miércoles, 27 de noviembre de 2019

Un buen disfraz: El Conde Ory, de Rossini I


Después de la ópera anterior, tenía claro que quería tratar un título de Rossini, pero dentro de su amplio catálogo no sabía cuál escoger. Así que dado que la anterior era sobre un tema serio, para esta entrega me decidí al final por una obra más cómica, concretamente con la última que compuso.

Le Comte Ory (El Conde Ory) es una ópera en dos actos con música de Gioacchino Rossini y libreto de Eugéne Scribe y Charles-Gaspard Delestre- Poirson, estrenada en el Teatro de la Academia Real de Música de París (la Ópera) el 20 de agosto de 1828.

Tiene una duración de 130 minutos (dos horas y diez minutos.)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

En 1824 con motivo de la coronación del Rey Carlos X de Francia, Rossini escribió una ópera cómica en un acto llamada Il Viaggio a Reims. Después de cuatro representaciones, la retiró y estuvo a punto de destruir esa partitura ya que era una ópera para un motivo en concreto. Sin embargo, por consejo de sus amigos, la guardó pensando que podría aprovechar esa música para futuros trabajos. Rossini, por aquel entonces ya vivía en París, pero aún no había escrito ningún título en exclusiva para el público parisino, pero sí había adaptado y ampliado dos obras serias que escribió para Nápoles: Maometo II fue transformada en Le siège de Corinthe y Mosè in Egitto en Moïse et Pharaon.

Sin embargo, el público francés tenía ganas de oír una nueva ópera cómica de Rossini, género que se le daba especialmente bien, así que para ello tomó como base un vodevil que Scribe y su asociado Delestre - Poirson escribieron en 1817 basándose en una balada medieval sobre un noble que, junto a sus hombres asaltaron un convento. La obra de teatro que Scribe creó se centraba principalmente en el segundo acto de la ópera actual, así que junto a Poirson le añadieron un acto previo. Rossini aprovechó gran parte de la música del Viaggio para esta obra, en el acto I recicló 4 números de los seis números y en el acto II, sólo dos eran reciclados de siete.

En todo caso, Rossini contó con el tenor Adolphe Nourrit para el papel principal y la obra tuvo un éxito rotundo, estando en cartel durante veinte años, hasta que se volvió irrepresentable debido a que el estilo del bel canto pasó de moda y ya no había cantantes que fueran capaces de defender el papel principal. Así, como tantas óperas de Rossini, El Conde Ory acabó cayendo en el olvido... hasta ahora.

ARGUMENTO

La acción transcurre en la región francesa de La Touraine, en la época de las Cruzadas (siglo XIII)

ACTO I
A las afueras del castillo de Formoutiers

Un joven escudero, Raimbaud (barítono) anuncia a las jóvenes del pueblo las bondades de un ermitaño que se ha instalado en una cuerva cercana  dispuesto a ayudarles en asuntos del corazón... o al menos eso parece ya que en realidad ese ermitaño es el Conde Ory, un joven libertino que, aprovechando que casi todos los hombres de la aldea se han ido a las Cruzadas, ha decidido liarse con todas las mujeres que pueda.

 

Sale Ory (tenor ligero) y da a la bendición a todo el mundo, en especial a las mujeres. Entre ellas, esta Ragonde, (mezzosoprano) quien expresa que su ama, la Condesa Adele va a venir a visitarle.

Se van y aparece el paje del Conde, Isolier, (mezzosoprano) acompañado del Tutor del conde (bajo) buscando a Ory, pero no lo encuentran. Isolier, por su parte, está enamorado de la Condesa pero no puede visitarle ya que ella ha cerrado las puertas de su castillo a todos los hombres, hasta que los Cruzados no regresen. Se va el Tutor y poco después vuelve Ory.


Como está disfrazado, Isolier no lo reconoce y le confiesa su amor a la Condesa y su idea de colarse en el castillo disfrazado de monja. Ory le dice que lo ayudará, aunque en realidad pretende tomar la idea para sus propios fines.



Se va y poco después llega la Condesa (soprano lírica) para hablar con el ermitaño sobre sus problemas de melancolía. Ory le sugiere que se enamore y ella reconoce que se siente atraída por Isolier, a lo que Ory le responde que no es una buena idea fiarse de él. Finalmente, llega de nuevo el tutor y al ver al ermitaño lo desenmascara públicamente como el Conde Ory.

