domingo, 10 de noviembre de 2019

Problemas en la corte: Artaserse, de Leonardo Vinci II


ANÁLISIS

Uno de los motivos por los cuales la ópera barroca se ha vuelto a poner de moda (o al menos a estar más presente en los escenarios) es debido al auge de los contratenores. En mi caso fue así. Había escuchado algún cd de Philippe Jaroussky y quedé encantado con esa voz que parece de una mujer pero que no lo es. Y si hay algo que destaca la ópera seria barroca es por la espectacularidad de sus arias.

Así en 2012, salió a la venta el primer registro de una ópera olvidada de un compositor también bastante olvidado. Ese cd es de la ópera que he comentado antes, Artaserse de Leonardo Vinci y lo compré motivado porque salía Jaroussky en él. El tema de Artaserse, me sonaba de algo y es que en relación con esa obra conocía sólo una aria que pertenecía a un pasticcio en el cual participó el hermano de Farinelli, Riccardo Brocchi, con la famosísima aria Son qual nave y que se popularizó gracias al película dedicada al famoso castrato.


Curiosamente, este aria la canta el personaje de Arbace y por temática me huelo que es la última del acto I, en la que Vinci compone su Vo solcando un mar crudele... Para que luego digan que hoy en día no hay creatividad a la hora de escribir letras. En el barroco, como veis, tampoco. El caso es que tuve la suerte de poder ver una versión en concierto de esta obra, en el cual estaba Jaroussky, y aunque lo hizo genial, al final el que me conquistó fue sin duda el contratenor que hacía de Arbace que fue el argentino Franco Fagioli (y del que soy también muy fan).

Pero dejando un lado lo personal vamos a comentar la obra en sí. Lo cierto es que Artaserse es una obra que está pensada para agradar a los nobles, ya que toda la trama se ciñe en ellos y en las intrigas palaciegas que francamente tenían poco que ver con la realidad de la calle. Al fin y al cabo, la ópera seria trataba estos temas y Artaserse no es una excepción. El libreto de Mestastasio es efectivo, porque aunque los personajes sean nobles, no significa que sean perfectos. Así, el príncipe Artaserse demuestra ser bastante incompetente, porque al descubrir la muerte de su padre, ordenar asesinar a su hermano Darío casi sin pruebas, sin un juicio. Luego cuando parece que el culpable es su mejor amigo, Arbace, se desentiende y le endorsa el problema a otro, es decir a Artabano (que es el verdadero asesino) para luego después, liberarlo. Toda esta del monarca bueno es algo que era de esperar del siglo XVIII, en un momento de la historia donde predominaba la monarquía absolutista, así que no es de extrañar ver obras en donde se ensalza la figura del rey.

Claro que este comportamiento tiene su lógica porque aunque la ópera se llama Artaserse, en realidad el verdadero protagonista (y por tanto al que le tiene que salir bien todo) es Arbace. Este personaje representa la fidelidad pura y dura, tanto la familiar como la social y política. Es por tanto el héroe y no en vano es el que más música tiene (cinco arias, un arioso y un dueto con Mandane). Aunque en este apartado, hay que reconocer que Vinci se portó bastante bien con los solistas ya que todos tienen prácticamente las mismas intervenciones, salvo el personaje de Megabise, que sólo tiene tres arias. El resto, tiene 5.

Volviendo con Arbace no deja de ser un personaje clásico interesante. Un joven que se debate entre la fidelidad a su rey y también a su padre, eligiendo su propia destrucción para no querer fallar a ambos. Por fortuna y siguiendo la norma de la ópera seria, el final de sus tribulaciones es feliz, ya que, al ser el mejor amigo del príncipe pues todo se soluciona felizmente o casi para todos. Otro detalle que llama la atención es que salvo Megabise (que muere fuera de escena, siguiendo también un poco la tradición de las tragedias griegas) todos estás relacionados por un parentesco. Son dos parejas de hermanos enamoradas entre sí; Artaserse, hermano de Mandane, está enamorado de Semira que es la hermana de Arbace que está enamorado de Mandane. Y el malo de la película, Artabano ,es también el padre de Semira y Arbace. Megabise es el secundario que, si bien en la ópera romántica tendría un mayor protagonismo porque formaría un triángulo amoroso entre Semira, Artaserse y él mismo, aquí ni pincha ni corta.

