jueves, 25 de julio de 2019

Entre dos amores: Luisa Fernanda, de Federico Moreno Torroba II


ANÁLISIS

Hay obras que son producto de su tiempo y de su época y a consecuencia de ello, se suelen perder en el olvido. Es el caso de muchas óperas y de muchas zarzuelas. Sin embargo, hay otras que tienen algo que hacen que perduren en el tiempo y que actualmente tenga el mismo éxito y siga gustando como en el día de su estreno.

Es el caso de Luisa Fernanda. Moreno Torroba como buen compositor, supo darle al público del momento lo que buscaba: una obra sencilla con melodías pegadizas. Pero ¿es sólo eso la clave del éxito?

Hay que tener en cuenta que la actualidad del momento en Europa era algo distinta a lo que se vivía en España. A principios del siglo XX, Europa había sufrido una Gran Guerra (1914-1918) y las artes estaban en pleno período de experimentación. Es la época de los "ismos", como ya podemos apreciar en la pintura (cubismo, surrealismo, expresionismo) En música, el mundo académico vivía obras bastantes experimentales como por ejemplo Wozzeck de Alban Berg, de una complejidad musical bastante novedosa pero en España se vivía otro ambiente.

España estaba también viviendo momentos de cambios.  La Segunda República prácticamente acaba de nacer (1931-39), había una nueva Constitución, y por tanto, el mundo de las artes tampoco se quedaba atrás. Sin embargo, en el mundo del teatro musical parecía que nada había cambiado.

Así de pronto, Luisa Fernanda ofrece todo lo que en aquel momento el público demandaba, pero con algunas novedades que podrían llamar la atención. Para empezar, tenemos a una heroína con una fuerte personalidad, que se debate entre su amor de toda la vida, Javier (que no es que sea un hombre muy ejemplar que digamos) y el buen partido que sería Vidal. Como en la ópera, tenemos dos hombres, el tenor y el barítono que se disputan a la prima donna y que como es de esperar ésta se va a a decantar por el tenor, aunque en este caso, el barítono sea más honorable.

Tratemos de juzgar la obra en su contexto, de principios del siglo XX y de los comportamientos que los libretistas trataban de reflejar, es decir la vida en Madrid de finales del XIX. Así lo vemos al principio de la obra, con las costureras, El Saboyano cantando la habanera del soldadito, una historia de un soldado que deja tirada a su novia de toda la vida por otra mujer. Esta habanera, se repite también al principio del acto II antes de la famosísima mazurca de las sombrillas, donde vemos a Javier pelando la pava con la Duquesa. En otras palabras, Javier es el soldado que deja tirada a Luisa Fernanda para irse con otra.

Eso sí, Luisa no se queda atrás y también se busca a otro Vidal, que bebe los vientos por ella, pero que no deja de ser el segundo plato. Es por esta razón que al final deja que Luisa Fernanda se vaya con su primer amor, porque sabe que ella nunca le amará como él. Ese es el final feliz para la época, aunque viéndolo desde un punto de vista actual, Vidal nos despierta más simpatía que Javier. El joven soldado presenta las típicas actitudes de un machito celoso que cree que la mujer debe estar bajo supervisión del hombre, como vemos en el concertante del acto II. Ese comportamiento, está hoy en día fuera de lugar. Así mismo, se pueden oír diversas palabra en desuso, como por ejemplo zaragatero o cuchipanda.

Entre esa tensión romántica, tenemos también la tensión política ya que la obra transcurre en plena revolución de 1868, que es la que derroca a Isabel II  y daría paso a un gobierno provisional que desembocaría primero en la restauración de la Monarquía con Amadeo I de Saboya y posteriormente, la I República. Estos acontecimientos eran historia reciente, por tanto ambientar una obra en ese período era bastante atractivo.

