obra. Afortunadamente, pude verla en directo y además en París, aunque no en el Palacio Garnier, sino en la Bastilla y no, no hubo ningún fantasma que arruinara la representación, para eso ya se bastan los directores de escena actuales, ofreciendo una puesta algo... fea. Tampoco hubo ballet y al tenor lo abuchearon aunque en mi opinión no lo hizo tan mal.

En cualquier caso, la ópera puede hacer que el oyente se interese por leer el Fausto de Goethe, si bien conmigo lo hizo, y lo intenté. Pero no pasé de las primeras 50 páginas ya que es una lectura muy densa y bastante coñazo. No obstante y dejando de lado toda la filosofía que se puede aprender de la obra original, en la ópera todo resulta más simple. Y si bien ha habido otras adaptaciones a ópera del mismo libro, sin duda la de Gounod, es la más conocida y la más divertida de todas.

Nos encontramos primero con el protagonista, con el cual cualquiera que haya alcanzado la madurez se puede identificar. Cuando las cosas no te han salido como esperabas, es comprensible perder la esperanza, caer en depresión hasta tal punto de querer morir. Y más cuando ya no tienes nada ni nadie por lo que seguir adelante. Así encontramos a Fausto, quien toda su vida la ha dedicado a los estudios, a obtener el mayor conocimiento y eso sólo le ha traído infelicidad. Y como Dios no le ha servido de ayuda, pues invoca al diablo así sin creer en él.

La ópera nos plantea una pregunta interesante, ¿qué haríamos si nos ofrecieran una segunda oportunidad para cambiar las cosas?  o también, ¿cuál es el precio de nuestra alma? ¿Tenemos realmente todos un precio? Es ahí donde radica la gracia de la obra. Para Fausto que no tiene nada que perder, da su alma por volver atrás en el tiempo. Por volver a ser joven y disfrutar de nuevo de esa juventud que en su día desaprovechó en los estudios. Y lo hace sin creces. Me imagino a Fausto ahora como ese adolescente que no sale de su casa porque está todo el tiempo estudiando y ahora cambia para volver a ese tiempo y en lugar de estudiar, se lo pasa todas las noches poniéndose hasta el ojete y ligando con toda la que puede. Eso es lo que nuestro Fausto quiere, ya tiene el conocimiento, ahora busca ese placer.

Aquí está la labor del diablo, la de Mefistófeles. Mefisto como tal lo que hace esto mostrar todo ese mundo divertido, el cual no es políticamente correcto. Total, cuando Fausto muera va a ser para él, él es un ser inmortal y no tiene ningún estrés, por tanto es el personaje más plano de todos. Y además lo hace bien, incluso casi logra corromper a Margarita, la tercera en discordia, la cual la pobre, se enamora locamente de Fausto, pero éste como es un inmaduro la preña y la deja tirada. Fausto sabe mucho de filosofía y de otras materias, pero del amor y de las relaciones humanas no sabe absolutamente nada.

Podemos sentir empatía también por la pobre Margarita. Claro, a ver cómo lidias ser madre soltera en una época en la que eso es totalmente inconcebible. Pues nada, marginada social, por lo consiguiente a la joven se le va la pinza, depresión post-parto y acaba matando a su propio hijo, que ha sido fruto del pecado. Por tanto vemos aquí tres elementos para que toda ópera triunfase, una heroína dulce y buena que se corrompe y que al final acaba obteniendo la redención rechazando al mal, un héroe algo cabrón pero que cae simpático e intenta arreglar las cosas después de haberla cagado pero bien y un malo carismático. Todo ello acompañado de una riqueza de melodías muy pegadizas. 

De esta ópera he aprendido varias cosas:
- Nadie da algo a cambio de nada. Todo en la vida tiene un precio.
- Hay que leer la letra pequeña de todos lo contratos antes de firmar cualquier cosa.
- Desconfía de aquella persona  que quiera conquistar tu amor con regalos pomposos.  
- El diablo no siempre va a tener cuernos y rabo. Y su mayor logro, es hacernos creer que no existe.

GRABACIONES
CD
Sólo tengo una, y elegí esta simplemente porque es una de las más completas que hay en el mercado. No hay nada negativo de esta grabación, el trío protagonista es realmente increíble y a nivel musical muy bien conseguida.

DVD

Esta producción es interesante. Es el primer DVD que compré de Fausto y tenemos a buen trío protagonista, pese a que la puesta en escena es algo... bueno gótica, pero creo que le va muy bien al espíritu de la obra y además, incluye el ballet. La coreografía es algo grotesca, pero teniendo en cuenta lo que Gounod quería reflejar en él, me parece acertada aunque el final del mismo choque ese amago de orgía literal.

 Éste, por otra parte, es más políticamente correcto si bien la producción la trasladan a principios del siglo XX. Lo compré por el trío protagonista y tampoco es mala opción, aunque no tiene subtítulos en español y sí en coreano.

