lunes, 25 de septiembre de 2017

El caballero del cisne: Lohengrin, de Richard Wagner. I


A veces, es mejor no saber ciertas cosas. Pero la curiosidad humana no tiene límites y siempre nos ponemos en duda todo porque el ser humano es así. Pero a veces, el no incumplir las normas o las promesas puede tener fatídicas consecuencias. Y de eso, entre otras muchas otras cosas, trata la ópera que os presento a continuación.

Lohengrin, es una ópera en tres actos con música y libreto de Richard Wagner, estrenada en el Teatro Grossherzgolichen de Weimar, el 28 de Agosto de 1850.

Tiene una duración de 223 minutos (tres horas y cuarenta tres minutos aproximadamente)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Al mismo tiempo que preparaba Tannhäuser, Wagner leyó varios poemas épicos de la literatura medieval francesa y también alemana, de los cuales ya les serviría de inspiración para el resto de sus obras posteriores. En el caso de Lohengrin, se inspiró en uno francés, titulado "El caballero del cisne", de ahí el título de la entrada y también de otro alemán, "Parzival", de Wolfram von Eschenbach, aunque éste sería años más tarde su última obra, "Parsifal".

Como era habitual en su forma de trabajar, primero empezó a elaborar el libreto, lo que Wagner llamaba "el poema", allá en 1845. Una vez terminado, se dio cuenta que lo más complicado sería el segundo acto, así que empezó la ópera por el tercero, luego el primero y dejó el segundo y la obertura para el final. En un principio, la ópera la compuso pensando en el teatro de la ópera de Dresde, pero por diversos avatares, al final la acabó estrenando en Weimar, siendo su amigo, el también compositor Franz Liszt el que la dirigió con una orquesta de 38 músicos. A pesar de todo, la ópera gustó y poco a poco se fue estrenando en otras ciudades europeas donde también fue triunfando. El propio Wagner tuvo que esperar once años para verla él mismo, y lo hizo en Viena. 
Esta ópera inspiró al rey Luis II de Baviera la construcción de su castillo Neuschwanstein (el nuevo cisne de piedra). Luis II era un gran fan de Wagner y decoró este castillo con diversas escenas de óperas suyas.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Amberes, en el siglo X.


ACTO I
Un prado cerca de la orilla del Río Escalda, a las afueras de Amberes.

Las cosas no van del todo bien en Bravante. El rey Enrique I, el Pajarero (bajo) ha llegado a la provincia para reunir tropas que vayan a combatir con las suyas contra los húngaros. Sin embargo, los bravantinos no tienen líder, ya que el heredero, el duque Gottfried, es todavía un niño y ha desaparecido. Su tutor, el conde Friedrich von Telramund (barítono), en un principio se iba a a casar con Elsa de Bravante, hermana del heredero pero la rechazó, ya que la acusa de ser la culpable de la desaparición del duque, habiéndolo ahogado en el rió para ser ella la que gobierne Brabante junto a su amante. Por eso, se casó con Ortrud (mezzosoprano), última de la estirpe de los Radbods, una familia noble pagana caída en desgracia.
El rey, por tanto, llama a declarar a Elsa (soprano lírico-spinto), quien aparece vestida de blanco y con cara de estar en su mundo. El rey la interroga, pero ella en lugar de responder a lo que se le pregunta, comienza a desvariar sobre un sueño que ha tenido en el cual, un caballero andante de brillante armadura que viene en una barca conducida por un cisne blanco defenderá su honor.

Tal declaración, no hace más que reafirmar la teoría de Telramund. El rey viendo el panorama, decide que se celebre un juicio de Dios, o lo que es lo mismo, un juicio por combate. Telramund se representará a sí mismo. Por Elsa, no hay nadie que se presente, pero ella misma proclama al caballero de su sueño como su campeón, ofreciéndole, además sus tierras  su mano en matrimonio. 

