miércoles, 4 de octubre de 2017

El joven sin oficio ni beneficio: Eugene Oneguin, de Piotr Illich Tchaikovsky. II


ANÁLISIS

 Quizás, como la mayoría, de Tchaikovsky sólo conocía por sus tres ballets: "El Lago de los cisnes", "La Bella Durmiente" y "Cascanueces". Gracias sobre todo a Disney, pues la banda sonora de la película de La Bella Durmiente está adaptada del ballet del compositor ruso y en Fantasía, una parte de la película se centra en la suite orquestal del Cascanueces.

Ya que estoy hablando de ballet, si algún día os animáis a ver alguno, sin duda alguna os recomiendo que vayáis a alguno de los tres. Pero si me tengo que quedar con uno sólo, mi decisión es clara: "El Lago de los Cisnes".No sólo tiene algunos momentos bastantes alegres, pero en general, es una obra bastante melancólica y dramática pese a ser un cuento de hadas.

A mí cuando me gusta un compositor, me gusta investigarlo y saber más cosas y escuchar cosas de él. Así que en su día, yo creo que hará unos diez años más o menos, descubrí que también compuso ópera y ésta en concreto, fue la segunda que escuché. La primera fue "La Dama de Picas" y en aquel momento...pues a medias. No me terminó de entusiasmar del todo, pero por aquel entonces tampoco tenía yo el oído muy desarrollado. 

Sin embargo, había partes de esa ópera que sí me gustaban y al leer que ésta, Eugene Oneguin era la más conocida del compositor y una de las mejores del repertorio ruso, pues me animé. Tuve además, la suerte de poder verla en directo y además con la soprano que más me gusta actualmente que es Anna Netrebko en el papel de titular de Tatiana.

Me enamoré de esta ópera del mismo modo que me enamoré del Lago de los cisnes. La música de Tchaikovsky expresa una gran melancolía y todo un espíritu romántico presente a lo largo de toda la obra. Pero si hay algo que sobre todo, es genial es Tatiana. Es más, la ópera se podría haber llamado perfectamente "Tatiana" y habría sido lo mismo.

Se ve claramente que a Tchaikovksy también le gustaba Tatiana. Es un personaje que evoluciona enormemente y en cierto modo es revolucionario. Para empezar, es uno de los pocos personajes femeninos que da la iniciativa en la relación amorosa. A diferencia de Carmen, que seamos honestos, lo que buscaba era sexo y también es una mujer revolucionaria por eso, Tatiana es de las pocas que declara a su amor. Hasta ahora, lo normal es ver la típica escena del tenor suspirando por la chica, el tenor o el barítono declarando su amor, y ella rechazando o aceptado.

Evidentemente, por la tecnología del momento, lo hace por carta. Quizás, ahora, la Tatiana del siglo XXI le habría  enviado un email o un Whatsapp. Pero ¿sabéis qué? No es lo mismo. Es más, yo, al igual que Tatiana, hace no mucho que declaré mis sentimientos hacia dos personas distintas y también les escribí una carta. Y creedme que la sensación no es la misma. Cuando escribes un email, puede incluso que lo haya escrito otra persona, pero la caligrafía de una persona puede decir mucho de ella. Es mucho más personal e íntimo. El caso es que Tatiana pasa de un romanticismo casi pueril del primer acto, al realismo del tercero. Pasa de ser una chica soñadora a toda una dama que sabe comportarse cómo tal. Y muy coherente.

De ahí, que el gran drama que nos plantea Tchaikovsky es, o al menos como yo lo veo, el drama de las oportunidades perdidas. Oneguin tuvo la oportunidad de corresponder a Tatiana, y la desperdició. Y no es culpable, porque quizás en ese momento no era conciente de sus sentimientos, y dar falsas esperanzas de amor a alguien cuando no lo sientes, es lo peor que se puede hacer. Pero Oneguin es que en toda la obra no hace nada bueno. Toma la mala decisión de seguirle la corriente a Lenski, y acaba matándolo en un duelo absurdo cuando podía haber puesto más empeño en hacer razonar a su amigo. Lenski es, igual que Tatiana, pero en hombre. Claro, que él, como buen romántico que es, se va a fijar en una chica, Olga, que no le hace especialmente caso cuando al lado tiene a Tatiana que seguro habría sido mejor elección para él, como es más, Oneguin se lo advierte en el primer acto. Al final Lenski, acaba pagando su intensidad romántica con la muerte, como buen romántico que es.

Y volviendo a Oneguin, la vuelve a cagar al final declarándose a Tatiana. Lo curioso es que cuando él descubre que está enamorado de ella, él canta la misma melodía que Tatiana en su escena de la carta y es también por carta que él le pide una oportunidad. Estamos realmente en un intercambio de papeles, pero hay que darse cuenta que aquí, Tchaikovsky lo diseña de tal manera que enfaticemos siempre con Tatiana. Ahora es ella quien rechaza, porque sabe que con Oneguin jamás será feliz, dejando a Oneguin sin ningún motivo en la vida.

De hecho, y esto que cuento es bastante personal, yo soy igual que Tatiana. También me declaré de forma apasionada a alguien que me rechazó (y a quien no guardo ningún rencor, esa persona fue honesta) y sinceramente, si esa persona ahora volviera como Oneguin, sin duda alguna yo también la rechazaría. Y es precisamente por eso, porque hay situaciones en las que tienes que decidir. Y esa decisión puede cambiar toda tu vida para siempre.

Por tanto, lo que he aprendido con esta ópera es lo siguiente:

- Tomar decisiones con el corazón tiene la ventaja de darte experiencia para el futuro, pero son las más dolorosas cuando las cosas no salen como esperas.
- A  veces, es mejor tragarse el orgullo si no quieres empeorar la situación.
- Nunca subestimes a gente con gran sensiblidad. Pueden ser más fuertes de lo que tú crees.
- Sé siempre fiel a tus principios.

GRABACIONES

CD


Tengo esta grabación no en esta edición, sino en otra de coleccionable que venía con el periódico El País, bastante más práctica porque venía con el libreto traducido al español. La que veis en pantalla es rusa al cien por cien. Comento esto porque hay una parte de la obra (en la primera escena del segundo acto) donde se canta en francés, pero en esta grabación todo está en ruso, incluido ese corto pasaje (son las coplas del señor Triquet, pero no son relevantes en la trama). Nada mejor que un equipo ruso para una obra rusa. 

DVD




Éste fue mi primer DVD y bueno no está mal, pero la escenografía es fea. Coherente, pero fea. Por lo demás a nivel musical está bastante bien.


Éste en cambio, está mejor. La escenografía es mucho más elegante, y la pareja protagonista no está tan mal. Comparando con el primero, la pareja protagonista es más carismática que la otra, aunque en el caso de Lenski y Olga son mejores en el otro.


Por último os recomiendo el más reciente de todos y a mi gusto, el mejor de los tres. Por Internet hay muchos detractores de Anna Netrebko, aunque a mí es una soprano que me gusta mucho y creo que es bastante buena actriz. No sólo la dirección es magnífica, ya que es la misma orquesta y mismo director que en el DVD anterior, sino que además todos los personajes están muy bien definidos, el vestuario y los decorados muy currados. Sin duda, de escoger sólo uno, me quedaría con éste.

Este análisis me ha resultado algo más difícil que los anteriores. Para la próxima entrega, nos vamos a quedar en la misma época, pero de San Petersburgo nos vamos a París, a casa de una mujer que monta unos saraos que no veas y si pagas sus tarifas pues te puede alegrar el día. Pero no es feliz, le falta algo en su vida. ¿Qué será?

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