viernes, 12 de enero de 2018

El moro de Venecia: Otello, de Verdi II


Ya hemos visto de qué iba la versión de Rossini de la tragedia del moro de Venecia más conocido de la literatura universal, vamos ahora a ver cómo contó Verdi la historia.

Otello es una ópera en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto de Arrigo Boito, estrenada en la Scala de Milán el 5 de febrero de 1887.

Tiene una duración de 130 minutos (Dos horas y diez minutos).

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Al terminar Aida (1871) Verdi era en aquel momento el compositor más famoso y rico de toda Italia. Sintiendo que ya no tenía nada más que contar, se retiró del mundo de la composición. En cambio, si editor, Giulio Ricordi no estaba del todo de acuerdo ya que estaba convencido de que aún le quedaba cuerda para rato (y a él una oportunidad para tener más beneficios dicho sea de paso.) Sabiendo que Verdi era un admirador de Shakespeare, y que siempre le había comentado que le hubiese gustado hacer más óperas basadas en sus obras, además de Macbeth, Ricordi pensó que si seguía por ahí podría conseguir que Verdi volviera a componer.

Así, una noche de verano, en una cena que organizó Ricordi con otro compositor, Franco Faccio y el mismo Verdi, Ricordi dirigió la conversación en plan "ay, qué bien sería, maestro Verdi si volviera a componer...." todo ello con movimiento de manos y comiendo pasta cabornara, acabaron hablando de Shakespeare, con lo que a Verdi le gustaba y en especial de Othello. Viendo que Verdi se iba animando, quizás porque el vino se le había subido a la cabeza o porque Shakespeare le tocó la fibra creativa. se animó finalmente a componer una nueva obra. El elegido para elaborar el libreto fue Arrigo Boito, quien ya había trabajado con él en la nueva versión de Simon Boccanegra.

En un principio, la obra se iba a llamar Yago, pero después pasó a tener el título actual. Verdi trabajó en la música una vez tuvo un libreto perfecto y eso fue en 1884. Tardó dos años en componerla y en el día de su estreno fue un rotundo éxito. A día de hoy, es una de las más conocidas obras de Verdi.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Chipre, a finales del siglo XV.
ACTO I
Una explanada del castillo cerca de la bahía.

 
Es una noche tormentosa. Los chipiotras están mirando al mar a la espera de su nuevo gobernador, Otelo quien está luchando por liberarlos de los turcos. Yago, el alférez de Otelo (barítono) desea que no tenga suerte y que su barco naufrague al igual que Rodrigo (tenor lírico) quien está enamorado de la esposa de Otelo, Desdémona. Llega el barco de Otelo, (tenor dramático) quien triunfante, anuncia la derrota de los turcos. 

Rodrigo, piensa en suicidarse, pero Yago le ofrece su ayuda para que seduzca a Desdémona y así él podrá vengarse de Otelo, por haber nombrado a Casio capitán de la armada, que era un puesto que él quería. Los chipiotras celebran la victoria de Otelo. 


Yago, propone un brindis y anima a Casio (tenor lírico -spinto) a beber. El joven que tiene problemas con el alcohol, al principio lo rechaza, pero después se acaba animando y emborrachándose. Da la "casualidad" que el antiguo gobernador, Montano (bajo), lo ve y Yago le comenta que eso es lo normal en Casio. Montano se ve en la obligación de avisar a Otelo. Rodrigo, por su parte, se burla de Casio, lo que provoca que éste le ataque. Montano se pone en medio y él es quien se pelea con Casio. Yago ordena a Rodrigo que de la alarma y en el momento que Otelo viene, Casio hiere a Montano. Otelo pregunta a Yago por lo sucedido, pero éste se hace el sueco y dice no saber nada. Con tanto jaleo, sale Desdémona para ver qué pasa. Otelo, al ver que Casio ha herido a Montano y no tiene una buena excusa para ello, lo degrada. 

  

Todos se van, dejando a Otelo y Desdémona solos, quienes recuerdan lo mucho que se quieren y vuelven al interior del castillo.

ACTO II
Una habitación del castillo, cercana a un jardín.

Para animar a Casio, Yago le aconseja que hable con Desdémona y que ella interceda por él para que Otelo le levante el castigo. Al ver que ella está con su mujer, Emilia, en el jardín, le dice que vaya tras ella pues es un buen momento. Casio se va, y solo, Yago reafirma su fe en la crueldad y que después de la muerte no hay nada.

 

Entra Otelo y Yago empieza a fingir que no se encuentra del todo bien. Otelo le pregunta qué es lo que pasa y entre una cosa y otra, le "sonsaca" a Yago, la idea de que su mujer le está siendo infiel con Casio. Otelo empieza a sentir celos, pero antes de hacer nada, quiere pruebas de esa sospecha. 


Entra Desdémona, acompañada de una multitud de niños, de Emilia y de algunos chipiotras, que alaban su belleza  y su bondad. Se van y Desdémona, aprovecha que ve a Otelo para pedirle que perdone a Casio, pues él ha venido a pedírselo y le ha parecido que su arrepentimiento es sincero. Otelo, lo rechaza, alegando que le duele la cabeza y no puede pensar con claridad. Desdémona le da un pañuelo con flores que hace tiempo él le regaló y se lo quiere poner en la frente, pero Otelo se lo desprecia y lo tira al suelo. Emilia, (mezzosoprano) y Yago le pide que se lo de, pero cuando ésta se niega, acaba por quitárselo por la fuerza. Todo esto ocurre a espaldas de Desdémona, quien asombrada, le pide perdón a s marido por si lo ha ofendido y se va.

