domingo, 3 de septiembre de 2017

La mujer libre. Carmen, de Georges Bizet.II

ANÁLISIS
 
Como ya comenté en Aida, esta ópera también es una de las obras claves de mi infancia y en cierto modo la que me hizo un poco descubrir que había varios tipos distintos de tenores. De hecho, la cinta original era más o menos así:


Carmen, fue la primera ópera que vi en directo, con ocho años en el teatro de mi ciudad natal. Era una compañía itinerante de algún país del Este, no me acuerdo si eran rusos o polacos. En cualquier caso, me acuerdo de esa representación porque omitieron el coro de los niños del primer acto (normal, si en la compañía no había niños) y la poquísima o nula gracia que tenían bailando sevillanas en el acto segundo con la canción gitana. Pero al menos lo intentaron. Lo prefiero mil veces antes que la interpretación moderna que vi en Bastilla en junio de 2017 en la que Mercedes o Frasquita simulaba una felación a un legionario y luego se limpiaba la boca, mientras el otro pegaba botes con los pantalones bajados y moviendo la bandera de España como un poseso.

Como me pasó con Aida, mi visión de Carmen con 8 años era totalmente distinta a la de ahora, la de un hombre adulto de 36. De pequeño me quedaba fascinado por esa música trepidante, realmente movida y alegre. También me sabía de memoria el coro de los niños "Avec la garde montante"o la canción del toreador, y siempre sentí lástima por la muerte de Carmen, ya que no llegaba a entender porqué Don José la mataba al final.

Y si os sincero, a día de hoy tampoco logro entenderlo. Si observamos el libreto, todo parece indicar que la víctima de todo es Don José; un buen hombre que es seducido por una mala mujer que lo acaba corrompiendo y degradando hasta convertirse en una bestia, llegando incluso a destruir lo que más quería. Ese, "Ni contigo ni sin ti" o "La maté porque era mía". Parece, incluso, que la reacción del público sea que pensemos "Se lo merece por guarra y por zorra, mira lo que le ha hecho al pobre hombre".

Normalmente, los libretos de las óperas nos cuentan una historia y sobre ella, sacamos distintas conclusiones sobre diversos temas. Uno de los más recurrentes, es la obediencia de las normas morales. Hacer alardes de una vida sexual que no sea monógama está realmente condenado, y más si eres una mujer. Comparando a Carmen con Don Juan (Don Giovanni, de Mozart), estamos ante el mismo personaje pero con algunas diferencias. A Don Juan, se le da a escoger entre la muerte o el perdón si cambia de vida y él elige condenarse antes de claudicar y renunciar a sí mismo. Pero a Carmen, la única opción de "redención" es someterse al amor de un celoso compulsivo que sólo la quiere para él mismo o morir. Y al igual que Don Juan, ella elige morir antes de sacrificar su libertad, lo que a mi juicio la convierte en una víctima.

Sin embargo la gran diferencia que hay entre los dos personajes y lo que, en mi opinión hace de Carmen original es la forma de afrontar la seducción. Don Juan siempre miente. Siempre promete a sus conquistas el oro y el moro, lo que ellas quieren oír y se hace pasar por quien sea con tal de echar un polvo. En cambio, Carmen va de frente. Desde su aparición, ya te da a entender que ella no va a ser esa amante esposa que se queda en casa sola esperando a que su maridito vuelva para hacerle de comer y cuidar de sus hijos. No, ella no es así. Ella disfrutará del "amor", o más bien del sexo, exactamente igual que cualquier hombre, sin ataduras, cuando ella quiera y como ella quiera. Si lo quieres aceptar vale, y si no, peor para ti. Y ese, es el gran fallo de Don José, que no acepta ese hecho. El hecho de que él no es el único hombre en su vida, aunque él ya lo sabía. Si quería una novia tradicional podía haberse quedado con Micaela, quien sí lo aceptaba tal y como es, con todas su virtudes y defectos y dispuesta a ofrecerle ese "amor casto y tradicional". Es así como escuchamos a Micaela en sus intervenciones, con una música romántica y tremendamente lírica, mientras que la de Carmen es más sensual y agresiva.