Nos vemos en la próxima entrega. Dejo Alemania y me voy en busca de una princesa china que tiene como hobby cortar cabezas de príncipes. ¿Quién soy yo para juzgar las aficiones de la gente?

El pacto con el diablo: Fausto, de Charles Gounod. I


Desde luego, esto de contactar con Belcebú, ya no es lo que era. Aquí tengo el cuarto hecho un desastre, con el círculo de la estrella de cinco puntas invertidas hecho con sangre de pollo que he degollado mientras recitaba una milonga en latín y de fondo una música terrorífica (Leticia Sabater) y todo para que al final, se me presente un cabrón diciéndome si estoy contento con mi línea telefónica y me ofrecía un 1TB de banda ancha a cambio de mi alma... Vaya rollo.

Al que no le salió tan mal esto de contactar con el diablo es al protagonista titular de la ópera de hoy.

Fausto es una grand-opéra de cinco actos con música de Charles Gounod y libreto de Jules Barbier y Michel Carré estrenada en el Théâtre Lyrique de París el 19 de Marzo de 1859.

La duración varía según la versión y los cortes que le hagan, pero como máximo unas tres horas y cuarto (195 minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Lo cierto es que no hay mucho qué decir en este aspecto. A mediados del siglo XIX, se puso de moda en París los temas germanos y Gounod, para aprovechar la situación decidió componer una ópera de temática germana y nada mejor que adaptar una de las obras más importantes de su literatura, Fausto de Goethe. La ópera en un principio iba a estar destinada para el teatro nacional (El Palacio Garnier), pero la rechazaron y al final se estrenó con escaso éxito en el Teatro Lírico y con pasajes hablados. Sin embargo, se llevaron la obra de gira y para su representación en Alemania, Gounod cambió los diálogos hablados por recitativos y a partir de ahí ya empezó a triunfar. Eso sí, allí en Alemania la llamaron Marguerite, porque decía que como ópera era muy buena pero que no tenía nada que ver con el verdadero Fausto de Goethe.

Ya cuando los parisinos vieron que esa ópera que un principio ellos habían ignorado y que en Alemania lo petaba ,y todo lo que viene de Alemania es guay pues esta vez sí consintieron que se estrenara Fausto en la Ópera de París, pero que había que ponerle un ballet, cosa que Gounod hizo para el quinto acto en la escena de la noche de Walpurgis, un aquelarre y el ballet representaba un desfile de cortesanas (vamos lo que gustaba en la época). En Inglaterra también fue un bombazo la ópera y el Metropolitan de Nueva York, se inauguró precisamente con una representación de Fausto. Fue una de las óperas más populares del momento, se tradujo a 25 idiomas y actualmente es una de las óperas más importantes del repertorio francés.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Alemania, en el siglo XVI.
ACTO I
Despacho de Fausto

Fausto (tenor lírico), un viejo científico, está harto de la vida y sufre una depresión pues siente que ha malgastado su tiempo en investigaciones que no han servido para nada. Cansado de todo,  se intenta suicidar un par de veces, pero un coro alegre de muchachas alabando a Dios le interrumpe. Fausto, maldice a Dios e invoca al Diablo y a esto que se le aparece Mefistófeles (barítono bajo) y claro le pregunta que es lo que el desearía para ser feliz. Fausto le dice que le gustaría volver a ser joven, Mefistófeles, cambia el veneno que se iba a tomar el viejo por un elixir de juventud, y le explica el trato: La juventud y sus servicios, a cambio de su alma.
Para convencerle, le muestra la imagen de una bella joven tejiendo en una rueca. Fausto se enamora de ella y acaba aceptando. Bebe el elixir y se convierte en un apuesto joven (bueno, todo lo apuesto que sea el tenor que lo interprete claro) y ambos se van a recorrer el mundo.

ACTO II
Las puertas de la ciudad 

Un día animado, un grupo de soldados que se van a la guerra y unos estudiantes cantan alegremente. Uno de los soldados, Valentin (barítono) se va también a la guerra y confía a su amigo Siebel (mezzosoprano), a su hermana Margarita. Sigue la fiesta, un soldado llamado Wagner (tenor) canta una canción para animar el ambiente, pero en ese momento llega Mefistófeles y le interrumpe, ofreciéndoles a todos un buen vino y una mejor canción.
La gente se divierte, y le agradece la canción.  Sin embargo Mefisto hace un poco de la suyas: a Wagner le predice que va a morir en la guerra, a Valentín que será asesinado por alguien que él conoce y a Siebel, que está enamorado de Margarita le echa una maldición con la cual cada flor que coja se marchitará, así no podrá dar más ramos de flores a la muchacha. Valentín le desafía y le ataca con la espada, pero Mefisto se la rompe en dos sin ni siquiera tocarla. Así pues, todos se horrorizan y Valentín con los dos trozos de su espada hace una cruz y entre todos expulsan al diablo. Mefisto se va y se reune con Fausto quien está buscando a la muchacha de la visión. Mefisto le dice que pronto la verá. En ese momento, se monta una fiesta, los aldeanos celebran un vals y entonces aparece la joven de la visión. Esa muchacha es Margarita (soprano lírica), quien se ha unido a ver el ambiente. Fausto intenta flirtear con ella, pero parece que no lo consigue.

