sábado, 25 de agosto de 2018

Un Dogo con muchos enemigos: Simon Boccanegra, de Verdi II


ANÁLISIS

No puedes gustar a todo el mundo. Eso es algo que todo aquel que se dedica al arte, sea del tipo que sea, debe asimilar por su bienestar mental.

En el caso de Simón Boccanegra, cuesta creer que después de haber cosechado varios éxitos, Verdi patinara con esta obra.  Parece que el libretista no hizo un buen trabajo adaptado el drama de García Gutierrez, a quien le debe una de sus obras maestras; El trovador.  Sabiendo que la historia era un tanto rocambolesca, era de esperar que Boccanegra tampoco fuese una obra fácil de entender. Pero no es ese el caso, hay óperas mucho más complejas que ésta que se tuvieron éxito. Entonces, ¿por qué no cuajó en su día?

Básicamente, el problema que tuvo la ópera está en la trama en sí. Si nos fijamos en las tramas de las óperas de éxito, normalmente vamos a encontrar una trama amorosa, entre el tenor y la soprano y barítono porculero que se mete de por medio. O un bajo. Sin embargo, esta ópera, al igual que pasa con Boris Godunov, la trama amorosa es un elemento secundario que está porque hay que ponerla, si bien en el caso de Simon está mejor integrada que en Boris.

Así pues, el protagonista absoluto recae aquí en el barítono, Simon, y toda la trama gira alrededor de la conciliación de su vida personal con la pública. Es en él donde radica su importancia, pues lo vemos desde el prólogo como un joven amante al que se le niega estar con el amor de su vida, pierde  tanto a ella como a su propia hija; luego cuando la logra encontrar ya en edad madura, apenas tiene tiempo de disfrutar de ella porque lo envenenan. Simon es ante todo un personaje trágico pero a pesar de todo está lleno de una gran nobleza y coraje.
Como dato curioso, Simon Boccanegra existió realmente, y fue Dogo de Génova en 1339, aunque él no era corsario, sino su hermano y Gutierrez fusionó los dos personajes en uno solo. Para él Verdi compuso unas melodías un tanto oscuras y lentas, y ese es otro de los motivos por los cuales la obra tampoco cuajó. La música no es del todo pegadiza.

Apenas hay pasajes que se te queden grabados, pero no por ello la música es de menor valor ni mucho menos. Es curioso que el único papel femenino relevante, Amelia, tiene tan sólo un aria. El resto de su participación en la obra, se dedica a interactuar con los tres hombres más relevantes en su vida, su padre, su abuelo y su novio. Pero como ella no es la protagonista, su trama no tiene apenas importancia. Cierto es que pierde a su padre al final de la obra, pero al menos logra encontrarlo y además gana también un abuelo (Fiesco) y se queda con el chico (Adorno) quien además logra ser el próximo Dogo de Génova. En cierto modo, la obra sólo es trágica desde el punto de vista de Simon, al cual matan vilmente, pero para el resto todo termina relativamente bien.

Sin embargo, la obra resulta interesante por los antagonistas, que en este caso encontraríamos dos: Paolo y Fiesco. No cuento a Adorno porque pese a que en el primer acto lo quiera matar y casi lo logra en el segundo, al final cuando descubre que es su futuro suegro, deja sus hostilidades a un lado. En cambio, los otros dos guardan rencor a Boccanegra principalmente por motivos personales, que luego en el caso de Paolo, también motivos políticos. Ni qué decir que la escena más interesante de toda la obra la encontramos en la escena del consejo. Esa escena (la segunda del Acto I) es original de la versión de 1881, en la de 1857, la acción se traslada en la plaza y se centra más en el fallido secuestro de Amelia, que en el intento de Simon por defender la paz entre Venecia y Génova. Aquí al final Verdi vuelve a tomar uno de sus temas fetiches y es el de la maldición, que traería la perdición a aquel que la sufre como el caso de Rigoletto, o como después haría con Un ballo in maschera con el tema de la profecía.

Otro aspecto que destaco es la relación paterno filial que hay entre Simón y Amelia. Pese a que es breve, Simon se presenta como un padre que quiere lo mejor para su hija, sin llegar a ser tan obsesivo como Rigoletto o tan manipulador como llegaría ser Amonasro. Su reencuentro es uno de los momentos más emocionantes de la obra.

Con todos estos elementos y poniéndoos en situación, realmente entiendo que la obra no cuajara en su día, ya que creo que es una ópera adelantada a su época. Sin embargo hoy en día vemos en la trama de Simon elementos que pueden bastantes atrayentes y tanto desde el punto de vista musical como del dramatúrgico es una obra realmente interesante. Eso sí, no es el Verdi más accesible de todos y antes que ésta, yo recomendaría otras obras suyas. Pero en lo personal, si algún día tengo la ocasión de poder verla en directo iría sin dudarlo. Bueno, salvo que el director de escena sea Calixto Bieitio, en cuyo caso no, porque me la va a liar parda.

En resumidas cuentas, con esta ópera aprendemos lo siguiente:

- Ten a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más. Así podrás saber sus planes y contrarrestarlos.
- A veces hacer lo correcto no es del agrado de todo el mundo, pero lo importante es ser coherente con uno mismo.
- A veces no hace falta tener un talento especial para obtener un gran poder. Basta con estar en el momento adecuado y en el lugar adecuado.

GRABACIONES

CD
 
Como no os he contado cómo descubrí esta ópera, aprovecho este momento para hacerlo. En realidad la descubrí así tal cual, comprando el cd y el dvd directamente. Lo que no recuerdo es si compré primero uno y luego el otro o ambos a la vez. Sería por una cuestión de precio, estarían baratos en algún sitio y animado por completar la colección de óperas de Verdi (que por cierto no tengo tantas unas 14). Me gustó el trabajo que hizo Claudio Abbado en Aida y en Un ballo in maschera, así como el equipo de cantantes así que considero que ésta es una opción de referencia. Y a nivel de precio es bastante asequible también.

DVD

Es increible que el señor Plácido Domingo todavía esté en activo, aunque en la cuerda de barítono. El papel del Dogo fue uno de los primeros que hizo en su carrera como barítono si mal no me equivoco. Y aunque Domingo no es un barítono y se le nota (de hecho he tenido el enorme placer de poder haberlo visto en la Bastilla como Giorgio Germont en La Traviata) pero es un animal escénico. Sus gestos, su forma de moverse en el escenario. Tiene unas tablas que aunque el color de la voz no sea quizás el adecuado, realmente le va bastante bien. Por eso disfruté enormemente viendo este dvd. El resto de los cantantes están a la altura, me gustó mucho la Amelia de Poplavskaya, soprano actualmente retirada, pero que tenía bastante potencial y carisma.

Con esto finalizo mi pequeño análisis de esta interesante obra y ya la próxima la dejaré para el mes de Septiembre. Vuelvo con el amigo Mozart y una historia sobre un intercambio de parejas. Así descanso de tanta trama política.

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