miércoles, 28 de febrero de 2018

La caminante de los sueños: La sonámbula de Bellini, I


El mundo real y el mundo de los sueños son totalmente distintos. En uno de ellos, podemos ser lo que queramos, sin remordimientos o sin miedos, mientras que en el real no siempre es así. ¿Y si tuviéramos la oportunidad de poder caminar entre ellos? Hay quien lo hace, pero hay que tener cuidado, pues al despertar, puede que no estemos en el lugar adecuado. 

La sonámbula (La sonnambula) es una ópera en dos actos con música de Vincenzo Bellini y libreto de Felipe Romani, estrenada en el teatro Carcano de Milán el 6 de marzo de 1831.

Tiene una duración de 135 minutos (Dos horas y cuarto.)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Tras la buena acogida que tuvo su ópera anterior, I capuleti e i Montecchi (Capuletos y Montescos), Bellini tenía por contrato entregar una ópera para Milán en la cual, el papel protagonista debía ser para la célebre Giuditta Pasta, para quién más tarde, Bellini escribiría sus dos óperas siguientes; Norma y Beatrice di Tenda. A Pasta le gustaban mucho los roles de pantalón, o los travestidos, de modo que en un principio, Bellini y Romani pensaron en adaptar el Hernani de Victor Hugo. Al final,temiendo que el tema no gustara a la censura, optaron por buscar un tema más ligero y se decidieron por adaptar el guión de un ballet francés que escribió Scribe y compuso el músico francés Ferdinand Harold (primera vez que oigo hablar de este hombre) llamado La sonnambule ou L'arrivé d'un nouveau seigneur. Teniendo en cuenta que Pasta era la protagonista y el tenor de moda, Rubini le hacía la réplica, la ópera, bajo el título La sonnambula ossia I due findanzati svezzeri ( La sonámbula o Los prometidos suizos) tuvo un enorme éxito y actualmente es una de las más recordadas de Bellini.

En cuanto a Hernani, bueno, unos 14 años más tarde un joven Verdi que ya había conocido el éxito con Nabucco y con I Lombardi alla prima crociata (Los lombardos en su primera cruzada) lo tomará como referencia. Pero eso es ya otra historia que ya contaré en alguna ocasión... cuando la escuche y la vea con más calma porque es uno de los títulos de Verdi que menos conozco. Y tampoco lo tengo en mi colección dicho sea de paso.

ARGUMENTO

La acción transcurre en un pueblo suizo a principios del siglo XIX

ACTO I

Escena I: La plaza del pueblo y el molino.
¡Es un día de fiesta! Amina, la aldeana más popular de la ciudad va a casarse con Elvino, un granjero rico. Todos en el pueblo están muy contentos... bueno. Todos no. Lisa (soprano ligera), la propietaria de la posada, no lo está porque Elvino es su ex y pese a que han roto, ella aún le quiere. Otro granjero, Alessio (barítono) trata de consolarla y de paso tirarle los tejos, aunque Lisa no está por la labor. Aparece Amina, (soprano ligera coloratura) más contenta que unas Pascuas, acompañada de su madre adoptiva Teresa (mezzosoprano) y agradece a todo el mundo, en especial a Alessio, por organizar los esponsales.

Hoy se firma el contrato nupcial y al día siguiente será la ceremonia religiosa. Llega el notario, pero el novio aún no aparece. Pero no hay de qué preocuparse. Elvino (tenor ligero) llega y se disculpa por su tardanza. Le explica a Amina que ha estado rezando a su su madre para pedirle su bendición y como alianza le entrega su anillo. Amina, conmovida lo acepta y se firma el contrato: él aporta sus tierras y ella su corazón.  En medio de la celebración llega un coche de caballos y de él sale un hombre de mediana edad. Pregunta si aún queda lejos el castillo y Lisa le responde que no mucho, pero que llegaría bien entrada la noche y dado que el camino no es muy seguro le aconseja que se queda en su posada a dormir y que vaya mejor por la mañana.

 


Al ver el pueblo, el hombre comenta que hace tiempo, cuando era joven él se crió en el castillo y Teresa le comenta que el dueño hace tiempo que murió y su hijo desapareció. El misterioso señor, es en realidad ese hijo, el conde Rodolfo (bajo) pero de momento no revela su identidad. Asegura a Teresa que ese hijo vive y que lo verá pronto. Luego, ve a Amina, la felicita y alaba su belleza, lo que a Elvino le hace especialmente gracia.  Los aldeanos advierte al viajero que tenga cuidado ya que por la  noche, un misterioso fantasma se pasea por el pueblo, pero Rodolfo se ríe, agradece la advertencia pero no les hace caso. Poco a poco se va cada uno a su casa y se quedan solos Amina y Elvino quien le monta una pequeña escena de celos.

