miércoles, 25 de octubre de 2017

El poeta sin éxito en el amor: Los cuentos de Hoffmann de Jacques Offenbach, II


ANÁLISIS

Hay ciertas piezas de la música clásica que todo el mundo conoce pero que no sabe quién la escribió o si pertenece a alguna obra en concreto. Fragmentos que se usan en los anuncios, o en alguna película, lo escuchamos, nos gusta, pero en la mayoría de los casos no vamos más allá. 
Ahora gracias a Internet, eso es mucho más fácil, basta con ir a Google, hacer la pregunta y buscar la respuesta porque seguro que alguien en este mundo ya lo habrá comentado. Y ¿a qué viene esto? Pues porque así descubrí a Offenbach. Para muestra, echadle un vistazo al siguiente vídeo:


Evidentemente, todo el mundo habrá reconocido la música de ese famosísimo Can-Can. Una melodía tremendamente conocida. Pero seguro que muchos de vosotros, al igual que yo, no sabía que esa melodía pertenece es el final de una opereta llamada "Orfeo en los infiernos" y que pertenece a un compositor llamada Jacques Offenbach. Sí, una melodía tan típicamente francesa fue compuesta por un alemán. Curioso, ¿verdad? Pues así descubrí yo la existencia de Offenbach, y de ahí mi curiosidad llegó a Los Cuentos de Hoffmann. Una vez la echaron por la televisión y la grabé, en vídeo y más adelante en DVD. No es una de mis óperas favoritas, pero la conozco bien. La he visto dos veces en la Bastilla y además una de las primeras piezas que toqué con el violín en un conjunto de cuerdas de la Escuela de Música de San Felipe en Cádiz fue precisamente la Barcarola. Que por cierto, no fue escrita en exclusiva para la ópera, de hecho la melodía ya la había empleado en otra obra suya, "Las hadas del Rin" y se llamaba "Canción de los Elfos"

Así pues, era obligado que tarde o temprano hablara en este blog sobre Los Cuentos. Y además porque es realmente interesante.

La música de Offenbach es muy pegadiza y muy comercial en la época. Si os da por profundizar más en él, os encontraréis con eso, con música muy pachangera pero que quizás no exprese mucho. Vamos, es como escuchar cualquier canción del verano de ahora, que está guay para bailar y tal pero son vacías de contenido. Con Offenbach me pasa lo mismo. Es divertido, pero sin más. En cambio, con los Cuentos es totalmente distintos, hasta el punto en el que a veces parece que es otra persona y no Offenbach quien lo ha escrito.

Ya el tema de la ópera en general es más profundo, si bien está tratado de una forma tragicómica.  A través del personaje alegórico de La Musa, la única amiga que el poeta Hoffmann ha tenido en la figura "masculina" de Nicklausse, somos testigos de los fracasos amorosos del poeta. La intención de Offenbach era que los cuatro roles femeninos (Olympia, Antonia, Giulietta y Stella) fuesen interpretados por la misma soprano, ya que son el reflejo del ideal de amor que tiene el poeta y que nunca se van a hacer realidad; la joven inocente, la artista y la cortesana. Como son papeles totalmente distintos, es muy difícil hoy en día encontrar una soprano que los haga todos, por eso se suelen emplear cuatro sopranos distintas.

Aquí el drama radica que en la búsqueda de ese ideal, siempre a un mal (Lindor, Coppelius, Miracle y Dapertutto) que lo impide, encarnado todos por el mismo bajo-barítono pero que en su caso sí se cumple. El mal lo más seguro es que sea simbólico ya que sus cuentos, como Hoffmann los cuenta en la taberna bebiendo alcohol cada vez lo hace más fantástico y al verlo al final en el epílogo borracho, pues es posible que no todo lo que haya contado Hoffmann haya pasado así en realidad, salvo en el caso de Olympia, que el comportamiento del malo, es el más lógico. El resto... lo dejamos a la imaginación del espectador. 

