sábado, 5 de mayo de 2018

La rebelión de los oprimidos: Las vísperas sicilianas, de Verdi I


Cuando se produce una invasión, los invadidos quedan sometidos pero una parte de ellos pide a gritos vengarse y recuperar lo que les pertenece por derecho. Y ese momento, puede llegar en el momento más inesperado. De eso, entre otras cosas va esta ópera.

Las vísperas sicilianas (Les vêpres siciliennes o I vespri siciliani) es una ópera en cinco actos con música de Giuseppe Verdi y libreto en francés por Eugéne Scribe y Charles Dubeyrier; traducida al italiano por Arnaldo Fusinato y estrenada en el teatro de la ópera de París el 13 de junio de 1855.

Tiene una duración de 187 minutos (unas tres horas y diez minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

A Verdi se la metieron un poco doblada con esta ópera. Como todo compositor, Verdi también quería probar fortuna en París ya que allí se cobraba mucho. Su primer intento para introducirse en el mundillo francés, fue un remake de su cuarta ópera I lombardi alla premiera crociata (Los lombardos en su primera cruzada), a la que llamaron Jérusalem y tenía entre otros cambios, un ballet. Eso pasó en 1847. Unos años más tarde, después de que triunfara con Rigoletto y El trovador, Eugéne Scribe junto con su colaborador Duberyier, le ofreció a Verdi un libreto que trataba sobre un alzamiento popular que hubo en Sicilia en la Edad Media (1282) conocido como "Las Vísperas Sicilianas", en la cual los sicilianos un Lunes de Pascua, se alzaron en armas contra los franceses que los habían invadido y los mataron a todos.  

Verdi estuvo de acuerdo y empezó a componer la música para la que sería su primera grand opéra original. La obra cuando se estrenó tuvo un éxito regulero. Mas bien pasó sin pena ni gloria y lo cierto es que tuvo más éxito la versión francesa que hizo del El trovador.  En Italia, por su parte, se estrenó cinco meses más tarde, el 26 de diciembre de 1855 en Parma, pero bajo el título de Giovanna de Guzman y trasladando la acción a Portugal y esta vez eran los españoles los malos de la película. Pero unos años más tarde, se representó bajo la ambientación y el titulo actual.

¿Y por qué se la metieron doblada? Pues porque Scribe recicló un libreto que ya había sido rechazado por otro compositor, Hálevy y que Donizetti sí había aceptado, pero murió dejando el trabajo a medias (y también porque como era culo de mal asiento también hizo otros proyectos dejando ese en concreto de lado) Esa ópera inconclusa de Donizetti era El duque de Alba (Le duc d'Albe). Verdi se dio cuenta de ello cuando vio esa ópera el día del estreno en Roma en 1882 y completada por Matteo Salvi, alumno de Donizetti. Pero claro, Scribe ya había muerto, así que no pudo quejarse.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Palermo, en 1282. No hay diferencias argumentales entre la versión francesa e italiana salvo los nombres, así que voy a utilizar los nombres de la versión italiana y entre paréntesis pondré su equivalente en francés.
 

ACTO I
La plaza mayor de Palermo

Los franceses están en la plaza celebrando su victoria frente a los sicilianos, que cuchichean y los miran con desprecio. Aparece la duquesa Elena (Hélène, soprano lírico spinto) quien aún guarda luto por la muerte de su hermano el duque Federico de Austria, ejecutado por orden del gobernador de la isla, Guido de Montforte (Guy de Montfort) por haberse revelado contra él. Los franceses se burlan de ella y uno de ellos, la obliga a cantar para su entretenimiento. Elena aprovecha su canción para animar a los sicilianos a revelarse.

 

Los ánimos están a  punto de caldearse, pero pronto se calma la situación cuando llega el gobernador Montforte (barítono). Se retiran todos menos Elena y poco después aparece un joven recién salido de la cárcel, Arrigo (Henri, tenor lírico-spinto), amigo de Elena. A Montforte le llama la atención el joven, así que ordena a Elena a que los deje solos y habla con él, quien le comenta que es huérfano de madre y jamás conoció a su padre. Por su forma de expresarse, Montforte ve a un potencial aliado y le ofrece un puesto en su ejército si renuncia a reunirse con Elena. Pero Arrigo lo rechaza ya que él es libre y nadie le va a decir lo que tiene que hacer o a quien guardar lealtad. Dejando a Montforte amenazándolo de muerte, Arrigo se va al palacio de Elena.

ACTO II
Un valle a las afueras de Palermo

Un viejo exiliado acaba de volver a su tierra. Se trata de Giovanni Procida (Jean Procida, bajo), un médico y expresa su alegría por estar de regreso.