Otelo se queda solo con Yago y empieza a ya a creerse que su esposa le está siendo infiel. Yago le dice que ha visto hablar a Casio en sueños sobre Desdémona. Los sueños no significan nada, pero le pregunta si Desdémona tiene un pañuelo con flores. Otelo le dice que sí, que además fue el primer regalo que él le hizo a ella. Entonces Yago,le asegura que ha visto a Casio con ese mismo pañuelo. Eso hace que Otelo crea firmemente que su esposa le es infiel y jura vengarse de ella y de Casio con la ayuda de Yago.

ACTO III 
La gran sala del castillo y un pequeño salón contiguo al mismo.

Yago le dice a Otelo que va a llamar a Casio para que éste confiese su culpabilidad, mientras él lo escucha a escondidas. Otelo accede y se al salón. Allí se reune con Desdémona, quien una vez le intercede por Casio. Otelo vuelve a rechazar la propuesta alegando que le sigue doliendo la cabeza. Le pide a su mujer que le ponga un pañuelo en la frente y ella saca otro. Entonces le pide que le ponga el de las flores, pañuelo que ella no tiene. Enfadado le ordena que lo busque. Ella sigue insistiendo por Casio y él le pide el pañuelo con más insistencia hasta que la acusa de serle infiel. La pobre Desdémona protesta, le asegura su fidelidad y Otelo la echa del salón y se queda allí vigilando a que llegue Yago con Casio.

Por su parte, Casio está buscando a Desdémona para saber si su petición ha tenido éxito. Yago está con él le pregunta por "Bianca", su actual novia, pero lo hace de tal forma que parezca que está hablando de Desdémona. La cosa se torna aún peor cuando Casio le ensaña con flores que una admiradora le ha dejado en su cuarto (pero que en realidad se lo ha dejado Yago). Yago lo enseña, de tal forma que Otelo lo vea desde está escondido y así demostrándole la infidelidad de Desdémona. Suenan los clarines anunciado la llegada del embajador de Venecia, Lodovico (bajo). Casio se va, y Otelo afirma que va a matar a Desdémona. Yago le sugiere que la estrangule en su cama y que él se ocupará de Casio.

La sala se llena con toda la nobleza, y Yago hace señala que Casio no esté con ellos, pero afirma que pronto su suerte cambiará gracias a Desdémona, a lo que ella afirma que ojalá así fuese ya que siente afecto por él. Otelo, furioso, la insulta y casi la golpea  si no fuera porque Lodovico, se lo impide. A esto que le da una carta, Otelo llama a Casio y la lee públicamente. En ella, el Dogo lo llama de vuelta a Venecia y nombra a Casio su sucesor como gobernador de Chipre.

 
Entonces, empuja a Desdémona al suelo frente al asombro de todos.  Por partes, Casio se alegra de su buena suerte, Yago le sugiere a Rodrigo que para que Desdémona se quede es asesinando al nuevo gobernador, Emilia y Lodovico consuelan a Desdémona, quien quiere arreglar las cosas con Otelo, pero éste la desprecia y la maldice. Todos se van, Otelo vuelve a exaltarse por el pañuelo y se desmaya. Yago, para humilllarlo, le golpea la frente con el talón, afirmando que así ha tumbado al León de Venecia, mientras en el exterior cantan alabanzas por Otelo.

ACTO IV 
La habitación de Desdémona.

Desdémona le pregunta a Emilia si Otelo estaba más calmado y le pide que le ayude a ponerse el camisón de la noche de bodas. La situación le recuerda un poco la historia de Bárbara, una criada que tuvo su madre que enloqueció por un amor que la abandonó cantando así, la canción del Sauce. Después, le pide a Emilia que la deje sola, reza un Ave María y se acuesta.

 

Otelo entra dispuesto a matarla, pero antes le de un beso. Eso hace que la despierte. Discuten, él la amenaza y ella le afirma una vez que es inocente, y que hable con Casio para que lo afirme, pero Otelo le dice que Casio ha muerto, ella implora por su vida, en vano, pues Otelo la coge por el cuello y la estrangula hasta matarla. Emilia llama a la puerta, para anunciar que Casio ha matado a Rodrigo, descubriendo así el crimen de Otelo. Emilia le dice que ha cometido un grandísimo error y cuando Otelo está a punto de atacar también a Emilia, ésta grita pidiendo ayuda. 

Aparecen Yago, Lodovico, Casio y Montano. Otelo afirma que ha matado a su mujer porque ésta le era infiel, a lo que Emilia le dice a Yago que confiese. Como éste se niega. Emilia cuenta toda la verdad, que ella había encontrado el pañuelo de Desdémona y que Yago se lo había quitado por la fuerza y que fue él quien lo puso en la habitación de Casio, cosa que él corrobora. Aparte Montano afirma que antes de morir Rodrigo confesó que todo había sido idea de Yago. Éste alza su espada, afirma no arrepentirse de nada y se va corriendo.



Otelo, al darse cuenta de que ha matado sin motivo a lo que más quería, se apuñala y mientras muere bajo la atónita mirada de los presentes, besa el cadáver su esposa por última vez.
 

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