jueves, 12 de julio de 2018

Un emperador buena gente: La clemencia de Tito, de Mozart II


ANÁLISIS

Ya dije en alguna ocasión que todo lo que haya compuesto Mozart merece ser escuchado que probablemente gustará... Pues con Tito no es así. De hecho, el recuerdo que tengo de esta ópera es de una de las veladas más coñazo a la cual he asistido jamás.

Me explico. Uno de mis sueños de la infancia (aparte de ir a DisneyWorld, Orlando, el cual no he cumplido y a estas alturas de mi vida, me un poco igual ya) era asistir a una representación de una ópera en el mítico Palacio Garnier de París. Sin embargo, conseguir entradas baratas para ese teatro no es del todo fácil, sobre todo para los espectáculos más conocidos. Así que en septiembre de 2011 conseguí una entrada de visibildad reducida en un palco, pero por fin pude hacer realidad mi sueño de subir las escaleras del Palacio Garnier no como un turista, sino como un espectador.

Y más contento como unas pascuas por subir esas míticas escaleras que me llevarían al palco, el cual compartiría con desconocidos. En fin, también os pongo una foto de la silla en cuestión.

El caso es que al ser de las filas posteriores, y al haber gente delante pues no veía del todo bien, de hecho sólo veía la mitad del escenario y eso influenció bastante en mi percepción del espectáculo. La puesta en escena era horrorosa, pero además, encontré que los tempos eran jodidamente lentos para ser Mozart, el tenor que hacía de Tito era uno al cual le tenía una especial manía. El resto de cantantes tampoco eran para tirar cohetes pero eran buenos profesionales, pero a día de hoy creo que fue la orquesta lo que hizo que esa velada fuera un auténtico tostón.

Como ese día era mi único referente, pues no había escuchado esa ópera de Mozart antes, la investigué después y me di cuenta que el problema no era que Mozart había compuesto un ladrillo de ópera (como es el caso de Claude Debussy con Peleas y Melisande) sino efectivamente, un error de ejecución.

Teniendo en cuenta el argumento, se nota que es una obra que está destinada a hacer la pelota a la autoridad, ya que muestra la figura de un emperador amado por su pueblo, el cual es capaz de perdonar a sus enemigos. Tal y como decía el personaje de Mozart en la magnífica película de Milos Forman, Amadeus: "Los personajes de las óperas italianas son tan estirados que parecen que cagan mármol". Y si tomamos en referencia el libreto original de Metastasio, en parte tenía razón, ya que al fin y al cabo, estamos ante una ópera seria, en la cual todo está muy programado y no hay motivos que so prendan.

Así pues, toda la trama se centra alrededor del emperador Tito, gobernador absolutista pero mira tú por dónde, es buena gente. Es muy difícil realmente empatizar con estos personajes, pues es el conflicto se centra en los altos mandatarios, pero aún así el desarrollo psicológico no deja de ser menos interesante, sobre todo para los tres protagonistas que sería, el propio Tito, Vitelia y Sesto. Dejo de lado a Servilia, Anio y Publio porque éstos apenas crean conflicto, y el único que hay con respecto a ellos, el triángulo amoroso entre Tito, Servilia y Anio se resuelve en un recitativo seco, a favor de la pareja inicial. Con respecto a Publio, es un personaje intermediario, no aporta apenas nada a la trama salvo el de narrador y contar lo que no se ve en escena (como la declaración de Sesto ante el Senado, por ejemplo)

Así, pues, todo se centra en los otros tres. De ellos, para mi gusto el personaje más interesante es sin duda el de Vitelia, ya que ella tiene una doble motivación para traicionar al emperador. Para empezar, el de la auténtica heredera al trono ya que Tito lo está ocupando por el resultado de una usurpación anterior pero ya no sólo es política, sino también amorosa, pues es ante todo una mujer despechada, ya que si Tito la hubiese escogido a ella como esposa en primer lugar, nada de lo que pasa en la ópera habría ocurrido. Eso hace que su máxima sea  "el fin justifica los medios" y utilice a Sesto que está enamorado de ella hasta las trancas para que mate a su mejor amigo. Vitelia, aunque habla de "amor" en realidad lo que persigue es el poder, ya que cuando Tito finalmente la escoge como "tercer plato", intenta impedir el golpe de estado sin éxito y lo único que le preocupa es que ella no sea delatada, permitiendo incluso dejar que Sesto se coma todo el marrón él solo.

