sábado, 6 de enero de 2018

El campesino y la terrateniente: El elixir de amor, de Donizetti I


A veces cuando nos gusta alguien solemos (los hombres principalmente) ponernos muy pesados con la chica (o el chico según la orientación sexual de cada uno) que nos gusta y eso puede que funcione que ésta acepte por pesados o que nos mande a paseo, pero otras hay que hacer lo contrario para ganar su atención. De eso, entre otras cosas va la ópera de hoy.

El elixir de amor (L'elisir d'amore) es una ópera en dos actos con música de Gaetano Donizetti y libreto de Felipe Romani estrenada en el teatro de la Canobbiana en Milán, el 12 de mayo de 1832.

Tiene una duración de 140 minutos (dos horas y veinte minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

 Allá en 1832, el empresario del teatro de la Canobbiana de Milán, Alessandro Lanari, tenía en mente su programación para la temporada, pero la ópera que encargó a otro compositor y que no se sabe a quién, le falló, así que le pidió a Donizetti, que por aquel entonces tenía 32 años y ya había compuesto 36 óperas, que hiciera una. Le dio de plazo dos semanas. Así que Donizetti le encargó a Romani, que ya había trabajado con él en otras ocasiones como en Ana Bolena y más recientemente en Ugo, conte di Parigi, para una nueva obra. Romani adaptó un libreto francés de Eugène Scribe, Le Philtre
Para ahorrar tiempo, Donizetti uso también material de una ópera anterior, Francesca di Foix (la introducción al acto II). El compositor, no le tenía mucha fe en la obra ya que no estaba convencido del equipo de cantantes que tenía, pero a pesar de todo, la ópera resultó ser un éxito absoluto.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en un pueblo del País Vasco francés a finales del siglo XVIII.
 

ACTO I

Escena I: Una granja en un campo.

Amanece en una pequeña granja y los campesinos cantan alegremente. Todos menos uno, Nemorino (tenor lírico) que está locamente enamorado de la dueña de la granja, Adina, la cual pasa tres kilos de él.
Adina (soprano lírica) por su parte, está tranquilamente leyendo un libro de leyendas celtas, concretamente la de Tristán e Isolda, en la cual Tristán al beber de un elixir mágico hace que Isolda se enamore de él. Nemorino sueña con la posibilidad de que ese elixir exista. 
Poco después suena una marcha. Es el regimiento del sargento Belcore,(barítono) que también está enamorado de Adina y se declara públicamente y además le pide matrimonio. Adina le da largas y le invita a que vaya adentro de la granja y a los campesinos les ordena que vuelvan a trabajar. Se van todos y Nemorino aprovecha ahora que se ha quedado solo con Adina para declararle una vez más su amor.


Adina, que a pesar de todo le cae bien Nemorino, lo rechaza y le aconseja que mejor se busque a otra o que vaya a la ciudad a ocuparse de su tío enfermo, pero Nemorino no está dispuesto a rendirse.

Escena II: La plaza del pueblo

Suena una trompeta y el pueblo sale a su encuentro para ver qué pasa. Aparece un señor vestido con un traje elegante y una caravana también muy decorada pomposamente. Se presenta como el doctor Dulcamara (bajo) y afirma tener remedios para todo.

 

Nemorino le pregunta si por casualidad no tendría el Elixir de Isolda, y Dulcamara que es muy apañado le vende una botella de vino de Burdeos afirmándole que es el elixir que busca, por fíjate qué casualidad, por el mismo precio que Nemorino puede pagar en ese momento. Le dice que los efectos no son inmediatos ya que tarda un día en hacer efecto, que es el tiempo necesario que él necesita para poder salir por patas. Nemorino lo bebe y le hace efecto, poniéndose a cantar muy alegremente. Adina lo ve, pero Nemorino pasa de ella totalmente, lo que empieza a molestarle tremendamente a la muchacha. Aparece Belcore y Adina decide aceptar la propuesta de matrimonio del sargento y fija la boda para seis días. Pero como Nemorino está muy contento por el "elixir", pasa de todo y entonces ella, decide fijarla para esa misma tarde. 

 

En ese instante, Nemorino le pide que al menos espere un día, pero Adina se niega e invita a su amiga Gianneta (soprano lírica) y a todos los presentes a una fiesta y un banquete. Nemorino, desesperado, llama al doctor pidiendo ayuda mientras el pueblo se ríe de él.

ACTO II

Escena I: Un patio en el interior de la granja de Adina


Está todo dispuesto para la inminente boda de Adina y Belcore. Dulcamara ha preparado una graciosa barcarola (una canción típica de Venecia) para dos voces y la canta con Adina. La joven está un poco triste porque Nemorino no está y así no puede vengarse de él. Llega el notario y se van todos menos Dulcamara a presenciar la firma.

Nemorino por su parte, se ha bebido todo el elixir y como no ha hecho efecto, busca al doctor para que le venta otro, pero éste al ver que el joven no tiene dinero no se lo vende y la da un cuarto de hora para que lo busque. Dulcamara se va y Nemorino se queda pensando de dónde podría sacar el dinero. Casualmente sale Belcore decepcionado porque al final Adina ha decidido aplazar la firma del contrato. Ve a Nemorino y cuando éste le explica que tiene problemas económicos, Belcore le ofrece dinero al instante a cambio de enrolarse en el ejército. Nemorino firma la orden de reclutamiento y corriendo se va en busca de Dulcamara. Belcore está satisfecho por haberse librado de su rival tan fácilmente.

Escena II: La plaza del pueblo

Gianneta está cotilleando con las vecinas. Se ha enterado que el tío de Nemorino, el que estaba en la ciudad y es rico, se ha muerto, dejando a Nemorino como único heredero de su inmensa fortuna. Nemorino aparece, con su botella de "Elixir" y casualmente se le acercan Giannetta y las demás muchachas del pueblo a hablarle y a flirtear con él. Nemorino piensa que por fin el Elixir ha hecho efecto, cosa que asombra al mismo Dulcamara y a Adina, que al verlo rodeado de tantas chicas, ahora se da cuenta que ella estaba enamorada de él. 
Dulcamara le explica a Adina sin saber que ella es la chica que le gusta a Nemorino, que le vendió al joven el elixir para conquistar a una chica que era cruel con él y que por ello ha vendido su libertad enrolándose en el ejército. 


Adina conmovida por la fidelidad del muchacho, decide que es hora de reconquistarlo. Dulcamara le ofrece a ella también el elixir, pero ella lo rechaza pues no le hace falta en absoluto. Sus encantos, son su elixir.

Nemorino ha dado esquinazo a todas las muchachas y suspira por Adina, ya que cuando la vio mientras él estaba con las otras notó entonces que ella está también está enamorada de él. Aunque no  podrá disfrutar de su amor, porque ahora tiene que partir con el ejército, cantándolo en el aria más famosa de toda la ópera, "Una furtiva lacrima"

 

Adina logra dar con Nemorino y le da el contrato que firmó con Belcore para que así se pueda quedar. Nemorino no entiende el gesto, pues si ella no lo quiere, su vida en el pueblo no tiene sentido, pero en ese momento en el que Adina le corresponde por fin a sus sentimientos y le declara su amor. 



Los dos jóvenes se abrazan y se besan. Belcore los ve, y se lo toma a bien consolándose que ya habrá más mujeres. El pueblo ve la escena, y Dulcamara afirma antes de irse que todo ha sido gracias a su elixir, lo que provoca que los jóvenes del pueblo le compren todo el vino que traía y se despiden del magnífico doctor.

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