Pero a pesar de todo, a pesar de que Hoffmann no tiene éxito con las mujeres, su destino no es ser amado sino dedicarse por entero al arte, de ahí que sólo la Musa es capaz de consolarle y hacerle ver el lado bueno de la situación. Básicamente lo que pienso que Offenbach quería decirnos es que todos, en este mundo hemos nacido con un propósito y el sentido de la vida es descubrirlo y una vez que lo hayamos descubierto, seguir con él hasta el final. 
El de Hoffmann, era escribir y gracias a su arte ha inspirado a otros a realizar el suyo. Si no fuera por él, Tchaikovsky no habría compuesto su ballet "El Cascanueces", ya que está basado en uno de sus cuentos.  El de Offenbach era el de divertir a la gente con su música y demostrarle a todos que podía ser también serio si le proponía. Y lo consiguió, pese que no estaba vivo para poder disfrutar del éxito y dejar la obra como a él le habría gustado. Pero a la humanidad nos dejó una obra sensible y tierna, graciosa y triste, sobre todo el acto de Antonia, que poco o nada tiene que envidiar a otras obras del género.

Yo aún no tengo mi claro cuál es mi propósito. Pero alguien me dijo una vez que el suyo era hacer feliz a la gente y que en parte ese deseo o más bien la forma de realizarlo fue gracias a un blog que yo escribí hace tiempo contando mis aventuras y desventuras como operador de atracciones en Disneyland París, blog que dejé de escribir porque ya dije lo que tenía que decir al respecto y lo borré. Otra persona me dijo que le había ayudado a ver la vida de otra forma... Quizás mi propósito en este mundo sea ser "musa" para inspirar a otros a alcanzar sus proyectos.

Y si ese es mi propósito... es uno bastante bonito. Espero que algún día esas personas sean capaces de lograr sus aspiraciones. Yo por mi parte, he aprendido algo con esta ópera:

- Todo en la vida son experiencias. Y de ellas, tanto de las buenas como de las malas, siempre se aprende.
- No te agobies si nunca llegas a encontrar el amor de tu vida. Quizás, no sea tu destino ser amado, pero no por ello vas a ser un desgraciado. Busca algo que te haga feliz y síguelo hasta el final.

GRABACIONES

CD


Como ya he explicado en los datos históricos, Hoffmann es una ópera que se terminó pero sin orden y por tanto con el tiempo y por otras circunstancias la han ido arreglando según los gustos del teatro en cuestión. Ésta en concreto, se basa en una edición que ha hecho el musicólogo americano Michael Kaye basándose en los manuscritos originales de Offenbach, con lo cual es lo más cercano a las intenciones primitivas. A todos los niveles me parece una grabación aceptable, y como no le vi especialmente pegas, creo que es la mejor opción, aunque tampoco es que haya mucho donde elegir.

DVD

 Este DVD, no lo tengo como tal, pero si tengo la grabación de este montaje cuando lo pusieron en su día por la televisión. No es especialmente bonito y no entendí mucho la idea de convertir a Hoffmann en un jorobado, pero es bastante aceptable. Aquí los actos de Antonia y Giuletta, están intercambiados.


Éste en concreto fue el primer DVD de esta ópera que compré y la puesta en escena por Robert Carsen, si bien no es la original y toda ella la basa en distintas partes de un teatro, es interesante y es coherente con la trama. De hecho, las dos veces que he visto esta ópera ha sido precisamente con esta puesta en escena, así que para mí tiene un valor sentimental. De los que hay creo que me quedo con éste como primera opción.


Por último, este DVD es el montaje más reciente y artísticamente, es el más cercano al original en cuanto a ambientación  y a vestuario. No soy muy fan del tenor, Vittorio Grigòlo, pero tampoco lo hace mal. Creo que para alguien que no tenga ninguno cogería éste como referencia, pero lo malo es que no tiene subtítulos en castellano. Aquí también los actos de Antonia y Giulietta están al revés.
Para la próxima entrega nos vamos a Escocia, al castillo de una chica que en ocasiones ve muertos y que no está muy bien de la cabeza. Algo que me dice que su historia no va a terminar bien.

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