jueves, 3 de enero de 2019

Un cuento de hadas ruso: Ruslán y Liudmila, de Mijail Glinka I


Para empezar 2019 he decidido por seguir ampliando el repertorio ruso, que pese a que es el más desconocido se suele encontrar música de gran belleza. Esta ópera es un gran ejemplo de lo que os digo.

Ruslán y Luidmila es una ópera en cinco actos con música de Mijail Glinka y libreto de Valerian Shirkov, estrenada en el teatro Boshoi Kammeny de San Petersburgo, el 9 de diciembre de 1842.

Tiene una duración de 200 minutos (tres horas y veinte minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

A Glinka se le suele nombrar como el padre de la Ópera Rusa. Esto no significa que antes de él no se hacía ópera o música en Rusia, pero sí fue él el primero el que le dio una identidad propia. De hecho, la nobleza y la burguesía rusa no tenían en buena estima su propia lengua y su cultura, pero la primera ópera de Glinka, Una vida por el zar,  en 1836 les hizo cambiar de opinión y empezaron a admirar su propio folclore. Animado por el éxito de esta ópera. Glinka se animó a componer una nueva y es la que voy a contaros.

Para esta segunda ópera, el compositor se fijó en el poema de Alexander Pushkin, Ruslán y Liudmila y contactó con el propio autor para que le elaborara el libreto así como con los derechos. Puskin aceptó, pero no pudo realizar el libreto porque murió como consecuencias de una grave herida recibida en un duelo que tuvo con un militar francés, que era el protegido y el amante del embajador de Holanda. Y al parecer, el duelo estaba amañado porque la pistola de Pushkin no funcionaba bien. Vamos, más romántico imposible.

Así que Glinka le encargó la tarea a Shirkov, pero para ir adelantando trabajo empezó él mismo a componer la ópera sin texto. De hecho, Glinka tardó unos dos años en componer toda la ópera prácticamente sin texto alguno, salvo el aria de Liudmila del Acto I y la escena de Gorislava del tercer acto. Glinka tardó cerca de dos años en componer sólo la música, el libreto tardaría unos dos años más y en él colaboraron otras 4 personas más, entre ellas el propio compositor. Para el 4 de marzo de 1842, la obra ya estaba totalmente terminada y lista para ser aceptada para su representación en San Petersburgo, cosa que así sucedió. La obra gustó pero no fue un pelotazo. En Occidente, fue gracias a Berlioz que dio a conocer la obra de Glinka y también fue muy apreciada por Lizst. Actualmente quitando la obertura, no es una ópera que se suela ver muy a menudo.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Kiev, en una fantástica Edad Media (Siglo X aproximadamente.)

ACTO I
Salón principal del palacio de Svetozar, Gran Príncipe de Kiev

¡Es un día alegre! El Gran Príncipe de Kiev, Svetozar (bajo) está celebrando con sus súbditos la boda de su hija Liudmila (soprano lírica) con el valiente guerrero Ruslán (barítono o bajo-barítono). Entre los asistentes se encuentran también otros dos pretendientes rechazados por la joven, el soñador príncipe Ratmir (contralto o mezzosoprano) y el vikingo Farlaf (bajo), quienes se lamentan por no haber sido escogidos. Un trovador, Bayan (tenor) canta a los novios sus canciones y le predice que en su relación habrá dificultades y peligros que serán resueltos fácilmente gracias al amor y la fidelidad.

 

Liudmila expresa sus sentimientos a su padre, y le dice que está triste por dejarlo así que a su patria por irse a vivir con Ruslán, así como se disculpa con los otros dos pretendientes. Svetozar bendice a la pareja y de pronto, un misterioso trueno suena y se queda todo a oscuras y la habitación se llena de un aura mágica algo difícil de explicar.

Cuando todo vuelve a la normalidad, se dan cuenta que la princesa ha desaparecido. Svetozar convoca a los caballeros y les promete la mano de su hija y la mitad de su reino a aquel que la traiga de vuelta. Tanto Ruslán, como Ratmir y Farlaf parten inmediatamente en su búsqueda. 

ACTO II

Escena I: La caverna de Finn

En su búsqueda, Ruslán se encuentra en una taberna al mago Finn (tenor) quien le informa que Liudmila ha sido secuestrada por el malvado mago Chernomor. 

 

Le cuenta también su vida y su fracaso amoroso con una bruja llamada Naina y le aconseja que tenga cuidado con ella. Ruslán acepta el consejo y se dirige hacia los dominios de Chernomor.

