domingo, 31 de mayo de 2020

Problemas familiares: I due Foscari de Verdi II


ANÁLISIS

Cuando vives en una ciudad pequeña no tienes mucho acceso a una amplia oferta cultural y si hablamos de ópera ya ni os cuento. Por eso, siempre me sorprendió que cuando en Cádiz se representa una ópera de Verdi, siempre echan las mismas. De la trilogía popular no salen (Rigoletto, Trovatore, Traviata), de cuando en cuando, Nabucco y Aida y una vez, la compañía itinerante que suele venir puso en escena un Ballo in Maschera y Macbeth.
No obstante, estamos ante un compositor que tiene en su catálogo 26 óperas y cuando ves siempre las mismas, te entra la curiosidad por las que no se representan. Y si bien es cierto que hay algunas que son bastante flojas, hay otras que son realmente interesantes, aunque no aporten nada nuevo a lo que otros compositores hayan hecho antes.

En este caso que nos ocupa I due Foscari sería de ese grupo. Aprovechando el confinamiento, he tenido mucho tiempo para poder escuchar música (y practicar yo mismo también) y he podido escuchar  todas las óperas de Verdi. Me parece una obra interesante por varios motivos.
Para empezar, la ópera rompe con el tópico de dar el protagonismo a la pareja tenor-soprano ya que aquí, el papel protagonista recae principalmente en el barítono. Esto no es nuevo, ya antes Donizetti compuso para París Marino Faliero (1835) y también trataba un tema similar. Verdi por su parte, se inspiró en el drama de Lord Byron basado a su vez en hechos reales para contar no sólo esa conspiración sino también reflejar las relaciones padre-hijo, tema que explotaría a lo largo de su carrera.

Pero ¿quienes eran los Foscari? Bien, el auténtico Franceso Foscari, fue un gobernante que tuvo Venecia en el siglo XV y estuvo en el cargo durante 34 años, siendo el dogo (o el Dux) que duró más tiempo.


Y sí, tuvo un hijo, el cual estuvo acusado de corrupción y cómplice de asesinato y lo condenaron al exilio hasta en tres ocasiones. Por tales eventos, Francesco tuvo que abdicar, su hijo moriría en el exilio y él una semana más tarde, aunque se celebró un funeral de estado. El antagonista de la ópera, Loredano, también se basa en un personaje histórico real, y al parecer era rival político de Francesco y también personales debido a la anulación de la boda de la hija de Foscari con uno de los hijos de Loredano.
Así de pronto y sin ninguna trama romántica de por medio, no parece que la tragedia de Byron fuera muy atractiva para hacer una ópera sobre ello, pero Verdi le vio un gran potencial para ponerle música. Piave supo adaptar bien la obra comprimiendo los cinco actos originales a tres y dejando lo esencial: el conflicto entre el personaje público y privado. Ya desde los inicios vemos que Verdi se interesa mucho por las relaciones paterno filiales y en este trabajo, son ellos dos precisamente los personajes que mueven toda la obra: Los dos Foscari; el padre y el hijo. El resto de personajes son un poco satélites que van rondando en torno a ellos, así Lucrezia (que en el drama de Byron se llama Marina) trata de interceder en vano para que absuelvan a su marido y Loredano, por su parte, lo que quiere es acabar con Francesco por haberle ganado en su día.

No obstante lo que plantea Verdi es hasta qué punto un personaje público puede separar su vida política de la privada. Francesco debe condenar a su propio hijo muy a su pesar, ya que la justicia debe ser imparcial para todos. Aún creyendo que sea inocente y siendo el hombre más poderoso de la república no puede hacer lo que él siente que sería perdonar y salvar a su hijo. Por su parte, a Jacopo le toca ser el desgraciado de la historia, un hombre inocente que se ve involucrado en asuntos turbios por ser hijo de quien es y que al final lo acabaría pagando obligándolo a dejar atrás lo que más quiere: su familia. Como buena obra romántica, el hombre moriría de pena, cosa que para ser un tenor es bastante original, ya que los tenores suelen tener muertes más violentas. Así mismo, el padre también fallecería más o menos de la misma forma de pena por sufrir tanta injusticia junta, la muerte de su hijo siendo inocente y su abdicación forzosa. Si bien es cierto que en la realidad no pasó en el mismo día, a efectos teatrales es mucho más dramático que pase así.

El resto de personajes apenas tienen relevancia. Lucrezia está porque toda ópera necesita un personaje femenino y también sirve como víctimas colaterales del conflicto principal. Cuando una persona tiene problemas con la justicia, no sólo los sufre el acusado sino también toda la familia. En cambio, Loredano, para ser un antagonista es bastante flojo, pues al comprimir el libreto no queda muy claro el porqué de tanto odio y tampoco tiene ningún aria en que lo explique tan sólo interviene en las escenas de conjunto.


A nivel musical estamos ante una obra puramente belcantista, pero ya en la última etapa. En este aspecto el que más gana es sin duda el tenor, pues dispondría de tres arias, (la del primer acto con la correspondiente cabaletta) y todas ellas abren los actos. También tiene su escena la soprano pero en esta ocasión es el barítono quien se lleva la mejor parte, destacando sobre todo el terceto del segundo acto y sobre todo la escena final. Nos encontramos ante una ópera de números cerrados y relativamente breve, lo cual facilita la escucha. El coro por su parte, también tiene una especial relevancia en la trama pues representaría a ese implacable Consejo (aunque yo en la entrada anterior, lo traté como Concilio) que hace atacar la ley de forma rigurosa. También como el pueblo, para dar algo de colorido local, como se puede oír en el principio del tercer acto entonando una barcarola. También vemos un pequeño intento de “leitmotiv” con Jacopo pues cuando sale el personaje la orquesta lo presente con un solo de clarinete.

Actualmente I due Foscari no es una ópera tan oscura como antes y ya no es tan extraño verla en los teatros. Poco a poco va tomando su hueco en los escenarios y si bien es cierto que no es tan redonda como las obras de madurez, no deja de ser una obra interesante.


GRABACIONES


CD


La única grabación que he escuchado es ésta de Gardelli, con Carreras en el papel de Jacopo y Cappucilli en el papel del Dogo. En lineas generales es una grabación muy equilibrada.

DVD

Curiosamente, en Dvd hay más donde elegir. Por mi parte, me quedo con esta representación del San Carlo de Nápoles con el genial barítono Leo Nucci (especializado en Verdi además) en el papel principal. La puesta en escena es la tradicional y también en general está bastante bien lograda.


Espero que os haya despertado un pelín la curiosidad por esta obra. La próxima entrega cambiaré de repertorio y me iré al alemán con una obra que plantea el siguiente debate: ¿qué es más importante en un ópera, la letra o la música?

Nos vemos.

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