El heraldo del rey (barítono) hace llamar al caballero. Hace sonar las trompetas. Una vez. No viene nadie. Dos veces. Tampoco. Elsa y las nobles que se encuentran allí, piden una tercera llamada. Y a la tercera, ocurre el milagro. Tal y como Elsa lo había dicho, se ve a un cisne atado a una cadena de oro que tira de una barca y en ella, el caballero de brillante armadura. Al descender, se despide del cisne, quien desaparece. Saluda a todos, y anuncia que ha sido enviado para defender a una mujer acusada de un crimen que no ha cometido. Se dirige a Elsa y le pregunta si quiere que él sea su campeón. Ella se tira a sus pies y acepta. El caballero, le dice que será su esposo y tomará sus tierras, pero a cambio ella jamás deberá preguntarle ni de dónde viene, ni su nombre ni tampoco su linaje. Elsa acepta de nuevo.

Se celebra el combate y el caballero derrota a Telramund. Por la gracia de Dios, su vida ahora le pertenece, pero se la perdona y le sugiere que la dedique al arrepentimiento. Todos alaban al héroe, excepto Ortrud y Telramund, quienes han sido humillados.


ACTO II
La plaza frente a la catedral de Amberes.
  
Es de noche. Telramund acusa a su mujer de haberle traído el deshonor y la desgracia, ya que fue idea de Ortrud el haber acusado a Elsa falsamente. Ortrud se defiende diciéndole que si él no ha sabido defenderse no es más bien culpa suya sino del caballero, el cual está protegido por algún tipo de magia, de ahí que tenga que ocultar su nombre. Por tanto, el plan de Ortrud consiste en hacer que Elsa le haga las tres preguntas para debilitar al héroe. Telramund accede a ayudarla.





Sale Elsa para tomar el aire y Ortrud aprovecha para llamarla dando pena de mujer marginada. Elsa baja y la acoge por pena. Mientras tanto, Ortrud invoca a los antiguos dioses Wotan y Freya (que de sus aventuras ya hablaré en otra ocasión cuando comente El Anillo del Nibelungo) para que la ayuden en su venganza. Cuando Elsa va finalmente a recogerla, Ortrud le pregunta si no tiene miedo de que su caballero, al no saber quién es, pueda abandonarla así sin más como por arte de magia. Pero Elsa le tiene fe y dice que le será fiel. Se van las dos mujeres y poco a poco amanece.

Ya de día, los soldados y el pueblo van saliendo para coger sitio y ver a la novia. El heraldo del Rey anuncia que Telramund ha sido exiliado y que nadie debe ayudarle o acercarse a él so pena de ser declarado enemigo del rey. Por otra parte, ese mismo día se celebrará la boda de Elsa con el caballero enviado de Dios, a quién se le conocerá como "El Protector de Brabante" puesto que ha rechazado el título de Duque y que además, acompañará al ejército del rey a luchar contra los húngaros.

Anuncian la llegada de Elsa y bajo una solemne procesión, la novia se dirige hacia la catedral. Pero justo antes de entrar, se interpone Ortrud en su camino haciéndola retroceder y desafiándola diciendo que ya no la seguirá como una doncella y en cambio es ella la que debería postrarse a sus pies. Elsa se defiende, tachándola de hipócrita (lo que es, vaya) y que ella no es nadie más que la mujer marginada de un hombre castigado por Dios.


Ortrud, altiva, le dice que ella podrá ser una marginada, pero al menos ella sabe quién es su marido y su linaje puede ser demostrado, cosa que ella no puede decir lo mismo. Elsa, le responde que pese a no saber quién es, ya se demostró quién de los dos era el más puro. (Esta escena de la confrontación, es de las más emocionantes de toda la ópera.)

En ese momento llega el rey, acompañado del Protector dispuestos a poner Orden. Elsa le explica lo sucedido, y para complicar aún más las cosas aparece Telramund, acusando al protector de brujería y exige al rey que le obligue a identificarse. El rey ordena al Protector a que se defienda de tales acusaciones, pero él sentencia lo siguiente: sólo a aquella que va a ser su esposa tiene derecho a darle explicaciones. Se dirige a Elsa y mirándola fijamente a los ojos le pregunta: "Elsa, ¿Quieres hacerme las preguntas?" Elsa, conmovida le responde que su amor debe ser más fuerte que cualquier duda. Los soldados rodean al protector y lo conducen a la iglesia. Telramund aprovecha para acercarse a Elsa y le asegura que si le deja arrancarle un poco de sangre a su caballero puede conseguir que se quede con ella para siempre, cosa que Elsa rechaza. Aún así dice que estará cerca de ella por si cambia de opinión. El Protector vuelve para asegurarse que su futura esposa va bien. Elsa, asiente y se va con él, mientras todo Brabante aclama por su felicidad.