Menos mal que al final, tiene un momento de redención, momento para el cual Mozart le escribe un aria bellísima, Non più di fori, que es lo que nos hace amar a este personaje, porque por todo lo anterior realmente es bastante destestable, pero es lo que realmente lo hace interesante, porque al fin y al cabo, es la única que evoluciona a lo largo de la obra.

En cuanto al verdadero protagonista, no sería tanto Tito, que es el que da nombre a la obra sino Sesto, papel que Mozart escribió para un castrato, concretamente Domenico Bedini (que sería conocido en su día). Para mí Sesto es un calzonazos y sinceramente está para resaltar lo grande que es la clemencia del emperador. Sesto es capaz de traicionar a su mejor amigo, por una mujer que encima apenas le corresponde, ya que en ningún momento tenemos un dúo de amor entre la pareja, como si lo hay con Servilia y Anio que al menos se declaran afecto. Y no queda del todo claro si al final Vitelia se queda con Sesto o se queda con Tito. El caso es que a nivel dramático, Sesto se debate entre la lealtad a su amigo del alma o el calentón que tiene por Vitelia y dado que no la traiciona jamás, y está a punto de morir por ella, es más por lo segundo que por lo primero. Pese a todo, Mozart también le compone dos arias muy hermosas.

Por último tenemos a Tito que para ser un emperador absolutista, pues es mazo buena gente. Le queman el Capitolio, pero le da igual, total, ya tendrá esclavos que lo reconstruirá de nuevo. Y su mejor amigo y la que va a ser su futura esposa han tratado de matarlo, pero da igual, los perdona igualmente. Resulta tremedentamente muy poco creíble, ya que sabiendo que el culpable de esa traición es su mejor amigo, lo más lógico es que a pesar de todo lo perdone, pues más difícil sería condenar a muerte a alguien a quien amas enormemente ya que a la hora de impartir justicia ésta ha de ser igual para todos. Si pensamos en Felipe II en Don Carlos, éste se debate entre eso mismo, pues su propio hijo se pone de parte de sus enemigos, lo cual es un acto de traición, y aunque quiera perdonarlo, tiene que impartir justicia igual.

Por eso, que Tito opte por el perdón se nota que la obra es totalmente propagandística y está hecha para alabar al emperador de turno y alabemos siempre a ese poder absolutista para que éste sea clemente con nosotros. Eso sí para ser coherente, perdona a todos los conjurados, para que no se le vea tanto el plumero y proclamar que para él lo más importante es Roma. Con su clemencia, realmente Tito somete más al pueblo ya que ¿Por qué os vas a alzar contra mi, con lo bueno que soy con vosotros? Gracias a esa "Clemencia", Tito puede hacer con el pueblo lo que le da la gana, ya que ésta como él es clemente, no se van a quejar.
Ese ideal propagandístico hay que entenderlo en su contexto, ya que Metastasio vivió en una época donde el sistema de gobierno más usual era la monarquía absolutista y claro, había que hacerles la pelota, pero ya en la época de Mozart, ya resultaba algo decadente y más cuando ya había estallado la Revolución Francesa que marcaría el principio del final de ese sistema. Por tanto, resulta poco creíble, aunque ahí está el genio de Mozart, de hacerlo creíble y que caiga bien.