 

Todos se quedan sorprendidos. Por otra parte la Condesa recibe una carta que anuncia que su hermano y sus hombres volverán a dentro de dos días al pueblo, lo que precipita las intenciones del Conde de colarse en su castillo.

ACTO II
Un gran salón del castillo de la Condesa

Tanto la Condesa, como todas su sirvientas se han encerrado en el castillo para evitar al Conde. Estalla una tormenta y escuchan unas voces solicitando asilo. La Condesa ordena a Ragonde que vaya a ver y ésta, al ver que son un grupo de monjas las deja entrar. Una de ellas, solicita audiencia con la Condesa, la hermana Colette.


En realidad, es Ory disfrazado así como todos sus hombres. Ory se gana su confianza y Adele, por su parte les da pan y leche. Las mujeres se retiran y entran Raimbaud, y sus hombres quienes han asaltado la bodega y se están dando un buen festín.


Todos se emborrachan y brindan por el hermano de la condesa.

Se van y entra Isolier, quien ha podido colarse en el castillo. Se reune con la Condesa y le revela que las monjas a las que están acogiendo es en realidad Ory y sus hombres. También le comenta que su hermano está en camino y que llegará a medianoche. Sabiendo eso, Isolier y la condesa se unen para poner una trampa a Ory.



Ya de noche, Ory se introduce en la habitación de la Condesa para intentar seducirla, pero como está a oscuras, le hace la corte a Isolier en vez de a ella. Llega la media noche y suenan unas trompetas. Entonces la Condesa enciende las luces y Ory ve lo sucedido. Puesto que los cruzados han regresado, Ory ahora está preso y pide perdón no para él pero al menos para sus hombres.
La Condesa se apiada y deja que Isolier los conduzca hacia una salida trasera. Todas las monjas falsas se van por la puerta de atrás, mientras las mujeres dan la bienvenida a sus maridos y la Condesa a su hermano, los valientes cruzados.

domingo, 10 de noviembre de 2019

Problemas en la corte: Artaserse, de Leonardo Vinci II


ANÁLISIS

Uno de los motivos por los cuales la ópera barroca se ha vuelto a poner de moda (o al menos a estar más presente en los escenarios) es debido al auge de los contratenores. En mi caso fue así. Había escuchado algún cd de Philippe Jaroussky y quedé encantado con esa voz que parece de una mujer pero que no lo es. Y si hay algo que destaca la ópera seria barroca es por la espectacularidad de sus arias.

Así en 2012, salió a la venta el primer registro de una ópera olvidada de un compositor también bastante olvidado. Ese cd es de la ópera que he comentado antes, Artaserse de Leonardo Vinci y lo compré motivado porque salía Jaroussky en él. El tema de Artaserse, me sonaba de algo y es que en relación con esa obra conocía sólo una aria que pertenecía a un pasticcio en el cual participó el hermano de Farinelli, Riccardo Brocchi, con la famosísima aria Son qual nave y que se popularizó gracias al película dedicada al famoso castrato.


Curiosamente, este aria la canta el personaje de Arbace y por temática me huelo que es la última del acto I, en la que Vinci compone su Vo solcando un mar crudele... Para que luego digan que hoy en día no hay creatividad a la hora de escribir letras. En el barroco, como veis, tampoco. El caso es que tuve la suerte de poder ver una versión en concierto de esta obra, en el cual estaba Jaroussky, y aunque lo hizo genial, al final el que me conquistó fue sin duda el contratenor que hacía de Arbace que fue el argentino Franco Fagioli (y del que soy también muy fan).

Pero dejando un lado lo personal vamos a comentar la obra en sí. Lo cierto es que Artaserse es una obra que está pensada para agradar a los nobles, ya que toda la trama se ciñe en ellos y en las intrigas palaciegas que francamente tenían poco que ver con la realidad de la calle. Al fin y al cabo, la ópera seria trataba estos temas y Artaserse no es una excepción. El libreto de Mestastasio es efectivo, porque aunque los personajes sean nobles, no significa que sean perfectos. Así, el príncipe Artaserse demuestra ser bastante incompetente, porque al descubrir la muerte de su padre, ordenar asesinar a su hermano Darío casi sin pruebas, sin un juicio. Luego cuando parece que el culpable es su mejor amigo, Arbace, se desentiende y le endorsa el problema a otro, es decir a Artabano (que es el verdadero asesino) para luego después, liberarlo. Toda esta del monarca bueno es algo que era de esperar del siglo XVIII, en un momento de la historia donde predominaba la monarquía absolutista, así que no es de extrañar ver obras en donde se ensalza la figura del rey.

