viernes, 2 de febrero de 2018

El libertino castigado: Don Giovanni, de Mozart I


Parece que existe una fuerza, llamémosla karma, que básicamente consistiría en que recibimos lo que nosotros ofrecemos al mundo y a nuestros semejantes. Si damos amor, tendremos amor de vuelta. Aunque al protagonista de la ópera de esta entrega, se la suda muchísimo. Él hace lo que le da la gana y cómo le da la gana. Ya rendirá cuentas más tarde. Y no acabó bien. Huy, he hecho spoilers. 

Don Giovanni (Don Juan) es una ópera en dos actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto de Lorenzo da Ponte, estrenada en el Teatro Nacional de Praga el 29 de octubre de 1787.

Tiene una duración aproximada de tres horas (180 minutos).

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Tras el éxito obtenido por su obra anterior, Las bodas de Fígaro, Mozart regresó a Viena pero tenía como encargo componer una nueva ópera para Praga. Volvió a contar con la colaboración de Da Ponte, quien no se comió mucho la cabeza y le propuso un libreto que él habia adaptado de otro libretista, Giovanni Bertati y éste lo había empleado para una ópera bufa de Giuseppe Gazzaniga, Don Giovanni Tenorio que se estrenaría en febrero de 1787. Este libreto, a su vez estaba basado en la obra de Tirso de Molina, El burlador de Sevilla. Actualmente, la ópera de Gazzaniga está prácticamente olvidada. 
Mozart tardó aproximadamente unos siete meses en componer la obra, entre marzo y octubre de 1787.  Se dice que la obertura fue lo último que compuso y la terminó el día del estreno. La ópera fue un éxito absoluto en Praga. Mozart tuvo la oportunidad de quedarse allí en Praga, dado que el público y la corte le pidieron que se quedase allí, pero sabiendo que el compositor real, Christoph Willbald Gluck cuya ópera más famosa es Orfeo y Eurídice, estaba muy enfermo y Mozart aspiraba a tomar su puesto. Además, el emperador José I tenía curiosidad por escuchar la ópera. Para Viena, Mozart compuso tres números nuevos: un aria para el personaje de Don Octavio (Dalla sua pace,) otra aria para Doña Elvira (Mi tradi quell' alma ingrata) y dúo para Zerlina y Leporello, aunque éste último se suele omitir actualmente. En Viena la ópera no gustó al público en general, pese a que sí le gustó al emperador. 

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Sevilla, en el siglo XVII.


ACTO I

Escena I: Patio del Palacio del Comendador.

Es de noche. Leporello, (barítono bajo) está esperando a su amo Don Giovanni que está seduciendo a Doña Ana, hija del comendador y se aburre enormemente. Tras terminar, sale Don Giovanni (barítono) enmascarado huyendo de Doña Ana (soprano), quien quiere saber quien es. Grita pidiendo ayuda y aparece el Comendador, (bajo) quien le desafía a un duelo Doña Ana se va en busca de auxilio y en el duelo, Don Giovanni mata al comendador. Don Giovanni, se reune con Leporello quien le reprocha por lo sucedido, el haberse acostado con la hija y haber matado al padre, pero a Don Giovanni le da igual y se van. Aparece Doña Ana con su prometido, Don Octavio (tenor). Ambos descubren el cadáver y Doña Ana se desmaya. Pronto se recupera y le pide a su prometido que la vengue, cosa a la que él accede.

Escena II: Una calle cercana al palacio y al jardín de Don Giovanni

Leporello y Don Giovanni van de vuelta cuando se encuentran con una joven que se lamenta de un novio que la ha abandonado. Don Giovanni decide consolar a la joven, pero pronto se da cuenta de su error, ya que esa mujer es Doña Elvira (soprano o mezzosoprano), una antigua amante suya a la que dejó tirada. Ella, cabreada, exige venganza. Convence a Leporello para que le cuente la verdad y aprovecha para irse por partas. 

Leporello, por su parte le aconseja que no le de más vueltas, ya que ella no es la primera ni la última y le muestra un catálogo donde él anota todas sus conquistas. Elvira, decide vengarse no sólo por ella misma sino por todas las demás. Después de eso, cada uno se va por su lado.

