sábado, 18 de mayo de 2019

Duelo de reinas: María Stuarda, de Donizetti II


ANÁLISIS

Es una lástima que pese a que Donizetti tiene un gran catálogo de obras, a la hora de la verdad, siempre se representan las mismas cuando tiene otras que son bastante interesantes. María Stuarda, pertenece a ese grupo, pero poco a poco parece que por fin va teniendo su lugar en el repertorio.

Primero, voy a explicar un poco la figura histórica. ¿Quién era María Estuardo? Fue reina de Escocia entre los años 1542 y 1567, casada primero con el delfín de Francia, Francisco, quien llegó a reinar como Francisco II aunque sólo fueron dos años y luego con su primo hermano Enrique Estuardo, también conocido como Lord Dursley. Para no enrollarme demasiado, al morir María I de Inglaterra; María Tudor, más conocida como María la Sangrienta o Bloody Mary, su hermana Isabel subió al trono. Esto es porque Enrique VIII al morir, excluyó a los Estuardo su derecho a la corona, pero había un sector de la corte que no era partidario de esta ley, ya que eran católicos y no reconocían a Isabel I como hija legítima.
Por tanto, consideraban que la heredera legítima era María Estuardo ya que María Tudor no había tenido herederos. Así que hubo una conjura en la cual supuestamente María Estuardo era partícipe de ella, pero diversos motivos fracasó. En esa conjura mataron al marido de María Estuardo, la obligaron a abdicar del trono de Escocia en favor de su hijo y de ahí... bueno pues trató de huir a Inglaterra donde la capturaron. La acusaron de conspiración y asesinato y la acabaron condenando. Eso sí, Isabel I y María Estuardo nunca se conocieron en persona.

Así fue el personaje histórico y de él Schiller escribió una obra de teatro en cinco actos, de los cuales el libretista, los acortó a dos. Evidentemente en la obra de teatro se desarrollan más los personajes, así pues, en todo el acto I de la obra teatral nos informan los motivos por los cuales María está presa, mientras que en la ópera se menciona así de pasada. También es pura imaginación el encuentro entre Isabel y María, así como ese "triángulo amoroso" entre ellas dos y el conde de Leicester, el "presunto" amante de Isabel I. Lo cierto es que el verdadero Leicester nunca tuvo interés en María. Y tampoco eran hermanas, ya que en la obra se tratan así. Otra gran diferencia es que la obra teatral no termina con la muerte de María, sino con un acto que refleja las consecuencias inmediatas que sufre Isabel por haberla condenado a muerte, como la dimisión de Talbot y Leicester.

Dejando a un lado la verdadera historia, Donizetti nos ofrece un espectáculo donde mandan ellas. Es una de las pocas óperas donde los personajes masculinos pintan francamente poco. Tenemos al tenor para que se luzca un poquito, Leicester, y que "teóricamente" es todo culpa suya, aunque realmente tampoco es que protagonice una gran escena amorosa con alguna de la reinas. Luego, tenemos a Talbot, como consejero de la reina "buena" (María Stuarda") y Cecil como el consejero de la "mala" (Isabel I). Diríamos que Isabel es la "mala" porque es la que tiene una situación de poder y lo ejerce contra alguien que está en una situación inferior y presuntamente acusada de un crimen que no ha cometido, cosa que en el fondo no es del todo cierto, porque sí hubo realmente una conjura.

Lo que hace de Isabel el "villano", es exactamente el mismo motivo por el cual lo era Enrique VIII en Anna Bolena, utiliza su poder para satisfacer un impulso personal que no tiene nada que ver con su rol de monarca. En el caso de Enrique, su boda con Jane Seymour, en el caso de Isabel (o Elisabetta), quitarse de enmedio a una rival amorosa. Ambas reinas (Ana y María) son culpables de ser enemigas de alguien muy poderoso y de interponerse en su camino.

