martes, 26 de junio de 2018

Un competidor tramposo: El cazador furtivo, de Carl Maria Von Weber I


Se dice que lo importante no es ganar, sino participar cuando alguien se van a enfrentar a una competición no importa de cualquier tipo. Pero la realidad es que todo el mundo quiere ganar y hay gente que hace lo imposible para lograrlo. Incluso pactar con el Diablo, aunque hay que tener cuidado con esos pactos, porque el Diablo juega con sus propias reglas. 

El cazador furtivo (Der Freischütz) es una ópera en tres actos con música de Carl Maria Von Weber y libreto de Friedrich Kind, estrenada en la Konzerthaus de Berlín (llamada en su época Schauspielhaus) el 18 de junio de 1821.

Tiene una duración de 140 minutos (dos horas y veinte minutos; aproximadamente)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Tras asistir a la representación de Fidelio de Beethoven y de haberla dirigido él mismo, Weber estaba decidido a componer una nueva ópera animado también por la buena acogida que tuvo la anterior, un Singspiel llamado Abu Hassan en 1811. Weber, todavía no había pegado el pelotazo en el mundo de la ópera, pero ya tenía en su currículum algún que otro concierto para piano, dos de clarinete y demás. Así pues en una estancia con un amigos en el castillo de Neoburg, se topó con un libro de cuentos populares y entre ellos había uno llamado Des Jägers Braut (La prometida del cazador). No obstante Weber, se tomó su tiempo antes de encargar el libreto, mientras estuvo componiendo otras cosas y así pasó el tiempo hasta que en 1816, le pidió a Friedrich Kind la elaboración del libreto basada en la fuente que he mencionado antes, y al año siguiente empezó Weber a componer su Singspiel. Tardó cinco años, ya que compaginaba la composición de esta obra con su trabajo de maestro de capilla real sajona en Dresde.

Tras 16 sesiones de ensayo, se estrenó la obra en Berlín, y entre los asistentes estaban el escritor Hoffmann, Heine y un joven Mendelssohn. Fue un gran triunfo, y en poco tiempo se vieron en 22 teatros alemanes y también hizo una gira en otros países de Europa, aunque en Francia no la trataron muy bien ya que cambiaron el libreto y la llamaron Robin des Bois ou Les trois balles (Robin de los bosques o Las tres balas). También Berlioz, años más tarde revisó la obra y cambió los diálogos por recitativos.

Como dato curioso, una de las primas de Weber, Constanza fue la esposa de Mozart.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en la región de Bohemia, en el siglo XVII.
 

ACTO I
Un plaza de un pueblo en el claro de un bosque.

Ya es mala suerte. Kilian, un rico campesino (barítono) ha ganado un concurso de tiro, derrontado a su contrincante, un joven llamado Max, (tenor lírico) ayudante del guardabosques Kuno (bajo). Kilian se burla de él y Kuno lo defiende, pero también le recuerda que su puesto es hederitario y que se lo concederá a su yerno, por tanto, si no vence en el concurso de tiro que tendrá lugar al día siguiente, no podrá casarse con su hija Agathe, de quien Max está enamorado.

Kuno aprovecha y cuenta a todos los presentes cómo su antepasado ganó su plaza y se debió a un reto que lanzó el príncipe a sus cazadores un día que yendo de casa los perros ahuyentaron a un ciervo el cual tenía encadenado un hombre en una de sus patas. Les pidió que aquel que abatiera el ciervo sin hacerle daño al hombre ganaría la plaza de guardabosques mayor hereditario. El antepasado de Kuno (que por cierto se llamaba igual) resultó ser el ganador y desde entonces,  todos los sucesores y aspirantes al puesto deben ganar una prueba de tiro. Sin embargo, hay quien dice que en realidad Kuno hizo trampas, pues utilizó unas balas encantadas de las cuales si forjas 7 seis darán en el blanco que quiera el tirador, pero la séptima es del diablo y pueda hacer con ella lo que quiera.


Cuando todos se han ido para seguir celebrando la victoria de Killian, Max se lamenta de su mala suerte, pues no ha acertado ni una sola vez. Le sale al encuentro su amigo Kaspar (bajo) otro cazador y amigo de Max que lo anima y le sugiere que vaya a la Garganta del Lobo a forjar las balas para así ganar el concurso. Para demostrarle que son ciertas, le da una y le pide a Max que dispare a un águila que está volando en ese preciso momento. Max acierta de pleno y motivado por Agathe, acuerda con Kaspar de ir a medianoche a la Garganta a forjar más.