Un grupo de jóvenes vienen rodeando a una joven pareja que acaban de casarse. Son Zerlina (mezzosoprano o soprano) y Masetto (barítono). Don Giovanni los ve y decide liarse con Zerlina. Para ello, se acerca con buenas intenciones y los invita a todos a una fiesta que va a celebrar en su palacio. Ordena a Leporello que se lleve a todos y a Masetto con él. Masetto se deja llevar a duras penas, porque no cree en las buenas intenciones de Don Giovanni. Se van y Don Giovanni aprovecha para hacerle la corte a Zerlina, prometiéndole el oro y el moro.


Zerlina se resiste, pero al final acaba cayendo y se va. Afortunadamente, aparece Doña Elvira para cortarle el rollo a Don Giovanni, lo que aprovecha para prevenir a Zerlina, quien se va con ella. Se queda Don Giovanni solo y poco después aparecen Doña Ana y Don Octavio. Saludan a Don Giovanni y entonces vuelve a aparecer Doña Elvira, para rajar de él una vez más. Don Giovanni convence a la pareja que Doña Elvira está loca y se la lleva aparte. Entonces, Doña Ana, al escucharle hablar reconoce en él al asesino de su padre y también a quien intentó violarla. Doña Ana le vuelve a pedir a Don Octavio que la ayude a vengarla. Se va y Don Octavio solo, decide ayudarla en todo lo posible. 

Se va tras ella y aparecen Don Giovanni y Leporello. Leporello le comenta que todo iba bien hasta que apareció Doña Elvira y Zerlina, pero ha podido escapar de la situación. Don Giovanni se alegra y decide hacer una fiesta para aumentar más su catálogo.


Escena III: Jardín de Don Giovanni

Masetto piensa que Zerlina le ha sido infiel, pero ella le convence de lo contrario animándole a pegarle si eso le hace sentirse mejor. Evidentemente, no lo hace y la perdona. Sin embargo, ve a Don Giovanni acercarse y decide esconderse para comprobar la fidelidad de su mujer. Lo comprueba y Don Giovanni le descubre, invitándole también a la fiesta. Por su parte, Doña Ana, Don Octavio y Doña Elvira, se acercan al palacio con máscaras para infiltrarse en la fiesta. Don Giovanni los ve y le ordena a Leporello que los invite cosa que él hace. 

Escena IV: Interior del palacio de Don Giovanni

La fiesta tiene lugar y Don Giovanni propone un brindis por la libertad. Todos parecen divertirse, menos Masetto quien está todo el tiempo pendiente de Zerlina. Leporello, por orden de su señor, trata de entretenerlo mientras Don Giovanni va detrás de Zerlina para intentar llevársela a la cama. Casi lo consigue, pues logra encerrarse con ella en una habitación, pero Zerlina grita pidiendo socorro. Todos van a ver qué sucede y Don Giovanni se las arregla para hacer creer que el culpable es Leporello. Entonces, los tres enmascarados descubren su identidad y declaran a Don Giovanni culpable de la situación. Sin embargo, Don Giovanni coge a Leporello como barricada y logra huir de ellos.
 
ACTO II

Escena I: De noche, en una calle cercana a la casa de Doña Elvira

Leporello está muy harto de su amo y piensa en abandonarle. Para convencerle de lo contrario, Don Giovanni le sube el sueldo. Leporello acepta quedarse de nuevo con él. Esta vez la nueva conquista de Don Giovanni es una criada de Doña Elvira, así que para acercarse a ella decide intercambiar su ropa con la de Leporello y hacerse pasar por él. Se intercambian las ropas, y sale al balcón Doña Elvira. Para quitársela de encima, Don Giovanni la hace bajar para pedirle perdón y pedirle que se case con él. Como Doña Elvira siente aún algo por él acepta, pero al bajar es Leporello quien se la lleva lejos. Entre tanto, Don Giovanni ya tiene vía libre para una nueva conquista.

Entonces llega Masetto con un grupo de amigos armados con palos para buscar a Don Giovanni y pegarle una paliza. Se encuentra con él, pero como está oscuro, lo confunde con Leporello. Don Giovanni aprovecha para despistarles y cuando se queda sólo con él, es Don Giovanni quien le ataca, dejando a Masetto muy malherido. Afortunadamente, viene Zerlina quien lo ayuda a levantarse y se lo lleva a casa.