El otro personaje que también me parece interesante es Artabano, quien se debate entre su ambición y el amor paternal. Pese a ser la cabeza pensante del golpe de estado (o del regicidio, más bien) su plan en el fondo era por el bien de su hijo, ya que quería convertir en un oficial de bajo rango en rey de Persia. Nada más y nada menos. Apuntaba alto. En tanto, si bien puede demostrar una cierta cobardía, al echarle el marrón a su propio hijo, en el fondo lo quiere y hace todo lo posible para salvarlo, aunque la fidelidad férrea de su hija hacia la familia real le hace perder la partida. También era lógico, siendo su hijo novia de la princesa y mejor amigo del príncipe. Estaba muy bien posicionado y desde un principio vemos que todo va a salir bien.

Así, vemos que a nivel argumental la historia no es, en mi opinión, uno de los mejores libreros de Metastasio. A nivel musical, Vinci nos ofrece una colección de arias de todo tipo. principalmente del tipo "da capo", así como las típicas que vemos en estas óperas, las de furia, las de comparación, etc. Sin duda, estoy convencido que algunas de estas arias serían sustituidas por otra en el momento que cambiara el reparto y al cantante en concreto prefería cantar otra, una práctica muy común y que se extendió hasta bien entrado el siglo XIX,(pasaba por ejemplo mucho con Rossini).

La ópera seria no es un tipo de ópera fácil de escuchar, ya que son bastante largas y toda la acción se desarrolla a través de recitativos que pueden resultar muy monótonos. Por tanto, esta obra no está pensada para un público principiante, hay que tener el oído algo entrenado para poder apreciar bien las obras. Tampoco ayudan que las puestas en escenas de estas obras hoy en día suelen ser algo extravagantes o idas de olla que en vez de facilitar la comprensión, la dificulta aún más. Pero una vez le coges gusto, es una música que te llena y es bastante inspiradora. No en vano, creo firmemente que la música barroca es el ancestro de la música heavy. De hecho yo me aficioné al heavy metal (bueno, soy más de metal sinfónico) por escuchar a Porpora, a Vinci, a Handel y otros maestros.

De esta ópera aprendemos sólo una cosa: Es una genial idea tener amigos poderosos.

GRABACIONES

CD

En este apartado lo tengo fácil, ya que sólo hay un registro disponible y es de Jaroussky. En su día hay quien criticó esta grabación de ser algo monótona, es decir, al tratarse de todos contratenores no registraba una gran variedad de voces, lo cual no estoy del todo de acuerdo, ya que cada cantante tiene su propia personalidad. Es un disco altamente recomendable, pero como ya he comentado antes, hay que tener el oído bien entrenado.

DVD 


Y lo mismo pasa en el apartado audiovisual, de momento sólo existe este registro y prácticamente el reparto es el mismo que hemos visto en el cd; el único que cambia es Artabano, que aquí es interpretado por el tenor Juan Sancho. Lo genial de este montaje es que lo han escenificado como si estuvieran en la época barroca, así todos los trajes son muy pomposos y están altamente maquillados. Me parece un gran acierto, sabiendo que en el siglo XVIII, no se preocupaban tanto por perseguir una fidelidad histórica (como sí pasaría más tarde en el Romanticismo) sino por la extravagancia. La única pega es que no tiene subtítulos al castellano.

Con esto finalizo este pequeño ensayo de música barroca. Para la próxima entrega no tengo aún muy claro de qué voy a tratar. Creo que me decantaré por un título de Rossini, pero no sé si será del Rossini serio o del cómico. Ya veré.

Nos vemos.

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