miércoles, 25 de octubre de 2017

El poeta sin éxito en el amor: Los Cuentos de Hoffmann, de Jacques Offenbach I


¡Ah, el amor! Como ya vimos en la Tetralogía, fuerza redentora que hace girar al mundo. Generador de grandes alegrías y otras tantas tristezas. Como al protagonista de la ópera de hoy, que en asuntos de amores, nada le sale bien.

Los Cuentos de Hoffmann (Les Contes d'Hoffmann) es una ópera en un prólogo, tres actos y un epílogo (o cinco actos) con música de Jacques Offenbach y libreto de Jules Barbier, estrenada en el teatro de la Opéra Comique de París, el 10 de febrero de 1881.

Tiene una duración aproximada de tres horas (unos 180 minutos, variables según la versión escogida)

BREVES DATOS HISTÓRICOS

 Jacques Offenbach era un compositor alemán de origen judío (Su verdadero nombre era Jakob) que se nacionalizó francés e hizo toda su carrera musical prácticamente en París, teniendo un grandísimo éxito en el campo de la música popular, es decir operetas, revistas y espectáculos musicales variados. Su obra era inmensa, hasta el punto que Rossini lo llamaba "el Mozart de los Campos Elíseos". Sin embargo, Offenbach quería ser reconocido también como un compositor serio, así que buscaba un buen libreto para poder hacer una ópera seria.

Tuvo la suerte de ver una obra de teatro en cinco escrita por Jules Barbier y Michel Carrier (los libretistas de Fausto de Gounod) llamada "Los cuentos de Hoffmann" en donde el mismo autor era protagonista de tres de sus cuentos: El Hombre de arena, El violín de Cremona y El Reflejo Perdido. A Offenbach le gustó el tema y le pidió a Barbier que le elaborara un libreto, ya que Carrier ya había muerto para entonces. Offenbach se tomó esta obra con calma, a diferencia de lo que hacía con sus operetas, y la compuso muy despacio. En 1879, Offenbach había terminado toda la partitura para la voz y el piano, y había orquestado (es decir, preparado la partitura para todos los instrumentos de la orquesta) el prólogo y el primer acto. Pero el invierno fue bastante duro, con temperaturas de -15 grados, así que Offenbach acabó enfermando y falleciendo poco después en 1880, dejando su obra sin terminar.

Mas bien sin terminar, yo diría mejor sin arreglar, porque a diferencia de Puccini con Turandot que no llegó a terminar el acto III, en el caso de Offenbach hay música suya para todos los actos, pero ni orquestada ni tampoco ordenada. Los herederos, no obstante decían que había material suficiente para poder estrenar la obra y le encargaron a Ernest Guriaud para que terminara la orquestación y compusiera los recitativos, pese a que la intención de Offenbach era que hubiera diálogos. En fin,el día del estreno, en la Opéra-Comique, pero sin el acto de Giulietta. Ya en el siglo XX, se reinstauró el acto de Giulietta, pero se interpretaba antes del de Antonia, y más tarde se hizo al revés. Se añadieron escenas, se cortaban otras... en fin que hacían muy poco caso del material original. Actualmente hay dos versiones, una francesa y otra alemana, con algunas diferencias.

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en Núremberg, Berlín, Múnich y Venecia, a principios del siglo XIX.

PRÓLOGO
La taberna de Luther, cerca del teatro de Núremberg. 

La Musa (mezzosoprano) está con los espíritus del vino y la cerveza (coro) y está preocupada por su poeta favorito, Hoffmann, ya que éste ha decidido negar del arte y no hace más que buscar mujeres. Ahora está encaprichado de una cantante de ópera llamada Stella. Presiente que no saldrá bien y decide protegerle. Para ello tomará la apariencia de su mejor amigo Nicklausse y va a buscarle. 
En la taberna, el consejero Lindorf (bajo-barítono), que también está interesado en Stella, soborna al criado de ésta, Andrés (tenor), para que le de la llave de la habitación de Stella y la carta de Stella, en  la cual invitaba a Hoffmann a pasarse, para sí presentarse él en su lugar. Se va y pronto llegan un grupo de estudiantes y los espectadores de la ópera, pues están en el entreacto. Stella, está debutando allí el papel de Doña Ana en Don Giovanni de Mozart. Los hombres cantan y brindan por ella. Entre ellos está Hoffmann y Nicklausse. Los estudiantes le piden a Hoffmann (tenor lírico) una canción, y éste canta la historia de Kleinzach, un enano deforme. Pero en mitad de ella, su mente, que piensa en Stella, se va hacia otro camino y canta al amor. 