Escena II: Un patio delante de la casa de Doña Ana

Mientras tanto, Leporello sigue dando vueltas con Doña Elvira. Han llegado hasta el patio de Doña Ana y cuando por fin va a poder librarse de ella, llega Zerlina y Masetto y lo paran. Poco después aparecen Doña Ana y Don Octavio junto a unos criados que llevan antorchas. Doña Elvira intenta defenderlo, pero es ahí donde todos se dan cuenta que el hombre al que todos creen que es Don Giovanni en realidad es Leporello. Éste pide perdón a Elvira por haberla engañado por orden de su patrón y aclara también que él no ha tenido nada que ver con la paliza de Masetto. Cuando termina la explicación, aprovecha para escaparse. Entonces Don Octavio le dice a los criados que se vayan con Doña Ana que él va a ir a las autoridades a denunciar a Don Giovanni.

 
Se van todos y se queda sola Doña Elvira, que pese a todas las putadas que le ha hecho, reconoce que aún sigue enamorada de él.


Escena III: Un cementario

Don Giovanni ha estado vagabundeando y ha acabado colándose en el cementario donde se encuentra la tumba del Comendador, en la cual hay una estatua de él. Allí se reune con Leporello, y le comenta que casi ha estado a punto de enrollarse con una de las exnovias de Leporello, y eso es lo que le ha llevado allí. De pronto se escucha una voz de ultra-tumba diciéndole que dejará de reírse antes de que amanezca. Don Giovanni, no hace ni caso y golpea alguna de las estatuas y entonces, la misma voz se vuelve a oír. Leporello empieza a tener miedo y piensa que es el Comendador quien habla. Lee en voz alta la inscripción que pone bajo su estatua: "Del infame que me llevó al trance final, aquí aguardo la venganza". Don Giovanni decide invitar a cenar a la estatua y se lo pide a Leporello, quien a duras penas lo hace.


La estatua le responde con la cabeza que sí, pero Don Giovanni no lo ha visto y le pide que confirme la invitación de palabra. Se oye la misma voz de ultratumba afirmándolo. Los dos se van para preparar la cena.

Escena IV: Una habitación en casa de Doña Ana

Don Octavio le sugiere a Doña Ana casarse pero ella no está por la labor. Él protesta, pero ella le pide paciencia. Al final se conforma.


Escena V: Salón del palacio de Don Giovanni.

Don Giovanni está cenando tranquilamente. Ha preparado la mesa para dos. Leporello logra picar algo y entre tanto una orquesta interna toca algunos pasajes famosos del momento. Aparece Doña Elvira, dispuesta a perdonar a Don Giovanni si él está dispuesto a serle fiel, pero éste no está por la labor y la echa de casa. Al salir, Doña Elvira ve algo que la asusta y se va. Leporello va en su búsqueda y descubre lo que pasa. También se asusta y cierra la puerta del comedor. Entonces llaman a la puerta. Leporello le aconseja a Don Giovanni que no abra, pero éste no le hace caso y entonces aparece la estatua del comendador, que ha venido a cenar con él.


Don Giovanni lo invita a sentarse y le ofrece de comer, pero la estatua no se alimenta de comida mortal. La estatua le pregunta que, ya que él le ha invitado a cenar, ahora él le hace la misma pregunta. Don Giovanni acepta la invitación, aunque Leporello le aconseja que no lo haga. La estatua le pide que le de la mano y al hacerlo, un frío infernal se apodera del libertino. La estatua le dice que no todo está perdido: Si se arrepiente y cambia de vida, no tiene nada que temer. Pero Don Giovanni no quiere, pues está orgulloso de sus actos. Aparecen de pronto unas llamas que lo envuelven y unas voces que lo condenan. La estatua ha desaparecido y con ella, Don Giovanni.

Entran entonces, todos los personajes dispuestos a castigar a Don Giovanni, pero Leporello les dice que llegan tarde, pues su amo ya no está entre los vivos. Todos los demás confirman la historia de Leporello, pues antes se han cruzado con una sombra. Doña Ana le dice a Don Octavio que espere un año para casarse, pues quiere guardar el luto, Doña Elvira se va a un convento, Zerlina y Masetto se van a su casa y Leporello se irá a buscar a un mejor patrón.

Y éste es el fin de aquel que obra mal y de los pérfidos: la muerte es siempre igual a la vida

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