domingo, 17 de marzo de 2019

La reina traicionada: Ana Bolena, de Donizetti I


Inglaterra es un país con una historia apasionante, pero si hay un episodio famoso y que ha dado y sigue dando que hablar es la vida amorosa de Enrique VIII. ¿Cómo veían los italianos a ese rey? De eso trata la ópera de esta entrega.

Ana Bolena (Anna Bolena) es una ópera en dos actos con música de Gaetano Donizetti y libreto de Felice Romani, estrenada en el teatro Carcano de Milán el 26 de diciembre de 1830.

Tiene una duración de 195 minutos (tres horas y cuarto)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

A mediados de 1830, los nuevos dueños del teatro Carcano de Milán encargaron a Bellini y a Donizetti una ópera cada uno para su nueva temporada, contando con las superestrellas del momento la soprano Giuditta Pasta y el tenor Rubini para los papeles principales. Donizetti ya había compuesto unas 27 óperas para aquel entonces y ya había tenido algún que otro éxito, el más reciente con Imelda de' Lambertazzi, vió entonces una oportunidad para triunfar en Milán ya que la única obra que había escrito para esa ciudad, Chiara e Serafina, resultó ser un fracaso. Así que volvió a confiar en el autor de esa obra, Felice Romani, para que le escribiera un libreto que le garantizara el éxito. Ésta sería la tercera vez que Donizetti y Romani trabajaran juntos. Y ya que estoy, os digo que las segunda obra de Romani fue Alina, Regina di Golconda.

Romani, quien también colaboraba con Bellini, aceptó y para Donizetti creó la historia de Anna Bolena, basándose en dos obras de teatro de la misma temática, escrita por Ippolito Pindemonte y Alessandro Pepoli. No era la primera vez que Donizetti utilizaba el tema de la historia de Inglaterra como tema para sus óperas, ya que en 1829 había compuesto para el teatro de San Carlo de Nápoles, Il castello di Kenilworth. El caso es que Romani tardó su tiempo en escribir el libreto y se lo entregó a Donizetti el 10 de Noviembre. Para el mes siguiente, la ópera ya estaba terminada y los cantantes pudieron empezar a ensayar.

La ópera resultó ser un éxito total, tanto que eclipsó a todo lo que Donizetti había hecho hasta entonces. Su profesor, el también compositor Simone Mayr, lo empezó a llamar Maestro a partir de ese momento. En cuanto a Bellini... bueno, no le fue mal tampoco ya que creó La Sonámbula.

Con el tiempo, la obra cayó en el olvido y fue en parte gracias a María Callas, que en 1957 la puso de moda, aunque ya la habían representado el año anterior en el festival de Donizetti de Bérgamo.

Aunque no fue pensada como parte de una "trilogía Tudor", Ana Bolena, sería la primera parte. Las dos siguientes la formarían, María Stuarda y Roberto Devereux que serán comentadas en este blog próximamente.

ARGUMENTO

La acción transcurre en Windsor y Londres, Inglaterra en 1536, tres años después de la boda entre Enrique VIII y Ana Bolena. Si bien los nombres de los personajes están en italiano, voy a traducirlos al español o dejarlos en inglés porque me suena muy raro en la versión original.


ACTO I 

Escena I: Los apartamentos de la reina en el castillo de Windsor

Los cortesanos comentan que hace tiempo que el rey no pasa ya apenas tiempo con la reina y sospechan que en el fondo está ya cansado de ella y que ya corre detrás de las faldas de otra mujer. Y no van mal encaminados, ya que Enrique está enamorado de una de las damas de compañía de Ana, Jane Seymour (mezzosoprano). Ésta se lamenta que sea ella la que haya despertado esos sentimientos al rey. Se va al encuentro de la reina que la ha llamado. Aparece Ana (soprano dramática) y se extraña que todos los presentes están algo tristes, así que para animar el ambiente le pide a su paje Smeaton (contralto) que cante.

 

Éste está encantado, pues está secretamente enamorado de la reina.  Sin embargo, la canción le recuerda a Ana a su primer amor, Lord Percy, por el cual aún siente algo. Se van todos, menos Jane, que se queda sola. Entra entonces Enrique VIII (bajo) y le declara su amor, pero ella no quiere mantener ese amor en secreto.


Entonces, el rey le promete que pronto ella será su nueva esposa y también tendrá el trono y cuando ella le pregunta cómo, él le responde con evasivas.

Escena II: Las afueras del castillo de Windsor

Lord Rochefort, el hermano de Ana (bajo) se encuentra con Lord Richard Percy (tenor lírico) quien estaba en el exilio y ha vuelto gracias a que ha sido convocado por orden real.


