miércoles, 23 de octubre de 2019

El fruto prohibido: Los pescadores de perlas, de Bizet I


Se dice que en el amor y en la guerra todo vale, pero ¿hasta qué punto merece la pena romper una amistad o un juramento por amor? Esta cuestión es algo que van a tener que plantearse los protagonistas de esta obra.

Los pescadores de perlas (Les pêcheurs des perles) es una ópera en tres actos con música de Georges Bizet y libreto de Michel Carré y Eugène Cornon, estrenada en el Teatro Lírico de París el 30 de septiembre de 1863.

Tiene una duración aproximada de 120 minutos (dos horas).

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Como casi todas las óperas, suelen surgir por encargo del algún empresario teatral y en este caso no iba ser menos. León Carvalho, director del Teatro Lírico de París (actual teatro de Châtelet), necesitaba un nuevo título para la temporada y decidió confiar en un joven llamado Georges Bizet. Hasta entonces, Bizet había estado componiendo de todo un poco, pero tenía muy claro que lo suyo era el teatro. Así que Bizet se puso manos a la obra. Dado que por aquella época (1860), estaba de modo las obras de ambiente exótico, Bizet pensó en situar su obra en México, pero los libretistas le ofrecieron un libreto ambientado en Ceilán.

Tomando prestado algunas piezas de otras anteriores suyas, la obra en principio iba a constar de pasajes hablados pero al final, se optó por hacer recitativos. En definitiva la obra sufrió diversas modificaciones hasta que se estrenó finalmente... y no gustó. Básicamente, la tacharon de wagneriarna, pero poco a poco supieron ver el valor que tenía la partitura y al final acabó gustando. Tuvo 18 representaciones, lo cual no estaba del todo mal, aunque al final acabó olvidándose.

Hoy en día no es raro verla en los escenarios, aunque no goza de la fama de Carmen.

ARGUMENTO

La acción transcurre en Ceilán en un tiempo indeterminado.

ACTO I
Un poblado cerca de la playa



Un grupo de pescadores se reunen para iniciar su labor de adentrarse en las aguas y bucear mientras las mujeres los animan con sus cantos. Entra uno de ellos, Zurga (barítono), les recuerda que ya es hora de escoger a un líder, y todos de forma unánime lo eligen. Justo después, llega al poblado Nadir (tenor lírico), otro pescador que se fue un tiempo a vivir en el bosque a cazar un tigre y ahora ha regresado. Zurga le da la bienvenida y el resto poco a poco se dispersan.



Una vez solos, los dos hombres recuerdan su amistad y cómo estuvieron a punto de perderla por una mujer, una sacerdotisa de Brahma. Tanto Zurga como Nadir se juran amistad eterna.

Poco después aparece una procesión, en la cual el sumo sacerdote, Nourabad (bajo) presenta a la nueva sacerdotisa, Leila (soprano lírica) cuya misión será rezar por el pueblo. Zurga se presenta ante ella y le exige un voto de castidad que será castigado con la muerte en el caso que se quebrante.

 

La joven, la cual está cubierta por un velo, acepta y la conducen hacia una roca donde empieza a cantar sus oraciones.


Al oír la voz, Nadir reconoce a la sacerdotisa como la misma por la cual estuvo enamorado hace tiempo y parte a reencontrarse con ella y a defenderla de todo mal.

ACTO II
Un templo hindú en ruinas

Tras terminar con las oraciones, Nourabad deja que Leila descanse. Ella le comenta que cuando era niña protegió a un fugitivo y éste le regaló una cadena en agradecimiento. Sola, recuerda a un antiguo amor y al que ha creído reconocer entre los aldeanos.

 

Aparece Nadir, y ella en un principio lo rechaza porque no quiere quebrantar sus votos, pero al final ambos admiten su amor. En ese momento, entre Nourabad y los acusa de traición.

 

Aparecen todos los pescadores exigiendo justicia y Zurga, en un principio está predispuesto a perdonar a los amantes. Pero cuando ve a Leila, siente que Nadir lo ha traicionado, pues él también estaba enamorado de ella, así que decide condenar a ambos a muerte.

ACTO III

Escena I: La tienda de Zurga

Zurga se encuentra en su tienda solo, pensativo. Entra Leila y le suplica que salve la vida de Nadir y la mate sólo a ella por quebrantar los votos.

 

Zurga, celoso, se niega. Entonces, Leila le entrega la cadena que recibió del fugitivo cuando era niña y le pide que se la entregue a su madre. Al verla, Zurga se da cuenta que Leila fue la misma niña que hace tiempo le salvó la vida pues él era el fugitivo. Se ha dado cuenta que ha cometido un gran error.

Escena II: Una plaza del templo de Brahma, de noche

Nourabad y el resto están preparado la hoguera donde van a ser ejecutados Nadir y Leila. Los jóvenes están dispuestos a afrontar su muerte, cuando de pronto los pescadores ven que sus casas están ardiendo. Es Zurga, quien avisa del fuego y los pescadores van corriendo a apagarlo. Zurga, confiesa a los amantes que él es el culpable del incendio y lo ha hacho para ayudarles a escapar.


La pareja se lo agradece y huyen. En tanto, Nourabad y el resto ven a Zurga como el gran traidor y todo su cólera se vierte hacia su líder, quien muere satisfecho de haber cumplido con su juramento de amistad eterna.

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