Amina lo tranquiliza, diciéndole que no tiene de qué preocuparse y se va cada uno a su casa a dormir.

Escena II:La habitación del conde en la posada
Rodolfo está en su habitación y Lisa ha ido a asegurarse que todo va bien y a decirle que todo el pueblo sabe ya quién es pues el alcalde lo ha visto y lo ha reconocido como el conde. Todo el pueblo quiere celebrar su llegada. De paso, ambos tontean un poco. De repente, oye un ruido y con las prisas, Lisa se esconde y se le cae un pañuelo.

 
Por la ventana, que está abierta, aparece una figura fantasmal, el de una mujer vestida de blanco. Rodolfo se asusta, dado que no hay mucha luz, pero cuando se acerca, ve que esa mujer es Amina y que está sonámbula. Lisa, al ver la situación, sale de su escondite y se va de la habitación sin que Rodolfo se de cuenta. En un principio, a Rodolfo se le pasa por la cabeza aprovecharse de la situación, pero al ver que Amina no hace más que hablar con Elvino y recrear su boda, Rodolfo se da cuenta que no estaría bien hacerlo. Amina se mete en su cama. Rodolfo cierra la ventana y se va de la habitación.   

Pese a que es tarde, los aldeanos han decidido ir a ver al conde para darle formalmente la bienvenida. Sin embargo, al fijarse por la ventana, ven que el conde no está allí y sí una mujer. Deciden entrar todos, incluído Elvino y así descubren que la mujer que está en la cama es Amina. Elvino monta un escándalo y todos piensan que la joven le ha puesto los cuernos. Con el jaleo, Amina se despierta y no tiene ni idea ni de dónde está ni cómo ha llegado allí.

 

Elvino la trata de zorra delante de todo el mundo, la pobre Amina no sabe dónde meterse y todos la dejan de lado, menos su madre Teresa, quien encuentra el pañuelo de Lisa y se lo da a su hija, pensando que es suyo para que se seque las lágrimas. La boda ha sido oficialmente cancelada.

ACTO II

Escena I: Un bosque

A pesar de todo, la gente quiere a Amina y deciden ir al castillo en busca del conde para pedirle explicaciones, y que de su versión de los hechos para probar la inocencia de Amina. A lo mismo va Amina y su madre Teresa, y por el camino se encuentran con Elvino.

Amina intenta hablar con él, pero el joven está muy dolido y no atiende a razones, pese a que parte del pueblo llega y se ponen de parte de Amina ya que el conde proclama su inocencia. Aún así, Elvino no hace caso y le quita el anillo de compromiso. La pobre Amina se queda llorando en los brazos de su madre.

Escena II: Volvemos a la plaza del pueblo, de noche.

Alessio advierte a Lisa, sin éxito, que volver con Elvino sería un error. De pronto un grupo de aldeanos anuncia que Elvino ha decidido casarse con Lisa, para mayor alegría de ésta, a quien no le importa en absoluto ser el segundo plato y que todo es fruto del despecho.  Mientras van camino de la iglesia, aparece Rodolfo para impedir la boda y proclamar la inocencia de Amina explicando que ella es sonámbula. El pueblo se ríe y no se cree tal excusa.
Con el jaleo, sale Teresa quien pide respeto por su hija que por fin se ha quedado dormida. Lisa entonces, se pasa de lista y dice que ella no es como Amina que va por ahí metiéndose en camas ajenas. En ese momento, Teresa saca su pañuelo y le pregunta porqué estaba en la habitación del conde. Todos piden una explicación al conde quien ni niega ni afirma nada y Lisa, pues se queda sin poder una respuesta coherente. Elvino, doblemente engañado, anula la boda con Lisa y pide pruebas del sonambulismo de Amina. En ese momento, sale Amina dando uno de sus paseos nocturnos.


La joven está paseando por un lugar muy peligroso y cualquier despertar brusco podría matarla, así que la dejan estar. Afortunadamente, mientras ella va lamentándose de lo poco que ha durado su amor, de la misma forma que las flores se marchitan, Elvino se da cuenta lo imbécil que ha sido y se da cuanta de su inocencia.
Amina se despierta y todos la proclaman para que vaya a la iglesia para casarse.Elvino le pide disculpas, le devuelve el anillo y le vuelve a pedir matrimonio, a lo que la joven, entre lágrimas acepta y todos se van de boda. En cuanto a Lisa.. bueno, siempre le quedará Alessio y a nadie le amarga una comilona gratis.


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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