Pero claro, Micaela no es de las que te hacen cualquier cosa en la cama, es de las de un polvo al mes, sobre las sábanas y las luces apagadas. Y a Don José lo que le va es la marcha, por eso se obsesiona tanto con la gitana. Precisamente, es esa obsesión lo que hace que Carmen se desamore más y más de él y acabe por dejarlo por el torero: Porque ve a Don José como un ser débil, que intenta acapararla y robarle su libertad. En este caso, y lo que hace de esta obra tan sumamente original y emocionante, es que por primera vez en todo el repertorio, se invierten los papeles.
Normalmente, es la soprano la que sufre por un abandono, porque el tenor no le hace caso y es él que hace con ellas lo que le da la gana. Aquí es al revés, es ella la que tiene el poder. Pero claro, es inadmisible que una mujer se comporte como un hombre, por eso ha de morir. Y esa muerte, ya Bizet nos la anuncia al final del alegre Preludio.

Y lo más triste de todo es que a lo largo de los años, esta historia tristemente se repite una y otra vez. Cuántas mujeres han muerto y están muriendo por culpa de un hombre que no saben aceptar que el amor no tiene que durar para siempre, que a veces se acaba y que la mujer no es propiedad de nadie. La mujer, al igual que el hombre tiene también el derecho a ser libre y a vivir su vida de acuerdo a sus criterios y voluntades, sin estar sometidas. Es por esto que esta obra sigue siendo tan de actualidad hoy en día y que siga conmoviendo al público.

De esta ópera he aprendido varias cosas:

- No puedes obligar a nadie a que te amen.
- A veces, la persona que más nos quiere la tenemos delante de nuestros ojos y somos incapaces de verlo.
- No es no. Si una chica te da calabazas, es mejor que la dejes en paz.

GRABACIONES.

CD

Como ya mostré anteriormente, ésta es la grabación completa de esa cinta de casette. A mi juicio y de todas las que he escuchado ésta es la que más me gusta. Karajan dirige la Filarmónica de Berlín con una gran fuerza, tanto la Carmen de Baltsa como el Don José de Carreras están muy logrados y el resto del reparto muy equilibrado. También es curioso que esta grabación recoge la obra en Tres Actos, es decir, fusiona el tercero y el cuarto en uno sólo siendo éste último el segundo cuadro del tercero. Esto se debe, a que la ópera cuando se estrenó en la Opéra Comique presentaba esa estructura, pero después con el tiempo, el tercer acto se separó en dos.


Tengo también esta grabación de la Callas debido a una colección de fascículos que salió en los quioscos y el número 1 era esta Carmen a un precio muy competitivo. La foto corresponde a la última versión disponible en el mercado y el sonido es magnífico. Esta versión viene sin diálogos, y están incluidos los recitativos de Giraud. Es una opción interesante, ya que Callas, pese a que no interpretó este papel en escena, supo muy captar el genio de la gitana. Es una opción muy a tener en cuenta, aunque a nivel musical, es menos emocionante que la de Karajan.

  

Al igual que el anterior caso, esta grabación la tengo porque venía de regalo con una revista francesa de música clásica que compré cuando vivía en Francia. Vuelve a repetir Karajan, que sigue dirigiendo con gran pasión, y tenemos a una soprano como Carmen. Tampoco está nada mal.

DVD


La verdad es que no he encontrado este primer DVD de manera comercial. Lo conseguí por una colección de fascículos y éste iba acompañado de La Bohéme de Puccini con Luciano Pavarotti. Esta Carmen, pese al buen reparto vocal que tiene es muy aburrida de ver. El decorado es prácticamente igual en todos los actos y la calidad de imagen es bastante baja. Es una copia en vídeo que ha envejecido muy mal y la edición también lo es ya que cuando suenan las piezas instrumentales, sólo se ve un fundido en negro sin enfocar a la orquesta o hacer una visión del teatro. Al no ser que seas muy purista, no es un DVD muy recomendable.


Éste en cambio es una opción a tener en cuenta sobre todo si tienes el CD de Baltsa y Carreras, ya  que aquí los puedes ver en vivo y ver la buena química que tienen los dos. No es con Karajan, pero James Levine hace lo que puede y lo hace bien. El resto del reparto no está mal y pese a ser un registro de los 80, está mejor conservado y la puesta en escena es más entretenida.


Llegamos a uno de los montajes más modernos que podemos ver actualmente en el mercado. Este DVD fue un regalo que me hicieron los compañeros de mi primer trabajo, a quienes debo hacerles una visita y no voy nunca, pese a que son adorables. Tenemos a un magnífico Jonas Kaufmann y a una Antonacci también muy provocativa. De escoger uno de los tres me quedaría con éste, es el más excitante de todos y además la calidad de imagen y sonido es buena.

Y aquí terminamos por hoy. Volvemos otra vez a ¿Egipto? Más bien no... Pero sí que es un lugar mágico.

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