domingo, 2 de diciembre de 2018

La princesa ciega: Iolanta, de Tchaikovsky I


Dicen que el primer paso para superar un problema es admitir que lo tienes. Pero ¿qué pasa cuando todo el mundo trata de ocultártelo? Eso es lo que pasa a la protagonista de nuestra ópera de esta entrega.

Iolanta es una ópera en un acto con música de Piotr Ilyich Tchaikovsky y libreto de su hermano Modest, estrenada en el teatro Mariinsky de San Petersburgo el 18 de diciembre de 1892.

Tiene una duración aproximada de 95 minutos (una hora y treinta cinco minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Después de completar La dama de Picas, el intendente del teatro Mariinsky le encargó a Tchaikosky un programa doble compuesto por una ópera y un ballet. Para la ópera, Tchaikovsky se inspiró en el drama danés Kong Renés Datter (La hija del rey René), escrito por Henrik Hertz. Su hermano Modest fue el encargado de elaborar el libreto. Empezó a escribir la obra por el dueto final en junio de 1891 y Tchaikovsky sabía que esa iba a ser su última ópera. De acuerdo a una entrada de su diario del 5 de Julio de 1892, tenía puestas sus esperanzas en que la ópera tuviera éxito. Después tenía planes de componer una sinfonía más (la 6, en Sí Menor, también llamada Patética) y dejaría el camino libre para las nuevas generaciones.

Efectivamente así fue. Después del programa doble, compuesto por la ópera y el ballet El cascanueces, Tchaikovsky compuso su sinfonía y murió un año más tarde el 6 de noviembre de 1893 en circunstancias no muy claras.

La ópera tuvo una buena acogida, aunque actualmete se recuerda más el ballet que iba detrás y que lo comentaré en la próxima entrega.

ARGUMENTO

La acción transcurre en el sur de Francia en el siglo XV.

ACTO ÚNICO
El jardín  secreto del palacio del Rey René

Érase una vez, hace mucho tiempo vivía en un castillo un Rey llamado René que tenía una hija, Iolanta (soprano lírica). La princesa era ciega y el rey para evitarle todo sufrimiento de su condición había ordenado que la criaran en un jardín cuya entrada está vetada a todo el mundo que no tenga permiso de hacerlo bajo pena de muerte, que nadie le dijera que no podía ver, que su padre era el rey y bajo ningún concepto se le podía hablar sobre la luz o el color.

Un día, Iolanta estaba en su jardín mientras Marta, su nodriza (contralto) la acompaña con otras damas de la corte y unos músicos. Sin embargo y pese a todo, Iolanta siente que le falta algo en la vida, aunque no sabe lo que es y eso le pone triste.


Entra Alméric, el escudero del Rey (tenor), anunciando la llegada del su señor y éste llega acompañado de un médico árabe de reconocido prestigio (barítono) El Rey quiere curar a su hija para así casarla con Roberto, el duque de Borgoña con quien está prometida pero éste no sabe que la princesa es ciega. El médico observa a Iolanta que se encuentra dormida y afirma tener una cura para la ceguera de Iolanta pero antes ella tiene que ser consciente de su enfermedad y desear ser curada, pero el Rey (bajo) tiene miedo de que eso la haga infeliz y viendo que el médico tampoco le garantiza resultados definitivos, rechaza que sea tratada. Se van dejando a la joven durmiendo tranquilamente.

Entre tanto, se está celebrando una cacería y dos de los participantes, Roberto, el duque de Borgoña (barítono) y su acompañante el Conde Vaudémont - no confundir con Voldemort, que ése es el malo de Harry Potter,- (tenor lírico), se han perdido y han penetrado en el jardín prohibido. Roberto está por la zona porque quiere pedir una audiencia con el Rey y anular su compromiso con Iolanta pues se ha enamorado de otra mujer, Matilde, la Condesa de Lorena.

 

Los dos hombres se encuentran con Iolanta y se quedan asombrados por su belleza. Roberto, al verla piensa que es una bruja y decide irse, pero entonces Iolanta se despierta y nota la presencia de los caballeros.

Roberto decide irse y Vaudémont se presenta y habla con Iolanta. La empieza a cortejar y le pide que le de una rosa roja. Al darle Iolanta una blanca e insistir varias veces, Vaudémont se da cuenta que la joven es ciega, y empieza a hablarle de la luz y de los colores, conceptos que la princesa no entiende.


Ambos se enamoran el uno del otro.
Se oye la voz de Marta que llama a Iolanta y entra la nodriza con el Rey y el médico. Iolanta le explica al rey que el joven que está con ella le ha explicado lo que es la luz y que no puede ver. Furioso, el Rey pretende castigar a Vaudémont, pero el médico le dice que ahora que la princesa sabe que es ciega, hay una oportunidad para curarla. Así que el Rey acepta el tratatimiento y amenaza con matar a Vaudémont si Iolanta no logra curarse. Al oír la amenaza, Iolanta le ruega a su padre que no lo haga pues ella hará todo lo que esté en su mano para que el tratamiento haga efecto. Decidida se va con el médico.

Mientras esperan, el Rey explica a Vaudémont que en verdad no tenía intención de matarlo, sino era para motivar a Iolanta a que se cure. Por su parte, el conde le dice al rey que él está enamorado de su hija y le pide permiso para casarse con ella independientemente recupere la vista o no. Si embargo, el rey no acepta la propuesta porque ya está prometida a Roberto. En ese momento entra Roberto y al enterarse de lo sucedido, pide al Rey anular su compromiso para que así el puede casarse con Matilde. El rey acepta y le concede la mano de su hija a Vaudémont.

Finalmente, el tratamiento del médico ha tenido éxito y ahora Iolanta puede ver.



Como siempre ha estado ciega, al principio le cuesta reconocer a toda la gente que tiene delante, pero poco a poco se va acostumbrado y su miedo inicial se transforma en una inmensa alegría. Todos dan gracias a Dios por el milagro.

Y colorín colorado esta ópera se ha acabado.

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