domingo, 4 de noviembre de 2018

Una mujer en un entorno hostil: La muchacha del Oeste, de Puccini I


No todas las heroínas de las óperas son mujeres débiles que sufren o se sacrifican por amor. En algunas son todo lo contrario, incluso son ellas las que rescatan al tenor que está en apuros y es ella misma la que se garantiza el final feliz. La protagonista de esta ópera es una de ellas. Quizás, una de las pioneras.

La muchacha del Oeste (La fanciulla del West) es una ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto de Guelfo Civinini y Carlo Zangarini, estrenada en el teatro Metropolitan de Nueva York el 10 de diciembre de 1910.

Tiene una duración de 130 minutos (dos horas y diez minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

La obra fue un encargo de la Metropolitan de Nueva York a Puccini para la inauguración de su nuevo teatro. Puccini quería usar un tema americano y la idea le vino cuando por consejo de un amigo suyo, el marqués Pietro Antinori, vio en un viaje a Nueva York, una obra de David Belasco, "The girl of the Golden West". Recordamos que Puccini ya había utilizado como tema otra obra de Belasco en Madama Butterfly, así que tan pronto Belasco le dio el visto bueno (verano de 1907) se puso manos a la obra. Prácticamente tardó cerca de un año y medio, pues el libreto se terminó en 1908, pero la música estaba totalmente terminada.
La expectación era grande y las entradas se vendieron rápidamente incluso un par de semanas antes del estreno. Debutaron en los papeles principales, Emmy Destinn como Minnie y Enrico Caruso como Johnson, siendo el director Arturo Toscanini. La ópera tuvo un éxito sin precedentes y hoy en día no es de las más representadas de Puccini.

ARGUMENTO

La acción transcurre en California, a mediados del siglo XIX (en plena fiebre del oro)

ACTO I
El interior del Polka Saloon

Ha sido un día duro en las minas. Nick, camarero del Polka Saloon (tenor) se encuentra preparando el local, mientras el sheriff Jack Rance (barítono) juega un solitario. Entran los mineros y le van pidiendo al camarero whiskey o cigarrillos. Uno de ellos, Jim Larkens (bajo) tiene morriña de su hogar.



Se ve el ambiente del saloon, y en poco tiempo entra un cantante, Jack Wallace (barítono) que con sus canciones hace que Larkens llore y el resto de los mineros, hacen una colecta para que se puede ir a su casa. Lo consiguen y Larkens se va contento.

En otro plano, un grupo está jugando al póker y descubren que uno de ellos, Sid, (barítono) está haciendo trampas. El Sheriff interviene antes que se caldee más el ambiente y acaban echando al tramposo del lugar. Rance, decide ocupar su lugar en la timba, pero es interrumpido por la llegada de Ashby, agente de la Wells Fargo, un banco americano (bajo) y le pide colaboración a Rance, por si tiene información sobre el jefe de una banda de bandidos mejicanos llamado Ramirez. Nick anuncia que va a ver una ronda de bebidas gratituitas a cargo de la propietaria del lugar, Minnie. Rance, aprovecha para brindar por la que va a ser su futura esposa, cosa que no le hace gracia a otro minero, Sonora al que le entra celos y empieza una pelea con el sheriff. 

Por fortuna entra Minnie (soprano lírica-spinto) con un rifle y calma la situación. Todos los mineros se alegran de verla. Ella, enfadada por las broncas que arman, les amenaza con dejar de enseñarles si siguen con esa actitud, así que los mineros le piden perdón y le dan pequeños regalos. Es más, confían tanto en ella que guardan en el saloon todo el oro que encuentran, cosa que Ashby, les advierte que habiendo tantos bandidos, el oro estaría más seguro en su banco. Minnie empieza con sus lecciones morales y lee a los mineros la Biblia y les enseña algunos pasajes. Rance intenta conquistar a Minnie con dinero, pero ella lo rechaza y le cuenta su idea del amor. 


Poco después entra un misterioso vaquero. Se presenta como Johnson, de Sacramento (tenor lírico-spinto) y pide un whiskey con agua. Tanto él como Minnie se conocían por un breve encuentro que tuvieron en Monterey. Rance está celoso por la situación e intenta que los otros mineros sospechen del él, en vano. Se organiza un baile improvisado y Johnson baila con Minnie. En mitad del baile, entra Ashby que ha capturado a un miembro de la banda de Ramirez, Castro. En un descuido en el que los mineros discuten sobre qué van a hacer con él, Castro contacta con Johnson para comunicarle un plan para que los otros miembros de la banda se puede llevar el oro del saloon. Así, Castro acuerdo a con los mineros a que va a entregar a sus compañeros y se los lleva a todos a un falso escondite. Johnson, lo único que tiene que hacer es responder al silbato que sonarán los bandidos cuando estén cerca y siempre y cuando no haya peligro.

Solos, Johnson ha descubierto donde Minnie guarda el oro. Minnie regresa y confía en él para guardar el oro. 

 

Ella le habla sobre su vida. Se escucha un silbido, pero Johnson no responde. Se va a quedar ella protegiendo el oro, y se lamenta de su vida. Johnson le promete que irá a visitarla a su cabaña y la consuela.

ACTO II
La cabaña de Minnie

Wowkle, la criada india de Minnie (mezzosoprano) le canta una nana a su niño. Entra el padre, Billy Jackrabbit (bajo) y le dice que se tienen que casar porque Minnie se lo ha ordenado. Entra Minnie, despide a Billy y ordena a Wowkle que prepare la cena para dos. Se pone su mejor vestido y lo espera. Entra Johnson, cenan y charlan. Minnie despide a Wowkle, pero le dice a Johnson que se quede.

 

Johnson le dice a Minnie su nombre de pila, Dick, se declaran su amor y se besan. Poco después empieza a nevar y se oye la voz de Nick, así que Minnie esconde a Johnson por si Rance está con él, que no monte una escena de celos. Entra Nick, acompañado de Rance, Ashby y Sonora y les dice que han visto al bandido Ramirez. Es más, han descubierto que Johnson es en realidad Ramirez y lo saben porque su amante le ha dado un retrato. Rance se lo señala a la incrédula Minnie que acaba por convencerse. Minnie los despide y cuando se queda sola, furiosa, acusa a Johnson de querer robarla.


Johnson le cuenta la verdad sobre su identidad, pero reafirma su amor por ella y que le gustaría cambiar de vida y comenzar una nueva junto a ella. Pero Minnie, dolida porque le ha mentido, le pide que se marche. 

Al salir, se oye un disparo. Minnie al principio no hace caso pero poco después vuelve Johnson, herido. Es entonces cuando ella se da cuenta que realmente lo quiere y lo ayuda a esconderse. Entra Rance, siguiendo la pista y convencido de que se ha escondido en casa de Minnie. Pese a los intentos de la muchacha por convencerle de lo contrario, las manchas de sangre en el suelo lo delatan, así que Rance obliga a Johnson a salir de su escondite. Johnson sale y se desmaya. 
Entonces, Minnie le ofrece a Rance un trato. Si le gana a una partida de póker, ella se acostará con él y podrá hacer con Johnson lo que quiera, pero si gana ella, el bandido se queda. Rance acepta y Minnie al buscar la baraja, se guarda algunos naipes.

 

Empieza la partida y cuando parece que Rance va ganando, Minnie finge un desmayo y le pide a Rance a que vaya a buscar un poco de agua. En ese momento Minnie cambia las cartas y gana la partida. Rance, se despide fríamente de ella y la joven va a curar al herido.

ACTO III
El gran bosque californiano, a la amanecer

Ha pasado un tiempo y Johnson ya se ha recuperado de sus heridas, pero sigue siendo buscando por Ashby, Rance y todos los demás. Tanto Nick como Rance se preguntan qué habrá visto Minnie en ese hombre. 
Llega Ashby anunciando que por fin han capturado a Johnson, Nick ordena a Bill que se tome su tiempo en montar la horca para que así le de tiempo a avisar a Minnie. El resto de los mineros ataca a Johnson y lo acusan de ladrón y de asesino. Johnson trata de defenderse, pero nadie quiere creerle.



Finalmente Johnson les pide como última voluntad que no le digan a Minnie que ha sido asesinado, sino que le digan que se ha ido del país para no volver nunca y que estará bien.

Cuando están a punto de ahorcarle, entra Minnie a caballo para detener la ejecución. Los mineros al principio se revelan, pero ella saca su pistola y amenaza con suicidarse si no lo liberan. Acto seguido, les recuerda todo lo que ella ha hecho por ellos y los mineros, acaban finalmente cediendo. Sonora, desata a Johnson y por fin la pareja se reune de nuevo.


Los mineros dicen adiós a la pareja entre lágrimas y Minnie abandona con Johnson California para empezar una nueva vida juntos.

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