viernes, 13 de septiembre de 2019

El favorito de la reina: Roberto Devereux, de Donizetti II


ANÁLISIS

La vida amorosa de Isabel I ha dado mucho que hablar a lo largo de la historia y ha sido fuente de inspiración para el arte, especialmente en la literatura y en la ópera donde nos ocupa. Donizetti le dedicó al personaje tres óperas, de las cuales, sólo en una es la verdadera protagonista, siendo un personaje secundario aunque muy relevante en las otras dos (Il castello di Kenilworth y Maria Stuarda).

Como pasa en todas las obras históricas el libretista se toma alguna que otra licencia poética para hacer el texto más dramático y normalmente casi siempre la motivación que va a desencadenar cualquier episodio político, va a estar ligado a algún interés amoroso de los protagonistas. Para ello, vamos a ver un poco como era el histórico Conde de Essex, Roberto Devereux:


Nació en 1565 en Herefordshire. Era hijo ilegítimo de Robert Dudley, conde de Leicester y presunto amante de la Reina, por tanto era de familia noble. Entró en la Corte en 1584 y tres años más tarde se convirtió en el favorito de Isabel I gracias a su elocuencia, su gracia y sus artes de seducción. Entre ambos había una diferencia de edad notable (él contaba con 19 años y ella con 52). Sin embargo, los problemas con la reina empezaron poco después en 1589 cuando se alistó con Francis Drake para combatir la armada española pese a que la reina le ordenó no hacerlo. También participó en 1597 en el asalto a Cádiz (cosa que como gaditano me afecta). Después de esta expedición, cuenta la leyenda que Isabel I le dio a Roberto un anillo para que lo utilizara a su favor en caso de que su vida corriera peligro, y es lo que da base a las escenas finales de la ópera, aunque es un episodio que no está verificado.

El asunto por el cual Devereux cayó en desgracia fue debido a que en 1599 se fue a Irlanda para terminar con la Rebelión Tyron, también llamada Guerra de los Nueve años en las que se disputaba el gobierno de Irlanda. Se supone que tenía que combatir en el norte siguiendo las órdenes reales, pero al parecer Devereux hizo lo que le dio la gana con desastrosas consecuencias. Volvió a Londres sin el permiso de la reina, lo que le costó que lo arrestaran. Años más tarde, en 1601 reunió a un grupo de partidarios en su mansión de Essex y cuatro años más tarde se fue con un pequeño ejército, irrumpió en la corte exigiendo ver a la reina. Por eso y por otros indicios acusaron formalmente a Devereux de traición, declarado culpable y condenado a morir decapitado en la Torre de Londres, cosa que sucedió el 25 de febrero de 1601. Tenía 35 años.

Volviendo al episodio del anillo presuntamente, la Condesa de Nottingham, Catherine Carey (Sara en la ópera de Donizetti) iba a entregarle el anillo pero se lo impidió su esposo Charles Howard, quien coincidió con Devereux en la flota de Francis Drake y en el Asalto a Cádiz, pero no eran tan amiguitos como lo pintaba Cammarano. Y como dato curioso, Howard también fue responsable de la muerte de María Estuardo.

Así a grandes rasgos es el contexto original en el cual se mueve la ópera. Pero como estamos en el Romanticismo y la motivación política no suele llenar muchos teatros (al no ser que haya italianos de por medio), todas las motivaciones se reducen al campo personal y amoroso.

Nos volvemos a encontrar con un triángulo amoroso y un amor imposible debido a la posición social y las circunstancias.Isabel ama a Roberto, Roberto ama a Sara y es correspondido pero no puede consumar la relación porque ella ya está casada con Nottingham que es para mayor colmo de males, su mejor amigo. Un drama de manual. El tema en cambio está tratado de una manera tan sumamente concisa que funciona pues Donizetti se centra en lo básico y repite fórmulas que ya hemos visto en obras anteriores  que le han funcionado bastante bien.

Así el primer acto, recuerda a Anna Bolena, su segunda escena, a Lucía de Lammermoor con la despedida de los dos amantes. En cambio, la novedad residiría en el segundo, donde prácticamente en un terceto se descubre todo el pastel y se alcanza el clímax, dejando el tercero para su conclusión obvia. Un aria final para Devereux, que recuerda a horrores a la Edgardo de Lucia y el clásico número final para la prima donna, en este caso Isabel I, que ve impotente su fracaso amoroso sin poder hacer nada para evitarle pese a ser la mujer más poderosa del país. Pero claro, teniendo en cuenta la diferencia de edad, era improbable que Roberto se sientese atraído por una mujer tan mayor (al no ser que le gustasen las mujeres mayores, o la erótica del poder, que también es otra posibilidad.)

Pero frente al hombre rebelde y díscolo que fue Devereux en la realidad (quien por cierto estaba casado, tuvo hijos y también un bastardo con una amante) Cammarano lo retrata como un hombre fiel a sus principios y a su amor, capaz de darlo todo incluso su vida por preservar su honor.

De todas formas, la obra tiene realmente importancia porque fue la que empezó a marcar un cambio en las obras futuras. No en vano, muchos de los intérpretes que luego debutaron en algunas óperas de Verdi, sobre todo en las primeras, habían cantado esta ópera. Tal es el caso de Felice Varesi, barítono que fue el primer Rigoletto y que fue uno que contribuyó a la evolución de la cuerda de barítono al darle también algunos pasajes agudos. O Guiseppina Strepponi, la que sería la primera Abigaille en Nabucco.

En resumidas cuentas, pese a no tener números musicales tan carismáticos como podríamos encontrar en otras obras del autor, Roberto Devereux es un trabajo a tener en cuenta.

Lo que podríamos aprender de esta ópera es que ante todo, no cabrees a tu jefe, porque podría haber consecuencias, al no ser que te compense, claro.

GRABACIONES

CD


Éste es un registro en vivo y aunque han incluido los aplausos, (cosa que me molesta cuando no es al final del acto porque creo que cortan el ritmo de la acción) tanto la orquesta como el equipo de cantantes hacen un trabajo bastante notable. Tampoco hay mucho más donde elegir y el libreto que lo acompaña incluye mucha información sobre la obra, de hecho prácticamente toda la entrada anterior la escribí usando el libreto como fuente.

DVD

Por otra parte en DVD sí tenemos ya dónde elegir. Pese a ser una puesta en escena moderna, (ambientada más o menos en los ochenta en la época de Margaret Tatcher) no deja de ser interesante puesto que creo que le va bastante bien, aunque no termino de ver que el coro le pegue una paliza a Roberto mientras éste canta su cabaleta final antes de ser ejecutado. Es increíble ver como Edita Gruberova se mete en el papel y además es uno de los pocos papeles pensados para una mujer madura. El resto del elenco está también a la altura.  Es bastante recomendable.



Pero sí queréis una versión más tradicional, este montaje del Festíval de Bérgamo es bastante fiel al libreto y musicalmente es también apañado, aunque como DVD es basante cutre, sólo posee subtítulos en inglés y poco más. Además no es barato precisamente. 

Con este título finalizo la Trilogía de la Reinas de Donizetti. La próxima entrada creo que la editaré en Octubre  (o quizás un poquito antes) y trataré un título de Verdi poco conocido, sobre un mito de una muchacha que tuvo la misión divina de salvar a Francia de los ingleses...bien no termina la cosa.

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