Claro que este comportamiento tiene su lógica porque aunque la ópera se llama Artaserse, en realidad el verdadero protagonista (y por tanto al que le tiene que salir bien todo) es Arbace. Este personaje representa la fidelidad pura y dura, tanto la familiar como la social y política. Es por tanto el héroe y no en vano es el que más música tiene (cinco arias, un arioso y un dueto con Mandane). Aunque en este apartado, hay que reconocer que Vinci se portó bastante bien con los solistas ya que todos tienen prácticamente las mismas intervenciones, salvo el personaje de Megabise, que sólo tiene tres arias. El resto, tiene 5.

Volviendo con Arbace no deja de ser un personaje clásico interesante. Un joven que se debate entre la fidelidad a su rey y también a su padre, eligiendo su propia destrucción para no querer fallar a ambos. Por fortuna y siguiendo la norma de la ópera seria, el final de sus tribulaciones es feliz, ya que, al ser el mejor amigo del príncipe pues todo se soluciona felizmente o casi para todos. Otro detalle que llama la atención es que salvo Megabise (que muere fuera de escena, siguiendo también un poco la tradición de las tragedias griegas) todos estás relacionados por un parentesco. Son dos parejas de hermanos enamoradas entre sí; Artaserse, hermano de Mandane, está enamorado de Semira que es la hermana de Arbace que está enamorado de Mandane. Y el malo de la película, Artabano ,es también el padre de Semira y Arbace. Megabise es el secundario que, si bien en la ópera romántica tendría un mayor protagonismo porque formaría un triángulo amoroso entre Semira, Artaserse y él mismo, aquí ni pincha ni corta.

El otro personaje que también me parece interesante es Artabano, quien se debate entre su ambición y el amor paternal. Pese a ser la cabeza pensante del golpe de estado (o del regicidio, más bien) su plan en el fondo era por el bien de su hijo, ya que quería convertir en un oficial de bajo rango en rey de Persia. Nada más y nada menos. Apuntaba alto. En tanto, si bien puede demostrar una cierta cobardía, al echarle el marrón a su propio hijo, en el fondo lo quiere y hace todo lo posible para salvarlo, aunque la fidelidad férrea de su hija hacia la familia real le hace perder la partida. También era lógico, siendo su hijo novia de la princesa y mejor amigo del príncipe. Estaba muy bien posicionado y desde un principio vemos que todo va a salir bien.

Así, vemos que a nivel argumental la historia no es, en mi opinión, uno de los mejores libreros de Metastasio. A nivel musical, Vinci nos ofrece una colección de arias de todo tipo. principalmente del tipo "da capo", así como las típicas que vemos en estas óperas, las de furia, las de comparación, etc. Sin duda, estoy convencido que algunas de estas arias serían sustituidas por otra en el momento que cambiara el reparto y al cantante en concreto prefería cantar otra, una práctica muy común y que se extendió hasta bien entrado el siglo XIX,(pasaba por ejemplo mucho con Rossini).

La ópera seria no es un tipo de ópera fácil de escuchar, ya que son bastante largas y toda la acción se desarrolla a través de recitativos que pueden resultar muy monótonos. Por tanto, esta obra no está pensada para un público principiante, hay que tener el oído algo entrenado para poder apreciar bien las obras. Tampoco ayudan que las puestas en escenas de estas obras hoy en día suelen ser algo extravagantes o idas de olla que en vez de facilitar la comprensión, la dificulta aún más. Pero una vez le coges gusto, es una música que te llena y es bastante inspiradora. No en vano, creo firmemente que la música barroca es el ancestro de la música heavy. De hecho yo me aficioné al heavy metal (bueno, soy más de metal sinfónico) por escuchar a Porpora, a Vinci, a Handel y otros maestros.

De esta ópera aprendemos sólo una cosa: Es una genial idea tener amigos poderosos.