Rochefort, le comenta que Ana no es feliz y él le comenta que el exilio ha sido como estar muerto.

Aparece un grupo de cazadores y entre ellos los reyes. Tanto Enrique como Ana, se muestran sorprendidos a encontrarse con Percy. Enrique le comenta que si está de vuelta es gracias a Ana, quien intercedió por él convencida de su inocencia. Percy, quien está enamorado de la reina, le besa la mano con tanto fervor que la pone en un gran aprieto, cosa que era justo lo que el rey andaba buscando. Ordena a uno de sus generales, Hervey (tenor) a que no le quite ojo a lo que digan o hagan Ana y Percy e invita a ésta a que lo sirva en la corte.

Escena III: Los apartamentos de la reina.

Smeaton se ha introducido en la habitación de la reina para devolver un retrato de ella que había robado. Sin embargo, antes de hacerlo, se queda embobado mirándolo y de pronto oye unos pasos acercarse. Le entra el pánico y se esconde. Entran Ana y su hermano, quien le pide que le conceda a Percy una entrevista. Ana accede y manda a llamar a Percy.



Aparece el joven y le declara su amor, pero ella pese a que le corresponde no puede aceptarlo porque está casada con el rey y le pide que se marche de Inglaterra. Percy, en cambio desenvaina su espada y amenaza con suicidarse. Entonces, Smeaton, que cree que la va a atacar, sale de su escondite y se pelea con él. Entre todo el jaleo que arman, entra primero Rocherfort y luego el Rey quien los acusa de traición. Smeaton se defiende diciendo que le es fiel y le ofrece su pecho si miente, pero al hacerlo, se le cae el retrato de la reina que había robado.


Al verlo, el rey lo interpreta como una prueba de infidelidad y ordena que todos sean apresados pese a las protestas de Ana, que clama su inocencia.

ACTO II

Escena I: Antecámara de los aposentos de la reina en la torre de Londres.

Las damas de compañía apoyan a su reina. Ana sale de su habitación y agradece a sus compañeras su apoyo. Entra Hervey, quien informa a Ana que han llamado a sus damas de compañía a testificar. Se van todo y se queda Ana sola.


Poco después aparece Seymour y le comenta que podría salvarse si se declara culpable, a lo que Ana se niega, pues no quiere vivir a cambio de una infamia. Seymour le confiesa que es ella la amante del rey. En un principio Ana se muestra sorprendida, pero luego la perdona y le dice que el único culpable es el rey por haberla seducido. Seymour se va muy triste por todo lo ocurrido.

Escena II: Antecámara del consejo de los Lores.

Hervey comenta a los cortesanos que Ana está perdida, ya que Smeaton ha confesado. De hecho, sale el rey y comenta que Smeaton ha caído en una trampa, pues ha admitido su culpa pensando que así salvaría a Ana. Convocan ahora a Ana y a Percy por separado. Ana le ruega al rey que la crea, pero Enrique sigue acusándola de adulterio. Percy, por su parte, le dice que ante los ojos de Dios ellos ya estaban casados, cosa que Ana ni desmienta ni confirma. Se van ambos al juicio y se queda el rey solo pensando en lo que ha dicho Percy.




Entra Seymour y trata de interceder por Ana, ya que no quiera que ella sea la causante de su muerte, pero antes de que el rey replique, sale Hervey y anuncia que el Consejo ha dictado sentencia y condena a Ana Bolena, a Percy, Lord Rochefort y Smeaton a muerte. Los cortesanos piden clemencia y el rey responde que se lo pensará.

Escena III: Torre de Londres

Tanto Percy como Rochefort se lamentan por lo sucedido. Entra Hervey y les anuncia que el rey les ha concedido el perdón, pero en cambio Ana debe ser ejecutada. Entonces, ambos deciden por honor morir con ella.

Se reunen con Ana, quien en un estado de enajenación mental, recuerda su boda con el rey y luego se acuerda del amor que siente por Percy y su deseo de volver al castillo de su niñez.


Aparece Smeaton y se arrodilla a sus pies pidiéndole perdón por todo lo que ha pasado. Se oye un cañonazo que anuncia la boda de Enrique con Jane Seymour. Entonces, Ana recupera la cordura y sabiendo que va a morir prefiere no ceder a su primer impulso de maldecir a la pareja sino de perdonarlos y encomendarse a Dios.


Dicho esto, se dirige resignada al cadalso, al que poco después se le unirán Rochefort, Percy y Smeaton.

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