Junto a un grupo de sicilianos, jura que expulsará a los franceses. Llegan Elena y Arrigo y Procida les informa que Pedro de Aragón (el rey Pedro III de la corona de Aragón) les va a apoyar siempre y cuando toda Sicilia se alce en contra de los franceses. Procida necesita a Arrigo para sus planos y el joven está dispuesto a hacer lo que sea por su tierra. Procida se va y Arrigo aprovecha para declarar su amor a Elena, pero ésta le contesta que le corresponderá tan pronto haya vengado a su hermano.

Entre tanto viene un oficial francés, Bethune (bajo) con una invitación para Arrigo para asistir al baile que Montforte está organizando. Arrigo se niega, así que Bethune llama a los guardas quienes se lo llevan en contra de su voluntad. Elena y Procida juran que lo rescatarán. Mientras, un grupo de sicilianos aparece para celebrar sus esponsales. Juntos bailan una tarantella y los franceses hacen su aparición.

 

Al ver a las muchachas, y por consejo de Procida, deciden raptarlas (con intenciones poco honestas) para llevárselas al baile de Montforte. Los sicilianos se quedan asombrados, y Elena y Procida los alientan para que se armen de valor y peleen por ellas. Ven cómo los franceses se las llevan en un barco dirección al palacio de Montforte. Los sicilianos juran vengarse y Procida decide infiltrarse en el palacio para asesinar a Montforte.

ACTO III
Escena I: Despacho de Montforte

Montforte ha descubierto leyendo una carta que al parecer llevaba la madre de Arrigo, a la que él violó hace quince años, diciéndole que Arrigo es su hijo y le pide que lo respete. Manda a Bethune que le traigan a Arrigo con la esperanza de poder tener una buena relación con él.


Arrigo entra sorprendido porque lo están tratando sorprendentemente bien. Ambos se enfrentan y discuten. Finalmente, Montforte le enseña la carta que le certifica que él es su padre. Arrigo, lo insulta y se va avergonzado sabiendo que tiene sangre francesa.

Escena II: Salón de baile del palacio de Montforte

La gente se divierte observando un ballet alegórico de "Las cuatro estaciones". Todos se lo están pasando bien. Procida, Elena y un grupo de sicilianos se han colado en la fiesta. Todos están de incógnito. Arrigo los reconoce, y les agradece que quieran salvarlo. Pero cuando Procida se acerca a Montforte para asesinarlo, Arrigo se lo impide. Ante la sorpresa general, Elena y Procida son arrestados. Los sicilianos maldicen a Arrigo por haberlos traicionado.

ACTO IV
Una prisión

Arrigo espera el permiso de los carceleros para poder visitar a sus amigos y poder explicarse. Lamenta su situación y la propia. Aparece Elena y se enfrentan. Cuando él le confiesa que Montforte es su padre. Elena empieza a entender su situación y admite que quiere perdonarlo, pues está enamorada de él. 


Aparece también Procida, quien le da a Elena una carta diciendo que un navío de Aragón está próximo a Sicilia cargado de armas. Entra Montforte, dispuesto a firmar la sentencia de muerte para Elena y Procida.  Arrigo pide clemencia para los presos, pero Montforte le responde que sólo accederá si lo reconoce como padre. Elena, por su parte, le dice que no lo haga que prefiere morir antes de ver cómo la traiciona. En un momento bastante tenso, Arrigo no sabe qué hacer, pero finalmente accede a la petición de Montforte. Éste, agradecido no sólo los perdona, sino que además decide que Arrigo y Elena se casen. Procida ve en esa boda, la ocasión perfecta para ejecutar su venganza.

ACTO V
Los jardines del palacio de Montforte


La boda de Elena y Arrigo es inminente. Las jóvenes del lugar felicitan a la novia y le regalan flores a Elena quien sale del palacio muy contenga con su traje de novia. Llega Arrigo quien también está muy contento y se va para buscar a su padre. Entonces llega Procida diciéndole a Elena que los sicilianos atacarán ese mismo día cuando suenen las campanas de boda, justo después de que hayan pronunciado los votos. Esto le provoca un profundo dilema a Elena, pues no quiere traicionar a los suyos, pero tampoco quiere que Arrigo y su futuro suegro sufran.
Cuando llega Arrigo de vuelta, Elena le dice que no se pueden casar y que se vaya del altar, sin decir el porqué, lo que provoca que se enfaden tanto Procida como Arrigo. En plena discusión, aparece Montforte, quien cree que ese cambio de actitud de Elena es debido a los nervios. Une a la pareja en matrimonio y Procida hace sonar las campanas, dando la señal a los sicilianos, que entran matando a todos los franceses que se encuentran, Montforte incluido.

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