viernes, 22 de septiembre de 2017

La princesa traumatizada y psicópata: Turandot de Giacomo Puccini. II


ANÁLISIS

Como todo el mundo, de Turandot sólo conocía el Nessun Dorma que Luciano Pavarotti cantaba en todos sus conciertos, y especialmente la popularizó aún más cuando participó junto a Plácido Domingo y José Carreras en los conciertos de los tres tenores. Sólo he visto esta ópera en directo una sola vez, pero de las once óperas que compuso Puccini, ésta es sin duda alguna mi favorita.

Es quizás la más atípica de todas, en parte por tener un final feliz pese a que Puccini no era muy fan de los finales felices, aunque no es algo totalmente inédito en él, ya que La Fanciulla del Far West (La muchacha del lejano oeste) y Gianni Schicchi, terminaban bien. No, no es por eso.

Tampoco es porque haya utilizado instrumentos chinos o melodías chinas para darle color a la obra, pues eso mismo ya lo hizo antes con Madama Butterfly o, con La Fanciulla. No. Es atípica, porque es la única de todas cuya ambientación no es del todo realista, sino más bien en un entorno de cuento de hadas, en una China fantástica y eso sería algo más propio de las óperas del romanticismo que de una del siglo XX.

Voy a centrarme principalmente en el trío protagonista, ya que Timur no tiene mucho peso y los tres ministros Ping, Pang y Pong (ya les vale a los libretistas con los nombres) pese a que son herederos de esa tradicional "commedia dell'arte", a la hora de la verdad no es que sirvan de mucho en la trama, salvo de dar un toque humorístico. Lo que sí cabe destacar es el pueblo, representado por el coro y esa es otra novedad en las óperas de Puccini: es la única en la cual el coro tiene una mayor presencia. 

Por cierto, la commedia dell'arte es un tipo de teatro italiano tradicional del Renacimiento, a base de personajes con máscaras, payasos, saltimbanquis etc.

Empecemos por Calaf. Sí, el héroe de la historia, que se enamora locamente de una princesa psicópata sólo con su belleza. Amor, amor... bueno. Yo no creo que en el amor a primera vista, así que más bien que fue un calentón que digamos, pero vamos a dar por hecho que es así. Ve a la princesa cortacabezas, ya le importa un carajo que vaya a decapitar al príncipe de Persia;  al contrario pensaría "Guay, sigue estando disponible" y pasa del odio al amor sólo con verla.
Como buen héroe romántico que es, no se va a contentar con un amor fácil. Tiene a su lado a una chica también muy guapa, a Liú, que encima se hace cargo de su padre anciano y que bebe los vientos por él, pero no. Con ella no hay ninguna atracción física. Quizás porque es fácil de conseguir. Pero Turandot es diferente. Es princesa, con lo cual le va perfecto porque él es príncipe destronado y además es de armas tomar. Así que con dos cojones se presenta a la prueba y la pasa.

A partir de este momento, vemos realmente los sentimientos de Calaf. Realmente él quiere conquistar a la princesa por sus propios medios y de ahí que con toda su chulería le ofrece a ella de vuelta un sólo enigma. Su nombre. Al fin y al cabo, un nombre es lo más básico que se debe saber para formar una relación, y Turandot, ni siquiera lo conoce. Ella sólo cree que es un desalmado que quiere follársela y ya está. Calaf lo sabe; ella misma lo canta en su magnífica aria "In questa regia" (adoro ese aria, por cierto), y por eso él apuesta su vida. Él sabía de antemano que iba a ganar. Tiene tanta confianza en sí mismo (y de ahí su magnífico aria "Nessun dorma") que sabe perfectamente que ella va a caer a sus pies.  Es un aria triunfal.
Como curiosidad, yo sabía tocar este aria con el violín, pero no llegaba a salirme bien del todo y es porque en esa época, yo no me sentía como Calaf. Quizás cuando tenga ese sentimiento de triunfo (y mi técnica también lo permita) pueda interpretarla.

Lo que no sabía en absoluto, es que para ello va a tener que correr la sangre. Pero no la suya sino la de Liú. Todo el mundo que escucha esta ópera, o al menos la gran mayoría, (yo me incluyo) que Liú, es casi más importante que Turandot. Es sin duda alguna, la heroína pucciniana por excelencia: la que ama sin condición y sin pedir nada a cambio. Su música es cálida, es accesible. Y es importante porque es gracias a ese sacrificio lo que hace que Turandot se vuelva más humana. 

