sábado, 4 de mayo de 2019

El mejor tirador: Guillermo Tell, de Rossini I


En un momento dado, cualquier persona por muy humilde que sea, puede convertirse en un héroe. Éste es el relato de una de ellas.

Guillermo Tell (Guillaume Tell) es una ópera en cuatro actos con música de Gioacchino Rossini y libreto de Étienne de Jouy e Hippolyte Bis, estrenada en el Teatro de la Academia Real de la música de París, el 3 de agosto de 1829.

Su duración es variable según los cortes, pero ronda los 240 minutos (4 horas).

BREVES DATOS HISTÓRICOS 

El 28 de febrero de 1828, día en el que Rossini celebraba su cumpleaños (aunque él nació un 29 de febrero) se estrenaba en la ópera de París, un nuevo trabajo del compositor Daniel-François Auber, La muette de Portici (La muda de Portici), una enorme ópera de cinco actos con ballet incluido, en el cual al final, (¡¡Atención Spoilers!!) la protagonista, la bailarina que hace de muda, se tira por El Vesubio. Esa ópera pegó en su día un pelotazo y puso de moda el género de la Grand-Opéra Francesa, de la cual, ya hemos tratado en otras ocasiones. Rossini, por aquel entonces, estaba trabajando en una ópera cómica, Le Comte Ory (El conde Ory), de la cual hablaré en otra ocasión. Al mismo tiempo, había recibido el encargo de una ópera al estilo de Auber para la Academia Real de Música, y Rossini aceptó el encargo a cambio de una pensión vitalicia de 6000 francos de la época, independientemente si trabajaba o no. El mismo rey, Carlos X, aceptó las condiciones de Rossini y nuestro compositor estuvo trabajando a la vez en las dos obras. La ópera sería Guillermo Tell, una adaptación del drama del escritor alemán Friedrich Schiller

En el reparto principal, Rossini contaba con un buen elenco, entre ellos al tenor Adolphe Nourrit en el papel de Arnold y la ópera tuvo un éxito considerable. Con eso, Rossini dio por finalizada su carrera como compositor de óperas, aunque los motivos no están del todo claros. Entre que psicológicamente no estaba muy bien debido a la reciente muerte de su madre y el trastorno bipolar del que padecía, sus problemas de salud físicos (problemas de gonorrea) y que el ambiente socio político y cultural no era de su agrado, decidió retirarse y pasarse el resto de sus días a vivir tranquilamente, de los derechos de sus obras que aún se representaban y componiendo ya para su propio placer personal. Con 37 años, había compuesto 39 óperas y aún viviría cuarenta años más. Rossini era un gran amante de la gastronomía y de hecho él mismo también cocinaba, al parecer se le daba muy bien hacer macarrones y el paté de pollo con cangrejos a la mantequilla.

La ópera era bastante extensa, se dice que duraba una seis horas. En algunas ciudades de Italia, fue censurada y sometida a varios cortes, especialmente los ballets y algunos coros. En el caso de Milán, el libreto fue adaptado a la historia de William Wallace. En Francia, en cambio se llegó a representar hasta 900 veces y luego cayó en el olvido sobre todo cuando la técnica del bel-canto pasó de moda.

ARGUMENTO

La acción transcurre en Suiza, concretamente en el cantón de Uri,  en el siglo XIII.

ACTO I
El pueblo de Bürglen, en las montañas y cerca de un lago.

Un grupo de aldeanos preparan felices una triple boda que se va a celebrar. Entra tanto, un pescador, Roudi (tenor),  canta al amor, mientras Guillermo Tell (barítono) se lamenta por ver a su patria oprimida por los austríacos. Aparece el alcalde de la villa, Melchtal (bajo), junto a su hijo, Arnold (tenor lírico-spinto). Tell, le da la bienvenida y lo invita a pasar a su casa junto a su mujer Hedwige (mezzosoprano) y su hijo Jemmy (soprano ligera). Melcthal, recrimina a su hijo que no se haya casado todavía. Se van  y se queda solo Arnold, quien expresa su gran remordimiento, pues se ha enamorado de una princesa austríaca, Matilde, a quien salvó hace unos días de un alud.

Tell sale a su encuentro y trata de averiguar qué es lo que le pasa, pero no lo logra. Ambos deciden trabajar unidos para derrotar a los austríacos. Entre tanto se celebran las bodas y Melcthal bendice las novios. 

 

En ese momento, aparece un pastor portando un hacha llena de sangre. Este pastor, Leuthold, (bajo), ha matado a uno de los soldados de Gesler, el gobernador  porque estaba a punto de violar a su hija. Tell decide montarlo en un barca y llevarlo hacia el otro lado del lago. Los aldeanos rezan por él, y cuando llega Rodolphe (tenor), el capitán de la guarda austríaca, se molesta por los rezos y aún más cuando los suizos se alegran de que no hayan podido capturar al pastor. Bajo amenaza de muerte, Rodolphe exige a los aldeanos que delaten a la persona que ha ayudado escapar al pastor, pero Melchtal les anima a guardar silencio. Como castigo, Rodolphe lo ordena arrestar y les dice a sus hombres que saqueen el pueblo.