Escena II: Un páramo desierto

Por su parte, Farlaf no está teniendo muy buenos resultados en su búsqueda y se plantea abandonar cuando de pronto le sale a su encuentro una misteriosa vieja. Es la bruja Naina (mezzosoprano) y le dice que ella le ayudará a derrotar a Ruslán y a quedarse con Liudmila. 

 
Farlaf acepta el trato con la bruja y canta victoria.

Escena III: Un campo de batalla

De camino hacia los dominios de Chernomor, Ruslán pasa por un campo de batalla. Reflexiona sobre la vida y sobre todas las batallas que le quedan por combatir.  Aprovecha para armarse y encuentra un buen escudo pero no una buena espada.


De pronto y ante él se alza una enorme cabeza parlante que protege las almas de los guerreros caídos. Creyendo que Ruslán representa una amenaza, la Cabeza (coro masculino) lanza una tormenta, pero Ruslán la vence clavando su lanza en la frente. Mientras agoniza, la Cabeza revela el escondite de una espada que Ruslán coge y le cuenta su vida. 


Antes él era un gigante y era el hermano de Chernomor. Debido a una profecía la cual decía que una misma espada mataría a ambos hermanos, Chernomor lo decapitó y le obligó a custodiar esa misma espada. La Cabeza muere y Ruslán tiene ahora el arma con la cual podrá vencer al malvado enano.

ACTO III
El castillo mágico de Naina


Naina ha elaborado un plan para deshacerse de los caballeros que buscan a Liudmila. Aparece Gorislava, una cautiva del príncipe Ratmir (soprano lírica) quien está enamorada de él y lo está buscando. Se para por los alrededores del castillo pero no lo encuentra. 

 
Entre tanto, aparece Ratmir quien está cansado y para para descansar un rato. Le abordan las doncellas de Naina y queda prendado de ellas. Gorislava aparece y trata de reconquistarlo pero Ratmir no le hace caso. 


Así mismo, Ruslán pasa también por allí y al igual que Ratmir se queda prendado por el hechizo de las doncellas de Naina. Está a punto de olvidar su misión, cuando de pronto aparece Finn y con un encantamiento de su varita mágica, pone fin al hechizo de Naina. Ratmir acaba aceptando el amor que le ofrece Gorislava, renuncia a Liudmila y le ofrece a Ruslán su colaboración y su amistad.

ACTO IV
El jardín mágico de Chernomor


Liudmila se lamenta por su cautiverio y evoca su tierra a y su amado. Piensa en el suicidio antes de entregarse a Chernomor. Unas doncellas la intentan entretener en vano. Poco después entra Chernomor (papel mudo) con su séquito y para animarla, organiza un ballet.


En mitad de la celebración, se oye una trompeta que anuncia la llegada de Ruslán. El caballero desafía al mago a un duelo y Chernomor acepta, pero antes le lanza un hechizo a Liudmila que la deja dormida. Se van y pelean. Ruslán sale victorioso pues con la espada, le corta la larga barba del enano que es la fuente de todo su poder. Al volver, ve a Liudmila durmiendo e intenta despertarla, pero todo intento es inútil. Decide llevársela de vuelta a Kiev con la esperanza de encontrar a alguien capaz de deshacer el encanto.

ACTO V

Escena I: Un campamento de camino a Kiev

Ruslán ha acampado con la princesa. Le acompañan Ratmir y algunos esclavos que antes estaban al servicio de Chernomor. Ratmir, por su parte, reafirma su amor a Gorislava.

 
Pero en ese ambiente idílico hay un dramático giro de los acontecimientos y resulta que han vuelto a secuestrar a la princesa, pero Ruslán ha salido detrás de los captores. Entonces aparece Finn e informa a Ratmir que el rapto ha sido obra de la bruja Naina. Le da además un anillo mágico con el cual podrá romper el hechizo que mantiene a Liudmila dormida.

Escena II: La sala de audiencias de Svetozar (como el primer acto)

Liudmila está de nuevo en Kiev, y el responsable de su vuelta ha sido Farlaf, pero de nada le ha servido raptarla con la ayuda de Naina ya que él es incapaz de poder despertarla. Todos se lamentan. Se oye el galope de los caballos y aparece Ruslán junto a Ratmir y Gorislava. Al verlos, Farlaf huye para que no les denuncie.
Ruslán se acerca a su prometida y le pone el anillo que Finn le dio a Ratmir. La joven se despierta y todos estallan de alegría.

 

Svetozar le vuelve a dar la mano de su hija a Ruslán y todos aclaman a la pareja y a la madre Rusia.

Y fueron felices y comieron... no sé ¿filetes rusos con ensaladilla rusa? Eso os lo dejo a vuestra imaginación.

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