martes, 31 de julio de 2018

Los eternos amantes: Romeo y Julieta de Gounod / Capuletos y Montescos, de Bellini III


ANÁLISIS

Cuan diferente hubiera sido la historia de Romeo y Julieta si ésta se hubiera desarrollado en esta época. Hubiera bastado con que Julieta le hubiera enviado un Whatsapp a Romeo diciéndole que iba a trolear a toda su familia fingiéndose la muerte y Romeo le habría contestado con un emoticono de sorpresa, un LOL y probablemente un TKiero mazo acompañado de un corazón y quizás, de una foto de su miembro viril. Claro, que tampoco hubiese sido un secreto porque el muy gilipollas lo habría publicado en Twitter o en Facebook.

Al principio iba a comentar cada una de estas óperas por separado, dado que como la fuente no era la misma y al ser de dos escuelas totalmente distintas pensé que sería lo mejor.  Sin embargo, mientras redactaba la entrada de la ópera de Gounod, me dí cuenta que en el fondo, la obra de Bellini tampoco era tan distinta, así que finalmente decidí hablar de las dos a la vez. En lo personal, no he visto la obra de Gounod en directo pero sí la conocía, y la de Bellini la he conocido hará un par de años o tres y sí he tenido la ocasión de verla en directo.

Romeo y Julieta es la historia de amor trágica por antonomasia. Ha sido una obra, al menos la de Shakespeare que ha traspasado barreras y que todo el mundo conoce o casi.  De hecho y aprovecho para contaros una batallita de mis años de instituto: por aquel entonces se estrenó en los cines una versión moderna de Romeo y Julieta interpretada por Leonardo Dicaprio y Claire Danes. El caso es que hablando sobre la película, yo que no la había visto, comenté en un grupo que tampoco debía merecer la pena porque todo el mundo sabía que cómo iba a acabar la historia, sólo que al ser ambientada en época actual, Romeo se suicidaría por una sobredosis de pastillas y Julieta se pegaría un tiro en lugar de clavarse un puñal. A lo que en el grupo había una chica que se molestó mucho conmigo y me dijo "¡hala, ya me has destrozado el final!" Al parecer, la chica no había oído jamás hablar de la obra inmortal de Shakespeare y no tenía ni zorra idea de que los amantes se morían.

Me sentí un poco culpable y aprendí una valiosa lección: No creas que por tú sepas una cosa, los demás también tienen que saberla. Pero ¿que es lo que tiene de atractiva esta historia que ha inspirado a muchos?

Para empezar, Shakespeare lo que hizo fue aglutinar las distintas versiones que había de la historia en la literatura italiana medieval y renancestita y la presentó con su lenguaje dándole un carisma a los personajes que los hace entrañables. Aparte, tenemos el tema del amor imposible y prohibido que tanto nos atrae reflejado además en la figura donde esa pasión es más fuerte que es en la adolescencia. Recordemos que Romeo y Julieta son eso unos quinceañeros y en ese momento donde el amor resulta más pasional. Paso a comentar cómo Gounod y Bellini desarrollan esa pasión.

Gounod decidió seguir fielmente al poeta inglés hasta el punto que prácticamente su versión es muy calcada. Toma el conflicto desde el punto de vista de la pareja y la vemos evolucionar, desde cómo se conocen hasta que sufren su fatal destino. Los libretistas adaptaron los versos originales y centraron la atención en la pareja, dándoles todo el acto II, la primera escena del III y del IV y todo el acto V si quitamos esa pequeña introducción de los dos frailes.  Al ser un amor prohibido, se juega con el simbolismo de la noche y el día o la luz y la oscuridad, tal y como ya vimos en Tristán e Isolda; o incluso en Aida, sólo se pueden reunir de noche cuando nadie los ve y sólo podrán estar juntos en la muerte.

Todo eso no es nuevo, son elementos que hemos ya anteriormente y que se repite constantemente. En el caso de Gounod, aunque la pareja sea el centro, vemos cómo ese conflicto va afectado a los demás, como es en el caso de Mercutio y Tebaldo que acaban también muriendo víctimas del conflicto entre las familias. Ese conflicto, en la versión de Bellini, es mucho más llevadero. Bellini en su versión es mucho más conciso. Romeo intenta ya por las buenas acabar con el conflicto de las dos familias; sin éxito y opta por querer escaparse con Julieta. Aquí nos plantea algo más novedoso con respecto a la versión de Gounod y es la caracterización de Julieta

Si bien Gounod nos la presenta más bien una muchacha de pocas luces (lo cual también es comprensible, pues recordemos que Julieta está en plena edad del pavo), la Julieta de Bellini sopesa los pros y los contras. Está enamorada de Romeo sí, pero como ella le dice en el dúo del primer acto, más allá del amor, está el sentimiento del honor y el deber. Recordemos que según Bellini Romeo había matado a su hermano y en una batalla (o sea que fue en legítima defensa), mientras que en Gounod mata a su primo Tebaldo y es por un arrebato, pues lo hace después que éste haya matado a su mejor amigo, Mercutio. A pesar de todo, ambas lo perdonan, pero mientras en Bellini, Romeo intenta poner solución al conflicto, y Julieta le replica, en Gounod la pareja se queda más embobada en ellos mismos y discutiendo sobre la alondra o el ruiseñor que en arreglar las cosas.