Pero lo que aporta María de nuevo con respecto a otras heroínas de Donizetti es que pese a todo no pierde su orgullo. Ella también es reina y como tal no va a ser doblegada tan fácilmente. Sin duda lo mejor de la ópera es el final del acto I, la escena del confrontamiento donde María después de haber soportado estoicamente las indirectas de Isabel, no sólo se defiende sino que además ataca. Esta escena es lo que hizo que censuraran la ópera en Nápoles, ya que al fin y al cabo, María le llama "Hija de puta" (literalmente, la trata de meretriz y después la llama vil bastarda) y eso es algo que no se ve en los escenarios todos los días. Sin duda ese sexteto final (y sobre todo la streta final) es de lo mejor de la ópera. Esta escena en cuestión también aparece en la obra de Schiller, pero añadiendo también que María declara ser la legítima reina de Inglaterra, dando más razones a Isabel para condenarla a muerte, ya que queda claro el acto de traición hacia su persona.

Como anécdota, las dos cantantes que estrenaron la obra María Malibran (María Estuarda) y Giacinta Puzzi Toso no se llevaban especialmente bien; así que en una de esta escenas, cuando María recitó sus frases la otra se lo tomó tan a pecho que le pegó un bofetón y ambas se liaron a hostias en el escenario. Eso, también contribuyó a que no hubiera más representaciones.

En el aspecto musical, estamos ante una ópera de bel canto de manual. Un coro de introducción, un aria de entrada con su cabaletta para la seconda donna, luego el tenor tiene su aria de entrada, un dúo,y así sucesivamete, cerrando la ópera con una gran escena final compuesta por la plegaria y la caballeta final. Todas de una belleza considerable y de una dificultad a tener en cuenta. La protagonista puede ser o bien soprano o mezzosoprano, y depende de la tesitura que tenga la protagonista suelen adjudicar la contraria a la otra reina, cuando en realidad, ambas pueden tener la misma tesitura (es decir, tanto María como Isabel podrían ser dos sopranos o dos mezzosopranos y no necesariamente, una mezzo y la otra soprano) O incluso contralto, ya que María Malibrán también cantaba papeles de esa tesitura.

A nivel personal he tenido la suerte de haber visto esta ópera en directo. Antes ya la conocía de haberla visto en DVD antes y lo cierto es que es uno de las ópera de Donizetti que más me gustan. Sobre todo pienso que el papel de María Stuarda queda mejor para una mezzosoprano o una soprano con buenos graves, ya que si no, la escena de la confrontación queda más sosa como me pasó a mí cuando la vi en vivo. Aún así la disfruté bastante.

De esta ópera aprendemos lo siguiente:

- Como decía la canción: Hijo de puta hay que decirlo más, pero hay también que tener cuidado porque puede tener consecuencias.
- No cabrees a tu jefe, aunque tengas razón.

GRABACIONES 

CD
Siempre si puedo elegir entre una grabación en vivo y otra de estudio, prefiero quedarme con la segunda porque la calidad de sonido siempre será mejor, sobre todo si hablamos de grabaciones de los años 60 o 70. De este título y que aún se encuentre en catálogo ésta es la única opción que he encontrado y aunque para algunos no sería la mejor opción, a mí me vale. 

 DVD
 Joyce Didonato es una de mis mezzosopranos favoritas, así que cuando lanzaron este dvd lo compré sin haber escuchado antes de qué iba la obra, pero bueno es Donizetti y me gusta bastante su estilo. Realmente no tengo quejas, tanto a nivel de vestuario como de escenografía, el director David Mcvicar ha sabido bien mantener el espíritu del libreto y a nivel vocal e instrumental no tengo ninguna queja. Hay algunos montajes más disponibles, pero éste me parece tan redondo que no tengo necesidad de adquirir un segundo y sin duda es la opción más recomendable.

Dejamos a los Tudor tranquilos, yo sigo con mis quehaceres y me despido por hoy. Para la próxima entrega que tardará, igual la dejo para el mes que viene porque estoy bastante liado, volveré con un título de Wagner que me falta. La única comedia que hizo y que es larga además. Y según dicen la ópera favorita de Hitler.

Nos vemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario