jueves, 21 de septiembre de 2017

La princesa traumatizada y psicópata: Turandot, de Giacomo Puccini. I


Dice el refrán que más vale estar sólo que mal acompañado. Y también se dice que lo que cuesta más trabajo obtener es lo que después más satisfacción da. Quizás eso es lo que el protagonista de esta ópera debía pensar, hasta el punto de querer sacrificar su propia vida por una mujer casi inalcanzable.

Turandot es una ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto de Renato Simoni y Giuseppe Adami, estrenada en la Scala de Milán el 25 de abril de 1926.

La duración aproximada es de unas dos horas (120 minutos)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

Puccini ya era un compositor consagrado a la hora de componer lo que sería su última ópera y la que por desgracia no llegó a terminar, ya que falleció de un cáncer de laringe.  El tema de hacer esta obra vino de la idea de uno de los libretistas, concretamente de Simoni quien le dio a Puccini una traducción del italiano de una obra de Schiller, que a su vez estaba basada en la obra de teatro de Carlo Gozzi. A Puccini le interesó la trama y encargó la elaboración del libreto.

Empezó a componerla en 1921 y tres años más tarde, había terminado los dos primeros actos y parte del tercero donde se quedó bloqueado en el dúo final, en parte porque no estaba muy convencido de cómo terminarla. Los libretistas le proporcionaron finalmente el texto que más le convencía, pero como ya he avanzado antes, Puccini enfermó gravemente y acabó falleciendo el 29 de noviembre de 1924. No obstante, había dejado algunos apuntes y notas con respecto al dúo. Puccini quiso que la terminara el compositor Riccardo Zandonai, cuya ópera más famosa es Francesca da Rimini, (aunque yo no lo ha escuchado aún, ni nada de este hombre) pero al final su hijo le encargó la tarea a Franco Alfano, que actualmente se le conoce precisamente por terminar Turandot pese a que él también tiene óperas en su catalogo, la más conocida es Cyrano de Bergerac (y tampoco la he escuchado).

La ópera, por tanto, se estrenó en abril de 1926 pero en la noche del estreno, el director Arturo Toscanini, la interrumpió justo después de, atención que vienen spoilers, de la muerte de Liú, ya que todo lo que viene después es obra de Alfano. La ópera entera se estrenó la noche siguiente, el 26 de abril y con éxito de público aunque no de crítica. Actualmente es una de las óperas más representadas del compositor.

ARGUMENTO

La acción transcurre en Pekín, en una época legendaria.

ACTO I
La plaza frente al palacio imperial

¡Pueblo de Pekín, ésta es la ley! La bella Turandot se casará con aquel de sangre noble que sea capaz de resolver sus tres enigmas, pero si falla uno sólo se le decapitará. Esa suerte la correrá hoy el Príncipe de Persia.


Es de noche, y el pueblo ya está más que acostumbrado. No es ni el primero ni el último que ha tentado a la suerte y lo ha pagado con su vida. Entre el alboroto de la preparación de una nueva ejecución, un anciano se cae, y su acompañante, una preciosa joven no puede con él y pide ayuda. Sólo viene un joven, y reconoce al anciano como su padre, un viejo rey destronado. Timur, (bajo) que así se llama, le dice a su hijo, el príncipe Calaf (tenor lírico spinto o dramático) que ha podido huir gracias a la ayuda de la fiel esclava Liú (soprano lírica). Liú lo hace porque en el fondo está enamorada del príncipe desde aquella vez que el joven le sonrió.

El pueblo entre tanto proclama al verdugo y asiste a la procesión del príncipe de Persia dispuesto a subir al cadalso. La princesa va a estar presente y Calaf quiere verla para poder maldecirla. Entonces, ella aparece. El pueblo pide clemencia, pero la princesa de hielo ignora a su pueblo y autoriza la ejecución. Calaf, al verla, se enamora locamente de ella y decide ganarse su corazón. Para presentarse a la prueba, tan sólo hay que hacer sonar el gong que está al lado de la puerta del palacio tres veces. Calaf se dispone a hacerlo, pero le interrumpen tres ministros Ping, Pong y Pang (barítono y tenores), portando máscaras y le intentan convencer, ya que al fin y al cabo pese a que Turandot es muy guapa, no merece la pena perder la cabeza por ella y además hay más mujeres en el mundo. Su padre, Timur, también lo intenta e incluso Liú. 

Pero Calaf no hace caso y decidido, toca el gong tres veces.

ACTO II

Escena I: El pabellón de los ministros.

Ping, Pong y Pang, discuten sobre la decoración que han de preparar y hacen recuento de los pretendientes muertos hasta ahora, unos 13. Añoran tiempos mejores y desearían estar en sus casas tranquilos en lugar de preparar funerales. Pero pronto se les pasa y se predisponen a asistir una vez más al desafío de la princesa.

Escena II: El salón del trono del palacio

Los ministros, los sabios, parte de la aristocracia y la plebe se reunen para ser testigos una vez más de la prueba del nuevo pretendiente. Todos alaban al emperador, quien lo permite porque hace tiempo hizo un terrible juramento y pide al joven postulante que se retire. Calaf, le pide tres veces que le deje afrontar la prueba. Y entonces, aparece ella. La princesa de hielo, Turandot. Ella les explica a todos que en ese reino hace mucho tiempo su abuela la princesa Lou-Ling fue violada y humillada por un extranjero, y en venganza nadie la tendrá jamás. Advierte una vez más a su nuevo pretendiente que se retire, pues sus enigmas son tres, pero tan sólo una es la muerte. Pero Calaf, le replica. "No. Tres son los enigmas, la vida es tan sólo una".

Así pues Turandot comienza a recitar el primer enigma, ¿Qué es el fantasma que cada noche muere pero que cada día renace? “La esperanza”, responde Calaf.
Segundo enigma: ¿qué es lo que está vivo como una llama sin serlo, frío cuando el corazón se muere y se aviva de nuevo con sueños de conquista? Silencio... Calaf medita y responde: "La sangre"
Tercer y último enigma: ¿Qué es el hielo que te da fuego? Aquí, Calaf no responde. La multitud se impacienta, pues nadie había llegado tan lejos. Y de repente Calaf, anuncia su victoria pues conoce la respuesta: “Turandot

La multitud estalla de alegría. ¡Por fin, alguien gana! ¡Adiós a la ejecuciones! Pero Turandot, rechaza la idea, no quiere entregarse al extranjero pese a que ha resuelto los enigmas. El emperador la rechaza y el pueblo insiste que ha de cumplir su palabra. Pero Calaf, quiere que la princesa se entregue a él por voluntad propia así que le propone tan sólo un enigma: Si ella es capaz de averiguar su nombre antes de que salga el alba, entonces él mismo acabará con su vida.

ACTO III

Escena I: Los jardines del palacio.

“¡Así lo ordena Turandot! Que nadie duerma en Pekín hasta que el enigma no sea resuelto, bajo pena de muerte para el que desobedezca” Calaf, se ríe, tú tampoco dormirás en tu frío aposento, pronto se irán las estrellas y yo mañana seré el vencedor, dice mientras canta el aria más popular de toda la historia de la ópera.

Llegan los tres ministros y le piden que diga su nombre, pero Calaf le rechaza. Entonces, le amenazan con hacerle daño a sus seres queridos. Le muestran que han capturado a Timur y a Líú. Aparece Turandot, para interrogarlos ella misma, y Liú para salvar a Timur, les dice que sólo ella sabe la respuesta. Turandot, la amenaza e incluso la tortura, pero Liú no responde. La princesa le pregunta que es lo que le da tanta fuerza y ella le dice que es el amor que siente por él. Y antes de soportar más tortura, le arrebata una daga a uno de los soldados y se da muerte con ella.

El acto los ha dejado a todos sin palabras, incluso a la princesa, Se van todos a velar el cuerpo de la joven, y se quedan solos Calaf y Turandot. (A partir de aquí viene el añadido que compuso Franco Alfano)

Calaf le recrimina tanta frialdad a Turandot, a lo que ella le responde que nadie la tendrá jamás, ya que ella es hija del cielo”. Calaf, le responde que ahora ella está en la tierra y la besa. Ese beso, acaba transformando a la princesa y empieza a sentir algo que parece que tenía oculto pues desde que vio a Calaf, ya sintió algo por él pero que no sabía lo que era... Calaf entonces le dice su nombre. Y entonces amanece. Es hora de presentarse a la prueba.

Escena II: El salón del trono del palacio.

Se reunen todos, y delante de su padre, el Emperador, Turandot dice que ya sabe cuál es nombre del extranjero. “Amor”, mientras besa de nuevo a Calaf. Todos tiran flores a la pareja.

Y así termina esta bonita historia.



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