En cuanto al aspecto musical, dado que fue una obra de encargo, algunos musicólogos piensan que Mozart dio un paso atrás con Tito si la comparamos con la trilogía que escribió con Da Ponte o con La flauta mágica que la compuso en el mismo período. Efectivamente, tuvo que darlo debido a la rigidez del libreto y a la temática. Mozart no se pudo dar tantas libertades con esta obra que con la Flauta y quizás sea ese el gran motivo por el cual, Tito no sea tan popular como la otra, pero no deja de ser un trabajo con una calidad increíble y con momentos realmente memorables.

No obstante, Mozart ya había compuesto con anterioridad otras óperas serias y si nos centramos en ese género, Tito se representa más a menudo que Idomeneno, Mitrídates o Lucio Silla (y todas ellas en cierto modo son interesantes también.) El gran problema es que a nivel de taquilla, La flauta mágica es mucho más atractiva y más divertida por así decirlo que Tito, de ahí que haya pasado a un segundo plano. Es mucho más simpático Pagageno que Anio y la relación de Tamino y Pamina es más atrayente que la de Sesto y Vitelia, pero por otra parte Vitelia es un personaje mucho más retorcido que La Reina de la Noche y Tito puede resultar algo más interesante que Sarastro, que es un personaje más bien pasivo. Aunque, claro todo esto es muy discutible, dado que son historias distintas.

Pese a todo, considero que hay que darle una oportunidad a esta última ópera de Mozart. O penúltima según el punto de vista. Se pueden sacar varias conclusiones con respecto a esta ópera:

- La justicia es igual para todos; pero si tienes amigos en el poder igual eso se puede arreglar.
- Si una mujer te quiere de verdad no debería obligarte a hacer algo con lo que no estás de acuerdo.
- No hay que dejarse manipular.
- Saber perdonar es una virtud muy noble y que todo el mundo debería tener. 
- Se cazan más moscas con miel que a golpes.

GRABACIONES

CD

Actualmente existe una nueva edición de este registro, aunque sin libreto, así que yo me compré éste en una tienda de segunda mano, pero estaba en muy buenas condiciones. Conozco el buen hacer de Harnoncourt dirigiendo y lo cierto es que no defrauda en absoluto. Una grabación bastante elegante con un equipo de cantantes que sabe lo que se hace. Destaco sobre todo la Vitelia de Lucía Popp.

Esta grabación es un registro en vivo de una serie de óperas que está grabando el director canadiense Nézet- Seguin y Rolando Villazón.  La he escuchado recientemente y de aquí destaco sobre todo a Joyce Didonato como Sesto. La dirección no está nada mal, es bastante agradable de escuchar y quizás el punto más débil sea Villazón como Tito, pero es que nivel personal, no me termina de gustar su voz para cantar a Mozart. Aún así y como primera opción, no sería mala compra y más teniendo en cuenta que el mercado de grabaciones operístico no es muy habitual.

DVD

De momento sólo tengo éste, y hay que destacar que en esta representación, han sustituido los recitativos secos por diálogos hablados en italiano. No deja de ser una opción interesante y es una buena ocasión para ver a un jovencito Jonas Kaufmann cantando a Mozart (y no lo hace nada mal). Aún así, a nivel musical es agradable, contamos además con Vesselina Kassarova como Sesto (que es una mezzo que vale mucho) y como Vitelia a Eva Mei (que también sabe lo que se hace.) La puesta en escena está ambientada en prinpicipos del siglo XX y no es nada del otro mundo, pero al menos es comprensible. No distrae. Pese a todo, no consideraría este DVD como primera compra porque no es la obra original, y optaría por otro montaje donde los recitativos secos sí estuvieran presentes.

Pues con esto termino mi paseo por la Roma Clásica. Para la próxima entrega, voy a volver con el picha brava de Wagner y su última obra, en donde un joven con muy pocas luces se va por ahí a buscar la Lanza de Longinos. ¿Lo conseguirá? 

Nos vemos en unos días.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario