miércoles, 30 de agosto de 2017

Los amantes egipcios. Aida Guiseppe Verdi. II

En esta segunda y última parte voy a explicar cómo interpreto esta obra y os indicaré algunas grabaciones que tengo por si os animáis a escucharla entera.

ANÁLISIS.

He decidido empezar a comentar esta ópera en primer lugar por los recuerdos que me trae de mi infancia. Cuando yo tenía unos cinco o seis años, había una colección en los quioscos de ópera en Vinilo y en Cassette que recopilaba lo mejor de las obras de este género. Eran caras para la época, así que mi madre no compró apenas muchas, compró la primera, Carmen, luego ésta y por último La Traviata. De las tres, ésta era mi favorita.

Por aquel entonces, pensaba que lo que incluía la cinta, apenas 40 minutos en total era toda la ópera. Y la parte que más me gustaba correspondían a los dos primeros actos. Me encantaba ese "Celeste Aida" cantado por Plácido Domingo, y lo regrababa en otras cintas como parte de recopilaciones personales que incluían este aria y canciones de Mary Poppins o de Willy Fog. También recuerdo una vez que vino uno de mis primos a ver a mi familia con la novia (hoy en día su mujer) y le canté no me acuerdo a santo de qué, toda la escena de conjunto del acto I, el "Su del Nilo al sacro lido...".

Me apasionaba y aún me sigue gustando la música de los dos primeros actos. Por eso, no llegaba a entender del todo el porqué de acuerdo a los musicólogos  en realidad, la mejor parte de esta ópera no se encuentra en esa parte, sino en la segunda, en los dos siguientes.  Y más aún cuanto tuve por fin la suerte de poder ver esta ópera en directo, aunque era algo más mayor, un adolescente, me quedé dormido precisamente en el cuarto acto. Y de cuatro veces que he visto esta ópera, dos veces me ha pasado. Pues bien. Hasta que no escuché a otros autores y más del mismo compositor no llegué a entender el porqué.

Veréis. Si nos fijamos en los dos primeros actos, y pensado con la cabeza fría tanto los personajes como la trama es de lo más insulso. A saber: Tenemos al héroe que es un poco gilipollas y obsesionado con servir a la patria pensando que eso hará feliz a su novia, que es precisamente del bando enemigo, pero salvo en el segundo acto no piensa que eso le pueda molestar en absoluto. Es como si ahora tú le dices a tu novia: "Cariño, te quiero taco, y para demostrártelo voy a ir con mis colegas a quemar tu casa, matar a tus padres, violar a tu prima y a los supervivientes los vamos a vender a una banda de rumanos" y que ella te diga,"Vale, ten cuidaito y no te olvides de violar a la prima Conchi, que le dejé el Blu-ray de Cincuentas sombras de Grey hace un mes y la muy hija de puta no me lo ha devuelto todavía"

Os parecería absurdo, ¿verdad? Pues la peor parte se lo lleva Aida, que se enamora de un gañán que sueña con cargarse a los de su pueblo. En ese conflicto interno que llevan los dos amantes, que se debaten entre el amor personal y el amor hacia la patria, que desde el punto de vista actual resulta incompatible, nos encontramos además, con una princesa egoísta, Amneris, que no acepta un no como respuesta y cree que por tener poder tiene derecho a todo y a un padre, Amonasro que, antes que Padre es Rey y sólo vela por sus intereses si bien, se ha metido en esa misión de conquista para "supuestamente" rescatar a su hija, pero que al final esas ansias de poder acaba siendo su perdición.

Con todo esto, Verdi nos presenta en una primera parte, un show espectacular, que si bien nos presentan escenas que ya hemos visto antes en otros trabajos suyos o de otros autores (toda las segunda escena del acto segundo es un calco de la escena del Auto de fe en Don Carlos y también es algo parecida al cuarto acto del Profeta de Meyerbeer), es totalmente nuevo, ya que mezcla melodías de un gran colorido étnico sin tener ni idea de cómo podía sonar la auténtica música egipcia con melodías más populares y pegadizas, como por ejemplo la famosa marcha triunfal, la cual se le ocurrió paseando por el mercado de su pueblo y escuchando a un mercader tocar una melodía de trompeta, pero que, sin embargo, él ordenó hacer unas trompetas especiales.

