A veces, para obtener lo que deseas, es necesario romper las reglas. Pero hay que tener cuidado, porque un gran poder también conlleva una gran responsabilidad y a veces las consecuencias pueden ser o bien fatales, o bien una liberación. De eso, entre otras muchísimas cosas, va la obra maestra de Richard Wagner y que además revolucionó el mundo de la música.
El Anillo del Nibelungo (Der Ring des Nibelungen) es un Festival escénico en una noche preliminar y tres días (4 óperas o dramas musicales como los llamaba Wagner) con libreto y música del mismo compositor estrenada en la Festspielhaus (teatro del festival) de Bayreuth, entre el 14 al 17 de Agosto de 1876.
La duración total del ciclo (es decir, de las cuatro óperas) es de unas quince horas y media.
BREVES DATOS HISTÓRICOS
Lo cierto es que a Wagner no se le ocurrió así por las buenas hacer un ciclo de cuatro óperas desde el principio. Al poco tiempo de terminar Lohengrin, allá por 1850 año más año menos, Wagner estaba buscando material para futuras óperas. Y leyendo le llamó la atención los antiguos poemas épicos medievales germánico, en especial el Cantar de los Nibelungos. De todo el cantar, le llamó muchísimo la atención la parte final, en la cual el héroe principal muere, así que elaboró un texto para ponerle música más tarde al que llamó "La muerte de Sigfrido (Siegrieds Tod)".
El concepto de "spoiler" no existía tal y como lo entendemos ahora en el siglo XIX, así que se puso manos a la obra. Pero cuando terminó el libreto, ya que Wagner primero escribía el libreto y luego se ponía con la música, vio que dejaba muchas cosas sin aclarar, así que decidió redactar otro borrador para otra ópera que narrara la juventud de Siegfried, y a ese libreto lo llamó "Der junge Siegfried" (El Joven Sigfrido)
Y no contento con eso, vio que aún tenía más cosas que explicar y de ahí nació los libretos para dos óperas más, "La Valquiria" y "El Robo del oro del Rin"
Sin embargo, diversos eventos en la vida de Wagner hicieron que su plan maestro no se compusiera así del todo tan seguido. Entre tanto compondría antes dos enormes óperas en las cuales acabaría definiendo su propio lenguaje que ocasionaron un gran impacto en la época como fueron "Tristán e Isolda" y "Los Maestros Cantores de Nuremberg"
El sueño de realizar este ciclo Wagner se lo debe sobre todo al rey Luis II de Baviera. Si no fuera por su apoyo, esta obra no existirá ni tampoco el teatro en exclusiva que le llegó a construir en Bayreuth destinado únicamente a escenificar sus obras. Y si bien, la idea de Wagner era estrenar las 4 obras juntas en días consecutivos, las dos primeras, se estrenaron antes de lo previsto, pero las dos últimas sí se estrenaron en el teatro de Bayreuth, diseñado para su fin. Entre que tuvo la idea y por fin se materializó, pasaron 26 años. Hoy en día, todos los veranos en Agosto, se representa en Bayreuth un ciclo completo del Anillo.
Las óperas que forman la tetralogía son las siguientes: El Oro del Rin, La Valquiria, Sigfrido y El Crepúsculo de los Dioses.
ANÁLISIS GLOBAL
Dado que el Anillo lo forman cuatro óperas, en este análisis voy a hacer primero una valoración global del ciclo y posteriormente, poco a poco iré desarrollando y explicando por separado cada una de las óperas como si fuesen independientes aunque en realidad no lo son. Al igual que he estado haciendo con las obras anteriores, cada parte tendrá dos entradas distintas. una donde explicaré los detalles históricos específicos de cada una y en otra mi comentario personal. El tema de las grabaciones recomendadas irán en esta entrada, pues la base para todas es la misma.
Mi primer contacto con el Anillo y con Wagner en general, fue con La Valquiria. Como mucha gente, sólo conocía la famosa cabalgata y cuando escuché la ópera entera me pareció un auténtico tostón. Bueno más que un tostón, como comerte un potaje de habichuelas en pleno verano, muy pesada de digerir. Claro que, era la primera vez que escuchaba a Wagner y no tenía el oído bien educado. Tendría por aquella época unos 17 años. No obstante, no me rendí y en la biblioteca de mi ciudad había un cd con las mejores escenas del Anillo. Así descubrí el resto de las obras y más música que me llamó la atención más allá de la cabalgata.