Lo que Max no sabe, es que en realidad Kaspar es el responsable de su mala suerte, pues él ha hecho un pacto con Samiel, El Cazador Oscuro (papel hablado) a quien ha vendido su alma y el plazo vence justo el mismo día del concurso, con lo cual pretende intercambiar el alma de Max por la suya. ¿Lo conseguirá?

ACTO II
Escena I: La habitación de Agathe

Agathe (Soprano lírica) está preocupada esperando el regreso de su amado Max. La joven ha tenido un encuentro con un ermitaño quien le ha predicho que pronto estará en peligro, pero que no le pasará nada si lleva puesta la corona nupcial. Entra su prima Ännchen (soprano lírica) e intenta animarla en vano.  Se va y Agathe, sola, espera que Max regrese con buenas noticias.



Llega Max y le dice que ha derribado a un enorme ciervo junto a la Garganta del Lobo y que tiene que ir a recogerlo. Agathe le pide que no vaya, al igual que Ännchen, pero no les hace caso y se va igualmente

Escena II: La Garganta de Lobo a media noche

Kaspar se encuentra solo y hace un ritual para invocar a Samiel. Éste se le aparece y le ruega que le prorrogue el plazo por tres años más, a lo que el diablo en un principio se niega, pero cuando le habla de Max y su deseo de forjar las 7 balas mágicas parece que accede. Kaspar le pide que la séptima le de a Agathe, pero Samiel le dice que no tiene ningún poder sobre ella.


Llega Max y accede a presenciar cómo Kaspar forja las balas, motivado por una visión que tiene de Agathe tirándose a un río y ahogándose porque ha fracasado. Kaspar va forjando las balas y al terminar la última, Samiel aparece.

ACTO III
Escena I: Un claro en el bosque

Un par de cazadores comentan lo bien que está tirando Max. Cuando éste se queda solo con Kaspar, le pide que le de sus balas mágicas porque ya sólo le queda una, a lo que Kaspar se niega pues las repartieron equitativamente: cuatro para él y tres para sí mismo. Le recomienda que guarde la séptima para el concurso. Max se va y para asegurarse que la bala del diablo es la de Max, Kaspar gasta las suyas.
El orden de estas dos escenas en algunos montajes, se intercambian.

Escena II: La habitación de Agathe

Agathe, vestida de novia, reza a Dios para que todo salga bien. Entra su prima Ännchen, que la anima contándole una historia de fantasmas, que al final resulta que no había ninguno sino que todo fue obra del perro.

Posteriormente, entran el resto de amigas de Agathe catando alegremente para hacerle entrega de la corona nupcial, pero al abrir la caja, lo que hay es una corona mortuoria. Ännchen piensa que ha debido ser un fallo de la florista, pero Agathe no le da importancia y le pide a sus amigas que le hagan una nueva con las rosas blancas que le dio de regalo el ermitaño. En un momento se la hacen y Agahte está lista para presenciar el concurso de tiro.

Escena III: Un claro en el bosque

Todo está previsto para el concurso. El príncipe Ottokar (barítono) está en posición y un grupo de cazadores alaban el arte de la caza, en el número más famoso de toda la ópera.


Max se dispone a disparar a una paloma blanca, pero antes Agahte, le grita que no lo haga, porque ella es la paloma. Aún así, Max dispara, dándole a Agahte que se desmaya del impacto, pero que no le llega a matar, porque la bala ha rebotado en la corona de flores dándole a Kaspar, quien muere en brazos de Samiel. 
Todos los asistentes están asombrados por el hecho y el príncipe le pide a Max explicaciones. Max lo cuenta todo y el príncipe, furioso con el muchacho por haber hecho trampas lo condena a ser desterrado.


Por fortuna para Max, aparece el viejo ermitaño (bajo) quien intercede por él, afirmando que pese a haber pecado, sus intenciones no eran del todo malas y nadie en el pueblo está tan libre de pecado como para tirar la primera piedra. En lugar del destierro, propone a que Max haga penitencia durante todo un año y si durante ese tiempo es capaz de llevar una vida pura, entonces se le permita casarse con Agathe. El príncipe muestra su conformidad y promete a Max de casarlos él mismo con Agathe si logra el perdón de Dios. Y con un canto a la misericordia divina, finaliza esta hermosa ópera.

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