jueves, 9 de agosto de 2018

Un zar Herodes: Boris Godunov, de Modest Musorgski II


ANÁLISIS

 "Llora, pueblo ruso, llora pueblo hambriento". Es muy irónico que estas palabras las pronuncia el personaje al que llaman "El Inocente", aunque también se puede traducir como El Idiota.

Y no es para menos. Boris Godunov, no es una obra fácil ni de escuchar ni de entender. Voy a intentar explicarla los dos aspectos, aunque no sea un experto ni en música rusa ni en historia en particular, pero haré lo que pueda.

Para entender un poco a Boris, hay que tener en cuenta que los rusos empezaron a componer óperas bastante tarde, la primera obra rusa fue casi a finales del siglo XVIII. Dado que en Rusia la profesión de compositor no estaba del todo regulada, muchos de los grandes compositores del siglo XIX, componían por hobby. Eso hace que las técnicas de composición de ópera quizás no sean tan avanzadas como en otras partes de partes de Europa. Si a eso añadimos el concepto de arte que tenían los rusos, es decir que debía tener una utilidad social, hace que Musorgsky decidiera componer una obra de tema ruso. También estuvo motivado por el éxito que tuvo la obra de Glinka, Una vida por el zar (que por cierto, la tengo pendiente de escucha). Boris Godunov es además, la única ópera que Musorgsky llegó a completar, ya que por desgracia, la siguiente, Khovanshchina, no la llegó a terminar. Una lástima porque es una obra interesantísima y mucho accesible que Boris.

Así de pronto podemos intuir que esta ópera tiene mucho en común con el primer éxito que tuvo Verdi, Nabucco.  Ambas tienen en común en el que el nombre del personaje que le da título a la obra, en realidad no es el personaje más importante. No. En ambas, el verdadero protagonista es el coro, es decir el pueblo, aunque con matices.

Como ya comenté en los datos históricos de la entrada anterior, Musorgski basó su libreto en las escenas más impactantes del drama de Pushkin, que para los rusos es como Shakespeare, es una de las figuras más importantes de su literatura, y para los compositores una fuente inagotable de inspiración. Esa obra de teatro, fue fuertemente censurada en Rusia, ya que no deja a los Zares en un buen lugar y más si tenemos en cuenta la primera versión, la de 1869 que resulta ser más concisa que la versión definitiva, además de ser una obra bastante masculina, pues los personajes femeninos son muy secundarios. El único con algo de relevancia es Marina, pero ya hablaré de ella más tarde.

Pero antes de irme por las ramas, he mencionado antes que el protagonista de la obra es el pueblo. ¿y por qué? Bueno, para empezar, la obra empieza con el pueblo siendo humillado y obligado a aplaudir a un zar que en el fondo ni les va ni les viene, ya que después ese mismo pueblo que veríamos en la escena de la Catedral de San Basilio lo único que quiere es pan. Y si nos fijamos en la versión definitiva, veremos al pueblo aplaudir y seguir a un usurpador que promete mucho pero que no tiene ni idea de lo que hace. Y todo eso está el personaje del Idiota, que en el fondo no es más que una personificación del pueblo ruso. Sabiendo esto, se puede intuir el parecido con Nabucco. El pueblo judío oprimido por un gobernante tirano pero al menos, al final de la obra se acaba liberando. En el caso de Boris, es igual salvo que esa promesa de liberación, no va a ser tan evidente.

Cabe señalar que esa escena, la del bosque de Kromy fue ideada por el propio Musorsgki basada no en el drama de Pushkin sino en la Historia del estado ruso de Nikolai Karamzin. La escena en un principio estaba destinada a ocupar el lugar que antes estaba la de la Catedral, pero después Musorgski que era mejor terminar la ópera con esa escena que con la muerte de Boris, cosa que cuando su compañero Rimski Korsakov decidió reorquestar la obra, invirtió el orden. En mi opinión queda mucho mejor terminar la obra con el lamento del Inocente.

