domingo, 24 de marzo de 2019

La reina traicionada: Ana Bolena, de Donizetti II


ANÁLISIS

 En pleno Romanticismo, la historia de la Edad Media y el Renacimiento atraía mucho la atención y era un tema que podíamos ver en bastantes óperas de la época. Esto no es nada nuevo y tampoco estoy descubriendo la pólvora. 

Así pues, la historia de Ana Bolena es más o menos conocida por todos. Enrique VIII estaba casado con Catalina de Aragón, con quien tuvo varios hijos pero sólo sobrevivió una hija, María. Como el rey quería a toda cosa un heredero varón, buscó a otra y se fijó en Ana Bolena, que era una muchacha bastante guapa. La conquistó y solicitó al Papa de la época (1529) que anulara su matrimonio con Catalina, pero éste no estaba por la labor, así que se separó de la iglesia de Roma y así se casó con Ana y a Catalina la desterró al Castillo del More y posteriormente al de Kimbolton, donde acabaron sus días pero eso sí, proclamando que sólo ella era la legítima reina de Inglaterra.

Por su parte, Ana tampoco fue capaz de darle un heredero varón, sino que le dio otra hija, Isabel.  Así que vuelta a empezar, Enrique se fijó en otra mujer y la elegida en este caso fue Jane Seymour. A partir de aquí existen varias teorías sobre la razón por la cual Ana Bolena acabó siendo ejecutada por ser acusada de adultero, brujería e incesto. Tenía sólo 29 años aproximadamente ya que su fecha de nacimiento no está del todo clara y fue reina por apenas 3 años.
Lo más probable es que fue víctima de conjuras políticas, pero también está la teoría romántica que fue víctima de la crueldad de su marido y su obsesión por tener un heredero varón. Y lo consiguió, ya que con Jane Seymour tuvo un hijo, Eduardo, pero el pobre no gozaba de buena salud y murió a los 15 años, pero bueno fue el Rey Eduardo VI durante seis años.

Enrique VIII se casaría tres veces más: con Ana de Cléveris (con quien anuló el matrimonio), Catalina Howard (murió también ejecutada) y Catalina Parr. E irónicamente, fueron sus dos hijas las que reinaron, primero María a quien se la conocería como Bloody Mary (María la sangrienta, porque le dio por instaurar el catolicismo y matar herejes, un hobby como otro cualquiera) e Isabel, quien se convertiría en posiblemente la reina más poderosa que jamás haya tenido Inglaterra.

Pero volvemos al tema de la ópera. Como estamos en el Romanticismo, a Felice Romani y a Donizetti le interesaba más el conflicto amoroso, de modo que centró la trama en esa línea y para simplificar, omitieron el tema de la descendencia. Así, Romani nos presenta a una Bolena bastante sensible y con una vida triste, ya que tuvo que renunciar a su gran amor, Lord Percy (que es un personaje histórico pero que en realidad no se sabe si fueron amantes o no), víctima de un hombre tirano que ya ha dejado de quererla.

Así pues tenemos dos hombres que están enamorados de la misma mujer, Percy y Smeaton, la cual corresponde en realidad al primero, pero no puede hacer efectivo ese amor por estar casada con Enrique, quien no la ama en absoluto ya que está "enamorado" de Jane. Aquí tenemos un gran villano, que en sin duda el Rey, pues incluso cuando Seymour le confiesa a Ana que ella es "la otra", Ana no le echa la culpa a ella, sino al Rey.  Es más, vemos cómo Enrique, sabiendo que Percy era el antiguo amor de Ana, lo invita de nuevo a la corte sabiendo que él trataría de liarse de nuevo con su esposa y así tener por fin un pretexto para quitársela de enmedio. Todo estaba muy calculado. Lo único que no había previsto era que el paje también estaba enamorado de una mujer (y al ser un adolescente, el papel es interpretado por una contralto) pero le vino como anillo al dedo ya que así tenía la escusa perfecta de poder acusar a su esposa de adulterio y liquidarla legalmente.