ACTO II
Un valle profundo a los pies de las montañas del Rütli.

Los austríacos están celebrando una partida de caza y entre ellos se encuentra la princesa Matilde (soprano lírico spinto). Como se va a hacer de noche, los austríacos y los pastores se retiran, pero Matilde se demora un poco porque ha quedado con Arnold. 



Mientras lo espera, se lamenta de su vida en la corte. Llega Arnold y ambos se declaran su amor, aunque éste es imposible dada las circunstancias.


Ella le sugiere que si alcanzara la gloria militar, quizás estaría mejor visto en su sociedad y así podrían estar juntos. A Arnold no le parece mala idea. Sin embargo, son interrumpidos por Guillermo y Walter Furst (bajo), así que Matilde se va corriendo.
Guillermo lo acusa de traidor, al igual que Furst y Arnold se defiende afirmando que lo mejor sería que él se fuera de esas tierras. Pero cuando Tell le cuenta que Gesler ha ejecutado a su padre, Arnold jura vengarse y decide unirse a la lucha. Poco a poco van llegando hombres de los otros cantones de Suiza y todos se ponen de acuerdo en luchar hasta la muerte por la libertad de su país.

ACTO III

Escena I: Una capilla en ruinas del palacio de Altdorf.

Arnold se reune con Matilde para despedirse de ella: Le confiesa que debe vengar a su padre, asesinado injustamente por Gesler.


Matilde condena ese hecho y se despide de él, reconociendo que su amor es imposible

Escena II: La plaza principal de Altdorf.

Todos rinden homenaje a Gesler (bajo) quien tras proclamar un discurso, ordena a los suizos que bailen para él.

 

También ordena que se inclinen ante un sombrero austríaco que ha colgado en un palo. Mientras todos los suizos se inclinan, Tell, se revela y no lo hace, lo que provoca la ira de Rodolphe, que lo identifica como el cómplice de Leuthold. Gessler, al ver que Tell va a acompañado de su hijo, le reta a un juego: dado que le ha llegado a sus oídos que es el tirador con mejor puntería de toda Suiza, le dice que pasará por alto su rebeldía si es capaz de partir en dos una manzana colocada en la cabeza de su hijo. Si no acepta, ambos serán ejecutados. Jemmy, su hijo, le anima a su padre para que lo haga  y Guillermo no tiene más remedio que aceptar.



Le colocan a Jemmy la manzana y Guillermo le dice que no se mueve. Prepara dos flechas, y con la primera acierta de pleno, partiendo la manzana en dos. Los suizos estallan de alegría. Gesler se fija en que tenía una segunda flecha y al preguntarle lo que pensaba hacer con ella, Tell le confiesa que estaba destinada para matarle a él si fracasaba. La confesión provoca la ira de Gesler que ordena arrestar a Tell y a su hijo para su inminente ejecución. Sin embargo, Matilde se levanta e intercede por el niño, alegando en nombre del Emperador que jamás permitiría que muriera un niño inocente. Gesler, lo libera, pero ordena que Tell sea encerrado en el fuerte de Kusnac para luego arrojarlo al lago y dejar que se lo coman los reptiles.  Mientras se llevan a Tell, el resto de los soldados cargan contra los suizos.

ACTO IV

Escena I: La casa de Melcthal.

Arnold se encuentra solo lamentando la muerte de su padre y sus deseos de venganza.



Llegan los conjurados suizos, y les comentan que Tell ha sido capturado. Necesitan armas para poder liberarlo, a lo que Arnold accede gustoso mostrándole todo el arsenal que su padre y el propio Tell habían estado reuniendo. Todos juntos juran venganza y se van para liberar a Tell.

Escena II: La orilla del lago Lucerna.

Creyendo que su marido y su hijo están muertos, Hedwige, se dispone a enfrentar ella sola a Gesler, pero es sorprendida por otras mujeres que la consuelen.
Aparece Matilde con Jemmy quien se reune con su madre y poco después entra Leuthold, quien les cuenta que los austríacos han liberado a Guillermo de sus cadenas para que pueda pilotar mejor la barca. Puesto que hay una tormenta, todos ruegan para que Guillermo esté a salvo. Efectivamente Guillermo llega a la orilla y se reune felizmente con su mujer y su hijo quien le entrega su ballesta. Entran también Gesler con un grupo de soldados. Gesler intenta capturar de nuevo a Guillermo pero éste lo mata con una flecha y Gesler cae muerto al lago.



Poco después, entra Arnold anunciando que Altdorf les pertenece y se alegra de ver a Matilde a su lado. La tormenta desaparece y sale un hermoso sol. Todos alaban la belleza de la naturaleza y celebran su recién reconquistada libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario