domingo, 9 de diciembre de 2018

La princesa ciega y el príncipe encantado: Iolanta/Cascanueces, de Tchaikovsky III


ANÁLISIS
  
Quizás para ser justos debería haber hecho dos análisis por separado, uno para comentar la ópera y otro para comentar el ballet. Pero dada que ambas se estrenaron en el mismo día y que prácticamente ambas son dos cuentos de hadas, me pareció interesante hablar de los dos al mismo tiempo. Naturalmente, conozco mejor El cascanueces que Iolanta. Al fin y al cabo, todo el mundo que haya visto la película de Disney, Fantasía, se ha podido acercar a la obra. 

 
Todavía me sigue haciendo gracia. Esta película no era muy del gusto de mis amigos cuando era niño, sin embargo para mí era de mis favoritas. También he visto en varias ocasiones el ballet (unas tres veces si la memoria no me falla). En cambio la ópera la he conocido relativamente hace poco, con la  reciente grabación que lanzó Anna Netrebko. También tuve la ocasión de haberla visto en París, si no fuera porque la programaron con el ballet y las entradas volaron rápido. 
Aún así, si hay algo que me sorprende tanto de la ópera como del ballet es la gran habilidad de Tchaikovsky para escribir una música tan llena de vida y de optimismo cuando él era precisamente un hombre con un alma tremendamente atormentada. 

Tanto Iolanta como El Cascanueces tienen algo en común y es que los dos están encerrados sin poder expresarse libremente. Esto es algo confuso de entender pero en realidad no lo es tanto En el caso de Iolanta, toda su vida ha estado literalmente ciega, porque nadie le ha dicho que lo es y ha vivido engañada hasta que un extraño le "abre los ojos". Al Príncipe le pasa lo mismo, ha estado encerrado en el cuerpo de un cascanueces hasta que Clara, finalmente lo libera, pudiendo expresarse tal y como es.

Para algunos musicólogos, esto se podría considerar una metáfora de la homosexualidad del propio Tchaikovsky y su deseo de poder expresarse y amar libremente (cosa que no es fácil en la Rusia actual, imaginaos entonces cómo sería la situación en el siglo XIX). Por mi parte, no creo que se trate tanto del tema de la orientación sexual, sino más bien a un sentido más evidente y es el siguiente: para superar un problema antes tienes que aceptar que lo tienes y querer de corazón superarlo.

Esta lección está más dirigida a Iolanta que a Cascanueces. Iolanta consigue superar su ceguera cuando es realmente consciente de su problema y quiera superarlo. Hay que destacar que lo mejor en en estos casos no es sobreproteger al paciente, sino animarlo a afrontar su curación. Esta curación puede ser tanto física como emocional, y es mucho más fácil si se cuenta con el apoyo de tus seres queridos. Esa sobreprotección, que está representada por el Rey y su ley de tener oculta a Iolanta, también puede ser una metáfora del miedo al cambio. Si Iolanta vive en la ignorancia puede vivir sin problemas, pero estaría viviendo una mentira. Este punto también ofrece una reflexión interesante. Muchas veces, nos quedamos atascados en una zona de confort y por temor a salir de ella quizás nos estemos perdiendo la oportunidad de hacer algo que realmente nos realice como personas. Y a veces el encuentro con una persona ajena a tu círculo, (el Conde Vaudémont) puede revolucionar tu mundo y hacerte ver lo que hay más allá de él. Vaudémont, representaría esa "voluntad de poder" que tenemos en nuestro interior y que, de vez en cuando, no está nada mal que la saquemos a pasear.

Por su parte, en Cascanueces, tal y como está podemos aprender que muchas veces hay que tomar el valor simbólico de los regalos y no el económico, así como no a criticar los gustos de los demás. El resto es prácticamente una fantasía de Clara, así que tampoco hay que darle mucha más vueltas. Por cierto, como ya comenté, a veces la protagonista cambia de nombre y se llama María, Marie o Masha. Por su temática, puesto que toda la trama desarrolla en Nochebuena, es un espectáculo que normalmente se suele ver en las vacaciones de Navidad.

En el aspecto musical, ambas obras rebosan un lirismo y una belleza increíble. Según decían en Fantasía, Tchaikovsky destestaba el Cascanueces, pero lo cierto es que en los últimos años de su vida, el compositor llegó a un nivel de depresión tan alto que negó toda su obra y estuvo a punto de destruir todo lo que había hecho. Menos mal que su hermano se lo impidió pues habríamos perdido grandes obras de arte.

Es una lástima que este tándem apenas se vea en los teatros, normalmente Iolanta cuando se programa acompaña a otras obras cortas y el ballet se representa por sí mismo. Pero es cierto que si escuchas ambas una detrás de otra, realmente sienten que tienen sentido.

Así que a modo de resumen, vamos a repasar lo que aprendemos de esta ópera (y del ballet):

- El primer paso para superar tus problemas es admitir que los tienes.
- La sobreprotección coarta la libertad del individuo.
- No importa el valor económico de un regalo, sino quien te le da.
- No es buena idea acostarse con el estómago excesivamente lleno, puede producir sueños extraños.

GRABACIONES

CD


De Iolanta no hay un catálogo muy extenso, así que esta grabación en vivo de Anna Netrebko es la más fácil de encontrar y por tanto la mejor opción. La orquesta está bien dirigida y el resto del reparto está bastante bien equilibrado.

Esta grabación yo la tengo en pack que incluyen los otros dos ballets de Tchaikovsky y es probable que existan otras ediciones de la versión de Previn. Es una buena opción, aunque prefiero la de abajo.


 Para el repertorio ruso, me gusto mucho la forma de dirigir de Gergiev, creo que tiene bastante fuerza y dinamismo. Esta edición incluye todo el ballet en un solo cd (no hay cortes de ningún tipo) y es sin duda alguna de los que tengo y he escuchado mi favorito.

DVD


A día de hoy, éste es el único DVD que incluye el programa doble tal y como lo concibió Tchaikovsky... o al menos en teoría, porque la puesta en escena no tiene nada que ver. En el caso de Iolanta, aunque en vez de un jardín la trama se desarrolle en un salón, tampoco es que moleste mucho, porque se reconoce bien la historia, pero en el caso del ballet es una ida de olla impresionante y no  incluye la danza de Mamá Jengibre Lo recomiendo porque pese a todo, musicalmente está bastante bien.

Me gusta espacialmente éste, aunque la historia no es exactamente la tradicional. Aún así, la dirección es excelente. Sin embargo, no incluye la danza de Mamá Jengibre.

 Este es algo viejuno y es el ballet clásico tal cual. Tampoco incluye la danza de Mamá Jengibre.


 Y por último, este lo tengo de un pack con los tres ballets de Tchaikovsky del ballet de la ópera de Londres y es de una elegancia sublime, pero no incluye la danza de Mamá Jengibre. Me encanta esa danza, pero no sé porqué se suele suprimir de la representación, quizás porque ha de incluir niños y éstos no siempre están disponibles.

Pues dejamos este programa doble, me despido por hoy y la próxima entrega va a ser algo especial porque va a ser una entrada única, debido a que no voy a hablar de ópera ni tampoco de un musical sino de un oratorio. Y ya que estamos en fechas, voy a comentar el más famoso de todos. 

Nos vemos.

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