Pues bien, hasta que no nos deshacemos de toda esa parafernalia, no llegamos a empatizar del todo con los personajes. Y ahí, radica la importancia de los dos actos siguientes. En el tercer acto, Aida traiciona a quién más quiere por temor a decepcionar a un ser querido y a todo su pueblo, es el único momento que actúa como princesa etíope, pues se lleva prácticamente toda la obra llorando; Radamés se da cuenta que no puede tenerlo todo sin sacrificar algo, Amonasro la caga pero bien y Amneris, se da cuenta que está absolutamente sola. La desesperación llega a tal punto, que para la pareja protagonista el único lugar donde ellos pueden ser felices no existe en el mundo el que viven y no tiene más opción que morir. Buscan la muerte como esperanza, como fuerza redentora en la cual poder vivir su amor sin barreras. Y Verdi para ello, siguiendo un poco el camino que ya planteó Wagner en Tristán e Isolda pero sin renunciar en absoluto a su estilo, nos presenta al final una muerte de amor con un tempo lento, muy lento y en "decresendo" y pianísimo, esto es bajando el volumen de la orquesta, hasta que termina todo en un silencio, mostrando toda la intimidad de los personajes que resignados y felices se unen finalmente. Teniendo en cuenta que todas las óperas de Verdi hasta ese momento, nos mostraban la muerte como algo violento, aquí nos la presenta como un gran momento íntimo.

Es por eso que la mejor parte de Aida, a pesar que puede resultar algo más aburrida, está en eso dos actos: porque es donde la tragedia empieza a tener su sentido y es donde vemos que los personajes se hacen totalmente humanos.

De esta ópera aprendí varias cosas:

- No se puede escoger de quien te enamoras.
- No se puede conseguirlo todo con el poder y el dinero.

GRABACIONES

Aida al ser una ópera bastante popular tiene varias grabaciones. En este apartado voy a señalar aquellos registros que tengo en CD y en DVD y daré una breve opinión si merecen la pena o no. También, si hay algún registro que haya visto y oído y que no tengo, pero que no me importaría comprarlo o pienso comprarlo en un futuro, también irá en este apartado.

CD


Este registro fue el de mi infancia, el primero que yo escuché y el que me enamoró totalmente. Así que por razones sentimentales, la escojo en primer lugar y para mí la mejor Aida del mercado. De hecho, para mí el mejor tenor que ha habido para el papel de Radamés es Plácido Domingo y es su parte la que más me gusta de toda la obra. El resto no están nada mal. Yo tenía una selección de esta grabación, pero con el tiempo conseguí la versión completa.

 Esta, en cambio, fue la primera grabación completa que tuve y tengo de la ópera y además en vinilo que me la trajo mi padre de Croacia. No es para tirar cohetes, pero tenemos a Domingo y la dirección de Muti es también muy expresiva.
 Esta grabación en concreto, no la tengo pero la he escuchado hace poco y me encantó. Quizás de las 4 sea la mejor de todas,es la que tiene el reparto más equilibrado.


Este cd es el último registro que ha salido al mercado y lo compré porque soy fan de Jonas Kaufmann y para apoyar el hecho de que hagan más registros en cd de ópera, aunque soy más partidario de que hagan obras menos populares y no una que ya tenga 20 versiones distintas. Este registro es en general, soso. Personalmente, no lo recomiendo. Salvo el coro y la orquesta, el equipo de cantantes no noto que les ponga muchas ganas, la verdad.

DVD


 Con motivo del bicentenario del nacimiento de Verdi, sacaron una colección en DVD y Blu-Ray de las 26 óperas del compositor, la gran mayoría montajes del Teatro Regio de Parma. Tengo algunos de esta colección y éste lo encontré en Amazon muy bien de precio y lo compré pese a que no tenía muy buenas críticas. Y tenían razón. La puesta en escena bien, pero a nivel musical algo aburrida. Así que no lo recomiendo en absoluto.
 

En cambio éste sí. A nivel escenográfico y de vestuario es genial, muy espectacular y a nivel musical también. Yo diría que es un "remake" del siguiente que señalo a continuación:

El montaje es el mismo, el de Metropolitan de Nueva York pero éste es más viejuno. La calidad sonora es indiscutible y tenemos a Domingo como Radamés, pero la calidad de imagen es muy discutible, de ahí que me comprara el de arriba. Éste en concreto lo cogí de la biblioteca de mi ciudad.

Nos vemos en la próxima entrega. Esta vez nos vamos a ir a un lugar más cercano y con una historia que aún sigue de actualidad. Otra historia de amor, donde una mujer es libre de amar a quien quiera aunque eso, le costará la vida.

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