martes, 19 de diciembre de 2017

El poeta desgraciado: Werther, de Jules Massenet II


ANÁLISIS

Massenet podría haber sido el Verdi francés. A nivel de producción no tiene nada que envidarle al genio de Busseto, pues compuso casi la misma cantidad de óperas que su colega, pero la historia de la música no le ha concedido esa misma suerte. Bueno, ni a él ni al resto de compositores franceses en general. 
Como siempre, conocía esta ópera por arias de concierto, concretamente el famosísimo "Pourquoi me reveiller?" (¿Por qué me despiertas?) un aria que es caballo de batalla para muchos tenores. Después en la biblioteca cogí un dvd que era una versión en concierto de una versión que hizo el compositor para barítono, pero tampoco me dijo mucho. Y ya luego más tarde, no recuerdo cómo exactamente la escuché para tenor y me gustó. Con el tiempo y cuando estuve en Francia tuve la ocasión de verla en directo dos veces y es ahí, en el teatro donde esta ópera realmente gana.

Hay que tener en cuenta que la adaptación que hicieron los libretistas con la novela de Goethe es impresionante. Leí hace un par de años la novela y es más interesante la ópera precisamente por el personaje de Charlotte. La novela está narrada en primera persona y todo está contado desde el punto de vista de Werther. Vemos en todo momento a través de las cartas que le escribía a su amigo, su percepción de la realidad y lo que él pensaba lo que Charlotte sentía por él. En cambio, en la ópera, lo vemos de primera mano. 

Se dice mucho del triángulo amoroso que hay entre Charlotte, Werther y Albert. Aún así, el drama no es tanto la lucha entre dos hombres peleados por una mujer, sino más bien una mujer que se debate entre la pasión sincera que siente por uno y la obligación de cumplir una promesa a su madre. Werther quiere tanto a Charlotte, que para él la vida no tiene sentido si no puede estar con ella. Werther sabe que este conflicto sólo se puede solucionar con la desaparición de alguno de los tres y dado que no quiere hacer daño a Albert, pues es su amigo, decide él mismo terminar con su propia vida. Un poco drástico, pero cuando ha llegado a ese punto de desesperación, incluso cuando se ha quitado de en medio, él no podía para de pensar en Charlotte.

Por su parte, Charlotte, sufre también porque pese a que está enamorada hasta las trancas de Werther, es incapaz de hacerse feliz a sí misma porque ha prometido estar con otro hombre. Intentó ser su amiga, pero es que ella no le quiero como amigo, sino como algo más. De ahí que la escena de la traducción de los versos de Ossian sea el clímax de la ópera, porque es ahí cuando realmente Charlotte se quita la máscara de que todo va bien cuando en realidad no es así. Por desgracia reacciona tarde, y es tan sólo en el lecho de muerte del muchacho cuando por fin se sincera consigo misma: "Por no perderme, al final te he perdido a ti", son parte de las últimas palabras que le dedica al que debería haber sido su amante. 

Y para darle un mayor golpe trágico entre la tragedia interna que vive la pareja, se escuchan a los niños felices cantando el villancico que estaban practicando en el acto I. Todo un golpe muy efectivo por parte de Massenet, utilizando en todo momento melodías muy cálidas siendo una obra además bastante  difícil de cantar. Además hay que interpretar cada frase y es un papel que no es muy fácil de interiorizar. Al rol se le considera también el "Tristán francés" debido a su dificultad, aunque no en duración. 

Quitando la relación de Werther y Charlotte, el resto de los personajes giran y ven la situación pero son incapaces de entender lo que pasa, salvo Albert que lo sospecha. Decir que Albert es el malo de la ópera no es en mi opinión muy acertado, porque tampoco él ha forzado a Charlotte a casarse con él. Al menos por lo poco que sabemos, él también la quiere y es por eso que se casa con ella. Si él no la quisiese, por mucho que la madre de Charlotte hubiera querido que su hija se casase con él, no lo habría hecho. No es una historia en la que haya un drama de buenos y malos, sino un drama entre el dilema de seguir a tu corazón o de ser fiel a tu palabra aunque eso te destroce. 

Así pues, de los sufrimientos de Werther podemos sacar las siguientes conclusiones:
-  Hay que tener cuidado con lo que se promete. Yo por mi parte, no prometo ya nada si corro el riesgo de no poder cumplir con la promesa.
- Como en muchas óperas, no podemos escoger de quien nos enamoramos, pero tampoco obsesionarse con una persona sea realmente bueno.

GRABACIONES

CD
 

No será la mejor grabación, de eso estoy seguro, pero sí la más reciente. Personalmente me vale, tanto Villazón como Koch está bastante bien en sus papeles y lo cierto es que tampoco soy muy exigente con esta ópera. 

No hace mucho he podido escuchar esta grabación que ahora no es muy fácil de encontrar. También es una buena opción, la disfruté mucho, aunque no puedo realmente decir el porqué.

DVD 


Las dos veces que fui a la Bastilla para ver esta ópera en directo fue precisamente con esta puesta en escena de Benoît Jacquot. Y es magnífica. Realmente aquí Kaufmann está en toda su gloria, y demuestra que aparte de cantar bien, también actúa lo cual se agradece enormemente pues tanto él como Sophie Koch son una pareja muy carismática. Eso sí, si sois muy puntillosos con el francés, ahí el tenor muniqués falla, pues a veces su pronunciación no es del todo buena. 

Éste es una versión en concierto de la versión para barítono y el primero que vi. Como es una ópera en concierto, no hay puesta en escena y por tanto es un poco aburrido de ver. A mi no me terminó de convencer, pero si alguien estudia canto y quiere notar las diferencias de transposición de una voz a otra o por motivos musicológicos, puede resultar interesante.

Pues vamos a dejar a Werther suspirando por amores imposibles y en la próxima nos vamos a París, a ver cómo se las apañan un grupo de artistas muertos de hambre. Ahora que es invierno y hace frío es cuando más apetece el calor humano. Ya os contaré como sigue.

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