jueves, 15 de febrero de 2018

Una rara mezcla: Ariadna en Naxos, de Strauss I


Parece que la comedia y el drama no tienen nada que ver, pero hay casos en los que van unidos y da buenos resultados. En el drama, a veces encontramos elementos cómicos y el ser humano tiene la necesidad de reír, para soportar mejor las lágrimas. O al menos, eso pueden pensar los personajes de la ópera que trataré a continuación.

Ariadna en Naxos (Ariadne auf Naxos) es una ópera en un prólogo y acto único, con música de Richard Strauss y libreto de Hugo von Hoftmannsthal, estrenada en el Kleinen Haus des Hoftheaters de Stuttgart el 25 de octubre de 1912 y la versión definitiva, en el Hofoper de Viena, el 4 de octubre de 1916.

Tiene una duración de 135 minutos (dos horas y cuarto)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Los orígenes de esta ópera nos los encontramos en una adaptación teatral que hizo Hofmannsthal de la obra de teatro de Molière, El burgués gentilhombre (Le bourgeois gentilhomme),Strauss compuso música incidental para la obra (como una especie de banda sonora) y le añadió una ópera corta para completar el espectáculo. Pero claro, compuso una ópera de hora y media, que unida a la obra de teatro que ya era larga de por sí, resultó un espectáculo algo coñazo  para el público, ya que resultaba largo y además sin necesidad. Por eso, esa primera versión no gustó al principio. Luego, se le realizaron algún que otro corte y ya la obra empezó a cuajar mejor.

Sin embargo, esta primera versión no terminaba de despegar, así que Hofmannstahl decidió prescindir de la obra teatral y dejar a Ariadna como un espectáculo único. Para completarla, sugirió a Strauss que le añadiera un prólogo en el cual se explicase porqué se mezclaba una ópera seria con elementos bufos de la commedia dell'arte italiana. Strauss aceptó pese a no estar muy convencido y realizó otros cambios con respecto a la primera versión. Esta segunda versión, se estrenó en Viena y es la que se ve actualmente en los escenarios hoy en día.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Viena, en el siglo XVIII.
 
PRÓLOGO
Un salón en la casa del hombre más rico de Viena.

El maestro de música (barítono) está algo preocupado. Al parecer, se va a representar una farsa cómica después de una ópera seria compuesta por su alumno. Busca al mayordomo (papel hablado) para que le confirme si eso es cierto o no y éste le comenta la situación: Durante la cena que ha organizado su señor, el hombre más rico de Viena, se interpretará una ópera seria, luego fuegos artificiales y por último una farsa. Conociendo el carácter de su alumno, el maestro de música sabe que no va a estar muy contento. Y así es. Aparece el compositor (mezzosoprano o soprano lírico-spinto) quien exige hacer unos ensayos de última hora, aunque al criado (bajo) que le pide ayuda pasa olímpicamente de él.

Casi al mismo tiempo, aparece también la compañía que interpretará la farsa, compuesta por Zerbinetta (soprano coloratura), Arlequín (barítono), Truffaldino (bajo) Scaramuccio y Brighella, junto a su maestro de danza (tres tenores). El compositor se queda prendado por Zerbinetta, aunque estalla en cólera cuando se entera que después de su obra, va a haber una farsa, cosa que el maestro de danza piensa lo contrario. Se ponen a discutir si sería mejor cambiar el orden, luego por su parte, el Tenor que hará de Baco en la ópera seria (tenor dramático) se enfada con el peluquero y la Prima Donna que hará de Ariadna (soprano lírico spinto) no ve con buenos ojos a Zerbinetta.

Entre ese tumulto, el mayordomo aparece y anuncia un cambio de última hora: por orden de su señor, las dos obras han de representarse a la vez, ya que al señor no le ha gustado el escenario de la ópera seria, una isla desierta. A la tropa cómica le parece una buena idea, pero al compositor con unos ideales más sublimes, le parece un escándalo. Además le han pedido que haga cortes en la obra porque el espectáculo no puede durar tanto. La prima donna y el tenor se enfadan, porque cada uno quiere más protagonismo.

 
El compositor no sabe qué hacer y habla con Zerbinetta, quien al final le convence. Acaba por autorizar los cambios, pero después cuando se da cuenta de lo que ha hecho, que es traicionar su arte, se deprime.

ACTO ÚNICO (ÓPERA)
Una gruta en una isla desierta.

Náyade, Eco y Dríada (dos sopranos líricas y una mezzosoprano) están observando a Ariadna, una princesa que después de haber ayudado a Teseo a escapar del Minotuaro, ha sido abandonada por éste. Ariadna se despierta y se lamenta de su destino. Casualmente, una tropa de comediantes (Arlequín, Zerbinetta y los demás) también han llegado a la isla y al verla tan desanimada intenta hacerla reír, sin mucho éxito. Ariadna, lo único que desea es la muerte y espera a que venga Hermes, su mensajero para que la lleve a su reino.



La tropa se vuelve a lamentar por la tristeza que sufre la pobre Ariadna. Pero Zerbinetta cree tener la solución y le pide a sus amigos que le dejen un rato a solas con ella y le echa un sermón en el cual le dice que por cuestiones de amores es mejor no complicarse la vida, y que cuando uno se va, otro viene y que no merece la pena llorar por ello.


Ni por esas, consiguen anima a la desolada Ariadna. Bueno, no pasa nada. Zerbinetta coquetea con todos los de su tropa y al final acaba escogiendo a Arlequin. Se van todos y las tres ninfas anuncian un prodigio: un barco se acerca a la isla. Ariadna piensa que por fin ha llegado el mensajero de la muerte, pero no es él sino el dios Baco. Cuando llega, ve a Ariadna y se enamora perdidamente de ella.
 

Zerbinetta los ve y murmura lo que le dijo antes, que cuando un nuevo dios aparece, todas se rinden ante él. Ariadna se enamora perdidamente de su salvador, Baco le promete que la pondrá en los cielos como una constelación. Juntos, se van de la isla para no volver jamás.

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