GRABACIONES

CD

En este apartado lo tengo fácil, ya que sólo hay un registro disponible y es de Jaroussky. En su día hay quien criticó esta grabación de ser algo monótona, es decir, al tratarse de todos contratenores no registraba una gran variedad de voces, lo cual no estoy del todo de acuerdo, ya que cada cantante tiene su propia personalidad. Es un disco altamente recomendable, pero como ya he comentado antes, hay que tener el oído bien entrenado.

DVD 


Y lo mismo pasa en el apartado audiovisual, de momento sólo existe este registro y prácticamente el reparto es el mismo que hemos visto en el cd; el único que cambia es Artabano, que aquí es interpretado por el tenor Juan Sancho. Lo genial de este montaje es que lo han escenificado como si estuvieran en la época barroca, así todos los trajes son muy pomposos y están altamente maquillados. Me parece un gran acierto, sabiendo que en el siglo XVIII, no se preocupaban tanto por perseguir una fidelidad histórica (como sí pasaría más tarde en el Romanticismo) sino por la extravagancia. La única pega es que no tiene subtítulos al castellano.

Con esto finalizo este pequeño ensayo de música barroca. Para la próxima entrega no tengo aún muy claro de qué voy a tratar. Creo que me decantaré por un título de Rossini, pero no sé si será del Rossini serio o del cómico. Ya veré.

Nos vemos.

domingo, 3 de noviembre de 2019

Problemas en la corte: Artaserse, de Leonardo Vinci I


El siglo XVIII fue bastante interesante a nivel musical. Bach estaba en Alemania componiendo cantatas a cascoporro y en Italia la ópera estaba en pleno apogeo, así como la moda de castrar a los niños que tenían potencial de convertirse en buenos cantantes. Muchos compositores escribían las mismas óperas y con los mismos patrones para satisfacer a un público hambriento de espectáculo y de historias de la antigüedad. Ésta es una de tantas.

Artaserse es una ópera (o dramma per musica, para ser más exactos) en tres actos con música de Leonardo Vinci y libreto de Pietro Metastasio, estrenada en el Teatro delle Dame en Roma, el 4 de febrero de 1730.

Tiene una duración de 190 minutos (tres horas y diez minutos).

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Leonardo Vinci fue un compositor que gozaba de cierta popularidad en Roma en los años 20 del siglo XVIII. Por aquel entonces, en Roma las mujeres tenían prohibido cantar en los teatros y en las iglesias, así que los papeles femeninos eran interpretados por jóvenes castratis. Por aquel entonces, el libretista estrella era Pietro Metastasio y para el Teatro delle Dame, Metastasio redactó cuatro libretos. Artaserse, sería el último de ellos, y se basó en los dramas franceses El Cíd de Corneille y Xerses de Jolyot de Crébillon.  Vinci sería el primero en ponerle música y después de él se escribieron 90 óperas más basadas en el mismo libreto.

Vinci contó con un buen equipo de cantantes, entre ellos a Carestini. La obra fue un enorme éxito y también fue la última ópera que compondría Vinci pues moriría tres meses después a la edad de 34 años. La ópera no obstante, fue repuesta y gozó de cierta popularidad durante cierto tiempo hasta que finalmente acabó siendo totalmente olvidada. Como la gran mayoría de las óperas serias y de este período.

ARGUMENTO

La acción transcurre en el Palacio de los reyes de Persia en Susa, en el siglo V A.C.
Todos los papeles fueron escritos para castrados y actualmente los interpretan contratenores, excepto el papel de Artabano que es para un tenor.


ACTO I

Escena I: Un jardín interior

Arbace, hijo del capitán de la guardia real Artabano, se ha colado para ver a su amor prohibido, Mandane, la hija del rey Serse (o Jerjes quien se opone a esta relación dado que Arbace es de un rango inferior. La pareja se despide y poco después Arbace se encuentra con su padre quien para favorecer el ascenso de su hijo al trono, ha matado al rey. Para librarse del crimen, le da a su hijo su espada ensangrentada, le pide que la esconda y se marcha.

 
Cuando se descubre el crimen, Artabano  hace creer a Artaserse, el príncipe que el asesino podría ser Darío su propio hermano, a quien ordenan asesinar inmediatamente. Tarde, se arrepiente de su decisión y se lo comenta a su amada Semira, la hermana de su mejor amigo, Arbace, quien no logra entender su comportamiento. Artaserse se va desolado, momento que aprovecha Megabise, un soldado leal a Artabano para contarle lo sucedido y le sugiere que abandone a Artaserse por él.  Semira lo rechaza.