De ahí pasamos a nuestra princesa de hielo: Turandot, que en persa significa Hija de Turán. Una mujer... con traumas. Puccini nos la presenta muy tarde, en el primero aparece pero no dice nada, cosa que hasta ahora no había hecho, pues todos los personajes relevantes de sus óperas anteriores aparecían en el primer acto. Cuando no las presenta, lo hace con aria muy bella, pero muy burra exigiendo a la soprano que alcanza notas muy altas y muy bajas en un intervalo muy corto de tiempo. Y tiene que ser así. Ella no es humana. Es hija del cielo, tiene un complejo de megalomanía brutal y es eso lo que la hace tan tremendamente atractiva, el hecho de ser inalcanzable. Me imagino que la historia de su abuela, o mejor dicho su tataraabuela, no creo que ella la conociera personalmente, le impactó tanto que le creó una fobia a los hombres. Eso hace que por miedo, decide matarlos.  Y también por principios. 
 
Se podría pensar incluso que Turandot es la primera feminazi de la historia de la ópera pero no es así en absoluto. Turandot quiere tener la libertad de escoger a ella misma su marido, pero tiene tanto miedo a los hombres que como demostración de fuerza se oculta bajo sus enigmas, su crueldad excesiva y su máscara hielo. Pero en el fondo como a todo el mundo tan sólo desea ser amada.Si analizamos las respuestas a sus enigmas podríamos ver la clave para llegar al fondo de corazón. "esperanza", "sangre" y "Turandot" Es decir, "si aún tienes esperanzas y estás dispuesto a pagar con sangre, podrás tenerme a mí, a Turandot".
 
Cuando Calaf, la derrota en su juego, ya no es tan terrible. Hace demostración de fuerza torturando a Liú y aún así, pierde contra ella, pues ella ha sido capaz de inmularse por amor, sentimiento que ella desconoce en absoluto. Por ello, su transformación se completa cuando Calaf la besa. Ese beso, la convierte en un ser humano y no en una hija del cielo como ella proclamaba para que nadie se le acercase y con él descubre que ella lo que quería era encontrar a alguien igual de fuerte que ella y que la tratase con el respeto que ella merece.

Esa persona era Calaf. Y por eso al final no lo delata y se rinde ante él. Quizás ese no sea el planteamiento que Puccini habría querido para su obra. En 1999, con la reapertura del Liceu de Barcelona, se representó Turandot, con un final alternativo, en el cual Turandot se suicida por remordimiento por todo lo que ha hecho. Personalmente, no estoy de acuerdo con ese final, porque de ser así, la muerte de Liú habría sido totalmente en vano y Puccini tenía en mente que esa muerte sirviese para cambiar el corazón de la princesa. Es por eso que ésta es mi ópera favorita de Puccini: es la más positiva de todas, pues nos muestra al amor como una gran fuerza redentora capaz de conmover y cambiar al más duro y frío de los corazones.

De esta ópera he aprendido que:
- has de pelear por tus sueños hasta el final, aunque todo el mundo pienses que estés loco.
- el amor es capaz de cambiar a la gente.
- del odio al amor hay sólo un paso.
- Es posible enamorarse de una persona por la razón más tonta. Quizás no a primera vista, pero sí por una palabra o por una sonrisa en un momento y una circunstancia precisa.

GRABACIONES
 
CD
 
Si habéis leído mi entrada sobre cómo escoger entre diversas grabaciones, ésta en concreto la escogí porque buscaba un buen Calaf y una buena Liú. No soy muy fan de Joan Sutherland, así que el hecho que ella cante el rol titular me daba un poco igual, pero lo cierto es que hace muy buen papel. Además fue un regalo de cumpleaños que yo pedí. En cualquier caso, todos en esta grabación están realmente bien y a día de hoy, Pavarotti es el Calaf de referencia.

DVD

Este montaje del festival de Salzburgo de 2002 es el primer DVD que compré de esta ópera, aunque mi carátula es de un coleccionable, y tiene la particularidad que el dúo final no está compuesto por Franco Alfano, que es el que se representa habitualmente sino que está hecho por otro compositor, Luciano Berio. Es... bueno, otra alternativa. Interesante para los que estudien música en serio, pero yo lo vi un pelín aburrido. La puesta en escena es fea, están todos como si fuesen robots, y es al final cuando todos se humanizan, pero a nivel musical no está tan mal. Aún así, no lo consideraría como primera opción en absoluto.

Éste, en cambio, es otra cosa. Si bien ya existe otro DVD con esta misma puesta en escena de Franco Zeffirelli, unos de los pocos directores de escena que siguen respetando el libreto original, y tenemos a Plácido Domingo como Calaf y Eva Marton como Turandot, lo único que cambian es evidentemente los cantantes y la calidad de imagen. Esta producción es del 2009 y el otro de 1988. Así que depende de lo que busques. Quizás el otro sea musicalmente mejor, pero éste no tiene en absoluto nada que envidiarle. Yo lo recomiendo sin duda alguna.

Con esto llegamos al final. Dejo la antigua China para dar un salto a Brabante, donde hay una joven en apuros y espera a un caballero andante de brillante armadura. A saber tú quién será.

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