Los estudiantes se quedan un poco sorprendidos. Uno de ellos, afirma que Hoffmann está enamorado. Hoffmann ve a Lindorf, y reconociéndole como el diablo que siempre le persigue, intercambia insultos con él hasta que Nickalusse los separa. Lindorf se va, y los estudiantes le preguntan por sus amores, Hoffmann les dice que Stella representa las tres cualidades de sus tres antiguos amores: la joven inocente, la artista y la cortesana. Luther avisa que el entreacto se ha terminado, pero no le hacen caso y les pide a Hoffmman que cuente sus amores. Cada acto de la ópera, será una chica distinta. "La primera se llamaba Olympia".

ACTO I: OLYMPIA
Salón de la casa del Profesor Spalanzani en Berlín. 

El Profesor Spalazani (tenor) es un famoso fabricante de autómatas y su última obra es una muñeca que se llama Olympia. Ha invitado a todos a una demostración, y entre ellos está Hoffmann y Nicklausse. Hoffmann se ha enamorado de la joven sin saber que es una muñeca, aya que el profesor se refiere a ella como "su hija". Nicklausse se lo intenta sugerir, pero Hoffmann no le hace caso.


Aparece entonces Coppelius (bajo-barítono) quien ha ayudado a fabricar a Olympia. Aprovecha que ve a Hoffmann para venderle unas gafas mágicas que mejoran la visión de las cosas y los autómatas parecen personas. Coppelius viene a reunirse con Spalanzani a cobrar su parte del trabajo, ya que él colaboró con la construcción de Olympia. El científico le da un cheque sin fondos, porque el banco está en bancarrota, pero Coppelius no lo sabe, así que lo coge y se va.

Entran los invitados para la presentación de Olympia (soprano coloratura) y Spalanzani aparece con ella, quien además va a tocar el arpa.


De cuando en cuando la muñeca se para y hay que ponerle cuerda, pero Hoffmann está tan ciego que no se da cuenta. Al acabar, todos aplauden y se van a cenar dejando a Olympia y Hoffmann, solos. Éste, le declara su amor a la muñeca, y ella a todo le dice que sí. En un momento, la muñeca se levanta y se va. Nicklausse ha visto la escena e intenta advertirle que Olympia no es humana, pero Hoffmann como tiene puestas las gafas, no le cree. Se van y entonces aparece Coppelius, que ha descubierto que el cheque está sin fondos. Furioso decide vengarse, busca a Olympia y la sabotea.


Sigue la demostración de Olympia y esta vez se trata de un vals. Hoffmann baila con ella, pero hay un momento en el que Olympia se descontrola, empieza a moverse más rápido lo que provoca que Hoffmann se caiga y con ello, se le rompa las gafas. Nicklausse va a socorrerle, y es entonces cuando Olympia estalla. Coppelius, aparece y confiesa que él ha sido quien la roto. Spalanzani y Coppelius se insultan. Hoffmann se da cuenta que se ha enamorado de una autómata y todo el mundo se ríe de él.

ACTO II: ANTONIA
Casa de Crespel en Múnich.


Antonia (soprano lírica) ha heredado de su madre su bella voz y su sueño sería ser cantante de ópera, pero está enferma de tuberculosis, y por ello su padre, Crespel (tenor ligero), le ha prohibido cantar y le ordena guardar reposo. Crespel ordena a su criado Frantz (tenor ligero), que es sordo a que la vigile. Hoffmann aparece con Nicklausse y está contento porque él ya conocía a Antonia de antes, se había enamorado de ella y como ella se fue, él la ha estado buscando. Se reune con ella y pese a que ella no puede cantar, lo hace cantando a dúo con él. Al final ella se siente mal y se va a su habitación. Se oye gente venir y Hoffmann se esconde.



