sábado, 27 de enero de 2018

Las tres profecías: Macbeth, de Verdi II


ANÁLISIS

Shakespeare era uno de los poetas favoritos de Verdi y siempre le tuvo admiración. Macbeth fue la primera ópera a la que pudo ponerle música y no volvería a repetir la experiencia hasta pasado muchísimo tiempo, dedicando las dos últimas óperas de su producción a dos obras Shakesperianas, Otello, del cual ya he hablado antes, y Falstaff.

Cuando os hablé de Otello, os comenté que yo conocí la obra de Shakespeare a través de un libro de cuentos.En ese mismo libro también estaba esta tragedia, pero para mí nunca me lo pareció tanto, comparándola con otras. Con respecto a la ópera de Verdi, ya la conocía en mi adolescencia de alguna vez que la habría visto en la televisión. En directo, la he visto un par de veces. 
Si comparamos esta obra con las que Verdi escribía normalmente en aquellos años y que la gran mayoría han caído casi en el olvido, Macbeth es totalmente muy diferente. Verdi ya había mencionado en alguna de sus cartas que le habría encantando no tener que escribir números musicales y hacer de ella un todo. Vamos, lo que Wagner haría con Tristán e Isolda, por ejemplo. No obstante, la realidad italiana del momento no le permitía a Verdi hacer tales experimentos, aunque a su manera innovó bastante. 

Para empezar, hay un gran uso de las escalas menores, cosa que normalmente no se utilizaba tanto y eso es que lo que da a la ópera esos tonos oscuros y la música que en algunos casos suena lúgubre. Luego ya sabemos que el protagonista lo tiene un barítono debido a que la compañía que la iba a representar no tenían disponible un tenor de altura. Aún así, no me imagino una voz aguda para un personaje tan complejo y tan siniestro como es Macbeth. Ni tampoco me imaginaría que Lady Macbeth tuviera la voz de un ángel, por eso, Verdi exigió a una soprano que tuviera una voz fea. Es más hasta hubiese preferido que no cantase en absoluto, todo para darle ese toque oscuro que él buscaba y que creo que realmente logró. Quizás, si no se hubiese ceñido a los gustos del público, habría sido más fiel y en lugar de crear un coro de brujas, sólo habría tres, como en la obra original.

Por mi parte, y como ya he comentado antes, Macbeth con respecto a otras tragedias se podría decir que tiene un final feliz. El gran tema de la obra es cómo la ambición puede corromper el ser humano hasta el punto de ser la causa de su perdición. Dado que Macbeth, ayudado por su mujer, comete una serie de crímenes totalmente imperdonables, no resulta un personaje que pueda despertar simpatías en la audiencia de modo que si al final acaba mal, pues tampoco nos da tanta pena porque en el fondo pensamos que la muerte es su justo castigo. Es más, la gracia de la obra radica ante todo en las profecías de las brujas. Éstas le predijeron que sería barón de Cawdor sin hacer nada. Luego entonces, si le predijeron que también sería rey ¿Por qué acelerar las cosas? Igual habría conseguido la corona por otros medios, pero influenciado sobre todo por su mujer, que es un personaje incluso mucho más oscuro que él mismo, poco a poco Macbeth va entrando en una espiral de muerte y destrucción que acaba no sólo con él mismo, sino que además con su mujer que muere también de locura. Ese tema, está presente desde el preludio, y lo escuchamos también en la escena del sonambulismo de Lady Macbeth.

Quizás por eso, como el personaje principal es un antihéroe, la ópera termina con un coro triunfal de "los buenos" que en este caso es el legítimo heredero y Macduff, el noble fiel a Duncan. Por esos estos dos papeles son tenores, porque representan la antítesis de Macbeth y son los que en tienen esa música triunfal y más luminosa, como contraste a todo lo que se ha estado oyendo antes.

En resumen, ésta es una de mis óperas favoritas de Verdi porque nos enseña lo siguiente:

- En la vida no todo vale para alcanzar tus objetivos. A veces hay que tener paciencia.
- No te fíes de alguien que te incite a hacer cosas ilegales.
- No hay que comparase con nadie. Cada cual tiene que ser responsable de sus propios logros.

GRABACIONES

CD

 
No me comí mucho el coco buscando el Macbeth perfecto, así que opté por la opción que en aquel momento era la más barata. Y no me puedo quejar. La pareja protagonista es magnífica y la dirección de Abbado muy sólida.

DVD


Éste fue el primer dvd que compré, aunque mi portada es distinta debido a que yo lo compré por una colección de fascículos. Es una versión clásica, aunque los decorados son bastante pobres. El vestuario es magnífico y tenemos a un gran barítono verdiano como es Renato Bruson a la cabeza. La Lady Macbeth no me termina de gustar demasiado, pese a que la soprano hace bien su trabajo. Es una versión viejuna, pero es agradable.


Estos dos en cambio, los presento así porque en realidad es el mismo. Me explico. El primero que compré, fue el de la izquierda y me gustó bastante. La puesta en escena es moderna, pero dado a que el tema de la ambición y tal como lo cuenta Shakespeare es bastante universal, creo que si se hace bien, es una ópera que se puede cambiar a otras épocas y no pierde tanta esencia. Aquí se ha trasladado un poco al período de la Primera Guerra Mundial. 
Más tarde, editaron el de la derecha que tiene el atractivo de Anna Netrebko como Lady Macbeth y como soy fan de la soprano lo compré con los ojos cerrados. De haber sabido que era la misma puesta en escena lo habría hecho. Da igual. El único que coincide en las dos versiones es el barítono, que está genial en ambas.

Ahora bien, si no sois fan de la Netrebko, Guleghina hace también una buena Lady Macbeth. Pero de escoger sólo uno, me quedo con la de Netrebko, ya que además de ella, sale también René Pape que es un bajo que me gusta particularmente.

Desaparezco como las brujas y nos vemos la semana que viene. Hace tiempo que no hablo de Mozart, así que va siendo hora que vuelve a hablar de él, con la que para muchos es la mejor ópera que jamás se ha escrito. Un mito universal, un hombre que ha seducido en España a 1003 mujeres, pero esa afición suya a las faldas no terminará del todo bien.
 

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