A parte de otras diferencias menores, como el cambio de profesión  y parentesco; como en el caso de Fray Lorenzo, que en Gounod es un cura y en Bellini un médico seglar o Tebaldo, que es pariente de Julieta en una y en la otra no es ni siquiera un pariente, fusionándose así la figura de Paris en un sólo personaje, hay dos puntos en común: la ausencia casi total de Montescos y la figura del patriarca de los Capuleto como el malo de la película.

En la obra original de Shakespeare, Romeo también tiene sus padres pero tanto Gounod como Bellini omite ese detalle, para simplificar la trama, siendo los Montescos representandos en ambas prácticamente por una sección del coro. Gounod por su parte, al introducir algunos personajes menores como al paje, o amigos de Romeo, les da un poco de visibilidad, pero toda ella desaparece al final del tercer acto, siendo los dos últimos exclusivos de los Capuleto. Bellini, por su parte, plantea a Romeo como el líder de los Montesco y con el valor suficiente para enfrentarse él solo a los Capuleto y a su vez intenta sin éxito firmar la paz, cosa que en ambas versiones el patriarca de los Capuleto se niega.

El personaje de Romeo, a mi parecer también mejora en la versión de Bellini. Para Romeo, Julieta es la razón de su lucha y es por ¿eso que cuando se entera de que ha muerto y está a punto de batirse con Tebaldo, anula el duelo porque con ella, muerta, ya esa lucha no tiene ningún sentido. En definitiva, creo que el personaje es más pasional que en la versión de Gounod, que se pasa casi toda la obra ligándose a Julieta que en pensar la manera de poder estar juntos. Sólo se muestra activo cuando le matan a Mercutio, pero por lo demás me resulta un personaje muy cursi.

Otro aspecto a tener en cuenta es la escena final, mientras que Gounod deja sus últimos compases para la pareja protagonista y su doble suicidio, Bellini en cambio los últimos compases los dedica a la reacción del coro (los Capuletos y Montescos de su título) al ver a la pareja muerta, y culpando a Capuleto por ello. Y si hay algo en común en ambas ese que en ninguna deja clara si después de la muerte de los amantes, las dos familias se reconcilian o no.

En el aspecto musical, bueno aquí estaría metiéndome en un terreno peliagudo ya que ambas pertenecen a épocas y escuelas distintas, ya que entre ambas hay una diferencia de 37 años. Personalmente, a mi me gusta más la versión de Bellini, a pesar de ser una obra de reciclaje pero yo tengo una debilidad por las largas melodías del compositor siciliano y ese sonido tan dulce que le caracteriza.  Aún así Gounod no se queda atrás, pues también escribió pasajes de gran belleza y lirismo (todo el acto segundo es una gran prueba de ello) Ambas son muy agradables de escuchar y fáciles. Tampoco se hacen pesadas.

 ¿Qué aprendemos de los amantes de Verona? Pues alguna que otra cosa:

- No hay que criticar a las parejas de nuestros hijos o impedir que éstos salgan con gente que no son de tu agrado sin al menos conocerlos antes.  Que a ti te caiga mal alguien no significa que sea mala persona.
- No hay que creerse todo lo que se cuenta. Hay que aprender a contrastar las fuentes.
- ¿Qué es un nombre? ¿Acaso si una rosa, no se llamara así ,no tendría el mismo perfume y color?

GRABACIONES

CD 
 Tanto para una, como la otra, me he decantado por los registros más actuales. En el caso de Bellini, me he decantado por la grabación de Garança y Netrebko (cuando se dedicaba a cantar bel-canto, ahora ya no) y francamente a mí me gusta mucho, aunque he leído opiniones de gente que echa pestes sobre ésta. Si eres fan de las dos cantantes, no te va a defraudar. El resto del elenco cumple su parte.



Para Gounod me decanté por la serie que hizo la pareja del momento de la lírica en los 90, la formada por el tenor francés Roberto Alagna y la soprano rumana Angela Gheorghiu, que por aquel entonces eran matrimonio y ahora... pues no, es más se llevan más bien mal. A pesar de todo hacen muy buen trabajo y bastante creíble. No hay mucho más que decir, el resto de papeles y la orquesta cumplen su función.  Además incluye el ballet, cosa que se suele omitir bastante. 

 DVD

Aparte de lo horroroso de la portada, este dvd lo he comprado principalmente motivado por el Romeo Didonato.No tiene subtítulos al español, lo cual me da algo de rabia. La puesta en escena es un tanto rara, pero pasable, aún no le veo el punto que Julieta cante su aria del primer acto subida a un lavabo. Aún así, el aspecto musical está a la altura, Didonato como Romeo no decepciona, y la Julieta de Nicole Cambel tampoco. El resto del reparte y el coro, cumple con creces y me gusta especialmente el vestuario de inspiración decimonónica. Tampoco hay muchas más opciones con respecto a esta ópera así, que ésta me parece que es una buena compra.
 
Por otra parte, éste sin duda es bastante bueno. La pareja protagonista es una delicia, el vestuario es magnífico y sin duda alguna es un espectáculo muy bonito de ver. Yo lo tomaría como un registro de referencia, pese a que no incluya el ballet. Aunque por otra parte, tampoco es que éste aporte algo a la dramaturgia.

Como ha sido recientemente el mundial de fútbol en Rusia, mira tú por dónde la próxima entrega, será una del repertorio ruso. Una rusa, pero muy rusa, de un compositor que aún no he tratado en el blog, sobre un hombre que se alza con el de poder con unos métodos... no muy ortodoxos.  Disfrutad del mes de agosto, sobre todo si no trabajáis.

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