Con el tiempo, en la radio escuché Lohengrin, que fue la ópera que me acercó a Wagner y más tarde llegaron el Holandés y Tannhäuser. Pero aún tenía ese mal recuerdo de la Valquiria, así que un día escuché por la radio en un programa que echaban y creo que siguen echando los sábados por la tarde en Radio Clásica (España) que se llamaba el "Fantasma de la Ópera" y pusieron la última del ciclo: "El Crepúsculo de los Dioses". Pese a que esa ópera dura unas cinco horas, a mí no se me hizo pesada en absoluto, me tuvo enganchadísimo a la radio y me impresionó enormemente.
Posteriormente escuché Sigfrido, El oro del Rin y esa vez volví a escuchar La Valquiria. Creo que entonces tendría unos 25 años. Y fue entonces cuando la comprendí y me encantó. Volví a escuchar el ciclo entero en orden y ya me enganché totalmente, porque cada vez que lo escucho siempre encuentro algo nuevo y siempre me da que pensar.
Tuve la suerte también con el tiempo de poder ver las cuatro óperas del Anillo, no en un ciclo, pero si como parte de una misma temporada de ópera. Pese a que la puesta en escena no me gustó, al menos he tenido la suerte de poder vivir esa música en directo.
Cuando realmente escuchas el Anillo ves que hay mucho más que una historia épica de dioses, doncellas guerreras virginales y héroes que matan dragones. Es fantasía, si, pero también es filosofía y el origen de las bandas sonoras de las películas actuales. El uso de temas recurrentes que definen una idea o un personaje, los llamados "leitmotivs" motivos principales tienen su máxima expresión aquí si bien ya los había empleado muchos antes, sobre todo en Tristán, ópera de la cual algún día hablaré y de la cual tengo una relación amor - odio. Así pues cada vez que sale Sigfrido, tiene su pequeña melodía, así como la naturaleza, el mismo anillo... todos de esos motivos iré hablando cuando vaya desarrollando cada ópera individualmente.
Lo cierto es que sacar una conclusión general de todo el Anillo sin antes haber hablado de sus partes es algo complicado, pero no imposible. Para mí el Anillo es una gran historia de redención en la cual, para poder empezar de nuevo antes hay que desprenderse de lo viejo. En algún momento, hay que evolucionar, dejar atrás los viejos valores y mirar hacia delante hacia un futuro incierto, pero con gran optimismo. Esta idea, la iré desarrollando en los diversos análisis.
Eso sí, os advierto. Si no tenéis el oído entrenado para escuchar a Wagner os recomiendo que antes, escuchéis sus óperas anteriores, al menos Lohengrin y Tannhäuser. Una vez lo hayáis hecho, empezadla por orden. O si queréis, teniendo en cuenta que la primera es la más corta de todas, podéis ir haciéndolo poco a poco. Ya como gustéis.
GRABACIONES
CD
Si bien son 4 óperas distintas, al final hay que considerarla como una gran obra de quince horas así que mi opinión es que escuchéis un ciclo entero por un mismo equipo. El único que yo poseo en CD original, si bien he escuchado otros, es éste de Sir Georg Solti si bien la portada que os presento es la última edición (y la mía es una anterior). Este ciclo fue el primero y para mí es el más convincente de todos. Un buen equipo de cantantes en general y la orquesta es sencillamente increíble.
Si por el contrario preferís primero adentrados con una recopilación de mejores momentos, os recomiendo cualquiera de estos dos:
El de la izquierda es simplemente una recopilación del ciclo de Solti y en la derecha, es el más reciente de todos, y es una recopilación del ciclo que se representó no hace mucho en el Metropolitan de Nueva York. Es una grabación reciente y la calidad de los cantantes es muy buena.
DVD
Éste fue el primer ciclo que compré y es el más políticamente correcto que vais a encontrar en el mercado. Es lo más cercano a lo que Wagner tenía en mente y sólo por eso merece la pena. Eso sí, la calidad de imagen no es muy buena que digamos.
Éste es el ciclo de la ciudad de las Artes de Valencia en 2008 y la puesta en escena está hecha por el grupo catalán de La Fura dels Baus. Es más futurista que el anterior, pero tiene algunos puntos bastantes curiosos y como espectáculo no está del todo mal. No lo tendría como primera opción, pero es un visionado interesante.
Por último éste es uno de los ciclos más reciente de todos y de nuevo tenemos una puesta en escena bastante original por parte del Metropolitan que usa unas grandes plataformas móviles que se usan para formar diversos elementos del escenario. El vestuario es épico, el equipo de cantantes también es notable y para mí la primera opción sin duda.
Con esto termino esta introducción al Anillo. Así que la próxima entrega comentaremos esta gran historia épica por la primera parte: El Oro del Rin.
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