jueves, 15 de marzo de 2018

Un cambio de vocación: Thais, de Massenet II


ANÁLISIS

No recuerdo realmente cómo me enteré de la existencia de esta ópera. Lo más probable se deba al momento en el que empecé a tocar el violín (no soy ningún virtuoso, aún me queda mucho camino) y buscando música, me toparía de manera accidental con la Meditación de Thais. A partir de ese fragmento tuve curiosidad por la obra y acabé comprando cd y dvd. No la he visto todavía en directo y la verdad es que tampoco es que esté en mi lista de prioridades, ya que Massenet pese a que he escuchado varias obras de él y debería estar más presente en los escenarios no está en mi "top ten" de compositores.

Thais es una ópera singular.  No es que sea una obra primordial en mi vida, aunque me encantaría interpretar la Meditación tan pronto tenga la técnica necesaria para ello, pero sí que su historia y el tratamiento melódico y orquestal con la que Massenet describe ambientes es bastante impresionante y eso es algo que hay que tener en cuenta.

Como ya anunciaba en la introducción, el tema de Thais es un cambio de vocación, pero no de un sólo personaje sino de la pareja protagonista.  Si hace no mucho nos encontrábamos al pobre Tannhäuser haciendo penitencia por su vida pecaminosa y buscando desesperadamente la redención, parece ahora tenemos justo a un hombre que busca justo lo contrario.  Comparando la obra de Wagner, Thais sería Tannhäuser y Athanael sería Elisabeth. Pero donde radica la gracia es que Athanael, acaba deseando entrar en el "monte de Venus", lo que provocó en su día que la obra fuera un auténtico escándalo pues no estaba bien (y tampoco hoy en día) que los clérigos muestren abiertamente deseos carnales. Y en eso radica la originalidad de esta ópera.

Sin duda alguna, más que Thais, el personaje más interesante es Athanael sin lugar a dudas. Desde el principio está obsesionado por ella, pero no es hasta el final cuando logra realmente entender el motivo de esa obsesión y es el deseo sexual que siente. En otras palabras, que se la quiere follar. Así de claro. Al fin y al cabo Thais es una prostituta, de lujo pero prostituta al fin y al cabo. Y lo que la ópera nos muestra cómo la relación entre los dos personajes va evolucionando de manera contraria cuando ambos interactúan. Thais empieza siendo muy carnal y acaba convirtiéndose en una fanática religiosa, hasta el punto de que quema todas sus posiciones (un poco drástico, ya podría haberlas dado a los pobres) y se toma tan en serio su arrepentimiento y su penitencia que al final acaba convirtiéndose en santa. No obstante Thais en el fondo, buscaba un cambio de vida, pues al principio del segundo acto se da cuenta que su vida no tiene sentido, ya que todos los hombres la ven como un objeto. Por eso, cambia de opinión y decide seguir a, Athanael,  pues el único que se preocupa por seducirla por su interior y nunca antes ningún hombre le había hablado como lo ha hecho el monje.

De manera contraria, Athanael comienza como un hombre muy santo, imperturbable, pero con un calentón tan enorme que le cuesta demasiado aceptar.. Esta tardía reacción de darse cuenta demasiado tarde lo que verdaderamente importa y de ser fiel a sus sentimientos me recuerda bastante a lo que la pasa a Oneguin al final de su historia, que se da cuenta que siempre ha estado enamorado de Tatiana cuando ella ya se ha casado y pasa tres kilos de él. A Athanael le pasa exactamente lo mismo. Pone de excusa a Dios para negar algo que es natural en el ser humano, que es algo tan primario como ceder al placer sexual, haciéndonos una llamada desesperada a la vida pues es la única que tenemos y una vez que muramos no sabemos qué pasará después.

Vamos, que a Thais se la follado toda Alejandría y él cuando tuvo la oportunidad la dejó escapar por amor a Dios, un amor que, seamos francos, no es muy agradecido que digamos. Con esto no quiero ofender los sentimientos religiosos de nadie, pero es lo que a mi juicio es lo que nos quería contar Massenet con esta ópera. El amor carnal, también puede ser divino. La música es bastante sensual y llena de colorido y matices, empleando además el tema de la Meditación como una especie de tema de redención para Thais y se escucha varias veces en el acto III. 

Y ya está esta ópera en realidad no da para mucho más. Podemos sacar en claro los diversos puntos:
- Está bien adorar a Dios sobre todas las cosas, pero todo en su justa medida.
- Si no quieres algo, antes de tirarlo o prenderle fuego, véndelo o dáselo a alguien que lo pueda aprovechar.
- Como decían en cierta serie: "Lo bueno del Cristianismo es que te puedes hartar de pecar,luego te confiesas te arrepientes y ya está, ya tienes la salvación asegurada." Pues mientras estemos vivos y con tus pecados no haces mal a nadie, disfruta. Ya rendirás cuentas al Altísimo cuando mueras.

GRABACIONES

CD
 
Ésta es una de las grabaciones más recientes y realmente estoy muy satisfecho con ella. Fleming resulta muy seductora y Hampson muy convincente. El solo de violín para la Meditación lo hace Renaud Capuçon y es bastante expresivo.

DVD
 Si no me equivoco, éste es también uno de las producciones más recientes. Repiten Fleming y Hampson en los papeles principales. Nos encontramos con una puesta en escena coherente y muy elegante. La orquesta está dirigida por el recientemente fallecido Jesús López- Cobos quien fue capaz de sacarle todo el jugo a la partitura.

Pronto será Semana Santa, así que para la próxima he decidido hablar de una ópera un tanto... peculiar. Un compositor nuevo, un estilo totalmente nuevo para contarnos de una manera muy diferente la mayor historia del mundo jamás contada y que siempre es polémica. Nos vemos entonces.

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