Escena II: Un salón del palacio

Artaserse se reune con su hermana Mandane y le dice que ha conmutado la pena de muerte contra su hermano Darío, pero llega tarde, pues Artabano les anuncia que Darío ya ha sido ejecutado. Justo en ese momento, llega Semira anunciado que Darío era inocente,pues han sorprendido al culpable intentado escapar del palacio con el arma del crimen

 

Esa persona resulta ser Arbace, que proclama su inocencia, pero no da ninguna explicación y su padre lo denuncia públicamente. Artaserse se muestra sorprendido por el giro de los acontecimientos, Mandane lo acusa de asesinato, aunque Semira piensa que es inocente.


Arbace no quiere denunciar a su padre y piensa que su inocencia puede ser su perdición.

ACTO II

Escena I: Los apartamentos reales

Artaserse se pregunta cómo puede administrar justicia a su mejor amigo y le pide a Artabano que hable con él para que se aclare todo. Se reune con él, le pide que se escape y se una él en una conjura para acabar con Artaserse, pero éste se niega y le pide que sea devuelto a su celda, cosa que hacer enfurecer a su padre.
Por su parte, Megabise mete prisa a Artabano para que siga con el plan de poner a Arbace en el trono. Para asegurarse de su fidelidad, Artabano le promete a Megabise la mano de Semira y le ordena a ella que acepte.

 

Semira por su parte, no está de acuerdo con todo esto y le dice a Megabise que nunca le amará.  Poco después se enfreta con Mandane quien quiere la muerte de Arbace por haber matado a su padre.

 

Tras este desafortunado encuentro, Semira se lamenta por la situación.

Escena II: Salón del consejo real

Los nobles se reunen con Artaserse. Mientras Semira pide clemencia para el reo, Mandane pide todo lo contrario.

 

Entra Arbace encadenado y Artaserse ordena que sea Artabano quien juzgue a su hijo. Arbace declara ser inocente, pero Artabano siguiendo la ley lo condena a muerte, sentencia que no agrada a nadie. Una vez solo, Artabano decide que hará todo lo posible para salvar a su hijo.

ACTO III

Escena I: Una prisión

 
Artaserse visita a su amigo a la prisión y lo libera. Arbace y le jura que algún día él le devolverá el favor, lo que hace que Artaserse crea firmemente en su inocencia. Poco después llegan Artabano y Megabise, que al encontrar la celda vacía piensan que Arbace ha sido ejecutado. Entonces Megabise, le sugiere que Artaserse debe morir para vengar su muerte, así que con ese fin, él ha envenenado la copa que el príncipe usará en la ceremonia de coronación.

Escena II: La habitación de  Mandane

Semira acusa a Mandane de ser responsable de la muerte de Arbace y ésta se siente culpable aunque eso no le sirve de consuelo. Poco después se queda Mandane sola y entra Arbace para despedirse definitivamente de ella.

 

Mandane le dice que pese a todo, ella aún lo sigue queriendo pero le ordena que se vaya inmediatamente de allí.

Escena III: Un gran patio decorado preparado para la coronación

Artaserse da un discurso a sus súbditos y para certificar su juramento, tiene que beber el vino sagrado. Artabano le da la copa envenenada y en el momento en el que va a beberla, es interrumpido por Semira, quien anuncia que el palacio está siendo atacado por un grupo de rebeldes. Artaserse piensa que es obra de Arbace, pero luego llega Mandane y dice que la revuelta ha sido aplacada gracias a que Arbace ha matado al líder de ésta, Megabise y además ha pedido a los demás que dejen las armas.
Artaserse, conmovido, hace llamar a Arbace quien se presente ante él. Éste sigue proclamando su inocencia y Artaserse le dice que lo jure por los dioses y le ofrece la copa de vino que el propio Artabano había envenenado para el rey. Es entonces cuando se descubre toda la verdad, que fue él quien mató al rey Serse. Artaserse decide entonces condenar a muerte a Artabano, pero Arbace lo defiende y amenaza con suicidarse si no lo perdona, Entonces, Artaserse cambia de opinión y decide como castigo exiliar al regicida.



Todos aclaman la justicia y la benevolencia del nuevo rey.