Llega entonces el Doctor Miracle (bajo-barítono) y se reune con Crespel. Éste, lo intenta echar porque cree que él fue el causante de la muerte de su esposa. Es entonces que Hoffmann se entera de que Antonia está enferma y su enfermedad se puede agravar si canta. Miracle, afirma tener la cura para la enfermedad, es más la ausculta sin que ella esté presente y se saca de la manga un medicamento que supuestamente tendría que tomarse todos los días, pero Crespel no le cree y lo echa de allí. Hoffmann decide entonces hablar con Antonia y le pide que deje de cantar por él. Antonia, sorprendida, acepta.

Cuando ésta se queda sola, aparece así sin más el Doctor Miracle y le dice que un talento como el suyo no debería perderse. Conjura entonces el retrato de su madre para que cobre vida y el fantasma de su madre, le insta a que cante.


Antonia, influenciada, empieza a cantar mientras que el Doctor Miracle toca el violín, hasta que el hechizo termina. Antonia cae agonizante al suelo y Miracle desaparece. Crespel entra entonces y logra hablar con ella, quien recita el dúo que cantó con Hoffmann muriendo poco después. Entra Hoffmann y Crespel piensa que es el culpable de su muerte. Por eso lo intenta apuñalar, pero  Nicklausse se lo impide. Hoffmann llama un doctor y es Miracle quien aparece, pero ya todo es inútil.

ACTO III: GIULIETTA
Salón de fiestas en un palacio veneciano.

 
Hoffmann y Nicklausse están en una fiesta en un palacio veneciano. Allí está la bella cortesana Giuletta (soprano dramática), el nuevo amor de Hoffmann. Nicklausse canta con ella la famosa Barcarola y Hoffmann después entona un brindis. Nicklausse aconseja a Hoffmann que tenga cuidado.
Ahora en escena entra Dapertutto (bajo barítono), la encarnación del diablo y ofrece a Giulietta un diamante a cambio del reflejo de Hoffmann y así él podrá tener su alma. La cortesana acepta.


Cuando Hoffmann se acerca a ella, ésta aprovecha para robarle su reflejo en un espejo. Uno de sus sirvientes, Pitichinaccio (tenor), se burla de él. Entran entonces, Nicklausse, con Schlemil y otros personajes.  Schlemil (bajo) celoso, ve a Hoffmann con Giulietta y le desafía a un duelo. La cortesana, anuncia a los invitados que es hora de irse y se quita de enmedio.
Hoffmann acepta el duelo y lo acabo ganando, pero cuando va a reunirse con Giulietta, ve que ésta lo ha dejado tirado y se ha ido en una góndola con su sirviente Pitichinaccio.

Aparte del final que acabo de comentar que es el más común, Offenbach también tenía otros dos previstos, pero no dejó claro cuál era el que prefería; estas alternativas ocurren después del duelo entre Hoffmann y Schlemil.

- Dapertutto intenta envenenar a Hoffmann con una copa de veneno pero Giuletta lo bebe por error y muere.
- Al darse cuenta por fin que Giuletta lo ha engañado, Hoffmann intenta apuñalar a Giuletta, pero se equivoca y mata a Pitichinaccio en su lugar. Ella se queda llorando su muerte.

EPÍLOGO
Taberna de Luther en Núremberg.

Terminado sus relatos, Hoffmann afirma que esas tres mujeres son ahora tres facetas de una misma persona, Stella, y ya ha jurado no amar jamás. Termina la canción de Kleinzach y está totalmente borracho. Stella, aparece y al verlo así, decide dejarle por Lindorf, que mira tú por dónde esta por allí. 

Entonces Nicklausse reaparece esta vez como la Musa y le dice que no se preocupe, que ella siempre lo amará, así que deje ser hombre y se convierte en un poeta. Hoffmann renuncia a todo y vivirá sólo para su arte.

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