viernes, 9 de marzo de 2018

La amantis religiosa: Sansón y Dalila, de Camille Saint-Saëns I


No me ha pasado todavía, pero es probable que alguien se haya sentido utilizado en una relación de pareja. Es probable que en algún momento de nuestra vida, hemos conocido a alguien que nos ha hecho pensar que éramos lo mejor, nos ha dorado la píldora y cuando ha obtenido de nosotros lo que esa persona andaba buscando, nos ha dado una puñalada trapera. Esto, precisamente, es lo que le pasa al protagonista de la ópera de esta entrega. 

Sansón y Dalila (Samson et Dalila) es una ópera en tres actos con música de Camille Saint-Saëns y libreto de Ferdinand Lemaire, estrenada en el teatro Grossherzogliches de Weimar, el 2 de diciembre de 1877.

Tiene una duración de 130 minutos (dos horas y diez minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

A mediados del siglo XIX, Wagner estaba de moda ya que su forma de componer era tan sumamente revolucionaria y personal que o bien o entusiasmaba o horrorizaba; no había término medio. En Francia, se puso también de moda la música coral. Así pues, por aquel momento un compositor francés, Camile Saint-Säens ya había hecho que otra cosita, alguna sinfonía hecha y poco más pensó: "Si hago una obra coral con influencias de Wagner, voy a petarlo fijo; ¡anda qué no!" Y empezó a componer un oratorio sobre la historia bíblica de Sansón y Dalila. Estamos en el año 1867.

Se iba a quedar ahí, porque en Francia estaba mal visto llevar temas bíblicos a escena. Su libretista, Ferdinand Lemaire, le convenció de lo contrario ya que veía en la historia un buen material: una femme fatale, un tema político, escenas de masas, muerte de masas, sexo implícito, vamos que eso tenía pinta de blockbuster fijo Así que Saint-Saëns se animó y empezó a tratar el tema como una ópera. Comenzó por el acto II y una vez que lo terminó, lo presentó en una fiesta privada y no gustó. Saint-Saëns, abandonó el proyecto y lo retomaría dos años más tarde después de visitar Weimar.

Finalmente, terminaría la ópera en 1876, pero en París no tenían ningún interés en ella pese a que la mezzosoprano Pauline Viardot (hermana de la famosa María Malibrán) y para quien se compuso el personaje de Dalila hiciera lo posible para que se representase, pues a ella le gustaba mucho. También al compositor Franz Liszt, quien convenció a Saint-Saëns de volver a Weimar y estrenar allí su ópera en alemán. Así se hizo y por fin. Saint-Saëns lo petó. Y ya está, porque en Alemania se vio sólo en Weimar.  13 años más tarde, en 1890 y ya por aquel entonces Saint-Saëns renegaba ya de sus influencias wagnerianas, la ópera se vio en Francia concretamente en Ruán. Entonces ya gustó, y ya se fue moviendo con éxito siempre de crítica y público por el resto del país.

De las trece óperas que compuso Saint-Saëns en su vida, ésta es la única que todavía se mantiene en el repertorio. Del resto casi nadie se acuerda de ellas, ni siquiera los franceses.


ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Gaza, (Palestina) en la época del Antiguo Testamento.

ACTO I
La plaza de Gaza. 

Los hebreos se lamentan de su destino, ya que han sido invadidos por los filisteos y son sus esclavos. El juez de Israel, Sansón (tenor dramático) les anima, les da esperanzas pues ellos cuentan con la ayuda de Dios que habla por su boca y pronto serán liberados. El pueblo empieza a animarse y justo en ese momento viene un general filisteo, Abimelec (bajo) dispuestos a cortarles el rollo. Sansón discute con él, se pelean y acaba ganando Sansón quien lo acaba matando. De paso, inicia una revolución y se va junto a los hebreos a reconquistar la ciudad.

Del templo de Dagon,(dios de los filisteos), sale el Sumo Sacerdote (barítono) y se sorprende al ver el cadáver de Abimelec. Ordena a que el culpable sea arrestado, pero dos filisteos que lo acompañan no le hacen caso por miedo y más cuando un mensajero anuncia que las tropas hebreas lideradas por Sansón, ha derrotado a todos los filisteos que estaban en la ciudad. El Sumo Sacerdote ordena la retirada.
Entran todos los hebreos, liderados por Sansón y celebran la victoria. Del Templo, salen  las mujeres filisteas y entre ellas Dalila, hija del Sumo Sacerdote, (mezzosoprano) trayendo guirnalda de flores como gesto de paz. Dalila, declara su amor a Sansón y le invita a que se reuna con ella en su casa, en el valle de Sorec al caer la tarde. 

Las sacerdotisas bailan y Dalila canta a la primavera y sigue seduciendo a Sansón. Pese a las advertencias de un viejo hebreo que le aconseja que no la escuche, Sansón queda totalmente prendado de ella.

ACTO II
El Jardín de la casa de Dalila, en el valle de Sorec

Dalila, sola, espera a Sansón para poder seguir con su plan de venganza. Llega el Sacerdote y deja en manos de Dalila quien ya lleva un tiempo camelándose a Sansón para que le revele de dónde saca sus fuerzas y de momento no han dado resultado, pero Dalila sabe que está a punto de caer. El Sacerdote se va. Entra Sansón, quien está cada vez más enamorado de Dalila, pero ésta se hace la ofendida. Él le declara su amor y ella pues, bueno sigue haciéndole creer que corresponde a esos sentimientos.

 
Pero por mucho que Sansón le dice que la quiere, ella se hace cada vez más la despechada porque éste no le revela su secreto.

Sansón protesta, pero cuando cree que va a perder a Dalila para siempre, la sigue dentro de la casa y allí, una vez que éste le ha revelado su secreto, Dalila, avisa a los soldados filisteos para que lo capturen. 

ACTO III

Escena I: La prisión de Gaza.

Sansón está encadenado girando la rueda de un molino. Le han cortado el pelo, que era el origen de su fuerza divina y le han sacado los ojos.

Los hebreos cautivos le echan en cara que los haya vendido por una mujer y él pide a Dios que tenga piedad de su pueblo.

Escena II: Interior del templo de Dagon

Los filisteos celebran su victoria y montan una gran bacanal.


Llega Sansón, acompañado de un lazarillo. El Sumo Sacerdote, Dalila y todos se burlan de él. Después se disponen a adorar a Dagon y el Sacerdote le pide al Lazarillo que guía a Sansón al centro del templo donde hay un espacio entre dos columnas.
 
Sansón invoca a Dios para que le devuelva las fuerzas perdidas y de un empujón, derriba las columnas, haciendo que el techo del templo se desplome. Todos mueren aplastados.

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