Y como era de esperar, el conflicto termina de la forma más trágica, con la pobre reina desvariando antes de ser ejecutada. Como buena heroína romántica que es, la situación real era tan terrible que su mente necesitaba evadirse y crearse un universo alternativo donde todo va bien. Aquí nos encontramos con una de las primeras escenas de locura que Donizetti escribiría, aunque luego en la cabaletta final recupere su juicio, ya que reina que es, es también valiente y sabe afrontar con gran estoicidad su destino. De hecho, la auténtica Ana Bolena también se enfrentó a la muerte de forma calmada e incluso hasta llegó a bromear con ello diciendo que terminarían pronto ya que tenía un cuello pequeño y que sería conocida como "La reina sin cabeza".

Como la fórmula tuvo éxito Romani repetiría este mismo conflicto, (dos mujeres enfrentadas por un hombre que desprecia a su mujer y se lía con la otra más joven) dos veces más para Bellini Norma, (aunque con ciertas variantes) y sobre todo en Beatrice di Tenda. Y curiosamente, todas estas óperas tienen también en común que el papel protagonista fue para Giuditta Pasta.

No obstante, el libreto sólo no es clave del éxito sino también la música de Donizetti y de sus números musicales. Tal y como comenté en el apartado anterior, Donizetti compuso la obra en apenas un mes, cosa que es posible si se emplea material de obras anteriores. En el caso de Ana Bolena, Donizetti empleó pasajes que había usado en una ópera que él estaba escribiendo por "afición", Gabriella di Vergy (1826) la cual estaba inspirada en una ópera de un compositor contemporáneo suyo Michele Carafa (y que hoy en día no lo conoce ni su puñetero padre). También de su obra anterior, Imelda de' Lambertazzi recicló algún que otro tema (sobre todo para el dúo de Ana y Percy). De todas formas, esto no es nada nuevo, el auto-plagio estaba bien visto en aquella época y era una práctica común en todos los compositores.

Ya desde su magnífica obertura, nos encontramos con una gran demostración de bel-canto puro  y duro, con números memorables como el dúo de Enrique y Seymour del primer acto, los concertantes (algo que a Donizetti se le daba especialmente bien), el dúo de Ana y Seymour del acto segundo (y que en mi opinión, inspiraría a Bellini cuando compuso Norma) y la escena final, donde la soprano debe afrontar una coloratura algo complicada después de haber estado cantando durante tanto tiempo, ya que el personaje principal está casi todo el tiempo en escena.

A nivel personal, es una obra que me llama ponderosamente la atención, y es uno de los títulos que he descubierto recientemente. Aún no he podido verla en directo, pero espero tener la oportunidad de hacerlo pronto.

De esta ópera sacamos las siguientes conclusiones:

- Ten a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más. Así podrás actuar con mayor rapidez.
- Vivir en la corte estresa un montón.
- Si te ponen los cuernos, tienes tres opciones; hacer lo mismo, dejar a tu pareja o hablarlo con ella y planteaos ser un tipo de pareja poliamorosa, o liberal, o como ahora se llama. Así te ahorrarás muchos disgustos.

GRABACIONES 

CD
Aunque es mítica la grabación de Callas, no la pongo porque dos razones: es una grabación con muchos cortes, y es una toma en vivo. Así que prefiero ésta, que está completa y goza también de bastante aceptación. A mí personalmente me gusta bastante, los tempos están bien equilibrados y Sutherland hace muy trabajo.

DVD


En cuanto a la versión audiovisual, no hay mucho donde elegir y éste es uno de los más nuevos. Para los tiquismiquis, y sobre todo detractores de Anna Netrebko dirán que es una puta mierda, (no con estas palabras, pero casi) pero creo que las tres voces principales están bastante bien equlibradas, la puesta en escena es magnífica y tanto la dirección como el coro son excelentes. Para mí es de referencia.

En fin, dejamos el mundo de la Inglaterra renacentista y me despido por hoy. Para la próxima entrega seguiré con otra ópera de tema inglés, pero algo más liviana. La última ópera de un gran genio.

Nos vemos entonces.

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