ACTO III

Escena I: La habitación nupcial.

Las damas de honor conducen a la joven pareja a sus aposentos y les desean lo mejor. Solos, el Protector le dedica tiernas palabras de amor... pero Elsa ya tiene sus dudas. Es la primera vez que se encuentran los dos a solas y ella quiere saber más de él, pero no se atreve a hacer las preguntas. El caballero, intenta disuadirla, le recuerda su juramento y también que vino en el momento que más lo necesitaba. Pero precisamente, por eso, por lo que ella siente que debe saber más de él, porque siente ese gran secreto como una carga. Luego, empieza a obsesionarse con el cisne, el mismo cisne que lo trajo, puede volver para llevárselo. 
Así que al final, acaba haciéndole las tres preguntas: ¿Cúal es tu nombre? ¿De dónde vienes? ¿Cúal es tu linaje? En ese momento, Telramund abre la puerta dispuesto a atacar al caballero, pero Elsa le avisa y le acerca su espada. El Protector la coge y mata a Telramund.

Luego da aviso a sus hombres a que recojan el cadáver y se lo lleven al rey y las damas de compañía les ordena que preparen a su mujer, pues delante de todos contestará sus preguntas y sabrá por fin quién es.

Escena II: la misma que el Acto I.

El rey y sus tropas están dispuestos para la batalla, tan sólo esperan al Protector. Llega él, quien descubre ante todos el cadáver de Telramund y confiesa que ha sido él mimo quien le ha dado muerte en defensa propia. Anuncia también que su esposa, ha traicionado su juramento y le ha hecho las preguntas prohibidas. Así pues, delante de Elsa, quien también está presente, les cuenta a todos la verdad. Bueno, mas bien lo canta en el mejor aria que, a mi juicio, Wagner escribió.

En un lugar lejano, entre las montañas, se alza un castillo llamado Monsalvat, donde cada Viernes Santo, una paloma se alza sobre el Santo Grial, protegido por una hermandad de caballeros. Aquellos que están a su servicio, el Grial les concede un poder y una fuerza sin igual para proteger a los débiles, a condición que jamás revelen ni su nombre ni origen. En el caso de ser descubiertos, tendrán que abandonarlo todo y regresar de nuevo a él. El rey de ese castillo se llama Parsifal, y él es su hijo Lohengrin. 

Todos empiezan a llorar conmovidos por el relato de su protector. Lohengrin, por tanto no va a unirse a ellos a la batalla contra los húngaros, ya que ahora que ha revelado su origen no serviría de nada, pues si no vuelve no tendría ningún poder, pero les augura la victoria. El cisne regresa con la barca. Lohengrin está dispuesto con gran pena a volver. Elsa se acerca a él, entre lágrimas, y le pide que no se vaya pero él la consuela diciéndole que su hermano pronto estará de vuelta y le da su cuerno para que lo use en caso de peligro, su espada para que se defienda y su anillo, para que le recuerde que hubo alguien que defendió a su hermana cuando más lo necesitaba.


Así pues Lohengrin se monta en la barca. Entre la gente aparece Ortrud quien de forma sarcástica le dice adiós y les dice a todos que el duque de Brabante jamás regresará porque es ese cisne. Ella misma fue quien le hechizó hace unos años y es así como los dioses antiguos se vengan del Dios Cristiano. Lohengrin, mientras Ortrud confesaba, se arrodilla y reza. Al terminar su oración, salta a la barca y libera al cisne quien, se hunde en el agua. Al poco tiempo, una paloma baja del cielo y se ve un resplandor, del agua sale un niño de unos ocho años. 

Lohengrin anuncia: "¡He aquí al Duque de Brabante! El será vuestro líder" Mientras poco a poco, la paloma va guiando la barca donde Lohengrin va alejándose. Ortrud cae sin sentido y Elsa corre a abrazar a su hermano. Pero cuando va a llamar a su esposo... ya es tarde. Lohengrin ya se  ha perdido en el horizonte para no regresar jamás.

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