ACTO III 
El jardín de la casa de Margarita.

Siebel se acerca a casa de Margarita para entregarle unas flores, pero están mustias debidas a su maldición. Decide entonces mojar sus dedos en agua bendita y su maldición desaparece. Coge unas flores y se las deja en un blanco. Se va. Llega Fausto y Mefisto, quien le da un cofre con joyas para que le ayude a seducir a Margarita. Lo deja al lado de las flores de Siebel y se va. 

Aparece Margarita quien se queda pensando en el guapo joven que flirteó con ella en el pueblo. Se pone a hilar en una rueca que tiene cerca y para entretenerse se pone a cantar la balada del Rey de Thulé, pero no se concentra porque no hace más que pensar en el joven. Luego, se fija en las flores y sabe que son de Siebel, pero no tiene ni idea de quién ha podido dejar ahí el cofre. Piensa que es una confusión, pero lo abre de todos modos y ve joyas y un espejo. La joven se las prueba y bromea consigo misma de lo bien que le sientan.


Es sorprendida por su vecina Marta (mezzosoprano), y le dice que las joyas son para ella, pero Margarita sigue sin creérselo Aparecen entonces Mefisto y Fausto. Mefisto tontea con la vecina y se la quita de en medio para que Fausto pueda hacerle la corte a Margarita. Charlan y Fausto consigue besarla. Cuando cae la noche, se va, pero Margarita después sola, desea volverlo a ver. Fausto entonces aparece y ella lo invita a quedarse.

A partir de aquí, el orden de las escenas o se cambian o se suprimen, a gusto del director.

ACTO IV

Escena I: Interior de la casa de Margarita.

Ha pasado ya un año. Fausto ha dejado embarazada a Margarita, ésta ha dado a luz pero el padre no aparece, situación que han hecho de la joven una marginada social. El único que todavía se digna a hablar con ella es Siebel, quien jura que la vengará. Pero ella sólo desea que su amado regrese. Entre tanto decide ir a la iglesia para rezar por su hijo y por él.

Escena II: Interior de una iglesia.

Margarita intenta rezar, pero Mefistófeles la interrumpe y la maldice junto con un coro de demonios. Margarita acaba desmayándose.



Escena III: La plaza del pueblo.

El regimiento de Valentín ha regresado al hogar y los soldados cantan contentos por su regreso. Valentín se encuentra con Siebel, y le pregunta por su hermana. Siebel le responde que se ha ido a la iglesia, e intenta retenerle para que no entre en su casa, pero no lo consigue y le pide que perdone a su hermana.  Se acerca Fausto, quien quiere volver a ver a Margarita, y Mefisto para llamar la atención canta una serenata algo burlesca. Sale Valentín y pronto comprende que ha sido Fausto quien ha dejado preñada a su hermana, así que lo desafía a un duelo, pero lo pierde por culpa de Mefisto que le truca la espada. Con todo el jaleo, el pueblo sale a ver a qué pasa. Valentín ha sido herido de muerte y a todo esto que Margarita llega, y cuando lo ve intenta socorrerle, pero su hermano en vez de perdonarle, se muere maldiciéndola y cumpliéndose así la predicción que había hecho Mefisto en el acto II.

ACTO V

Escena I: La noche de Walpurgis en las montañas de Harz.

Mefisto se lleva a Fausto a un aquelarre en su honor que está celebrando las brujas y allí pues se monta una buena juerga. Para esta escena hay dos alternativas:
- Fausto canta un brindis y hay una serie de canciones con algunas intervenciones de Mefisto y el coro.
Mefisto muestra a Fausto las cortesanas más célebres de la historia y todas bailan y acaban celebrando una orgía (el ballet)
Da igual la opción, normalmente se suele escoger una, aunque ha habido casos de insertar las dos. En plena celebración, Fausto tiene una visión de Margarita en la cárcel y le pide a Mefisto que le lleve hacia a ella.

Escena II: Interior de la celda de Margarita.

Margarita está allí encerrada esperando a su ejecución por haber matado a su propio hijo. Entra Fausto con Mefistófeles y le dice que tiene hasta el alba para sacarla de allí. Fausto entra y Margarita le reconoce. Intenta persuadirla para que salga, y cuando lo consigue, ve a Mefistófeles y entonces lo rechaza. Pronto va a amanecer, y Fausto intenta hacer que entre en razón pero Margarita prefiere confiarse a Dios y le pide perdón. Cae muerta rechazando a Fausto y cuando Mefisto anuncia que ha sido condenada, en verdad ha ocurrido todo lo contrario. Dios se ha apiadado de ella y un coro de ángeles anuncia que su alma ha sido salvada.