Otro gran aspecto que hace esta obra realmente interesante es el retrato psicológico de sus personajes. Es una ópera repleta de antihéroes. Voy a retratarlos brevemente:

- Boris: El personaje recuerda mucho a Macbeth, ya que ambos son dos que alcanzan el máximo poder por hacer algo terrible. Aunque no está del todo comprobado que fuera el mismo Boris que matara al joven Dimitri, pues hay una teoría en la que el infante de ocho años podría haberse apuñalado él mismo por accidente durante una crisis epiléptica, lo cierto es que no es del todo creíble. Fuera el mismo Boris quien mató al niño o enviara a alguien para ejecutar tal infame tarea, la cuestión es que tanto Pushkin con Musorgsky dan por buena la hipótesis del asesinato, mostrándonos así a un un hombre carcomido por el remordimiento que ya ve fantasmas donde no los hay. Cabe destacar que es uno de los roles protagonistas para bajo más importantes y en algunos aspectos, está muy influenciado por el personaje de Felipe II en el Don Carlos de Verdi.

- Grigori o el Falso Dimitri: Grigori Otropiev es un personaje que se degrada con el tiempo. Al principio Musorsgki nos lo presenta como un joven novicio de nobles ideales, pero luego con el tiempo vemos que en el fondo lo único que le interesa es el poder  y aprovechando su supuesto parecido con el auténtico Dimitri, idea un plan para ir a Polonia y así conseguir apoyos. No le importa realmente renunciar a su identidad con tal de conseguir sus propósitos y aunque muchos saben que es un fraude, lo utilizan para sus propios medios. El personaje, obviamente se desarrolla más en la versión de 1872, cuando en la escena de la Revolución habla al pueblo sin bajarse del caballo, es decir habla con una superioridad moral y además es bastante hipócrita pues él no es ya ortodoxo sino católico y le da igual que su pueblo haya asesinado vilmente a dos monjes jesuitas. Es decir, el pueblo aplaude a un proyecto de zar que es un fraude, exactamente de la misma manera que aplaudió en su  día a Boris, que ocupó el trono también de forma apresurada.

- Shuisky y los boyardos: En realidad son los verdaderos gobernantes de Rusia. Entre los boyardos tenemos al principal, Shuisky, un hombre que sólo tiene lealtad para sí mismo y le da igual apoyar a quien sea con tal de seguir con sus privilegios, al igual que el resto de los boyardos, que avalan el uso de la tortura y de la fuerza bruta para someter al resto. Son ellos los que ponen a la policía gente analfabeta (como pasa en la escena de la posada) para hacer cumplir la ley... o lo que ellos entienden por ley.

- Marina: Aunque ya he mencionado que los personajes femeninos en esta obra, sobran, cabe destacar que ella, es digamos el detonante de la revolución. Musorsgky disfraza de "amor" la relación entre ella y Grigori, pero en realidad lo que le mueve a ambos es el interés por el poder. Ni siquiera la catalogaría como "heroína" porque no lo es, es una mujer manipuladora y sin escrúpulos, que encima además se deja aún más manipular por su consejero, el jesuita Rangoni, otro que también quiere chupar el bote.

- Pimen: Uno de los pocos personajes "puros" de la ópera. En realidad es un pobre viejo que cuenta las cosas tal y como son. Es un cronista y trata de ser lo más objetivo posible, aunque se ve claro que no simpatiza con Boris y sabe perfectamente que Grigori es un fraude. Pero se mantiene al margen, así que algo es algo.

- El Inocente: Como ya he adelantado antes, el Inocente, un retrasado mental es la metáfora del sentir del pueblo ruso. Lo vemos como un ser débil del cual todo el mundo, hasta los niños se aprovechan de él, pero sin embargo tiene la suficiente valentía de decirle a la cara al mismo Zar (a Boris), que es un asesino de niños. Esa valentía es la que el pueblo es a veces capaz de sacar afuera cuando se siente oprimido, como pasó en Francia, por ejemplo pero los rusos tardarían algo más en despertar. Pero aún así, es un ser débil al que se le ignora pese a que al final nos demuestra tener razón.