No obstante, lo que realmente hace atractiva a la obra y es la razón por la que aún se representa es por la gran calidad que tiene sus números musicales. Torroba hace un buen uso de ritmos populares para hacer melodías pegadizas, aunque no por ello no presenten cierta complejidad. Así por ejemplo el personaje de Javier requiere un tenor que sea capaz de llegar a un Si5, que sería la nota más aguda en el aria Nessun Dorma en Turandot. La parte más lírica y ligera la encontramos en el personaje de la Duquesa, que aunque no tiene ninguna romanza tiene dos dúos con los dos protagonistas masculinos. Lo mismo podemos decir de la protagonista, tampoco tiene ninguna romanza, pero tiene prácticamene las mismas intervenciones. Así que a nivel musical está claro que son los protagonistas masculinos los que se llevan la mejor parte, sobre todo Vidal, quien se lleva la mejora parte, con una romanza, una canción con el coro de vareadores y dos dúos. Es por esto que, en realidad Vidal es el protagonista musical de la obra, aunque no se lleve a la chica.

Mi abuela me cantaba zarzuela cuando era niño y así es como conocí algunos títulos. De ésta en concreto me cantaba la Mazurca de las sombrillas y creo recordar haberla visto una vez en el teatro, aunque no recuerdo muy bien cuántos años tenía. A nivel personal el número que más me gustaba por aquel entonces, y después de haber vuelto a escuchar la obra, es el dúo de Carolina y Javier, aunque aprecio enormemente la escena de los vareadores.

Como apunte curioso, en 1972  un grupo llamado La Compañía hizo una versión pop de la habanera del Saboyano:

 

Fue canción del verano en su día. Ahora me parece bastante rancio, en fin. Creo que me he ganando bastantes puntos en mi carnet de viejoven con esto.

En fin, con esta zarzuela creo que lo único que podemos sacar en claro una cosa:

- No te conformes con ser un segundo plato. Aunque ojo, si te has quedado con hambre después de haber consumido un primero, ve a por el segundo y el postre.
- Sigue a tu corazón... excepto cuando éste te aconseja irte con un imbécil que lo más probable es que no te haga feliz. Entonces haz caso a tu cabeza.

GRABACIONES

CD

 La grabación que tengo en casa es un registro de 1954, reeditado en una colección de fascículos que salían creo que semanalmente (o quincenal) no recuerdo. Esta grabación dirigida por Ataúlfo Argenta, era bastante buena y posteriormente fue reeditada en cd.

Éste en concreto no lo tengo, pero actualmente es uno de los pocos que se pueden encontrar casi tirado de precio, y que está también fuera de catálogo ya que la EMI no existe como tal, sino que fue absorbida por otro sello. Tiene el atractivo de estar dirigida por el propio compositor.


Y es una lástima que esta grabación no esté ya disponible, porque es la más reciente y es francamente buena, ya que es una toma en directo de una representación del Teatro Real con Plácido Domingo en el papel de Vidal. Es francamente buena, aunque al menos podemos verla en dvd.

DVD


Esta representación la echaron en su día por televisión y la grabé. Posteriormente, editaron una colección de fascículos de zarzuela en dvd siendo éste la primera entrega (junto a un concierto de Ainhoa Arteta) y fue el único que compré, pero está editado bajo el sello Opus Arte. La puesta en escena es francamente buena y todos los intérpretes son de primera categoría, aunque seamos sinceros, ya por estar Domingo presente ya merece la pena.

Con esto finaliza mi primer encuentro con la Zarzuela.  Dada la escasez de material que tengo (sobre todo audiovisual) es probable que no comente más zarzuelas a corto plazo y si lo hago sólo pondría la parte de audio. Así que dejo a Luisa Fernanda tranquila y yo me despido por hoy.

Volvemos en agosto. Ya que esta obra tenía como telón de fondo una revolución, la próxima ópera, que no es nada conocida, tiene como protagonista precisamente una revolución también. Pero rusa. Iré a buscar vodka para documentarme debidamente.

Nos vemos.

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