Aparte del resto de personajes, Musorgsky nos mezcla lo serio con lo grotesco, quizás por el libreto y también por la influencia que le supuso ver la obra de Verdi en San Petersburgo, concretamente, La fuerza del destino. Toda esta trama, hace de Boris un drama moral que resulta hoy muy actual y es una de las pocas óperas que, si trasladas la acción a la época actual o a la época del comunismo, encaja perfectamente, porque Rusia aún tiene mucho que evolucionar.

En el aspecto musical, la obra resulta un poco difícil de escuchar dado que Musorsgki mezcla la prosa con el verso y muchos pasajes son prácticamente un recitativo continuo. Hay pocos pasajes que resultan ser cantables y en lo general no es una música que resulte ser muy pegadiza aunque es bastante interesante. A nivel personal, yo conocí la obra tal cual con la orquestación de Musorsgki y es una obra oscura. Sin embargo, para realizar estas entradas he estado escuchando la versión de Korsakov y sinceramente parecen dos obras distintas. La versión de Korsakov es mucho más brillante y fluida, y es menos oscura.  Yo diría que es más accesible, pero por otra parte y si tenemos en cuenta que Musorgsky quería denunciar con esta obra (o lo que yo saco en claro) es la corrupción que existe en el poder y cómo eso afecta al pueblo, casi le pega más el tono oscuro que Musorgsky da.

Con todo ello, es una obra que me gustaría ver en directo algún día. De esta ópera podemos sacar las siguientes conclusiones:

- No todo vale por el poder.
- Ten a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más. Nunca se sabe.
- Al final, quienes pagan el precio final son siempre los mismos: los más desvalidos.

GRABACIONES 

CD
Tuve la suerte de encontrar esta grabación que actualmente está descatalogada, pues en un mismo pack tienes las dos versiones, y encima mi copia está firmada por el mismo Valery Gergiev. La compré de segunda mano y realmente estoy muy satisfecho con la compra, ya que así tienes toda la música que Musorsgky compuso para su obra. El reparto esta formado por artistas rusos y es el mismo salvo para los papeles de Boris y de Grigori.


Esta grabación no la tengo, pero como tenía curiosidad por saber cómo era la versión de Korsakov, ésta fue la que escuché. Es bastante agradable, aunque al tratarse de la versión de 1872, no incluye la escena de San Basilio y termina con la muerte de Boris y no con la del Bosque de Kromy. Aún así es muy agradable de escuchar.

Y animado por la grabación anterior, recientemente he adquirido el registro de Karajan. Es la versión de 1872, orquestada por Korsakov, salvo el añadido de la escena de San Basilio, que está orquestada por el compositor Mijail Ipolitov-Ivánov (un compositor ruso que no conozco). Me ha gustado bastante, ya que Karajan dirige con mucha energía y es bastante animada. Es una grabación de referencia sin lugar a dudas, pero prefiero la versión oscura de Mussorgski.


DVD

Este dvd lo compré en un pack que venía con otras producciones del Mariinsky, concretamente, El príncipe Igor, de Borondin y Ruslan y Ludmila de Glinka. De esas dos óperas hablaré en un futuro en el blog. En cuanto a esta producción es, la versión de 1872 pero con el añadido de la escena de San Basilio y esa opción se suele ver bastante en los escenarios. Es la versión de Musorsgki y tanto el vestuario como la ambientación es la que marca el libreto, así que para mí es el Boris de Referencia. La actuación de Lloyd como Boris es inmejorable.

Con esto me despido por hoy y os dejo. Igual debería hacer como los rusos y darle un tiento a esa botella de vodka que está en el mueble bar... ah que no tengo vodka. Bueno, pues una cerveza fresquita. No sé para cuando será la próxima entrega, pero sí os adelanto que volveré con una obra un tanto oscura de Verdi, sobre un pirata convertido en goberandor de Venecia. O algo así, pero sí, es otra obra que habla de conspiraciones y mierdas de esas.

Nos vemos.

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